tag:blogger.com,1999:blog-119643312024-03-19T09:34:23.420+00:00Estilografic.blogUn blog que trata sobre lo que ocurre, lo que me ocurre y lo que se me ocurreestilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.comBlogger565125tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-19097398129517359662012-05-23T12:22:00.003+01:002012-05-23T12:22:59.708+01:00El viernes en Radio Exterior<div style="text-align: justify;">
A raíz del <a href="http://www.culturamas.es/blog/2012/04/30/los-juegos-del-hambre-novela-frente-a-pelicula/" target="_blank">artículo que publiqué hace unos días en CULTURAMAS</a> en el que comparaba el libro de <em>Los Juegos del Hambre</em> con su versión cinematográfica, me han invitado a participar el próximo viernes día 25 de mayo, a eso de las 10:00 horas, en el programa <strong><em>Continum</em></strong>, de Radio Exterior (Radio Nacional de España).</div>
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Así que hablaré - na, un ratico de na - sobre el libro y la peli, sobre la violencia y la crueldad, sobre la comparación entre literatura y cine y… también sobre <a href="http://dongerundio.wordpress.com/" target="_blank">don Gerundio</a>, hombre, que si no se me enfada, la criatura.</div>
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Al tratarse de Radio Exterior no vayáis a estar ahí con el aparatito sintonizando frecuencias toda la santa mañana, que no lo vais a escuchar. ¿Y entonces? A ver, podéis hacer hasta cuatro cosas:</div>
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1.- Escucharlo por la web de Radio Exterior: <a href="http://www.rtve.es/radio/radio-exterior">http://www.rtve.es/radio/radio-exterior</a></div>
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2.- Esperar a que cuelgue el podcast (archivo de audio) y escucharlo tranquilamente cuando cada uno quiera mientras degusta una cervecita bien fría.</div>
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3.- Optar por escuchar mejor a Soraya Sáenz de Santamaría, porque el viernes habrá también Consejo de Ministros e igual nos suben el IVA, aprueban una nueva amnistía fiscal para pequeños defraudadores, se suprimen las autonomías gobernadas por partidos que no tengan al menos dos pes en sus siglas, decretan un corralito, suspenden la final de la Copa del Rey o algo peor, qué sé yo.</div>
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y 4.- Ninguna de las anteriores.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizn3f4ycAAcVBDqiI6nKJNNvnW8-YqKVRo2NHUj4eG25eNcfsdXdDA31Rtsu7IHnBtCmXfPyiUw_6GBELC6mGFigCW9_hSLtvOtsFi-hgMlDdTdb8PHg0b00cKcRl5wkIyBxHj/s1600/culturamas100x100.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" mea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizn3f4ycAAcVBDqiI6nKJNNvnW8-YqKVRo2NHUj4eG25eNcfsdXdDA31Rtsu7IHnBtCmXfPyiUw_6GBELC6mGFigCW9_hSLtvOtsFi-hgMlDdTdb8PHg0b00cKcRl5wkIyBxHj/s1600/culturamas100x100.jpg" /></a></div>
Pues sí, que a partir de ahora, y si el tiempo (el del calendario, no el de las nubecillas y eso) no lo impide, podréis seguir mis crónicas de teatro/cine/literatura y otras cositas varias que se tercien en la revista <a href="http://www.culturamas.es/" target="_blank">CULTURAMAS</a>.<br />
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Aquí os dejo un par de ellas para ir abriendo boca (que entre el hambre y el queso, está muy bien traído): <br />
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<a href="http://www.culturamas.es/blog/2012/04/30/los-juegos-del-hambre-novela-frente-a-pelicula/" target="_blank">Los Juegos del Hambre, novela frente a película</a><br />
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<a href="http://www.culturamas.es/blog/2012/04/11/dandolas-con-queso-geronino-stilton-el-musical-del-reino-de-la-fantasia/" target="_blank">Dándolas con queso: Gerónimo Stilton, El Musical del Reino de la Fantasía</a><br />
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<br />estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-41233063195257432442012-04-02T12:24:00.000+01:002012-04-02T12:24:24.192+01:00Y yo, ¿por qué no hice huelga?<div style="text-align: justify;">
Estoy en contra de esta reforma laboral que nos sirve en bandeja el Gobierno del PP. No me siento capacitado para calificarla de buena o mala, conveniente o inconveniente, necesaria o innecesaria, no voy a saber yo más que Guindos, Montoro y Báñez juntos, - ya podrán, tres contra uno - pero simplemente no me creo las razones que supuestamente la justifican. Echando mano de uno de sus puntos más conflictivos, no me trago que abaratar el despido vaya a servir para contratar más ni para reactivar la economía. Mi lógica y mi sentido común me dicen que eso es como empezar la casa por el tejado, además de un paso atrás innecesario en derechos laborales ya conseguidos. ¡Y que en caso de resultar afectado saldría perdiendo, qué narices! Allá ellos con sus razones y sus propósitos, pero yo no me los creo. <br />
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Entonces, ¿por qué no hice huelga el día 29? Pues muy sencillo: porque tampoco creo en el huelga general, y no creo en ella otra vez por una cuestión de lógica y sentido común. Trataré de argumentarla, dejando claro de antemano que me merece todo respeto cualquier decisión o postura que haya sido tomada al respecto libremente por cualquier ciudadano.<br />
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En primer lugar, me pregunto si se puede aplicar el adjetivo “general” a una convocatoria de huelga, me refiero a si existen motivos tan comunes a todos los trabajadores de este país como para que tomemos juntos, cogidos de la mano y bajo una misma pancarta, un decisión tan drástica e importante como lo es dejar de trabajar, aunque sea por un día, sea cual sea la empresa a la que pertenezcamos o la actividad que desarrollemos.<br />
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En segundo lugar, me pregunto también sobre cuáles son los objetivos de una huelga, sea esta general o no. Entiendo que se trata de mostrarle a alguien nuestro descontento e indignación, en este caso al Gobierno, mediante la protesta, causarle inconvenientes y presionarle para que dé marcha atrás. Mostrar mi descontento e indignación, incluso presionar, puede que sí, pero…¿a quién causo yo realmente inconvenientes al dejar de ir a trabajar? ¿Quién es el principal perjudicado? Evidentemente, al menos en mi caso, la empresa que me contrata y me paga por trabajar, mejor o peor, pero según lo pactado.<br />
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Me parecería apropiado secundar una huelga si se diera el caso de que mi empresa hubiera cometido una injusticia conmigo o con mis compañeros de trabajo, tratando así de causar inconvenientes a quien a mí me los hubiera causado o a quien se hubiera comportado, a mi juicio, de manera injusta con sus trabajadores. Se lo tendría merecido. Y claro, ya no sería “general”. Pero hacerle una huelga a un Gobierno causando “daños colaterales” a mi empresa, a las personas a las que presto servicios, si los presto, a la economía del país, a su imagen en el exterior, a la sociedad, etc., ¿tiene algún sentido? Yo, al menos, no se lo encuentro. Sinceramente, es como si me dijeran: ponte a romper cristales o a quemar coches, porque hay que protestar contra el Gobierno.<br />
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Por solidaridad, dirán algunos. Hay que secundar una huelga general por solidaridad con quienes están en peor situación que tú y sí que tienen problemas en sus empresas o, sencillamente, se han quedado en el paro. Vale, de acuerdo, ¿pero para solidarizarme con ellos es preciso causar inconvenientes a otros? Y esos otros a los que causo daños no me dirían: ¿y por qué no te solidarizas también conmigo, que no te hecho nada malo?<br />
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Por si acaso, dirán otros. Hay que secundar una huelga general porque puede ser que lo que hoy les ocurre a otros mañana te suceda a ti. Basta con que tu empresa se vea en la necesidad de acogerse a determinados supuestos de la reforma laboral y… ¡zas! A la calle por cuatro euros. Vale, de acuerdo también, pero ¿es un “por si” una razón justa y consistente como para negarme a trabajar? A mi al menos no me lo parece. Y no es que confíe a ciegas en las buenas intenciones de mi empresa, no, quién sabe, tal vez en unos meses esté en la calle, pero hombre, cobrarle ya un “canon” por si acaso tampoco me parece lo más apropiado.<br />
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Y entonces, si no estoy de acuerdo con la huelga, ¿qué alternativas propongo para protestar por la reforma laboral u otras medidas que pudiéramos considerar injustas? ¿Nos quedamos de brazos cruzados y que nos las den una tras otra? Protestemos, organicémonos, seamos imaginativos y participativos, alcemos la voz ante lo que nos parece injusto, que hoy existen herramientas para ello: internet, redes sociales, blogs, etc, sin ir más lejos. Castiguemos o premiemos con nuestro voto a quienes merezcan lo uno o lo otro. Echémonos a la calle si hace falta, siempre que lo hagamos respetando la libertad y los derechos de los demás. Una sociedad justa, democrática y, sobre todo, responsable, tiene suficientes mecanismos para ello.<br />
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Pensemos, en definitiva, en actitudes que sumen y olvidémonos de las que restan. </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-69261459604750169532012-03-21T13:07:00.001+00:002012-03-21T15:50:03.084+00:00El teatro del tiempo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzSCVXG444VKsjbh9lCgobRRTx1Toh0AeUIBnAgl8rsnYMJmYE5HhhJBE_FXWpJJ_cLYokjS6sJHsj_NzqxapwSqDvTRecvJPZr_8E0UAtF9Qf239Hs3YS0OL2NlZLinPK21_4/s1600/cartel.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img aea="true" border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzSCVXG444VKsjbh9lCgobRRTx1Toh0AeUIBnAgl8rsnYMJmYE5HhhJBE_FXWpJJ_cLYokjS6sJHsj_NzqxapwSqDvTRecvJPZr_8E0UAtF9Qf239Hs3YS0OL2NlZLinPK21_4/s200/cartel.jpg" width="145" /></a></div>
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<strong><em>Follies</em></strong></div>
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Del 10 de febrero al 8 de abril</div>
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Teatro Español (Madrid)</div>
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Dirección: Mario Gas</div>
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Cuando el legendario teatro está ya a punto de cerrar para convertirse en un garaje, al viejo empresario no se le ocurre otra que reunir en una fiesta a todas sus antiguas estrellas. Y allí, sobre las tablas del teatro a punto de ser derribado, entre ruinas y fantasmas de coristas, vamos a asistir a la puesta en escena de todo un espectáculo, el de la vida misma, conducido por el director más duro y exigente que haya pisado escenario alguno: el tiempo. Prepárense, porque seremos testigos de lo que este, despiadado, es capaz de hacer con sus actores. Vida y teatro, realidad y ficción, primera de las extrañas parejas que encarnan este juego de duplicidades y espejos que recorre todo la historia de <em><a href="http://www.teatroespanol.es/programacion_teatro_espanol_madrid/videos/follies?id_agenda=177" target="_blank">Follies</a></em>, nacido como homenaje a los espectáculos de variedades que triunfaron en el Nueva York de principios del siglo XX.</div>
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Con una muy lograda puesta en escena, ese tiempo, que no solo dirige sino que también actúa (como Mario Gas), se desdobla en <em><a href="http://www.teatroespanol.es/programacion_teatro_espanol_madrid/ficha/follies?id_agenda=177" target="_blank">Follies</a></em> con sorprende facilidad. Presente y pasado, otra pareja imposible, se manifiestan en un mismo plano, el del teatro, permitiendo que cobre vida la versión juvenil de los protagonistas, fantasmas que anticipan la tormenta de sentimientos que cualquier día podría acabar por desencadenarse. Ahí arranca la dramática y trascendental historia que subyace al alegre, divertido y aparentemente insustancial espectáculo de variedades. Y dale con las duplicidades. </div>
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Porque sabido es que la imperfección forma parte de la vida misma, así que esta estructura llena de líneas paralelas se acaba por romper por su parte más débil, la que conforman las dos parejas protagonistas, quienes, en contra de lo que pudiera parecer, no avanzan en paralelo, sino que se entrecruzan conformando un entramado mucho más complejo y, por ende, también mucho más humano. Y así es como descubrimos que una elección, la elección, tal vez no fuera la correcta.</div>
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Desencadenado el drama, la segunda parte del espectáculo es sin duda más onírica e irreal. Cada personaje pone en escena su número de “follies” - nuevo paralelismo del teatro dentro del teatro - construidos todos ellos con los recuerdos, ansiedades, frustraciones, deseos y sueños de los cuatro protagonistas. Entre las escenas más conmovedoras, la de Muntsa Rius, avanzando sin avanzar, con las luces de la ciudad de fondo y la inquietante neblina a sus pies mientras interpreta “Loosing my mind”. Todo un regalo para ojos y oídos.</div>
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¿Qué decir, por cierto, de los actores? Encabezados por un sorprendente Carlos Hipólito, sorprendente no por sus dotes como actor, más que reconocidas, sino por su muy buena voz, y por un valor tan seguro como Vicky Peña, a la que no le hace falta ni cantar, cabe destacar la arrebatadora aportación de Massiel, y el enternecedor y admirable papel de Asunción Balaguer, toda una dama de la escena. Eso sí, en ambos casos, ya se sabe: lo bueno, si breve…</div>
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Cierto es que <em><a href="http://www.teatroespanol.es/programacion_teatro_espanol_madrid/ficha-artistica/follies?id_agenda=177" target="_blank">Follies</a></em> resulta a veces deprimente. Los personajes llegan a darnos pena porque representan la decadencia, lo que pudieron haber sido y no fueron o, en el mejor de los casos, lo que dejaron de ser. Pero contiene sobre todo, en un último y admirable juego de espejos y duplicidades, un mensaje de optimismo y esperanza: que atreverse a echar la vista atrás para recuperar los recuerdos sirve también para alumbrar el camino que queda por recorrer. En definitiva, que lo mejor no es sucumbir y acabar tirando por tierra lo poco o mucho que se tiene, sino mirar hacia adelante y tratar de enderezar el rumbo. Mientras todavía nos quede algo de tiempo.</div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-87900567327559584772010-05-18T22:51:00.004+01:002010-05-18T23:21:48.322+01:00De personas y personajes<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwROaebEjrDtNdUFUzOc7Y56Ex6n8O7SnbQQmxZ4Mj9eKc0rMClOL_Xg61xSHNc5EoWu3w5gMe4jQsbNsSQiMQKKsPcMcavdOfAvAhmJdw5VXfqDWVW7dqQ7Xp89P6oZsO_VSS/s1600/don+gerundio.JPG"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 134px; FLOAT: left; HEIGHT: 200px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5472732326124211826" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwROaebEjrDtNdUFUzOc7Y56Ex6n8O7SnbQQmxZ4Mj9eKc0rMClOL_Xg61xSHNc5EoWu3w5gMe4jQsbNsSQiMQKKsPcMcavdOfAvAhmJdw5VXfqDWVW7dqQ7Xp89P6oZsO_VSS/s200/don+gerundio.JPG" /></a> - Hola buenos días, ¿es usted Estilografic Punto Blog?<br />- El mismo, sí señor. ¿Y usted quién es, buen hombre?<br />- Yo soy don Gerundio.<br />- ¡Caramba! Pase, pase y tome asiento. Lo estábamos esperando.<br />- ¿Me estaban…?, ¿entonces no está usted solo?<br />- Bueno, sí, ahora sí, pero los otros están a puntito de llegar.<br />- ¿Los otros? Me está usted asustando. Esto me suena a peli de Amenábar.<br />- No hombre no, los otros son… pues eso, los creadores.<br />- Vamos a ver, ¿pero el creador no es usted?<br />- ¿Quién yo? No me haga reír, don Gerundio. Yo soy más o menos como usted.<br />- ¿Como yo? Pues no le veo yo el bigote.<br />- Me refiero a que soy, como usted, un simple personaje.<br />- Bueno, simple, simple, lo que se dice simple, tampoco. Yo no sé usted, pero yo, aquí donde me ve, tengo mis cositas…<br />- Ya hombre ya, no me lo tome usted a mal. Quiero decir que los verdaderamente humanos son… ellos.<br />- Veo que está usted muy confundido, señor. Yo soy humano como el que más. Que en mi historia haya patos, osos, pajaritos y hasta arbolesas, no quita para que yo sea una persona humana. Ya sabe: don Gerundio, un tipo divertido y singular.<br />- Sí, sí, si usted será todo lo divertido y singular que quiera, amigo, pero no deja de ser un personaje. De humano no tiene un pelo.<br />- ¿Está seguro de lo que dice?<br />- Segurísimo.<br />- ¿Y qué me dice de usted?<br />- Pues más o menos lo mismo. A mí me crearon para este blog y nada más.<br />- Entonces, a mí me crearon también sólo para mi blog y nada más.<br />- Ah, ¿pero tiene usted un blog?<br />- Sí, el blog de Don Gerundio. Se abre hoy. <a href="http://dongerundio.wordpress.com/">Pinche aquí despacito y lo conocerá</a>.<br />- Fíjese, pues eso yo no lo sabía. Yo pensé que le habían creado sólo para el libro, el de <em><a href="http://dongerundio.wordpress.com/el-libro/">Don Gerundio en el Bosque de la Prosa</a></em>, que a puntito está de salir a la venta.<br />- Pues mire, si me han creado para dos cosas en algo ya le gano yo a usted.<br />- Ahí le tengo que dar la razón.<br />- Y dígame, señor Punto Blog, ¿en que nos diferenciamos nosotros de los humanos, básicamente? - ¡No me diga que no lo sabe!<br />- ¿En la edad de jubilación tal vez?<br />- No.<br />- Entones en las pensiones, seguro.<br />- Tampoco.<br />- ¿En el recorte salarial?<br />- No da usted una.<br />- ¿Pues en qué entonces?<br />- Básicamente… en lo del servicio.<br />- ¿Qué pasa, que tiene usted empleados del hogar?<br />- No, me refiero a la costumbre humana de acudir periódicamente al servicio o escusado para realizar lo que ellos denominan “sus necesidades”. Precisamente allí se encuentran ahorita los otros, por eso no han llegado todavía.<br />- Vaya, ¿y dice que son varios?<br />- Ya lo creo. Primero está <a href="http://dongerundio.wordpress.com/sobre-el-auto/">el tal Velasco</a>, el tipo que ha escrito su libro y ha ideado, a grandes rasgos, las características principales de su personaje.<br />- Mala espina me da el tío ese.<br />- Imagínese, también me ideó a mí… Y luego está el otro, que yo no sé si será peor.<br />- ¿Quién?<br />- El dibujante, <a href="http://dongerundio.wordpress.com/sobre-el-ilustrador/">un tal Poyatos</a>, que ha sido quien le ha dado a usted forma y figura, ese cuerpo serrano que usted tiene a gala lucir.<br />- ¡Otro que tal baila! Pues a ese tengo yo ganitas de echármelo a la cara…<br />- Y yo que le comprendo. Y luego están los editores, también conocidos como <a href="http://dongerundio.wordpress.com/editorial/">el clan de los Clandestinos o Policarbonados,</a> responsables de la edición del libro que a usted le da la vida.<br />- Los listos que luego se llevan la pasta, ¿no?<br />- Bueno, me da a mí que la pasta al final, si la hubiere, se la reparten entre los unos y los otros, de manera que ni usted ni yo vemos un euro. Así es la vida de los personajes, qué le vamos a hacer.<br />- Oiga, y dígame, que ya oigo la cisterna, señal de que se nos acaba el tiempo: ¿hay alguien más?<br />- Claro que hay alguien más, don Gerundio. Si nos quedan los más importantes…<br />- ¿Y de quiénes se trata?<br />- De los lectores, amigo don Gerundio. Se trata de los lectores, a los que pacientemente esperamos con los brazos abiertos. Porque, con servicio o sin servicio, créame, sin ellos no somos nadie. </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-25858269078063544732010-05-05T00:05:00.004+01:002010-05-05T00:25:13.262+01:00¡Qué ilusión!<div align="justify">Estoy últimamente en un etapa de relecturas, lo cual puede significar varias cosas: (a) que la crisis económica está causando estragos de manera tal que uno no tiene ni para llevarse un libro nuevo a la boca; (b) que servidor se está haciendo ya mayor; (c) que el <em>menda lerenda</em> ya se ha leído todo lo que se puede leer en esta vida. Descartada al menos la opción c, eso seguro, el caso es que acabo de reterminar una novela que leí hace años y de la que guardaba un grato recuerdo: <em>La Plaza del Diamante</em>, de Mercé Rodoreda.<br /><br />Pues una vez releída, su relectura, más que llenarme, se puede decir que me ha rellenado. Me voy a ahorrar en adelante tanto recurrente prefijo repetitivo “re”, pues ya ha quedado bien clarito que la había leído antes y no merece la pena insistir e insistir, ahí todo el rato erre que erre... Porque si no, entre relectura, reterminar, releer, recuerdos y Rodoreda, se me está revolviendo la retórica a base de redundantes retruécanos, recórcholis.<br /><br />Lo que quiero decir es que tras la segunda lectura de la novela de Rodoreda me han surgido una serie de disquisiciones acerca de la literatura misma que me apetece compartir con todos ustedes vosotros, mis queridos y nunca del todo bien valorados lectores. Eso sí, sin detenerme lo más mínimo (pese a que la novela se encuadre como se encuadra en la época en que se encuadra) en el manoseado asunto del guerracivilismo, que tantas y tantas veces acaba convirtiéndose más bien en incivilismo y en el que no me apetece ni un poquito revolcarme, qué queréis que os diga.<br /><br />A lo que voy; que se me antoja que hay al menos dos maneras de enfrentarse a toda obra literaria, o yo diría mejor que a toda obra artística. Una es la del lector/espectador que podríamos calificar como “estático”. Me refiero a aquel que se limita a disfrutar de la exterioridad de la obra, sin preguntarse nada acerca de cómo ha sido construida, aquel que se detiene en el contenido pero se olvida por completo de la estructura. Otra actitud es la del lector/espectador “dinámico”, aquel que además de disfrutar de los valores externos de la obra, trata de ponerse en la piel del creador, y para ello realiza el proceso contrario al de éste: deconstruye la obra, es decir, la deshace y descompone para tratar de saber cómo demonios ha sido creada.<br /><br />Con la perspectiva del tiempo, creo estar seguro de que cuando leí <em>La Plaza...</em> hace la tira de años, me comporté como un lector estático, y sin embargo ahora, en esta última lectura, me he comportado más bien como un lector dinámico. Me parece, no obstante, que ambas maneras de enfrentarse a la obra son muy válidas y, es más, considero que el verdadero éxito de una obra artística consiste en saber llegar a ambos tipos de receptor, el estático y el dinámico por igual. Satisfacer, en definitiva, a la crítica y al gran público. The Beatles y pocos más, aunque se trate de otra faceta artística, han conseguido algo semejante hasta la fecha, me parece a mí.<br /><br />Pero, ¿por qué ese cambio de perspectiva a la hora de enfrentarme a una misma obra? Opté por releer <em>La Plaza...</em> después de que durante una mis clases de español para extranjeros una alumna me pidiera que le ayudase con la lectura de algunos capítulos de la novela. Aunque recordaba el contenido vagamente, de repente descubrí en no más de dos hojas del libro toda una serie de valores literarios, tanto formales como estéticos, que llamaron poderosísimamente mi atención y que fueron los que, en definitiva, me empujaron posteriormente a una segunda lectura.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />En uno de esos capítulos, Natalia, la protagonista, regresa a casa después de dejar a su hijo en las colonias durante la guerra porque no tiene para darle de comer. En el camino de vuelta, con el nudo en la garganta, se pone a llover y la varita del coche va de un lado para otro, limpia que te limpia, “y como un río de llanto el agua resbalaba por el cristal abajo”, cuenta la protagonista.<br /><br />Y el profe de español que se me emociona, el muy tontorrón, que está muy sensiblote últimamente, y la alumna que no entiende nada va y le dice, qué pasa, que no me entero... ¿No lo ves? –le explico a mi alumna - Natalia no va a llorar, no, la guerra ha endurecido su corazón, pero ya lo hace la lluvia por ella. Eso no es otra cosa, mi querida alumna, que purita literatura.<br /><br />Delicadezas como ésta, o como el asombroso dominio del monólogo interior durante toda la obra, no pueden pasarle desapercibidas a un lector dinámico, y yo, creo que sobre todo desde que me ha dado por escribir, me he convertido en uno de esos que, cada vez que lee algo que cae en sus manos, no se conforma con saber qué le están contando, sino que quiere enterarse también, y sobre todo, de cómo se lo están contado.<br /><br />Y más a partir de ahora que pronto, muy prontito, verá la luz mi primera criatura literaria, de la que os iré dando las oportunas noticias. ¡Qué ilusión! </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-33553921925414372362010-04-15T15:56:00.005+01:002010-04-15T16:14:16.084+01:00Relatos encadenados: (1) El agujero<div align="justify"><em><span style="color:#cc0000;">Doy inicio con este estúpido relato a una serie de relatos encadenados. ¿Que en qué consiste la tontería? Pues en ir publicando relatos varios que tendrán alguna relación entre sí, por ejemplo, que un personaje secundario de uno (véase la Juani) será el personaje principal de otro, y cosas de ese tipo, y quedarán enlazados mediante un link de esos. ¿Qué por qué este relato no enlaza todavía con ninguno? Pues porque es el primero, dadme un poco de tiempo, leches.</span></em></div><div align="justify"><em><span style="color:#cc0000;"></span></em></div><div align="justify"><em><br /><span style="color:#cc0000;">Ah, y perdón a </span></em><a href="mailto:tod@s"><em><span style="color:#cc0000;">tod@s</span></em></a><em><span style="color:#cc0000;"> por la larga ausencia, majos, que mira que sois majos.</span></em> </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />Había un agujero en la pared.<br />A Rodolfo, que vivía el pobre hombre solo desde hace la tira de años en un casita muy muy vieja de la Calle de la Pezuña, le dio un día por descolgar el cuadro del difunto tatarabuelo Genaro que colgaba de la pared del salón.<br />- ¡Ondié!, ¡un bujero! -, exclamó.<br />De más estará explicar que ni se dice “bujero” no se dice “ondié”, pero es que Rodolfo habla así, y éste es un relato realista y verídico que trata de ser fiel a los hechos y a la verdad.<br />- ¡Un bujero! -, insistió.<br />En efecto, había un agujero en la pared. Tampoco es que fuera gran cosa, era más bien chiquito, pero lo suficiente para llamar la atención de Rodolfo, que tampoco es que tuviera muy buena vista, el hombre.<br />Total, que Rodolfo se acercó al agujero e hizo lo que cualquiera haría en un caso como éste, dejarse llevar por la curiosidad y asomarse a ver si conseguía ver algo por el agujero.<br />- ¡Ondié! -, volvió a exclamar. Y se retiró asustado.<br />Rodolfo se dirigió al teléfono y marcó el 000 de emergencias, que era el número que su sobrina la Juani le había apuntado “pa’que lo marques si te pasa algo”, le había dicho.<br />- ¿Y por qué no te llamo mejor a ti, mujer? -, le había contestado Rodolfo a su sobrina.<br />- A mi déjame tranquila, que bastante tengo con lo mío.<br />Es que la sobrina de Rodolfo, la Juani, estaba de los nervios. Por eso no quería más complicaciones, que bastante tenía con lo suyo.<br />- Emergencias cero, cero, cero, dígame -, contestó una voz al otro lado del auricular.<br />- Yo llamo por un bujero -, se explicó Rodolfo.<br />- Señor, que tengamos tres ceros no significa que arreglemos agujeros. Está usted llamando al servicio de emergencias de la policía, ¿lo sabe?<br />- Sí, sí, es que en el bujero hay... un ojo.<br />- Ah, es usted otra vez el tipo de la Calle de la Pezuña, ¿no?<br />- Estooooo, sí, pero...<br />- Ya están llegando, ya están llegando... No sea usted impaciente, hombre, que para desplazarse desde el cuartelillo hasta la Pezuña se requiere un tiempo...<br />Rodolfo, la verdad, no recordaba haber llamado antes al 000 de emergencias, pero dado que su memoria comenzaba a fallarle se dijo, bueno, se me habrá ido de la cabeza, y se fue otra vez para el agujero a ver qué se veía.<br />- ¡Ondié!<br />Allí seguía el ojo, observándole a través del agujero desde el otro lado. Asustado, optó por volver a marcar el 000, el de emergencias.<br />- Emergencias cero, cero, cero, dígame -, contestó una voz al otro lado del auricular.<br />- Soy el del bujero, se explicó Rodolfo. Que ahí sigue el ojo.<br />- Que ya, que ya..., que acabo de hablar con el comando enviado y me dicen que ya están ahí con usted y....<br />- Oiga, yo estoy solo, aquí no hay nadie.<br />- ¿Cómo que no hay nadie? Si me han dicho que están a punto de tirar el tabique abajo y....<br />¡Pataclummmm...!<br />El tabique del salón de Rodolfo se le vino encima, dejando al descubierto la casa de Don Fulgencio, el vecino de Rodolfo, acompañado de tres fornidos policías luciendo la leyenda 000 sobre la ceñida camiseta que marcaba sus musculosos pechos, blandiendo mazas, martillos y martinetes.<br />- ¡Ondié! -, exclamó Rodolfo.<br />- ¡Ondié! -, exclamó también Don Fulgencio.<br />Esa mañana, a Don Fulgencio, que vivía el pobre hombre solo desde hace la tira de años en un casita muy muy vieja de la Calle de la Pezuña, justo al lado de Rodolfo, le había dado por descolgar el cuadro del difunto tatarabuelo Ambrosio que colgaba de la pared del salón y había descubierto un agujero en la pared.<br />Un agujero por el que se asomó a ver qué había al otro lado.<br />Y vio el ojo de Rodolfo.<br />Y dijo “ondié”.<br />Y se asustó.<br />Y acabó llamando al 000, el teléfono de emergencias. </div><div align="justify">De ahí la confusión, no sé si se entiende.</div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-91765676821983717982010-02-19T15:10:00.010+00:002010-02-22T08:45:54.112+00:00Acto tercero.- En busca de la sucesión (o el melón del presidente)<div align="center"><a href="http://estilografic.blogspot.com/2010/01/en-busca-de-la-sucesion-o-el-melon-del.html">Pincha este enlace ipso facto</a></div><div align="center"><a href="http://estilografic.blogspot.com/2010/01/en-busca-de-la-sucesion-o-el-melon-del.html">para ir al primer acto.</a></div><div align="center"></div><div align="center"><a href="http://estilografic.blogspot.com/2010/02/acto-segundo-en-busca-de-la-sucesion-o.html"><br />Y aquí cliquea profundo</a></div><div align="center"><a href="http://estilografic.blogspot.com/2010/02/acto-segundo-en-busca-de-la-sucesion-o.html">si prefieres el segundo.</a></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />La acción de este tercer acto se va a desarrollar en un lugar extrañísimo e imposible de describir, un lugar llamado.... Bueno, no vamos a desvelar todavía cómo se llama el lugar, que si no le quitamos la gracia a la cosa. Vamos a dejar que sea el propio lector o espectador quien vaya poco a poco cayendo en el asunto, ¡qué nervios! Ah, y un dato importante: ha pasado muuucho tiempo. ¿Cuánto? Quién sabe. Porque, en definitiva, ¿qué es el tiempo?, ¿una medida real?, ¿algo relativo?, ¿una mera entelequia?... Resulta que al levantarse el telón vemos a un Zapatero con apariencia extraña, tampoco vamos a desvelar ya qué tipo de apariencia, que si no la cagamos, pero sí adelantaremos a modo de pista que se le ve como amoratado o azulón, y se ha dejado una melenita muy mona que le tapa las orejas y....chsssss, ya no contamos más... ¡Venga!, que entre de una vez Rajoy, que Zapatero le está esperando.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br /><em>(También con apariencia extraña y con su melenita al uso)</em><br />Buenos días, Zapatero,<br />todavía presidente.<br />¿He llegado yo el primero<br />o estás ya con mucha gente?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Pasa, pasa, mi querido<br />jefe de la oposición.<br />¿Dónde te habías metido?<br />¡te esperaba hace un montón!<br /><br /><strong>RAJOY:<br /></strong>Es que..., verás: José Mari<br />me dio las indicaciones,<br />y me mandó de Safari<br />con dos pares de cojones.<br /><br /><strong>ZAPATERO:<br /></strong>Oyéndote juraría<br />que aunque ya no se le vote<br />algo manda todavía<br />ese tipo del bigote.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />No veo que el susodicho<br />decida al fin despedirse<br />y mira que se lo he dicho:<br />“si me quieres, venga, <em>irse</em>”<br /><br /><strong>ZAPATERO:<br /></strong>Eso dijo Lola Flores<br />en la boda de Lolita,<br />pero es que el de las Azores<br />no se anda con chiquitas.<br /><br /><strong>RAJOY:<br /></strong>Y como le insistas luego<br />desabrocha su chaqueta,<br />te levanta firme el dedo<br />y te hace la peineta.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />¡Jopeta!<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />Olvidémonos de Ánsar<br />y vayamos a lo nuestro,<br />que si no vendrá Esperanza<br />a pisarme pronto el puesto.<br />Aquí tienes el dinero,<br />mi querido Zapatero,<br />que hace frente al alquiler.<br />Si no pones ningún “pero”,<br />lo primero es lo primero:<br />ya te puedo suceder.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Muy deprisa vas, Mariano,<br />no me seas abusón,<br />ya te digo de antemano<br />que he cambiado de opinión.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />¡Ya me has jodido el invento!<br />¡Si no lo digo, reviento!<br />¿Y a que se debe, cojones,<br />ese cambio de opiniones?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Al final resultó que<br />fui a Washington D.C.,<br />desayuné con Obama,<br />sin quitarme ni el pijama<br />y me llevaron a un acto<br />que causome gran impacto.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />¿Y cómo se llama el acto<br />que causote tanto impacto?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Desayuno de oración.<br />¡No imaginas qué follón!<br />Me tocó leer la Biblia...<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />Eso sí que me da envidia...<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />... y una vez metido en lío<br />pedí firme en mi oración:<br />que nos veamos, ¡Dios mío!,<br />libres de la recesión.<br />Y me dice el Tío Cachondo<br />(me refiero al mismo Dios):<br />“Yo contigo es que me mondo,<br />presidente del montón.<br />¿Cómo quieres ir tirando<br />solamente retrasando<br />la edad de jubilación?”<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />En eso tiene razón.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Y yo no abro ya el melón.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br /><em>(Alzando la voz con firmeza y decisión)</em><br />Pues entonces, caradura,<br />no me dejas otra opción<br />que ponerte con razón<br />una moción de censura.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Espera, espera, no grites,<br />ni tampoco precipites<br />tan tremenda decisión.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />¿Tienes algo que añadir?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Escucha qué fue a decir<br />el Dios Todopoderoso<br />para librarnos del mal:<br />“a partir de ahora, mozo,<br />dejarás de ser humano<br />y te convertirás, ufano,<br />en realidad virtual.<br />Y le añado a éste mi gesto<br />que lo mismo que tú el resto<br />de toditos los presentes:<br />viviréis eternamente,<br />no os tendréis que jubilar<br />porque ya no seréis gente...,<br />¡os convierto en avatar!”.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />¡Qué me decís, Zapatero!<br />¿Me tomáis el pelo al cero?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br /><em>(Retirándose la melenita y dejando a la vista sus orejas)</em><br />Que no, que no, que está claro,<br />mira si no qué ha pasado...<br /><br /><strong>RAJOY:<br /></strong><em>(Sorprendido)<br /></em>¡Ahora no me quedan dudas<br />que lo que tienes de punta<br />ya no sólo son las cejas,<br />que también se ven picudas<br />de manera muy conjunta<br />de repente las orejas!<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br /><em>(Poniéndose estupendo)</em><br />Pues Sonsoles ya me ha dicho,<br />y tal cual yo te lo digo,<br />que aunque me parezca a un bicho<br />ella me encuentra atractivo.<br />Y en tu caso, ya verás,<br />no te quedarás atrás....<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br /><em>(Retirándose también la melenita y tocándose sorprendido las orejas)</em><br />¡Toma ya! Si hasta yo mismo<br />también las tengo picudas.<br />¡Por fin salgo de mis dudas<br />y de mi mismo ensimismo!<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Del Gobierno ejecutivo<br />ya te puedes olvidar<br />porque ya no estamos vivos,<br />somos sólo un avatar.<br /><br /><strong>RAJOY:<br /></strong>¡Jobar!<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Y deja ya de dar caña<br />con que el paro nos devora.<br />¡Que no estamos en España...!<br />¡que vivimos en Pandora!<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />Te quería preguntar...:<br />¿todo el mundo es avatar?<br /><br /><strong>ZAPATERO:<br /></strong>Todos somos menos Jaime...<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />Di qué Jaime que me calme...<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Jaime de Marichalar,<br />que yo creí que lo era<br />hasta verlo retirar<br />del Museo de la Cera.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />¿Y José María Aznar?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Ése sí que es avatar.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />¿Y cómo haremos ahora<br />para gobernar Pandora?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Aunque la crisis explote<br />y venga jodido el brote,<br />vivir aquí es una ganga.<br />Te apuntas al despelote,<br />te olvidas del del bigote<br />y te colocas el tanga.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />Firmemos entonces pacto<br />que cause tremendo impacto.<br /><br /><strong>ZAPATERO:<br /></strong>Qué pacto ni qué narices<br />¡Cuántas tonterías dices!<br />¿No somos pues virtuales?<br />Colócate genuflexo,<br />démonos al cibersexo<br />cual si fuéramos mortales,<br />que he de confesar, hermanos,<br />mi pasión por los marianos.<br /><br /><strong>RAJOY:<br /></strong><em>(Ruborizado)</em></div><div align="justify">¡Zapatero presidente!<br />¿Delante de tanta gente?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />¡No me digas que te ataca<br />el pudor del ñaca-ñaca!<br />¡Si estamos acostumbrados<br />a dar peor impresión<br />en cualquier intervención<br />en Pleno de Diputados!<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />Pues ahora que lo dices<br />tienes razón, ¡qué narices!<br />Démonos al desenfreno<br />igualito que en un Pleno.<br />Y antes declarar yo quiero<br />mi pasión por Zapatero.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Así me gusta, Mariano.<br />¡Vámonos a meter mano!<br />Y como véote prudente<br />de que nos mire la gente<br />pa’no hacer el papelón<br />que nos bajen el...<br /></div><div align="center"><br /><strong>TELÓN</strong><br /></div><div align="center"><br /><strong>ESTILOGRAFIC:</strong><br /><em>(Apareciendo por delante del telón a modo de despedida, también con su melenita y eso)<br /></em>Bien, damas y caballeros,<br />hemos llegado al final<br />de esta comedia de enredos<br />en un mundo virtual.<br /><br />Y aunque haya quien apoya<br />que no estoy en mis cabales...<br />¡a ver si nos dan un Goya<br />en efectos especiales!</div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-62790041547381616962010-02-02T15:59:00.007+00:002010-02-02T16:12:25.328+00:00Acto segundo.- En busca de la sucesión (o el melón del presidente)<div align="center"><a href="http://estilografic.blogspot.com/2010/01/en-busca-de-la-sucesion-o-el-melon-del.html"><br />Pincha aquí despacito para leer el Acto Primero</a></div><div align="center"></div><div align="center"><strong></strong></div><strong><div align="justify"><br /></strong><em>Sede del Partido Popular en la Calle Génova de Madrid. La acción se sitúa en un amplio pasillo de las citadas dependencias, quedando a la izquierda una puerta cerrada, que vamos a llamar puerta uno. Habrá otra puerta cerrada en el centro, que vamos a llamar puerta dos, en la que cuelga un cartelito con un pedazo de bigote y que, por tanto, se entiende que se trata del servicio de caballeros. Se ve otra puerta, más a la derecha, y también cerrada, que denominaremos puerta tres. Por último, más al fondo y a la derecha del todo, estará la puerta cuatro. Optamos por no poner una puerta más porque, como se trata de una obra en verso, seguro que algún graciosillo nos haría la consabida rima... De la puerta uno sale Mariano Rajoy en dirección a la puerta cuatro que, ya lo adelantamos, conduce a la salida, y por la que precisamente entra José María Aznar corriendo a todo correr como alma que lleva el diablo hacia la puerta dos, y en su loco caminar se tropieza con una estantería muy mona que también hay en el pasillo. O sea, un lío de cojones, pero a ver qué quieres, si estamos en Génova.</em><br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />¿Dónde vas, José María,<br />Presidente de la FAES,<br />que tiras la estantería<br />con las prisas que te traes?<br /><br /><strong>JOSÉ MARI:<br /></strong>Voy camino al escusado<br />que me pilla ya aquí al lado.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />¿Podrás parar un momento<br />ante mi requerimiento?<br /><br /><strong>JOSE MARI:</strong><br />Es que voy a hacer de vientre<br />como buen ex presidente.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />Déjame que te concrete<br />y entras luego en el retrete.<br /><br /><strong>JOSÉ MARI:<br /></strong>Dime qué quieres, carajo,<br />que me voy la pata abajo.<br /><br /><strong>RAJOY:<br /></strong>Tú que has sido presidente<br />porque lo quiso el destino,<br />conocerás el camino<br />mejor que cualquiera gente...<br /><br /><strong>JOSE MARI:</strong><br />Abrevia,<br />que tengo cita previa.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />Dime pues cómo voy, macho,<br />en mi coche, no en canoa,<br />desde éste mi despacho<br />hasta la misma Moncloa?<br /><br /><strong>JOSE MARI:</strong><br />Cuando estés en carretera<br />con cuidado por si llueve<br />vas despacio y en tercera<br />hasta la salida nueve.<br />Luego sigues todo recto<br />con el gesto circunspecto.<br />Al llegar a la rotonda<br />hay un guardia que es la monda,<br />dile que eres un banquero<br />y él te lleva a Zapatero.<br /><br /><strong>RAJOY:<br /></strong>¡Qué profusa explicación!<br />¡Mejor que la del Tomtom!<br /><br /><strong>JOSÉ MARI:</strong><br />Pues entonces anda y vete<br />que me meta en el retrete.<br />Pero antes di, primero:<br />¿qué te traes con Zapatero?<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />No te pienses que hay contienda,<br />son asuntos de vivienda.<br />Dejémonos pues de chanzas<br />que me largo ya mismito<br />para no acabar a gritos<br />como me vea Esperanza.<br /><br /><em>(José Mari se mete al retrete, que no puede más el pobre, y en ese preciso instante, cuando ya Mariano, dirigiéndose hacia la puerta cuatro, hace ademán de irse, aparece Esperanza por la puerta tres)</em><br /><br /><strong>ESPERANZA:<br /></strong><em>(impidiendo el paso de Mariano hacia la puerta cuatro)</em><br />¡Anda, mira, Marianito!<br />Te buscaba hace un ratito.<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br /><em>(por lo bajini y con gesto de disgusto)</em><br />¡Maldita sea mi estampa!<br />¡Me pilló doña Esperanza!<br /><em>(dirigiéndose a Esperanza y fingiendo semblante alegre)</em><br />Buenos días, presidenta<br />de todos los madrileños,<br />¿me permites en mi empeño<br />de llegar hasta la puerta?<br /><br /><strong>ESPERANZA:</strong><br />¿No me ocultarás, Mariano,<br />que te encuentro un tanto esquivo,<br />algún asunto lesivo<br />que te traigas entre manos?<br /><br /><strong>RAJOY:</strong><br />¿Quién, yo? Líbreme Dios de tal<br />acusación y pecado,<br />lo que pasa es que he quedado<br />a comer con Cospedal.<br /><em>(la empuja para poder pasar y alcanza por fin la puerta cuatro)</em><br /><br /><strong>ESPERANZA:</strong><br />¡Que aprovechen la viandas!<br /><em>(bajito, sin que la oiga ya Mariano, que por fin ha salido)</em><br />Muy pronto sabréis quién manda<br />y quién maneja el percal.<br /><br /><em>(En esto sale José Mari de la puerta dos con cara de satisfacción y se choca bruscamente con Esperanza)</em><br /><br /><strong>JOSE MARI:<br /></strong>¡Jesús!, qué susto y qué daño!<br />¡casi que me da un telele!<br /><br /><strong>ESPERANZA:</strong><br />¡Cierra la puerta del baño<br />que no veas cómo huele!<br /><br /><strong>JOSE MARI:<br /></strong>Cómo me alegro de verte<br />Espe de mi corazón,<br />que hace tiempo quiero hacerte<br />una gran proposición.<br /><br /><strong>ESPERANZA: </strong><br /><em>(ilusionada)</em><br />Pues ahora es el momento,<br />que como venga Mariano<br />y nos pille mano a mano<br />ya se nos jodió el invento.<br /><br /><strong>JOSE MARI:</strong><br />Sabes que para mi eres<br />la mejor de las mujeres.<br /><br /><strong>ESPERANZA:</strong><br /><em>(Por lo bajini)</em><br />Ahora sí que estoy contenta...<br />¡Ya me veo presidenta!<br /><br /><strong>JOSE MARI:</strong><br />¿Cómo dices?, no te escucho,<br />de un oído ando pachucho.<br /><br /><strong>ESPERANZA:</strong><br />Nada, nada, cosas mías.<br />Eso es porque te resfrías.<br /><br /><strong>JOSE MARI:</strong><br />¿Quieres algo de comida?<br />Dí qué quieres que te pida.<br /><br /><strong>ESPERANZA:</strong><br />Vamos ya mejor al grano<br />y me cuentas el secreto<br />antes que vuelva Mariano,<br />no te vaya a pedir fruta<br />y un micrófono indiscreto<br />crea que dije “hijoputa”.<br /><br />J<strong>OSE MARI: </strong><br />Allá va pues, corazón,<br />mi osada proposición...<br /><em>(José Mari se acerca sobremanera a Esperanza, hasta el punto que los pelillos del bigote de aquél llegan a rozar la punta de la nariz de ésta, le toma la mano y se la acerca a la barriga al tiempo que se desabrocha la chaqueta y le susurra al oído, zalamero, la osada proposición...)<br /></em>¿...tú te crees que son normales</div><div align="justify">éstos mis abdominales? </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="center"><strong>TELÓN</strong></div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-16377482681389981102010-01-27T12:58:00.005+00:002010-01-27T15:17:03.501+00:00En busca de la sucesión (o el melón del presidente)<div align="center"><strong><em>Comedia en verso en tres actos<br />Original de Estilografic Punto Blog<br /></em></strong></div><p align="center"><strong>ACTO PRIMERO</strong><br /></p><p align="justify"><em>Sencillo pero coqueto saloncito en el hogar de los Rodríguez Zapatero, también conocido como La Moncloa. En el centro, y en primer término, una mesita baja delante de un sofá que aparenta ser la mar de cómodo, pero vete tú a saber, con un par de cojines con un escudo del Barça que parece bordado a mano, pero vete tú a saber. A la derecha según mira el espectador, una puerta que se supone conduce al resto de estancia de la casa, pero vete tú a saber, y al fondo otra puerta que se supone dará directamente al jardín, pero vete tú a saber. Al levantarse el telón, la escena estará vacía, pero enseguidita entra por la puerta del jardín un señor que parece la mar de majo y educado, pero vete tú a saber...</em><br /><br /><strong>ESTILOGRAFIC:<br /></strong><em>(dirigiéndose al público, si lo hubiere. Si no, basta con que hable mirando hacia platea, haciéndose el despistado como que aquí no pasa nada y el patio estuviera llenito de gente)<br /></em>Ya se arranca la comedia,<br />hete aquí los personajes.<br />Si alguien quiere más bagaje,<br />búsquelo en la Wikipedia.<br />Dé comienzo por la gloria<br />de mi madre ya la historia,<br />que saber presto ya quiero<br />quién sucede a Zapatero.<br />Salgan pues ya los actores<br />con sus chismes y sus loores.<br />Son artistas del montón,<br />tírenles algunas flores<br />de toditos los colores<br />después de la actuación.<br />Planteado la cuestión<br />y ahorita que lo pienso...<br />¡ya está bien de tanto verso!<br />¡Dé comienzo la función!<br /><em>(se retira y se cruza con Zapatero, que entra en ese momento. Ah, y cuidadito con no tropezarse el uno con el otro. )<br /></em><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Aquí salgo yo dispuesto<br />a aclarar la situación.<br />Sin novio estoy y compuesto<br />pues no encuentro sucesión.<br />Como soy el que más manda<br />todos gritan y dan palmas<br />a mi paso.<br />¡Y yo ni caso!<br />Elegido desde antaño,<br />pronto cumpliré ocho años<br />al frente de este país.<br />Tú verás cómo me apaño<br />sin tiempo para ir al baño<br />¡cualquier día me hago pis!<br />Consultados mis barones<br />al respecto de este asunto<br />todos me dicen: “¡cojones!<br />si es preciso yo me apunto”.<br />Así pues, tiene bemoles<br />esto de la sucesión<br />Le preguntaré a Sonsoles,<br />niña de mi corazón.<br /><em>(Se dirige hacia un lateral, y llama a voz en grito a su mujer, a quién se oye cantar a lo lejos “... y es que yo soy un tsunami, yo soy una chica in...”)<br /></em>¡Sonsoleeeees, Sonsoleeeeeees!<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br /><em>(entrando por un lateral)</em><br />¿Me llamabas José Luis?<br />Estaba asando las coles<br />de Bruselas, para ti.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br /><em>(Sentándose en el sillón)</em><br />Eso tiene de ventaja<br />ser de Europa presidente,<br />que te traes gratis a casa<br />estas coles de Bruselas,<br />luego tú ya te las pelas<br />y las sirves a la gente.<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />Déjame pues, amorcito<br />que me siente aquí un ratito,<br />a tu vera o a tu lado.<br /><em>(se sienta, zalamera, en el sillón junto a su marido)<br /><br /></em><strong>ZAPATERO:</strong><br /><em>(con cara de pillo)</em><br />Bien te dejo que te sientes.<br />Se me alargan ya los dientes<br />de pensar en el asado<br />y en lo que ahora tengo al lado.</p><p align="justify"><strong>SONSOLES:</strong><br />Lo que me ibas a decir,<br />ya lo puedes argüir.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Sonsolitas de mi vida,<br />niña de mi corazón,<br />aunque me llamen suicida<br />y te llene de aflicción,<br />dime de una vez querida<br />qué hacer con la sucesión,<br />porque digan lo que digan<br />yo he abierto ya el melón.<br /><br /><strong>SONSOLES:<br /></strong><em>(sorprendida)</em><br />¿Qué melón?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />El de la sucesión.<br /><br /><strong>SONSOLES:<br /></strong>¡Ah, qué susto!<br />No gana una pa’disgustos<br />en la cocina.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />No te apures, mujercita<br />que he pedido ya una cita<br />con Sabrina.<br /><br /><strong>SONSOLES.<br /></strong>¿Qué Sabrina?<br />¡Ese nombre me rechina!<br /><br /><strong>ZAPATERO:<br /></strong>Una nueva cocinera<br />que te ayude en tus labores<br />caseras.<br />Más volvamos a las penas<br />Y dejemos ya las coles,<br />de Bruselas.<br />¿Sabrás tú entre tanta cesta<br />de la compra,<br />lo que dicen las encuestas<br />que me nombran?<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />Que un sesenta y seis por ciento<br />no te quiere en este puesto;<br />veinticinco de entre cien,<br />en cambio, te miran bien.<br />No te queda más opción,<br />por mucho que cambie el viento,<br />¡sabe Dios que bien lo siento!,<br />que bajarte del sillón.<br /><br /><strong>ZAPATERO:<br /></strong>¿Y el otro nueve por ciento?<br /><br /><strong>SONSOLES:<br /></strong>Declinó dar su opinión.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />¿Y si hacemos como Adriá,<br />que dice que cierra el Bulli<br />pero luego no se va?<br /><br /><strong>SONSOLES:<br /></strong>Dejémonos ya de penas,<br />yo prefiero que te plantes<br />por fin de una santa vez,<br />y no saquen a las nenas<br />como ya te hicieron antes<br />en portada de Abecé.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Tú dirás pues a quién nombro,<br />si me tocan en el hombro<br />todos con sus argumentos.<br />He pensado ya en Chacón,<br />pero pido su opinión<br />y me llama <em>“mi sargento”.</em><br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />También está Pepe Blanco...<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />¡Otro que tampoco es manco!<br /><br /><strong>SONSOLES:<br /></strong>¿Y el ministro Moratinos?<br /><br /><strong>ZAPATERO:<br /></strong>¡Anda que ése es poco fino!<br /><br /><strong>SONSOLES:<br /></strong>Con Montilla has de hablar.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Ni lo pienses, que se piensa<br />que el fondo de la despensa<br />es almacén nuclear.<br /><br /><strong>SONSOLES:<br /></strong>¿Qué me dices de Pajín?<br /><br /><strong>ZAPATERO:<br /></strong>No me hace ni tilín.<br />¿No ves que luego la gente<br />si la nombro presidente<br />la va a llamar “masturbín”<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />Salgado está disponible....<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Pero va en caída libre...<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />Pues entonces De la Vega.<br /><br /><strong>ZAPATERO:<br /></strong>Ésa sí que se la pega.<br /><br /><strong>SONSOLES:<br /></strong>¿Has hablado con Bibiana?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Es que no me da la gana.<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />Siempre queda Rubalcaba.<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />¡Pero tiene mala baba!<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />¿Y no se te ocurre, digo,<br />algún nombre alternativo<br />a quien la envidia corroa<br />por vivir en La Moncloa?<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />Tengo en mente un candidato.<br />desde hace ya un buen rato:<br />he hablado con Rajoy<br />y dice que si me voy<br />se hace cargo del contrato,<br />pues un chalet en Alcoy<br />no le sale más barato.<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />¡Qué me dices, Zetapé!,<br />¡Si Mariano es del Pepé!<br /><br /><strong>ZAPATERO.</strong><br />¿Y qué quieres qué le haga,<br />si es el que mejor me paga?<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />¡Ay, que me da mala espina,<br />voy corriendo a la cocina!<br /><br /><strong>ZAPATERO:</strong><br />No te alteres más, Sonsoles,<br />me retracto y no me voy.<br /><br /><strong>SONSOLES:</strong><br />Si no es por lo de Rajoy...<br />¡es que se queman las coles!<br /><br /></p><p align="center"><strong>TELÓN </strong><br /></p>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-60577904878399986942010-01-07T15:50:00.004+00:002010-01-07T18:05:15.219+00:00Relatitos: (13) Descubrimientos (Noche de Reyes)<div align="justify">Me sobresalté del sueño al notar en mi cuerpo una sensación extraña y húmeda, y me levanté al baño alterada y nerviosa, más que asustada. Mamá ya me había explicado algo temiéndose lo peor, porque estaba claro que durante el último año había experimentado, así lo decía papá, un "evidente desarrollo hormonal" y que más pronto que tarde tendría que suceder. Es que hoy en día, me explicaba mamá, la cosa ya no es como antes, dónde va a parar, yo no comencé a preocuparme por esos temas lo menos hasta los trece, pero ahora, ya ves tu amiga Clara, con diez añitos y ya. Y tú..., tú ya veras, tampoco vas a tardar...<br /><br />Hacía frío, me asomé por la ventana pensando que ya había amanecido, pero qué va. El reloj decía que eran sólo las dos y cuarto. La tenue claridad que se deslizaba por debajo de la persiana semicerrada no era otra cosa que el reflejo de la luz de la farola sobre la nieve, que había empezado a cuajar en el alféizar de la ventana.<br /><br />Mi hermano dormía como un ceporro en la habitación de al lado ajeno a todo, a él qué le iba a importar. Los chicos, decía también papá, raramente se ven "abocados hacia una pubertad precoz", como sí que sucede al parecer con nosotras. Lo que yo sí que sé es que ellos son más simples para todo, eso seguro, y que cuando a mi hermano se le despertase lo que se le tuviera que despertar, aquello le iba a pillar más de sorpresa que a mí, me juego el cuello.<br /><br />Me aseé y busqué la cajita de los <em>salvaslips</em> que mamá ya me había enseñado en más de una ocasión "por si las moscas", de manera que una vez limpia y seca me fui a su habitación para tratar de despertarla sin demasiados sobresaltos y avisarle de lo que por fin acababa de suceder. Tranquila mami, no pasa nada, es que ya la he tenido - le iba a decir -, pero al acercarme a la cama descubrí que estaba vacía y todavía sin deshacer, y ni rastro de papá y mamá.<br /><br />Entonces me acordé de la noche que era, que ya lo había olvidado con los nervios y la novedad de mi nueva experiencia, y pensé que era muy raro que no se hubieran acostado todavía, con lo que insisten en que nos vayamos todos prontito a la cama antes de que se líe la que se lía, que si no nos podemos quedar sin regalos. Así que opté por dirigirme al salón a ver si es que se habían quedado, como tantas otras noches, dormidos en el sofá, imagínate el panorama, con los otros tres a puntito de llegar.<br /><br />De repente escuché ruidos extraños y me dije... ostras, ya están aquí, seguro que son ellos, van a pillar a papá y a mamá levantados y no nos van a dejar nada, me voy corriendo a la cama y me hago la dormida, más dormida que el ceporro de mi hermano, que ese sí que no se entera de nada, el tío, hay que ver cómo ronca, y que sea lo que Dios quiera, a ver qué voy a hacer.<br /><br />Pero esa noche, no sé si empujada por la "pubertad precoz” o vete tú a saber por qué, la curiosidad pudo más que la prudencia y me deslice sigilosamente por el pasillo, otra vez alterada y nerviosa más que asustada, para asomarme con cuidado a la puerta del salón, sintiendo cómo se aceleraban los latidos de mi corazón de manera incontrolada.<br /><br />No fue hasta que al fin sorprendí a papá cortando con esmero el papel de regalo para envolver la caja de la Wii, la que me había pedido, que fui del todo consciente de que, ahora sí, emprendía una nueva etapa en mi vida: había comenzado a hacerme mayor. </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-67383277334856910672009-12-31T11:18:00.003+00:002009-12-31T11:46:35.977+00:00Según Convenio<div align="justify">Hoy, día de Noche Vieja (y según Convenio Colectivo vigente), este blog permanecerá abierto hasta las 20:00 para que lectores, amiguitos, allegados y todo aquel que pase despistado por aquí pueda realizar sus comentarios con total y absoluta tranquilidad. Después, esto se cierra a cal y canto, porque así lo establece el Convenio.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />La autoridad pertinente en la materia, esto es, la suegra, ha concedido el oportuno permiso para celebrar en el saloncito una macrofiesta estilográfica en la que se podrá elegir, también según Convenio, entre corderito o cochinillo, con unas gambitas previas así como diferentes embutidos y productos de la tierra. Y todo regado con alguna que otra botellita de vino, blanco, rosado o tinto según sea el plato que se deguste en cada momento y según Convenio también.</div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />A continuación se servirán los consabidos dulces navideños y el cava con las uvitas (doce, también segun Convenio). Posteriormente, se procederá a echar un binguito, Monopoli o lo que se tercie con la chiquillada, esto último ya fuera de Convenio.<br /><br />La dirección les desea a todos un Feliz 2010.</div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com18tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-26868841506594571712009-12-21T12:35:00.004+00:002009-12-21T13:03:58.681+00:00Se vende Porsche<div align="justify">Quede claro de antemano, para que nadie se confunda, que hoy no voy a hablar de mí, sino de un amigo de toda la vida.<br /><br />Yo es que nunca he creído demasiado en la cosa de los sorteos, la verdad. Será porque nunca me ha tocado nada. Bueno sí, en el cole un <a href="http://estilografic.blogspot.com/2007/07/don-nicanor-tocando-el-tambor.html">Nicanor-tocando-el-tambor</a>, ya lo conté una vez, pero eso fue más un premio por hacer bien las multiplicaciones que un sorteo al uso. El otro día tuvimos precisamente mi hija la mayor y yo una discusión acerca de este asunto de los sorteos mientras hacíamos la compra en el Mercadona. Pero dejemos, dejemos que sean ellos mismos, padre e hija, los que se expresen libremente y sin tapujos:<br /><br />- Papa...<br />- Dime, hija.<br />- ¿Por qué no compras turrón de Suchard de chocolate en vez del de Hacendado ése?<br />- ¿Qué pasa? ¿qué no eres partidaria de las llamadas marcas blancas, tan apropiadas como resultan en tiempos de crisis como los que vivimos?<br />- No papá, es que en las tabletas de Suchard pueden tocar vales por quinientos euros.<br /><em>Atención, atención, señorita Maria José, acuda a línea de caja.<br /></em>- Si, ya, como en “Charly y la fábrica de chocolate”, ¿no?<br />- Pues sí, más o menos.<br />- Que no hija, que no, que eso son cosas del marketing y la publicidad, pero que luego nunca toca.<br /><br />El Mercadona lo que tiene de bueno precisamente es lo de la variedad de marcas blancas, y lo que tiene de malo es que no se puede ni hablar ni discutir ni nada sin que no te interrumpa la megafonía llamando a la tal María José para que acuda a la línea de caja. En fin, que ahí quedó la cosa, hasta que de repente...<br /><br />Riiiiiing, riiiiing<br />- ¿Diga?<br />- ¿Estilografic?<br />- ¿Sí, quién llama?<br />- Hola, que acabo de leer que me mencionas en tu blog y...<br />- ¿María José, la del Mercadona?<br />- No hombre no, soy yo, tu amigo de toda la vida.<br />- ¿El del sorteo?<br />- El mismo.<br />- Pues precisamente iba a hablar hoy en el blog de ti.... ¿o debería llamarte de usted?<br />- No, no, podemos seguir con las confianzas. Por eso te llamaba, por echarte un cable, que veo que te estás liando.<br />- La verdad es que no sabía cómo meterle mano a tan delicado asunto. Cuéntalo tú pues.<br />- Pues nada, que el otro día estaba con mi hija en el centro comercial y...<br />- Oye, que el recurso del Mercadona y de la tal María José ya lo he utilizado yo, ¿eh? Haz el favor de ser un poco más original...<br />- Que no, que es que fue así, que la niña se empeñó en que participara en el sorteo de... ¿lo digo ya?<br />- Dilo, dilo...<br />- Pues eso...de un Porsche.<br />- Cosas de críos, ¿verdad?, como lo del turrón de Suchard, a quién se le ocurre...<br />- Sí, lo mismo, pero yo sí que hice caso a esa voz....<br />- ¿Acudiste a la línea de caja?<br />- No hombre, que hice caso a mi hija y participé en el sorteo.<br />- Si es que somos como niños...<br />- Y tocome....<br />- ¿Cómo dices?<br />- No te hagas el tonto que ya lo sabes. Que tocome un Porsche.<br />- ¡Nojodasme!<br />- Loquedígote.<br />- ¿Y qué vamos a hacer con un Porsche?<br />- Querrás decir qué voy....<br />- Eso, eso quería decir. ¿Qué vas a hacer con un Porsche?<br />- Pues venderlo, para eso mismo te llamaba. Para ver si lo podíamos contar en tu blog y así la gente que estuviera interesada...<br />- Ya, pero verás, mi blog, ya sabes, es bien modesto y mis lectores son gente normalita, como tú y como yo. Dudo yo que puedan permitirse lo del mantener un Porsche... ¿Porque nosotros tampoco podemos mantenerlo, verdad?<br />- Y dale con la primera persona del plural... Pues verás, es que además se trata de un deportivo biplaza descapotable y claro, a ver qué hacemos con las niñas...<br />- Yo las podría dejar con los abuelos...<br />- Con las mías digo, no con las tuyas...<br />- Ah, es verdad. No había caído yo en el inconveniente. ¿Entonces lo ponemos en... lo pones en venta?<br />- Con todo el dolor de mi corazón.<br />- Qué penita, ¿no?<br />- Bueno, mientras llaman y no llaman los interesados a lo mejor me da tiempo a darte una vueltecita.<br />- Pues no estaría nada mal, aunque con el día que hace y la nieve... Oye, un curiosidad, ¿y tiene buen maletero?<br />.- Bueno, no es que se distinga precisamente por eso, pero vamos, a pintón no le gana nadie.<br />- No, si yo lo digo porque ya de paso podíamos pasarnos por el Mercadona a comprar unas cuantas tabletitas de turrón de Suchard, que sabe a Navidad, a ver si hubiera suerte...</div><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5417671269192303554" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 214px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc6SAS6Xc_zPXVN_z3x8Mo_jjeohbmh00aJRCrmJHtloDqwfTZEwKGFrbfTlVh07SvSF6FKn4N3fkUoj3hd5oMJBjVTSw0ThgcPisPWKVBbHYv5fVfJwHH3GApJwFCNYhzrkep/s320/porsche.JPG" border="0" /> <div align="justify"></div><p></p><p>P.D: Aclarar por último que – y sin que sirva de precedente – todo lo que se cuenta hoy aquí es verdad verdadera, incluido lo de la tal María José, y que, por tanto, vendemos, digoooo, mi amigo vende un Porche como el de la foto. Nuevecito. Así que si tienes unos ahorrillos, sabes de alguien que los tenga o mañana te tocara la lotería, házmelo saber en los comentarios y mi amigo se podrá en contacto contigo. ¿O debería decir con usted? </p>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com18tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-7501877972583495162009-12-14T09:41:00.004+00:002009-12-14T11:21:18.228+00:00Relatitos: (12) Infancia<div align="justify"><em>El pasado viernes, <a href="http://blogdeliterazurda.blogspot.com/2009/12/presentacion-de-relatos-metropolitanos.html">mi admirado tocayo Mariano Zurdo presentó en sociedad sus “Relatos metropolitanos”</a>, un fantástico y original libro de relatos escritos en el metro y, algunos, sobre el metro. Como el muchacho pidió a la gente que, por favor, acudiera al acto en transporte público y que escribiera algo durante el trayecto y yo no pude ir, le mandé lo que yo llamo un RMEMM, es decir, un "Relato Metropolitano Escrito a la Manera de Mariano". Dice así:</em><br /></div><div align="center"><br /><span style="font-size:180%;"><strong>Infancia</strong><br /></div></span><div align="justify"><br />Llegué, como de costumbre, corriendo a todo correr al andén de la estación, camino del trabajo, para que una vez más se me cerraran las puertas en plenas narices, teniendo aún tiempo de percibir, eso sí, la maliciosa sonrisa burlona del afortunado y puntual pasajero que observaba mi carrera desde dentro del vagón.<br /><br />Cabrón, pensé. Y estoy seguro de que sólo lo pensé y no lo dije, porque no tengo costumbre de pronunciar tacos, aunque reconozco que sí, que los pienso a menudo, pero claro, no es lo mismo.<br /><br />Que me senté, en fin, resignado en el banco del andén, como Penélope pero sin abanico, a la espera de la llegada de un nuevo tren mientras que en el cartel anunciador del próximo metro decía bien clarito:<br /></div><div align="center"><br />Próximo tren llegará en... 5 minutos.<br /></div><div align="justify"><br />Decidí, en consecuencia, que había tiempo más que suficiente para abrir el libro y continuar la lectura abandonada la noche anterior, así que lo dicho, me puse a leer, pero lo que recuperé de la noche anterior más que la lectura fue el sueño. Y es que el madrugón de los lunes no acostumbra a sentarme por regla general demasiado bien, la verdad sea dicha.<br /><br />Desperté del duermevela sobresaltado por el pitido del tren que recorría la línea en dirección contraria y con la sensación de haber dormido un buen rato. Observé de nuevo el cartel y vi que ahora ponía:<br /></div><div align="center"><br />Próximo tren llegará en... 8 minutos.<br /></div><div align="justify"><br />Joder, pensé – ya digo que pensarlos, los pienso a menudo – ¿cómo es posible, si antes ponía, si no recuerdo mal, cinco minutos? Se me va a hacer tarde...<br /><br />Con las prisas del lunes había dejado olvidado el reloj en la mesita de noche, ya que acostumbro a quitármelo para ir a dormir porque mi mujer me dice que se le engancha la correa en la bragas. Pues quítate tú las bragas, le digo yo a ella, pero al final soy yo siempre el que acaba cediendo con lo del reloj.<br /><br />En semejantes pensamientos interiores andaba enredado cuando vino a vencerme de nuevo la modorra, que ya digo que los lunes yo no soy nadie. Esta vez sí que sí, debí de quedarme profundamente dormido, porque después de soñar y todo con viejas estaciones de metro como las que acostumbraba a recorrer durante mi infancia, al despertarme puede percibir cómo el caballero que había sentado a mi lado me miraba de soslayo con cara de estar pensando en que hay que ver cómo roncas..., machote.<br /></div><div align="center"><br />Próximo tren llegará en ... 60 minutos.<br /></div><div align="justify"><br />¡Imposible! No tenía ni idea de cuánto habría podido dormir, pero vamos, quedaba bien claro que el luminoso estaba estropeado. ¿Cómo iba a faltar cada vez más tiempo y, sobre todo, cómo iba a tardar el metro en llegar nada menos que una hora sin que nadie se hubiera dignado a avisarnos de la supuesta avería? Tampoco te creas que le di demasiada importancia al asunto, tal era mi estado de somnolencia. Así que nada, opté por tratar de acoplar mi anatomía al incómodo banco para en seguida notar como el cuello se me vencía, ahora a derecha, ahora a izquierda. Los párpados cerrados fueron los que debieron dar el pistoletazo definitivo de salida al profundo sueño.<br /><br />Empecé a usar el metro desde bien pequeño para ir al cole. Tomaba la línea 4 en Velázquez y de ahí hasta Bilbao para hacer trasbordo a la línea 1, con dirección a Plaza de Castilla. Me divertía poniéndome a prueba a ver si era capaz de recitar de memoria por fin toda la línea 1, pues Nueva Numancia no me acababa de entrar en la cabeza. Pronto me acostumbré a aquel olor permanente a humedad y a cerrado y, sobre todo, a que tenía que tener cuidado para no introducir el pie entre coche y andén. Jugaba a quitar la tilde al “andén” de los carteles que advertían de tal peligro en cada puerta para ver si la frase seguía teniendo así sentido. Descubrí también que había señores con bigote y gabardina que usaban colonia barata y que se arrimaban a las señoras más de lo normal, e incluso también a los niños, cosa a la que por aquel entonces yo no daba demasiada importancia pero que después, ya más mayor, sí me ha dado qué pensar. Supe que había estaciones fantasma que te podían sorprender a mitad del túnel, y yo al pasar abría mucho los ojos a ver si podía distinguir al hombre de los ojos en blanco y el rostro pálido, que según contaban los chicos mayores del cole, esperaba sentado en el andén, como yo esperaba ahora dormido, dormido profundamente.... ¡Despierta, niño!, oí decir a alguien.<br /></div><div align="center"><br />Próximo tren llegará en.... 30 años.<br /></div><div align="justify"><br />Me sobresalté al descubrir que aquella mañana mamá me había plantado otra vez los odiosos pantalones cortos. </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com21tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-57845468819918924612009-12-02T10:31:00.002+00:002009-12-02T10:46:42.248+00:00Melopido<div align="justify">Voy a dar rienda suelta a mi indignación, que no imaginación. Hay errores que son imperdonables. Esos tipos juegan con las ilusiones de pobres criaturas inocentes. Y sabiendo como se sabe que se producen año tras año, los errores digo, lo que no sé es como no existe ya un protocolo de actuación definido tendente a la búsqueda de una solución beneficiosa para todas las partes implicadas y a aplicar justo y merecido castigo a los responsables de semejante desaguisado…, que diría SSS (Soraya Sáenz de Santamaría). Pues no, siempre somos los mismos lo que acabamos pagando el pato.<br /><br />Cada correspondiente día primero de diciembre (o incluso un poco antes, si me apuras) a los correspondientes hogares van llegando, por uno u otro medio pero van llegando, los correspondiente catálogos o folletos que editan los correspondientes centros comerciales en los que se detalla la variada oferta juguetera para las Navidades, también correspondientes. Así, resulta que a uno no le queda más remedio que dejar que las criaturas que por casa deambulan escudriñen concienzudamente los catálogos recibidos para llenarlos finalmente de anotaciones a pie de página, cuyo contenido viene a resumirse más o menos en la consabida frasecita de “melopido”.<br /><br />Pues bien, resulta que en el folletito que lleva por sugerente título <em>“Ilusiones cumplidas”,</em> que no viene ahora a cuento detallar por qué centro comercial ha sido editado, se anuncia que el <em>Disfraz de Spiderman</em>, que viene con su máscara y todo, se puede adquirir al módico precio de 39, 95 euros la unidad, y que el producto <em>Barbie y su Avión</em>, que digo yo que no sé para qué querrá la Barbie ese pedazo de avión por mucho que éste sea rosita y la mar de mono, sale por la ya no tan módica cifra de 49,90 euros.<br /><br />¿Hasta aquí queda todo claro? Pues no. Resulta que no, que al día siguiente, una vez señalados en el referido folleto los referidos artículos por las referidas criaturas con la referida leyenda de “melopido”, compra uno la prensa y se desayuna con la publicación de un anuncio, todavía no referido, en el que se advierte de que se ha producido un error en no se especifica qué parte del proceso de edición del dichoso catálogo de las dichosas ilusiones cumplidas y que, por consiguiente y a lo que voy, sucede que el <em>Disfraz de Spiderman</em>, con máscara y todo, cuesta en realidad 49,90, ya decía yo, y que asimismo se ha producido, mecagoenlaleche, un nuevo error en el precio de la <em>Barbie y su Avión</em>, el cual ya no nos va resultando tan mono, y que el importe a abonar en el caso de hacernos con el susodicho artículo sonrosado sería de 69 euros del ala, del ala del avión, entiéndase.<br /><br />Y demos gracias a Dios Nuestro Señor de que al padre de las aludidas criaturas no se le haya ocurrido anotar en cualquier otro catálogo destinado ya, eso sí, a un público más mayorcito, la leyenda de “melopidoyotambién” en ningún producto de la marca Belkin, puesto que en la misma prensa desayunada más arriba aparece un otro anuncio de semejantes características correctoras en el que se especifica que una serie de productos de Belkin, como son el <a href="http://catalog.belkin.com/IWCatProductPage.process?Product_Id=493318">TuneBase Direct con manos libres</a> y el <a href="http://catalog.belkin.com/IWCatProductPage.process?Product_Id=398497">TuneBaseFM con Clear Scan</a>, presentan “un riesgo potencial de incendio”, lo que faltaba, y en el que se recomienda a quienes lo hayan adquirido que “dejen de usar su producto de manera inmediata”. Asimismo, se añade solícita y amablemente que los afectados pueden ponerse en contacto con la empresa en una dirección de Internet (tres uvesdobles, tal tal tal…), donde podrán pedir una unidad TuneBase de reemplazo completamente gratis, estaría bueno, no te jode…<br /><br />Curiosamente, en el anuncio aparece también (todo un detalle por parte de la empresa, que todo hay que decirlo) un teléfono gratuito al que pueden llamar los usuarios que no tengan internet. Aunque, eso sí, yo me pregunto: si a mí, usuario que sí que dispongo de internet, me ha costado lo mío enterarme de qué narices es un TuneBase, un tipo que no tenga internet y que, por tanto, viva en el limbo, ¿sabrá en qué consiste y para qué sirve el susodicho aparatejo? Pa’mi que ni lo sabe ni le importa.<br /><br />En fin, serán cosas de la famosa <a href="http://www.elpais.com/articulo/economia/Gobierno/deja/lado/grandes/reformas/Ley/Economia/Sostenible/elpepieco/20091128elpepieco_2/Tes">Economía Sostenible</a>, yo no digo que no, pero sostenerse, lo que se dice sostenerse, la cosa no se sostiene la cojas por donde la cojas. </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-92102016683619480482009-11-24T15:04:00.004+00:002009-11-25T12:20:04.892+00:00La clase<div align="justify">- ¡Caballero...! - si es que tal título vos merecierais-, desenvainad de una vez por todas vuestra reticente espada, cuyo metal tantas y tantas veces deslustrado ha sido con inocente sangre, y prepárese vuesa merced para ser blanco de toda la ira de mi refulgente e iracundo acero, forjado, ¡vive Dios!, con la materia más pura que en todo el orbe encontrarse pudiere.<br />- ¡No entender!<br />- ¿Cómo? ¿Masculláis, ¡voto a bríos!, entre dientes frases ininteligibles tal y como viene a ser costumbre y mala usanza entre los de vuestra calaña? Que sepa vuesa merced que téngome por afrentado y que no desfalleceré en mi acometida hasta ver cómo su pecadora alma abandona tal tembloroso cuerpo. ¿Entendéis lo que tal amenaza significa?<br />- ¡No sepo!<br />- ¿Qué sepo ni qué sepo? Ni siquiera conjugar sabéis a derechas el verbo de la sapiencia infinita? ¿Infligís oprobio tal al ilustre tratado de la doctrina gramatical? Obligado me veo, ahora sí que sí, a desfacer tal entuerto perpetrado por individuo de tan baja ralea, a fuer de reparar el daño causado así como el honor mancillado. ¡Arrodíllate, bribón!<br />- ¡Ay!<br />- Ah, eso de “ay” sí que lo mentáis bien, ¿eh nenaza?<br />- ¡Ay, ay, ay...!<br />- Y en llegando a tales circunstancias, una vez entregado y desarmado el bárbaro enemigo tras encarnizada batalla, otorgo testimonio fehaciente de que encuéntrase su terrenal cuerpo, el del bárbaro, atrapado, sin aliento y ahíto, en el insignificante y baladí espacio que media entre el extremo de mi brillante acero, otrora ceñido y ahora blandido en busca de su rendición, y la humedecida superficie lateral que delimita la estancia que nos acoge, testigo ésta de su irrisoria y casi nula defensa. Hete aquí la clave de mi raciocinio. ¿Queda claro, bellaco?<br />- ¿Eeeeehh?<br />- Proceded pues, oh desarmado caballero, a rendiros ante mi ilustre presencia, reconociendo en su justo término que no tenéis escapatoria, y que sea cual fuere vuestra determinación, lo que quiera que digáis o hagáis sólo os conducirá al irremediable y triste final que dé con vuestra alma en los cielos, si el Creador así lo quisiere, o en los mismísimos infiernos de Belcebú, lo cual vendría, según mi parecer, a ser lo más justo y necesario. ¿Qué decís, pues?<br />- ¡Socorrooooooo!<br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />Y en esas disquisiciones hallábamonos, mancebo y servidor, cuando sucédense de improviso las intervenciones de los ilustres lectores de éste mi blog, a modo de comentarios:</div><div align="justify"><br />Anónimo dijo...<br />¡Detente, Estilografic! ¿Se puede saber qué estas haciendo con este buen hombre? ¿No ves que es extranjero y no entiende ni papa de español, y lo tienes al pobre asustadito con tus rimbombantes amenazas? ¿Acaso has perdido el juicio?<br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />Estilografic.blog dijo...<br />Joder, y permítaseme la malsonante expresión, es que no sabe usted, mi querido lector anónimo, la de vueltas y más vueltas que tiene que dar uno para explicarle a un estudiante extranjero qué narices significa en español eso de estar “<em>entre la espada y la pared</em>”.<br /></div><div align="justify"><br />Pues eso, que en definitiva quería contar a mis lectores, si es que a estas alturas me queda alguno, que mi prolongada ausencia se debe, entre otras cosas, a la actividad que he retomado en las escasas horas libres que me quedaban, y que no es otra que la de la enseñanza de español para extranjeros, que ya practiqué tiempo ha y que tenía relativamente olvidada. Y ahora, si me lo permitís, continúo con mi clase....</div><div align="justify"><br />- ¡Encomendaos a Dios, malandrín!<br />- ¡Agggggggg! </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-62516363359728010432009-11-04T11:06:00.003+00:002009-11-04T11:15:40.772+00:00De toda la vida de Dios<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjftWnhIcwRSYqD1uCFTY47SRQ0oCsqfeZxHwb0KOodoa8-VvwS2e7TWsFoUyA_vepArZWTJi4HVbUaKuAOJ8lL1I1TgU_sBB8_2QkT0bj0iVVvfg9N9EydbAjSLzQVYd_pFh7D/s1600-h/Tribulaciones-de-un-sicario.jpg"><strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5400203754681603362" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 133px; CURSOR: hand; HEIGHT: 200px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjftWnhIcwRSYqD1uCFTY47SRQ0oCsqfeZxHwb0KOodoa8-VvwS2e7TWsFoUyA_vepArZWTJi4HVbUaKuAOJ8lL1I1TgU_sBB8_2QkT0bj0iVVvfg9N9EydbAjSLzQVYd_pFh7D/s200/Tribulaciones-de-un-sicario.jpg" border="0" /></strong></a><strong> <em>Tribulaciones de un sicario</em></strong><br /><strong>Elena Casero</strong><br /><strong><a href="http://editorespolicarbonados.blogspot.com/">Editores Policarbonados</a></strong><br /><br /><div align="justify">Andaba yo escribiendo acerca de la última novela de <a href="http://escriptorum54-adlibitum.blogspot.com/">Elena Casero</a>, “<a href="http://editorespolicarbonados.blogspot.com/2009/05/tribulaciones-de-un-sicario.html">Tribulaciones de un sicario</a>” cuando, de pronto, me sorprende la noticia del fallecimiento de José Luis López Vázquez. Casualidades de la vida o, mejor dicho, de la muerte, porque durante mi lectura de la novela de Elena no pude quitarme ni un solo momento de la cabeza la imagen del, entonces todavía vivo, entrañable actor madrileño.<br /><br />Con permiso de su autora (que espero me conceda, porque a lo mejor no está en nada de acuerdo) Anselmo de la Rua, protagonista de “Tribulaciones...”, tendrá ya siempre para mí el rostro y la voz de López Vázquez. Algo más joven y con algo más de pelo, como en “El Pisito” o en sus primeras películas, pero con su eterna pinta de “españolito medio” y tipo normal y corriente donde los haya.<br /><br />“Tribulaciones...” (que es de lo que voy a hablar, aunque aproveche también de paso este post para homenajear al gran actor recientemente fallecido), como novela corta que es, posee la intensidad propia de todo relato o cuento, pero no desdeña tampoco el desarrollo de la trama, característica más propia esta última de la novela larga.<br /><br />No obstante, se trata sobre todo de una obra de personajes. En ese nivel reside, me parece a mí, su mayor encanto, en ser una historia de personajes, unos más malos y otros más buenos, unos más listos y otros más tontos, unos más simpáticos y otros más antipáticos, unos más entrañables y otros más despreciables, pero todos ellos, y con Anselmo/López Vázquez a la cabeza, tipos sencillos y corrientes con los que fácilmente podríamos identificarnos. Con cierta tendencia, eso sí, a meterse en líos.<br /><br />Cierto es que bajo toda el tejemaneje que se traen los personajes existe también una compleja trama en la que se mezclan traiciones amorosas, líos de familia, matones de tres al cuarto, herencias, estafas, etc. y en la que al final todas las piezas acaban por encajar a la perfección. Pero, al menos para mí, la escritora y el relato se mueven más a gusto y con mucha más soltura en ese primer nivel, en el de los personajes, que en el segundo, en el de la trama, para cuyo mayor desarrollo la obra hubiera necesitado, sin duda, mucho más espacio.<br /><br />La relación que se establece, sin ir más lejos, entre Anselmo y Doña Celia ya la hubiera querido para sí cualquier guión del mismísimo Azcona. Desde el delicado uso del “usted” entre los amantes, pasando por la infantil guerra de celos emprendida por la viuda y terminando con los aplausos finales que se llegan a escuchar tras alguna fogosa reconciliación entre ambos, todo en la pareja acaba por resultar entrañable sin perder ese aire decadente y costumbrista que envuelve a toda la historia.<br /><br />Narrada en primera persona, la autora asume el reto de colocarse en la piel de un personaje masculino concediendo a éste todo el peso del relato. Y la elección resulta satisfactoria entre otras cosas porque De la Rua es un personaje con el suficiente jugo como para llevar sobre sus espaldas todo el desarrollo de la historia. Y cuando sus fuerzas parecen flaquear, ahí está el bueno de Antonio, su Sancho Panza particular, que al menor descuido se calza tacón de aguja y se lanza a repartir besos para echar una mano en lo que haga falta, oiga.<br /><br />“Tribulaciones…” es una novelita de muy agradable lectura, aderezada en sus justas dosis con chispas de tan buen como sencillo humor, del de toda la vida, y en la que en realidad la autora no pretende inventar nada nuevo, pero sabe tomar en su justa medida ingredientes de aquí y de allá, introducirlos en la coctelera, agitar con garbo y salero, que también hay que saber hacerlo y… ¡voila!, obtener una obrita la mar de resultona.<br /><br />Historias, en definitiva, de gente corriente y moliente, de toda la vida de Dios, como lo eran los personajes del bueno de José Luis López Vázquez. </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-86680172724824999622009-10-27T13:25:00.002+00:002009-10-27T13:33:57.980+00:00Romance de Cobo y Aguirre<div align="center">En llegando ya noviembre,<br />cuando viene <em>jalogüín</em>,<br />montábase en el partido<br />un enredo de postín.<br /><br />Vicealcalde, vicealcalde,<br /><a href="http://www.elpais.com/articulo/espana/cercanos/Aguirre/han/puesto/Rato/escaparate/cloacas/ambiciones/elpepunac/20091026elpepinac_1/Tes">¿cómo cuentas a “El País”<br />que hay Rodrigo para Rato<br />en la Caja de Madrid?<br /></a><br />De los sus ojos llorando<br />Manuel Cobo dice así:<br /><em>“revuélvenseme las tripas<br />y echo hasta el gelocatil”.<br /></em><br />Ultrajada Doña Espe,<br />tu cabeza va a pedir,<br />no esperes que tal afrenta<br />sea asunto baladí.<br /><br />A poco que te descuides<br />saldrás en Telemadrid<br />en un pleno bostezando<br />o algún dedo en la nariz.<br /><br />Gallardón lánzase al ruedo<br />defendiendo a <em>gallardín</em>:<br /><em>“¡voto a brios que a Manolito<br />doy mi apoyo sí o sí”. </em><br /><br />Las huestes de Don Rodrigo<br />no dicen ni “mu” ni “mi”.<br />Hace Rato que se fueron<br />hasta del FMI. </div><div align="center"> </div><div align="center"><br />Quiera Dios que un Ser Supremo,<br />bien llamado Marianín,<br />intervenga en el asunto</div><div align="center">y a este enredo ponga fin.</div><div align="center"><br />Zapatero a todo esto,<br />que anda viéndolas venir,<br />exclama por fin: <em>“¡albricias!,<br />¡bien me sienta este trajín!”<br /></em><br />Denle solución, señores,<br />a la Caja de Madrid,<br />que el bueno de Estilografic<br />guarda el dinerillo allí.</div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-86571387138318750452009-10-16T11:53:00.006+01:002009-10-16T12:47:06.109+01:00A toda Costa<div align="center">Comedia en un solo acto<br /><br />Original de Estilografic Punto Blog<br /></div><div align="justify"><br /><em><strong>La acción se desarrolla, cómo no, en un barecito de Valencia. Pero no, no cualquiera cosa, no. Un barecito de nivel, con sus cañitas bien tiradas, sus tapitas bien puestas y sus tarifas bien elevadas, notejode. Ya estamos otra vez con lo de siempre: ¿que cómo narices sabe el espectador que el marco de la acción es un barecito de Valencia y no, por ejemplo, un pub irlandés de Carboneras de Guardazaón, provincia de Cuenca (si lo hubiera), o la cafetería de la Colegiata de Talavera de la Reina (si la tuviera)? Muy fácil: los clientes se estarán poniendo moraos de paella y habrá un póster en la pared de David Villa en brazos de Rita Barberá. Yo creo que con eso basta, no hace falta poner fallas ni nada. En la barra, un elegante Ricardo Costa (Ric) se toma unas cañitas con un no menos elegante Pacocamps. La tensión, como las gambitas de la paella, se masca en el ambiente.</strong></em><br /><br /><strong>Ric <em>(intrigado):</em></strong> ¿Qué te sucede, mi querido Pacocamps, que tienes ese mal semblante a todas luces no exento de preocupaciones?<br /><strong>Pacocamps <em>(en efecto, preocupado):</em></strong> Verás Ricardo, habrás tenido noticia por la prensa de que las cosas se están poniendo feas.<br /><strong>Ric:</strong> He tenido noticia, sí.<br /><strong>Pacocamps:</strong> Y habrás notado, mi querido amigo, que desde Madrid nos están presionando sobremanera.<br /><strong>Ric:</strong> Algo he notado, sí.<br /><strong>Pacocamps:</strong> Y ni que decir tiene que habrás observado que incluso dentro del propio partido hay quien está dispuesto a todo con tal de hacernos desaparecer.<br /><strong>Ric:</strong> Lo vengo observando, sí.<br /><strong>Pacocamps:</strong> Bien, pues entonces comprenderás que tenemos que hacer algo a toda costa.<br /><strong>Ric <em>(receloso):</em></strong> Huy, huy, huy..., qué mal me huele esa expresión....<br /><strong>Pacocamps <em>(decidido):</em></strong> Verás, por fin he tomado una decisión. Quiero pedirte algo.<br /><strong>Ric:</strong> Venga vale, otra cañita.<br /><strong>Pacocamps:</strong> No, no. Me refiero a una petición política. Creo que ha llegado el momento de que abandones el barco.<br /><strong>Ric:</strong> Ah bueno, si es por eso no te preocupes. He traído los manguitos.<br /><strong>Pacocamps:</strong> No, si me refiero a tus cargos, el de secretario general y el de portavoz.<br /><strong>Ric:</strong> ¿Cómo? Eso sería un es-can-da-lo...es-un .es-can-da-lo. ¿Y tú?<br /><strong>Pacocamps:</strong> ¿Yo qué?<br /><strong>Ric:</strong> ¿Tú no abandonas?<br /><strong>Pacocamps:</strong> Yo es que no tengo manguitos.<br /><strong>Ric:</strong> Ya, ¿Y has pensado cómo lo vamos a hacer para que luego no digan que, claro, si abandono yo también tendrías que abandonar tú, y con mas razón si cabe...<br /><strong>Pacocamps:</strong> Ya, ya, ya he pensado en algo para que parezca que no te echamos pero que sí, o que sí te echamos pero que no..., en definitiva, que la gente se líe y no sepa muy bien a qué atenerse.<br /><strong>Ric:</strong> ¿Te refieres, por ventura, a un cruce de comunicados de prensa, a cuál más críptico, enigmático y oscuro, seguido de un sinfín de declaraciones, también a cuál más críptica, enigmática y oscura, que se me ocurre que podría iniciar Fraga, a quien a su vez contestaría Rita Barberá, para que después González Pons diera un poco por culo con la intención de que, a posteriori, Fabra saliera en mi defensa, siempre pensando en que finalmente Cospedal apareciera poniendo un poco de cordura a todo el desaguisado como aperitivo a una final y contundente intervención de Mariano, en la que definitivamente éste último afirmara con rotundidad que no, que él no se ha enterado de nada?<br /><strong>Pacocamps:</strong> No. Me refiero a un viaje.<br /><strong>Ric <em>(sorprendido):</em></strong> ¿A un viaje?<br /><strong>Pacocamps:</strong> Sí, se me ha ocurrido a mi solito. Verás, acompáñame a la calle <em><strong>(salen ambos al exterior)</strong></em>. Aquí está, bien atadito a la farola <strong><em>(le enseña un extraño artilugio con forma de seta)</em></strong>.<br /><strong>Ric <em>(extrañado):</em></strong> ¿Eso qué es lo que es?<br /><strong>Pacocamps:</strong> Un globo. No me dirás que no es mono.<br /><strong>Ric:</strong> Bueno sí, pero el dibujito de la gaviota os lo podíais haber ahorrado. ¿eh? ¿Y para qué quieres un globo tan grande? Oye... <a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2009/10/16/internacional/1255678895.html">¿no estarás pensando que...? </a><br /><strong>Pacocamps <em>(con decisión):</em></strong> ... te metas dentro, si. Y que el globo eche a volar recorriendo por el aire la extensa comarca de la huerta valenciana, repleta de hortalizas y cítricos, para que finalmente, y siempre siendo retransmitido todo ello en directo por las cámaras de Canal 9, el artilugio acabe posándose sobre la Albufera, rodeada toda ella de arrozales. Y que cuando los equipos de rescate consigan por fin llegar al casi inaccesible lugar en el que el globo habrá tomado tierra, o más bien agua..... ¡tatachaaaaan! dentro del globo, ¡oh sorpresa!, no haya nadie.<br /><strong>Ric:</strong> ¿Y yo dónde estoy?<br /><strong>Pacocapms:</strong> Tú en realidad no habrás subido al globo, criatura, sino que habrás permanecido todo el tiempo escondidito aquí, en la cámara frigorífica del bar, la mar de fresquito y a la espera de que se pase todo este jaleo, que la gente se olvide de lo de la Gürtel y del bigotes y que puedas recuperar tu brillante carrera política como Dios manda, amigo mío.<br /><strong>Ric:</strong> Ya, ¿y tú crees que la gente se olvidará pronto? ¡A ver si me voy a congelar...!<br /><strong>Pacocamps:</strong> Que no, hombre, que no, que con la crisis y la subida de impuestos la gente se olvida rápido de todo esto, ya lo verás. Y ahora, mi querido amigo, te invito a que subas al globo para que compruebes qué buen trabajo han hecho los de Orange Market.<br /><strong>Ric:</strong> Ah, ¿pero también hacen globos?<br /><strong>Pacocamps:</strong> Por supuesto, a ver si te crees que trabajamos con cualquiera. Sube, sube sin miedo, que está bien atado...<br /><strong>Ric <em>(subiendo al globo):</em></strong> pues un poco pequeñito sí que es, no se si cogería... Pero... ¡qué pasa Paco!... ¡oye...! ¡que esto se elevaaaaaaa....! ¿se puede saber qué has hecho? ¡Pacooooooooooo!<br /><strong>Pacocamps:</strong> ¿Que qué he hecho? ¡cortar la “correa”!, en alemán, Gürtel, ya sabes ¡jajajajajaja! </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-26112588096072650812009-09-21T12:36:00.014+01:002009-09-21T15:03:13.134+01:00¡Oé, oé, oé...!<div align="justify">Riiiiing, riiiiiing</div><div align="justify">- Hola buenos días, Querría hablar con el presidente del Gobierno, don José Luis Rodríguez Zapatero..., famoso en el mundo entero.<br />- Mmmmmm... ¿No llamará usted de Prisa...?<br />- No, señorita. Es más, he procurado marcar los números bien despacito para no equivocarme.<br />- No, si me refiero a que espero que no sea usted editorialista o tertuliano de El País o cualesquiera otros medios pertenecientes al grupo de comunicación de nombre Prisa.<br />- Ah, no, no, no se preocupe.<br />- Ah, eso está bien. ¿Y cuál es su nombre?<br />- Estilografic Punto Blog.<br />- Mmmmmmm... Entonces, deduzco por su apellido que tiene usted un blog, ¿eh pillín?<br />- Sí señorita. No trato de ocultarlo. Así es.<br />- Bien, ¿y puede saberse cuál es <a href="http://www.elpais.com/articulo/opinion/PAIS/Zapatero/critica/incomoda/elpepiopi/20090920elpepiopi_5/Tes">su línea editorial</a>?<br />- ¿Línea editorial?<br />- Quiero decir que con quién comulga.<br />- Yo es que no suelo ir a misa, señorita.<br />- Me refiero a que si simpatiza o coincide usted, de una manera u otra, bien con el llamado sector tedeté, esto es, con los afines de toda la vida; bien con el conocido como sector pepero, es decir, con los enemigos, también de toda la vida; o bien si, por último, viene a resultar usted más coincidente con el recalcitrante sector que enarbola el llamado “fuego amigo”, ya sabe, el susodicho grupo Prisa, que tan respondón nos está saliendo últimamente.<br />- Oiga, yo soy independiente.<br />- ¿Independiente de qué?<br />- Pues de qué va a ser, independiente de todo poder poderoso, ya sea éste político, económico, empresarial o mediático. No le quepa duda.<br />- Bien, ¿y para qué quiere usted hablar con el presidente?<br />- Mi intención es hacerle una entrevista para mi modesto blog.<br />- ¿Y se puede saber qué peliagudos asuntos pretende usted abordar en la aludida entrevista o interview?<br />- Bueno, yo sólo quiero saber si se siente solo, sobre todo después de la marcha de los ex ministros Sevilla, Molina y Solbes del Congreso.<br />- ¿Solo el presidente? Ya le digo yo que no. Ahora <a href="http://www.elpais.com/articulo/deportes/oro/Polonia/Espana/elpepudep/20090921elpepudep_3/Tes">mismito está precisamente reunido con el equipo de baloncesto</a>.<br />- Ya, ¿y tampoco se siente acosado?<br />- Bueno, cuando le achucha Gasol un poco sí. Pero eso es normal. Pregúnteles si no a los serbios...<br />- No mujer, yo más bien me refiero a los errores cometidos...<br />- Bueno, sí, vale, la cosa empezó bastante mal, pero chico, fue empezar a funcionar Ricky y...<br />- Oiga, yo estoy hablando de falta de dirección....<br />- ¿Scariolo? Para mi no lo ha hecho del todo mal, ¿eh?<br />- Yo me refiero a las críticas que desde dentro de..<br />- Bah, bah, chiquilladas. Aquello de Marc Gasol después del partido de Turquía fue un simple comentario sin importancia, no vayamos a sacar ahora las cosas de quicio, por Dios...<br />- Señorita, a ver si nos aclaramos, me parece que estamos hablando de cosas distintas...<br />- Calle, calle... Escuche, escuche qué alboroto...<br /><br /><strong>OÉ, ÓÉ, OÉ, OÉ, OÉ....</strong><br /><br />- ¿Lo oye?<br />- Sí que lo oigo, sí. ¿Podría informarme de qué esta sucediendo?<br />- ¡En volandas, amigo!, lo llevan en volandas cual si fuera el verdadero héroe del campeonato. Póngalo, póngalo en su blog que se enteren los de Prisa . ¡Este hombre es el puto amo!<br />- ¿Y ese griterío de fondo? Me pareció oírles gritar algo así como "¡adelanto de elecciones!", ¿no?<br />- No. no, están diciendo “¡somos altos de cojones!” No me sea usted duro de oído o, lo que es peor, malintencionado.<br /><br /><strong>¡CATACLASH!</strong><br /><br />- ¿Y ese estruendo ahora qué ha sido?<br />- ¿Estruendo? Estoooo.... ¿A qué se refiere, señor Estilografic? Yo no he oído nada.<br />- Al ruido de cristales. No habrán arrojado al presidente por la ventana de... Oiga, ¿se encuentra bien el señor Zapatero?<br />- ¡Mejor imposible!, créame.<br />- Oiga, yo esto lo voy a tener que contar..., me da a mí que las cosas no van bien por ahí.<br />- ¿Lo ve?, ¡Lo sabía! ¿Ve como es usted de los del “fuego amigo”? ¡No piensan más que en tergiversarlo todo! ¡Espero que por lo menos deje bien claro que ha sido cosa de tres!<br />- Sí, si, no se preocupe señorita, eso lo voy a dejar bien claro. Al menos de momento son tres: Pedro Solbes, Jordi Sevilla y Cesar Antonio Molina. Ya veremos de aquí en adelante...<br />- No, no. Me refiero a que ha sido de tres, ¡canasta de tres!, que lo han lanzado desde bien lejos..., ¡los muy brutos!</div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-51004627382201953822009-09-09T12:26:00.001+01:002009-09-09T12:31:16.497+01:00El papel de los padres<div align="justify">La enorme repercusión que han tenido en los medios de comunicación los disturbios en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón me lleva a preguntarme una vez más acerca de cuál es el papel de los padres tanto en la educación de sus propios hijos como, por extensión, en la sociedad en general.<br /><br />No se trata de analizar aquí, no es mi intención, si el botellón era o no legal, si la actuación de la policía fue la adecuada o no, si los implicados eran del barrio o venía de fuera, si eran ricos o pobres... Hablamos - hablo - de otra cosa, de comportamientos violentos gratuitos y de las causas que los provocan o, al menos, de algunas de las posibles causas que pudiera provocarlos, puesto que llegar a la verdadera “raíz del problema” es un objetivo que, me temo, se me escapa o bien requiere de una excesiva generalización para acabar resumiéndose en una sola palabra, que no sería otra que “educación”.<br /><br />¿Estaremos los padres haciendo algo mal?, es la pregunta que quiero hacerme. Y yo diría que sí, que lo estamos haciendo bastante mal, y como padre me incluyo.<br /><br />Mis padres - que son, como es normal, mi principal referencia a la hora de hablar de padres – nunca han sido de mucho adoctrinar ni dar la vara. Quiero decir que no han sido de los de “Estilograaaafic, no hagas eeeesto, Estilograaaaafic, no hagas lo ooootro...”, no. Más bien han sido siempre fieles al dicho de “predicar con el ejemplo”. Y creo que no les ha ido del todo mal. Porque, a ver, tú cómo le dices a un hijo que se comporte con educación si está hartito de verte, por ejemplo, un día sí y otro también con los pies encima de la mesa; cómo convences a un hijo de la importancia de estudiar y de hacer los deberes si el mayor trabajo intelectual que te ha visto hacer es “examinar” la foto de la tía de la contraportada del AS; cómo le dices a un chaval de 15 años que no te conteste de mala manera si le estás mandando cada dos por tres, literalmente, a tomar por el culo... y así, poco a poco, hasta llegar a cosas más importantes.<br /><br />Yo jamás he visto a mis padres comportarse de manera violenta con nadie, al menos en mi presencia. Y, por tanto, no les ha hecho falta decirme, hijo, no seas violento. Nunca he oído a mis padres dirigirse a alguien de malos modos, y por tanto jamás han tenido que decirme, hijo, di las cosas con educación... He tratado de ir aprendiendo de lo que veía, tarea que además me da la sensación de que ni siquiera es consciente, sino que responde más bien al comportamiento subconsciente, que al final es precisamente el que mejor se adhiere y el que deja la huella más profunda.<br /><br />Convivo o coincido a diario, por razones de edad y situación familiar, con familias compuestas por padres e hijos en edad infantil o adolescente, y veo cosas que no me gustan nada de nada. Ojo, insisto en que como padre no me excluyo, que yo también caigo, seguro, en muchos de los errores que señalo. Estoy hablando de padres que no saben (y lo que es peor, ni quieren saber) qué pudieran estar haciendo sus hijos en determinados momentos; hablo de niños - algunos desde muy corta edad- que pasan horas y horas en la calle sin que los padres apenas se asomen a echarles un ojito de vez en cuando; hablo de adolescentes que han sido educados desde muy temprana edad en el mejor de los casos por los abuelos, pero en la mayor parte de los casos por personas contratadas al mejor precio posible y que, vuelvo al mejor de los casos, pueden haber tenido mucha dedicación y saber hacer, pero a las que con toda seguridad les habrá faltado aportar un elemento tan importante o más en la educación de un niño: el cariño.<br /><br />He de reconocer que en esta argumentación estoy mezclando dos casos bien distintos: el de los padres que literalmente “pasan” de comportarse como tales y el de los padres cuya situación personal, generalmente debido a motivos laboral, apenas tienen tiempo para dedicarles un poco de atención y cariño a sus hijos.<br /><br />Respecto al primer caso, lo único que tal vez quepa argumentar es que ser padre no es obligatorio. Es cierto – y lo digo por experiencia - que por mucho que trate de imaginar, uno no llega a saber lo que significa realmente ser padre hasta que no tiene a su bebé entre sus brazos. Pero hombre, yo creo que ya todos somos mayorcitos y deberíamos al menos haber tratado de imaginar y analizar la consecuencias que ello conlleva, que son además, para toda la vida.<br /><br />En cuanto al segundo caso, considero que ahí nos encontramos, no sé si ante la “raíz del problema” antes mencionada, pero sí ante un asunto grave al que los sucesivos gobiernos de los últimos años, no sólo en España, sino en todo el mundo, no han hecho otra cosa que buscar parches y más parches, sin atreverse ninguno a coger el toro por los cuernos: la necesidad de un cambio absoluto en el modelo de sociedad.<br /><br />A mi me parece – ya alguna vez he hablado de ello, no recuerdo si en este blog o en otros –que éste es uno de los asuntos más importantes que hoy tienen, o deberían tener, los gobiernos entre las manos, por encima, si se me permite, de otros muchos a los que sí se dedica tiempo, atención o dinero. Yo diría que se trata incluso - me voy a mojar - del gran reto del siglo XXI: crear una sociedad más educada, justa y equilibrada.<br /><br />De la misma manera que uno de los grandes logros del siglo XX fue la incorporación de la mujer al trabajo, ahora, uno de los grandes retos del siglo XXI debería ser la adaptación de la sociedad a esa nueva realidad, algo que todavía deja mucho que desear y que está teniendo como consecuencia la aparición y desarrollo de muchos de los problemas arriba mencionados. Ojo, no se me interprete mal, que no quiero decir que la incorporación de la mujer al trabajo en sí haya resultado negativa, no, pero sí que la sociedad no ha sabido adaptarse a ella.¿La consecuencia?: el caos absoluto, es decir, que nuestros hijos comparten cada vez menos tiempo ya no sólo con los padres, algo que ya sucedía antes, sino también con las madres.<br /><br />No estoy hablando, ni mucho menos, de dar un solo paso atrás, sino más bien de un gran salto adelante: que gobiernos, empresas, agentes económicos, sociales... y nosotros mismos (con especial mención al personal masculino) pongamos todo lo que está en nuestra mano para adaptarnos a esta nueva realidad y a lo que ello supone, con el único objetivo de tratar de crear una sociedad más justa y menos violenta, con unos valores bien definidos bajo una base sólida sustentada en una buena educación y, por qué no decirlo aunque suene cursi, el cariño.<br /><br />Vuelvo, para finalizar, al ejemplo de mis padres y confieso que, como casi todo el mundo, en mi época de jovencito rebelde he podido cometer, a espaldas de ellos, alguna que otra locura o, como parece que es el caso de Pozuelo, beber más de la cuenta. No sé si algo tendrá que ver la educación recibida, pero vamos, con una buena cogorza encima a mi me podía dar por reír, por ponerme ñoño a lo mejor algo “pegajosillo”, pero jamás me dio por liarme a hostias, qué quieres que te diga. </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com27tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-46855838604103006872009-09-04T15:38:00.005+01:002009-09-07T09:16:58.624+01:00Por qué no te callas (y 3)<div align="justify"><em>“A continuación, detállanse las conclusiones del informe elaborado a consecuencia de la realización de la prueba de LARRANHA el pasado martes 1 de septiembre, en pleno síndrome postvacacional, al sujeto...”<br /></em><br />- Oiga, no me diga que al final lo tuvieron que atar a la cama para que no se levantara...<br />- No, que yo sepa no.<br />- Ah, es que como dice aquí lo de “sujeto”, yo pensé que... Vale, vale.<br /><br /><em>“... al sujeto de nombre Estilografic Punto Blog, barón...”</em><br /><br />- Disculpe, ¿posee usted semejante título nobiliario o se trata de un mero error del corrector ortográfico?<br />- Se trata, me temo, de un mero error.<br />- Ya decía yo.<br /><br /><em>“... varón, más bien entradito en años con, para ser más exactos, la friolera de...”</em><br /><br />- ¡Dios Santo! ¿Se trata de un nuevo error, esta vez del corrector numérico, o tiene usted, en efecto, “la friolera de....”<br />- Pues sí, qué pasa, tengo “la friolera de...”, pero vamos, tampoco creo yo que sea tan mayor.<br />- No, no, si yo no digo nada.<br /><br /><em>“...la friolera de taytantos años, casado...”</em><br /><br />- ¡Pobre!, su mujer.<br />- ¿Pobre por qué?<br />- No, lo digo por lo de los ronquidos.<br />- Oiga, yo lo que veo es que no avanzamos con el informe. ¿Podría usted leerlo un poquito más deprisa y sin interrupciones, FcaTFPLC?<br />- Vaaaale, siiiiiiiigo....<br /><br /><em>“...casado y con dos hijas....”</em><br /><br />- ¡Pobres!<br /><br /><em>“...dos hijas, sin que se le conozcan antecedentes o consecuentes de carácter roncante en el seno familiar, no porque no los haya, sino sencillamente por no haber sido estudiados ni tenidos en cuenta para la realización de esta prueba.”</em><br /><br />- ¡Estaría bueno, que le hicieran venir a mi padre también a ver si ronca!<br />- ¡Eh! Ahorita ha sido usted el que ha interrumpido.<br />- Perdón.<br /><br /><em>“Punto y aparte. Preséntase, el citado barón,</em> (¡y dale!) <em>en la farmacia con gesto contrariado tras haber adquirido, en visita anterior a la citada dependencia, el spray antirronquidos “Por-qué-no-te-ca-llas”, alegando que el revolucionario producto no le ha ocasionado efecto alguno, por lo que se cree el tío listo en el derecho de...”</em><br /><br />- ¿Lo de “el tío listo” seguro que también lo pone?”<br />- Oiga, que yo no me invento nada, sólo me limito a leer las conclusiones del informe, ¿qué se cree?<br /><br /><em>“.. el tío listo en el derecho de solicitar devolución del importe abonado, esto es, cincuenta y cuatro euros del ala.”</em><br /><br />- Quedamos en el primer post en que “ala” era sin hache, ¿verdad?<br />- Este “ala” sí.<br />- Pues entonces seguimos...<br /><br /><em>“Punto y aparte. Ante tamaña desfachatez, la farmacéutica...”</em><br /><br />- Esa voy a ser yo.<br />- Seguro que sí.<br />- Sigo...<br /><br /><em>“... la farmacéutica opta por exigirle al sujeto</em> (¡otra vez!) <em>que presente pruebas de lo acontecido, esto es, de que pese a haber utilizado el revolucionario producto, bien aplicadito tanto en boca como en nariz, en este segundo caso en todos los orificios (siempre que éstos sean nasales, se entiende) el tal sujeto </em>(¡...!)<em> continúa roncando a todo roncar como si nada....”</em><br /><br />- Oiga, pero todo eso ya lo sabemos. ¿No podría ir al grano?<br />- Vaaaale., directa al forúnculo que voy.<br /><br /><em>“Punto y aparte. Como consecuencia...”</em><br /><br />- Ahora cuenta que si el ruido de un ronquido suele alcanzar entre los 45 y los 95 dB, y que puede provocar serios trastornos, no sólo para el roncador, esto es, usted, sino para todas aquellas personas que viven a su alrededor, entre las que incluye a la farmacéutica, esto es, servidora, en el caso de que a ésta le correspondiera hacer la guardia. ¿Me lo salto todo?<br />- Por favor.<br />- ¡Halehop!<br />- Luego viene la tontería del canzoncillo y el pijama. Si quiere...<br />- Sálteselo también, por favor.<br />- ¡Halelehop!<br /><br /><em>“... y tal y tal y tal... procediéndose a continuación, y sin más dilación, a la proyección del famoso vídeo que lleva por título “Adiós al verano, Mariano” (no confundir con el anuncio del “Tinto de Verano”), en el que aparece el ínclito líder de la oposición en bañador y náuticos... “<br /></em><br />- Me lo salto, me lo salto... Ya termino:<br /><br /><em>“... quedándose finalmente el sujeto</em> (¡insiste!) <em>dormidito como un bebé en cosa de segundos, pudiéndose determinar de inmediato que sí, que claro que sí, que el presunto roncador ronca como un cerdo, el tío bestia.”</em><br /><br />- Bah, eso mismito ya lo había dicho mi señora <a href="http://estilografic.blogspot.com/2009/09/por-que-no-te-callas-2.html">al principio del post anterior</a>, no sé si se acuerda.<br />- Sí, ya, pero espere, espere, porque el informe finalmente concluye que:<br /><br /><em>“... por todo lo cual se viene a autorizar la devolución al sujeto barón</em> (¡toma ya!) <em>del importe en cuestión, cantidad que asciende a un total de cincuenta y cuatro euros del hala.”</em><br /><br />- ¡Hala!, ¡ahora lo ha puesto con hache! Bueno, pero de todas formas estará usted contento. ¿no?<br />- Hombre pues sí. Me parece a mí, como diría nuestro gallardo y olímpico alcalde, que servidor “<a href="http://www.elpais.com/articulo/deportes/Gallardon/Salimos/reforzados/informe/elpepudep/20090902elpepudep_6/Tes">sale reforzado” del informe.</a><br />- Ea, no se hable más. Aquí tiene usted, uno por uno, sus cincuenta y cuatro euros del ala.<br />- Pues sepa usted que me vienen muy requetebien para afrontar los gastos del inminente inicio del curso escolar, ya lo creo, sobre todo si <a href="http://www.abc.es/20090904/sociedad-educacion/gobierno-aprueba-plan-escuela-200909041350.html">finalmente a mi hija no le dan hasta abril, y si es que se lo dan, el portátil en el cole, que yo ya contaba con él desde ya</a>. Esta muy bien esto del informe, ¿verdad?<br />- Sí que está bien, sí. El único problema que tiene es que no lo cubre la Seguridad Social.<br />- ¿Cómo dice?<br />- Pues eso, que alguien me está debiendo un dinerito...<br />- ¿Y se puede saber cuánto....? Calle, calle, no me diga más...<br />- Sí. Son... cincuenta y cuatro euros del ala.. Exactamente.</div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-61644569195835902392009-09-01T11:33:00.003+01:002009-09-01T11:57:38.922+01:00Por qué no te callas (2)<div align="justify">- Cariño, ¿he roncado esta noche?<br />- Como un cerdo.<br />- ¡Ah sí? Pues en la farmacia me van a oír.<br />- No, si como hayan estado de guarda esta noche ya te habrán oído; seguro.<br /><br />En fin, que por lo visto (o mejor, por lo oído), el revolucionario spray “<a href="http://estilografic.blogspot.com/2009/08/por-que-no-te-callas-1.html">Por-que-no-te-callas</a>” no ha tenido, al menos en el caso que nos ocupa, el efecto deseado, así que con las mismas cojo los dos botecitos (el spray nasal y el aerosol bucal), los agito – no sé por qué, pero los agito -, los guardo en su cajita, tomo un rotulador rojo y rodeo con un circulo lo de “si no queda satisfecho...” y me largo a la farmacia a recuperar mis cincuenta y cuatro euros del ala.<br /><br />- Buenos días, FcaTFPLC.<br />- Buenos días, VMitoMRLLP. Por cierto, ya no tan morenito. Hay que ver lo rápido que se va, el bronceado.<br />- Ya le digo. Verá, venía por lo de la devolución.<br />- Huy, pues me parece que se ha equivocado usted. La delegación de Hacienda viene a quedar dos manzanas mas abajo.<br />- No, no: Me refiero a la devolución del dinerito que tuve a bien invertir en el famoso “Por-que-no-te-callas”. ¿No se acuerda?<br />- Ah, es verdad. Los cincuenta y cuatro euros del ala.<br />- Exacto.<br />- ¿Y eso? ¿Por que quiere que se los devolvamos?<br />- No han tenido ustedes guardia esta noche, ¿verdad?<br />- Pues no. Gracias a Dios no.<br />- Se nota. Por lo visto no he parado de roncar.<br />- ¿Ha probado usted el revolucionario “Por-que-no-te-callas?<br />- ¡Pues claro que lo he probado! ¡Y no he quedado satisfecho! Así que, tal y como dice aquí, que lo he marcado bien en rojo, vengo a que me devuelvan el dinero.<br />- ¿Tiene usted pruebas?<br />- ¿Pruebas de qué?<br />- Pues de qué va a ser, de que sigue usted roncando.<br />- Pues no, oiga, Todavía no me ha dado por grabarme, si es a eso a lo que se refiere.<br />- Bien, pues entonces tome número y espere.<br />- ¿Número para qué?<br />- Pues para hacerse la prueba. ¿Lleva usted el pijama encima?<br />- ¿El pijama? Pues no.<br />- Pues tendrá que ir a casa a por uno. Porque usted dormirá en pijama, ¿no?<br />- Hombre, en invierno sí, pero en veranito, con la canícula y eso..., suelo dormir en calzoncillos nomás.<br />- ¿Y los calzoncillos sí los lleva encima?<br />- No, encima no, Lo calzoncillos acostumbro a llevarlos debajo.<br />- Vale, pues no se hable más y procedamos a hacer la prueba de LARRANHA.<br />- ¿La prueba de la rana? ¡Pero si no estoy embarazado!<br />- Que no hombre, que es que la prueba consiste en <em>Lograr Averiguar si RRoncas como Antes o ya Nunca lo HAces</em>. La prueba de LARRANHA. Del informe resultante depende que le devolvamos o no el dinero.<br />- ¡Joder qué cosas! ¿Y qué tengo que hacer?<br />- ¿Ve aquellas dos maquinitas expendedoras en las que pone, en una CP, y en otra SP?<br />- Sí.<br />- Pues coja un numerito de la que le corresponde.<br />- Oiga, ¿y cómo sé cuál es la que me corresponde?<br />- Pues muy fácil. Como usted va a hacer la prueba sin pijama y en calzoncillos, tendrá que coger un número de la que pone...<br />- ¡No me diga más!, ¡claro, qué tonto! De la que pone SP, que significa Sin Pijama, ya que si cogiera de la que pone CP estaríamos suponiendo que voy a hacer la prueba Con Pijama. ¿A que sí?<br />- Pues no señor, listo, que es usted un listo. Tiene que coger de la que pone CP, que significa Calzoncillos Puestos.<br />- Oiga, y ya por curiosidad, ¿SP qué demonios significa entonces?<br />- Sueño en Pelotas. Pero ese no es su caso, porque... no se los irá usted a quitar, ¿verdad?<br />- No, no, si no es necesario no.<br />- Pues ea, tomo el numerito de una santa vez y en cuanto le toque pasa a la habitación y se echa a dormir. ¿Qué numero le ha salido?<br />- El uno.<br />- ¡Bingo! Puede usted pasar.<br />- Pero oiga, si ahora no tengo ni pizquita de sueño, si me acabo de levantar...<br />- Venga, venga, no se haga el remolón. Ahora mismo le planto el <a href="http://www.rajoyenaccion.com/2009/08/30/adios-al-verano/">vídeo de Rajoy... </a>y ya verá cómo se duerme. </div><div align="justify"><br />Pues eso, que ya os contaré cuando despierte... </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com18tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-6461582783891883292009-08-27T10:51:00.007+01:002009-09-01T08:36:07.900+01:00Por qué no te callas (1)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfkjkDjMun7m1NELiRhaClwmXHa4ZiUCl-RvKt_xk_FjRrEBEC2fOa86hGMMZCTNIUssydl-e6OKX70AZeDw1_srtEwmAeO6ed8dXQVDtqAgpO3sTltvr42dzBjpDPJqBrNOrb/s1600-h/habitacioneshotel.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5374579507456601522" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfkjkDjMun7m1NELiRhaClwmXHa4ZiUCl-RvKt_xk_FjRrEBEC2fOa86hGMMZCTNIUssydl-e6OKX70AZeDw1_srtEwmAeO6ed8dXQVDtqAgpO3sTltvr42dzBjpDPJqBrNOrb/s320/habitacioneshotel.jpg" style="cursor: hand; display: block; height: 211px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 279px;" /></a><br />
<div></div><div></div><div></div><div align="justify">Hay decisiones que acaban por resultar trascendentales en la vida de uno y que las adopta ese mismo “uno” de la manera más tonta y sencilla, así, como quien no quiere la cosa, sin grandes reflexiones previas, mientras charlas y tomas, por ejemplo, un copita por la noche en la terraza de la piscina en plenas vacaciones playeras y en compañía del grupito de gente variopinta, esto es, variada y con unas pintas...., que acabas de conocer en el hotel y a quienes, probablemente, no volverás a ver en todo el resto de tu vida. Bueno, quién sabe.<br />
<br />
Ahora, tras esta somera pero necesaria introducción, con ayuda de la fotografía y el detalle del número de las habitaciones (la de los Estilografic es la 212), asistamos a la referida charla o conversación:<br />
<br />
- Huésped de la Habitación 213 (HH213): Pues hay un tío en no sé qué habitación es, que ronca como un demonio. ¿No lo habéis oído?<br />
- HH312: ¡Joder, yo es como si lo tuviera debajo de la cama! Llevo desde que llegamos sin pegar ojo. ¡A ver si se larga pronto, el tío!<br />
- HH211: Pues debemos tenerlo bien cerquita, porque yo pego unos botes cada vez que berrea... A puntito estuve la otra noche de llamar a recepción y todo.<br />
- HH112: ¡Hostias, pero si ayer parecía que se me iba a caer la lámpara encima! ¡Y es que además hasta en la siesta...!<br />
- HH212 (esto es, Estilografic): pues yo no me entero de nada, qué queréis que os diga.<br />
<br />
Lo de roncar es lo que tiene, que generalmente el último en enterarse es uno mismo, es decir, el HH212. O más bien lo que ocurre es que a veces el implicado lo que no quiere es darse por enterado, pero lo sabe, vaya si lo sabe. Y si de algo han servido estas vacaciones es para que de una vez por todas el HH212 se dé por enterado y ponga remedio a la situación nada más volver a casa, que la cosa no es tan complicada, hombre.<br />
<br />
Así que, ya de vuelta en casa y finalizadas - tristemente - las vacaciones, acudimos a la farmacia del portal de al lado y asistimos de nuevo a esta otra conversación:<br />
<br />
- Buenos días, farmacéutica titular de la farmacia del portal de al lado de casa (FcaTFPLC).<br />
- Buenos días, vecino morenito de la muerte recién llegado de la playa (VMitoMRLLP), ¿qué desea?<br />
- Verá, yo venía buscando algún producto de esos que anuncian tanto en la tele para... dejar de roncar.<br />
- ¡Hombre! ¡Por fin da la cara! ¿Así que era usted?<br />
- ¡No me diga que desde aquí también se me oye?<br />
- ¿Que si se le oye? No sabe usted las noches de guardia que me ha dado, sin pegar ojo.<br />
- ¡Oiga, pero si se está de guardia se está de guardia, ¿Cómo que sin pegar ojo?<br />
- Hombre, una cabezadilla la da cualquiera... ¡Si no se tiene a un tipo encima roncando toda la nochecita, claro!<br />
- ¿Y no será – ya me estoy mosqueando yo - que me tienen montada entre todos <a href="http://www.elpais.com/articulo/espana/Rajoy/entierra/ahora/acusacion/pruebas/Cospedal/escuchas/PP/elpepunac/20090827elpepinac_7/Tes">una red de escuchas, como al PP</a>?<br />
- Que no, que no, que le aseguro yo a usted que hay noches que parece que una está en plena selva, del griterío salvaje que se forma. Es más, verá que ya le tenía yo preparado, esperando precisamente a que diera usted la cara, este novedoso producto que, sin duda, ya habrá visto usted anunciado por televisión.<br />
- ¿Y de qué se trata?<br />
- ¡Pues de qué se va a tratar! ¡De que deje usted de roncar de una santa vez!<br />
- No mujer, me refiero a que de qué producto se trata.<br />
- Ah, del revolucionario spray “Por-qué-no-te-callas”, disponible ahora en sus dos versiones, la “normal-ita”, recomendable para roncadores sin demasiadas pretensiones, y luego está la “equis-equis-ele”, para los grandes roncadores de toda la vida, ya sabe.<br />
- Ah, muy bien, pues yo creo que de momento, y para probar, con la “normal-ita” me apaño.<br />
- ¿Cómo? ¡De eso nada, monada! Usted se lleva la “equis-equis-ele” como yo me llamo FcaTFPLC.<br />
- Bueeeeeno, vaaaaaale. ¿Y en qué se diferencia, la una de la otra?<br />
- Pues en que mientras que la primera actúa únicamente sobre la garganta del sujeto roncante, la segunda lo hace sobre garganta y nariz, no dejando así escapatoria posible, toma ya, al dichoso ronquido.<br />
- ¿Y cómo debe aplicarse pues?<br />
- Abra usted la cajita.<br />
- La abro.<br />
- Verá que consta de un spray nasal y de un aerosol bucal.<br />
- Lo veo, sí.<br />
- Bien, pues lo primero que tiene que hacer es agitarlos antes de usarlos.<br />
- Los ag-i-i-i-i-i-i-i- ito.<br />
- ¡Pero ahora no, alma de Dios!, ¡cuando se vaya a ir a dormir!<br />
- Huy, perdón. Espero que no hayan perdido sus propiedades.<br />
- No lo creo, no. Pues lo siguiente es abrir – ahora no, insisto, cuando se vaya a dormir – el spray nasal y aplicárselo en los orificios.<br />
- ¿En todos?<br />
- No hombre no. Sólo en los nasales.<br />
- Ah.<br />
- Posteriormente se aplica el aerosol bucal en la boca, valga la redundancia, y listos. ¡A dormir!<br />
- ¿Ya? ¿Tan prontito? Pero si mañana no tengo que madrugar...<br />
- No hombre, sólo le estoy poniendo en situación.<br />
- Oiga, y esto no tendrá ningún efecto secundario<br />
- Que se sepa no. Ya le digo que es nuevo. Lo que sí tiene es que si no queda satisfecho le devolvemos su dinero.<br />
- Ah, pues eso está muy requetebien. Y más teniendo en cuenta <a href="http://www.elpais.com/articulo/economia/Salgado/prepara/terreno/subir/impuestos/tapar/agujero/deficit/elpepueco/20090827elpepieco_1/Tes">la subida fiscal en ciernes anunciada por Salgado.</a></div><div align="justify">- Querrá usted decir en jueves, hoy es jueves.</div><div align="justify">- No; he dicho "ciernes", no "viernes".<br />
- Ah, disculpe. Ea, pues no se hable más. Son cincuenta y cuatro euros del ala.<br />
- ¡Hala!<br />
- Que no, que es sin hache.<br />
- Quiero decir jopé.<br />
- Ah, entonces sí es con hache.<br />
- Venga, pues me lo llevo y ya le cuento cuando lo pruebe.<br />
- Aquí estamos, a su disposición, querido VMitoMRLLP.<br />
<br />
Pues lo dicho, que ya os contaré cuando lo pruebe. </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-11964331.post-70881085568733240502009-07-30T09:26:00.006+01:002009-07-30T09:50:03.182+01:00Relatitos: (11) La naranja (tercera parte)<div align="justify">Pincha <a href="http://estilografic.blogspot.com/2009/07/relatitos-9-la-naranja-primera-parte.html">aquí despacito</a> para leer la primera parte y <a href="http://estilografic.blogspot.com/2009/07/relatitos-10-la-naranja-segunda-parte.html">aquí, también despacito</a>, para leer la segunda..<br /><br /><em><span style="color:#cc0000;"><strong>Resumen de lo publicado:</strong> Una naranja con una pinta que te cagas echa a rodar desde un autobús y acaba corre que te corre Castellana abajo, perseguida por quien hasta entonces era su dueño y propietario, el protagonista de esta historia. Al llegar a la altura de El Corte Inglés, en plena temporada de rebajas y con el anuncio de Carlos Baute de fondo, una moza que va de paquete en una Yamaha engancha el cítrico con la mano con sorprendente habilidad y sale pintando Joaquín Costa arriba. Nuestro hombre toma un taxi para perseguir a la moto, pero el taxista, incrédulo él, no se traga la historia de la naranja y se piensa que lo que pasa es que al tipo le gusta la chavala, quien, dicho sea de paso, va con el triángulo sacro al aire debido al bajísimo talle de sus pantalones. Este detalle erótico-festivo es lo que hace que el taxista se pegue como una lapa y no sin peligro a la Yamaha, pero aún así el motorista consigue despistar de un acelerón al taxista, con lo que nuestro hombre da por perdida a su naranja y rompe a llorar. Emocionado, el taxista toma conciencia de la situación y, arriesgando la vida, da otra vez alcance a la moto para ver cómo ésta gira y toma la Carretera de Barcelona dirección Barajas. Tras ser testigos del cambio a rojo del semáforo, taxista y propietario de la naranja optan por seguir a la moto pase lo que pase, y entonces...<br /></span></em></div><div align="center"><strong><span style="font-size:130%;"><br />¡CATAPLAFFFFF!</span></strong></div><div align="justify"><br />La brusca maniobra del Skoda Octavia, saltándose el semáforo del cruce de la Avenida de América para tomar la Carretera de Barcelona, provocó el choque en cadena de al menos cinco vehículos (de ahí lo de las cinco efes de “cataplafffff”, que todo tiene su porqué) que circulaban por la calle de María de Molina ajenos todos ellos a la peligrosa persecución.<br /><br />- ¡Serán patosos...! Luego me echarán la culpa a mí – se me excusa el taxista.<br />- Pues el golpe ha debido ser de órdago, a juzgar por el humo – le digo.<br /><br />Pero a lo que íbamos, que nos pusimos una vez más a tiro de piedra de la Yamaha, envalentonados y decididos a llegar hasta el final si hiciera falta, y el final en este caso, teniendo en cuenta la carretera por la que circulábamos, no era otro que, en efecto, la ciudad de Barcelona. Y el caso es que una vez superado el desvío hacia Canillejas, habiendo dejado a la derecha la redacción de los diarios ABC y La Razón (a la derecha porque están situados ahí teniendo en cuenta la dirección en la que vamos, no por otra cosa), el taxista de pronto cambió de tema, pensé yo que inspirado por la vista de ambas sedes periodísticas:<br /><br />- Sabrá usted lo que es el APC, ¿no?<br />- Sí claro. Aunque yo soy más lector de El País o incluso, si me apura, de El Mundo de Pedro J., la verdad sea dicha.<br />- No, si digo el APC, no el ABC. El <a href="http://www.munimadrid.es/portal/site/munimadrid/menuitem.69f5b7528325ebcc48f549f59fc08a0c/?vgnextoid=7a0cda8924c8b010VgnVCM2000000c205a0aRCRD&vgnextchannel=102f43db40317010VgnVCM100000dc0ca8c0RCRD">Área de Prestación Conjunta</a>.<br />- Ah, pues no. Me temo que no.<br />- Verá, le estoy tomando a usted cariño, le voy a confesar, pero ello no le exime de tener que abonar mi regreso a casa si, como parece, nos salimos de la citada área que, ya le informo, finaliza una vez dejemos atrás la localidad de San Fernando de Henares.<br />- ¡Córcholis!.<br />- Por no hablarle del suplemento a aplicar de 5,50 euros en el caso de que nuestro destino sea el aeropuerto de Barajas, le anticipo.<br />- ¡Recórcholis!<br /><br />Y en tales disquisiciones tarifarias estábamos cuando pareciome observar que algún pequeño objeto salía despedido de la moto y... ¡clonck!, golpeaba con violencia contra el parabrisas delantero del Skoda Octavia, un objeto anaranjado...<br /><br />- ¡No puede ser! ¡No la habrá tirado, la tía! – exclamé.<br />- ¿El qué? – dijo el taxista.<br />- ¡La naranja! ¡Me temo que nos ha golpeado en el cristal!<br />- ¿La naranja? ¿Pero entonces era verdad lo de la naranja?<br />- ¡Pues claro que era verdad! ¿Qué se había pensado, que soy capaz de perder la cabeza por un triángulo sacro? ¡Mi naran...!<br /><br />Entonces un nuevo “clonck” en el cristal me sacó de la angustiosa duda y pude comprobar cómo un segundo trozo de la lustrosa piel del cítrico golpeaba de nuevo contra el parabrisas, dejando un pegajoso reguerillo cual si nos hubiera defecado encima algún grácil estornino o un más común gorrioncillo.<br /><br />- ¡Horror! ¡La está pelando!<br />- ¡Qué cochina!, esas cosas no se tiran a la calzada en plena marcha.<br />Clonck<br />- ¡Haga algo, señor taxista! ¡Se la va a comer!<br />- No se preocupe jefe, hay tiempo más que suficiente.<br />Clonck<br />- No, no; me temo que no nos queda mucho tiempo, la tiene casi peladita ya.<br />- Que sí jefe, que hay tiempo, que se tiene que quitar el casco y todo, si no ya me dirá cómo se la va a meter en la boca.<br />Clonck<br />- Dígame un cosa, ¿tiene usted familia?<br />- No jefe, estoy solo en el mundo.<br />Clonck<br />- Ya somos dos. ¿Y seres queridos?<br />- Mi dedicación al taxi no me lo permite. Exceptuándole a usted que, ya le digo, le estoy cogiendo cariño. ¿Y usted, tiene seres queridos?<br />- La naranja nomás.<br />Clonck<br />- ¿Entonces los dos estamos preparados?<br />- Preparados. No tenemos nada que perder.<br />- ¡Cuidado, que parece que aminora la marcha para quitarse el ca.......TACLONCK!<br />- ¿Qué ha sido eso ahora?<br />- ¡El casco!, que se le ha caído y nos ha golpeado en el cristal. Ay que se la zampa... ¡Es el final!<br />- ¿Embisto pues, jefe?<br />- ¡Síiiiiiiiii!</div><div align="center"><br /><span style="font-size:130%;"><strong>¡COTOPLOOOOOOOOOOOOOF!</strong></span> </div><div align="center"><br /></div><div align="justify">.. y entonces alguien dijo aquello de “¡corten!, ¡corten!”, pero ya todos los actores (la naranja, la pedazo de naranja peladita y todo, el maromo, la chica, el taxista y yo) estábamos espachurraditos y convertidos en sabroso, vitamínico, y refrescante DON CHIMÓN, <em>la mejor elección,</em> puro zumo de naranjas recién exprimidas, hecho con naranjas frescas españolas con su pulpa natural y todo y rico en vitamina C. </div><div align="center"><br /><span style="font-size:130%;">FIN</span><br /><br /><em>AGRADECIMIENTOS POR SU PARTICIPACIÓN<br />Y COLABORACIÓN EN LA REALIZACIÓN DE ESTE SPOT :<br /></em><br />Cooperativa del Taxi de Madrid<br />Motos Yamaha<br />Skoda Automóviles<br />Real Madrid F. C.<br />El Corte Inglés<br />Carlos Baute<br />Empresa Municipal de Transportes (EMT)<br /><a href="http://burbujatransparente.blogspot.com/">Belén in red</a> (por su aportación al esclarecimiento del verdadero significado y ubicación del triángulo sacro y los hoyuelos de las sacroilíacas)<br />Cadena COPE<br />MARCA<br />ABC<br />La Razón<br />Zara (Sección Pantalones de Talle Bajo)<br />Sociedad Española de Ornitología (Sección Estorninos y Gorriones)<br />Y a todos cuantos lectores hayan llegado hasta aquí, si es que hay alguno que ha llegado, siguiendo el accidentado periplo de la naranja, la pedazo de naranja.<br /><br />(Una vez abierto conservar en el frigorífico. Agitar antes de servir) </div>estilografic.bloghttp://www.blogger.com/profile/17792631876752296396noreply@blogger.com29