Más sobre la ONU

En relación a la entrada "¿Hacia dónde va la ONU?", he remitido una carta al secretario General de la ONU, Kofi Annan, que reproduzco a continuación:

Excmo. Sr. Secretario General:

He tenido conocimiento de que recientemente, y como ya ocurrió el año pasado, la oficina de la ONU en Suiza ha rehusado conceder a los periodistas de Taiwán la oportuna acreditación para cubrir las actividades de la 59ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS) - máximo órgano de toma de decisiones de la Organización Mundial de la Salud -, que se reúne del 22 al 27 de mayo en Ginebra.

Como periodista en ejercicio y miembro de la Asociación de la Prensa de Madrid, deseo mostrar mi solidaridad con los compañeros de profesión afectados y trasladarle mi disconformidad con esta medida, que a mi juicio vulnera el principio de libertad de expresión esencial para el ejercicio de nuestra profesión, que es además uno de los derechos fundamentales defendidos por la propia ONU.

Si el asunto de la exclusión de Taiwán tanto de la ONU como de sus organismos asociados, como es el caso de la OMS, ya resulta de por sí discutible y merecedor de la consideración por parte de toda la comunidad internacional, el hecho de que también los periodistas de Taiwán encuentren impedimentos para ejercer su actividad profesional es un asunto que la oficina de la ONU debería replantearse de inmediato.

Además de la solicitud de participación por parte de Taiwán, la agenda de la 59ª Asamblea Mundial de la Salud incluye temas tan trascendentes para la salud a nivel internacional como la prevención y el control de epidemias como la gripe aviar, la erradicación de enfermedades como la poliomelitis o la viruela o los avances en la lucha contra el sida. Son todos ellos problemas de suficiente importancia como para que los profesionales de la información, independientemente de su lugar de origen, informen de la manera más completa posible sin trabas que impidan una correcta realización de su trabajo, y sería por ello de gran ayuda que la ONU reconsiderara su decisión y concediera la oportuna acreditación a los periodistas taiwaneses. Tanto el derecho a la libertad de prensa como el derecho a la salud saldrían beneficiados.

Reciba un cordial y afectuoso saludo.

Si alguien quiere adherirse será bien recibido.

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El rey de Europa

Soy madridista, pero me gusta el fútbol (últimamente parecen dos cosas casi incompatibles); así que ayer disfruté como un culé más del triunfo del Barça en un partido épico. Un gesto: corría el minuto setentaitantos, el Arsenal ganaba todavía 1-0 y un agotado Henry se disponía a sacar un córner. El juego se detiene por unos segundos y el francés hinca su rodilla en el suelo en un claro síntoma de cansancio. Era el anuncio de lo que iba a ocurrir: pocos minutos después Etoo encarrilaba el triunfo del Barça. El fútbol, puro espectáculo, esta hecho de gestos de este tipo: el bravo luchador se rendía ante la superioridad del rey de Europa. Vaya mi admiración para este Barça, pero también para el Arsenal. Ambos lo merecen.

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¿Hacia dónde va la ONU?

El pasado día 10 de mayo aparecía en varios medios una sorprendente noticia: Cuba y China formarán parte del nuevo Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Se trataba de un titular tan “chirriante” que cabían dos posibilidades: o el titular estaba equivocado, que no era el caso, o era el calendario el que estaba equivocado y estábamos en el Día de los Inocentes, que tampoco. El País confirma en su editorial del hoy que la noticia es cierta y tan chirriante y disparatada como parecía, y dice del Consejo que “acaba de nacer cojo”. Sin piernas, habría que añadir.

Pero los disparates de la ONU no terminan ahí. La Federación Internacional de Periodistas acaba de enviar una carta a Kofi Annan protestando por la decisión de Naciones Unidas de no permitir a los periodistas taiwaneses cubrir la noticias relacionadas con la celebración de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), el máximo órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se reúne a partir del próximo 22 de mayo en su sede de Ginebra.

Taiwán, una democracia excluida de la ONU y de sus organizaciones dependientes - como la OMS - debido a la oposición de China (una dictadura), trata desde hace años de formar parte de la AMS como miembro observador, pero parece que la exclusión ya no se limita sólo a los políticos y representantes de la isla, sino que también se extiende a sus periodistas, que tratan de hacer su trabajo de manera profesional e independiente.

Estos acontecimientos poner claramente de manifiesto que la ONU está perdiendo aceite al menos por dos de sus principales pilares: la libertad de expresión y los derechos humanos.

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