viernes, junio 29, 2007

La entrevista

El blog de Clandestino me ha hecho una entrevista en la que por fin lo cuento todo. Ya la podéis leer aquí, sin censuras, tan dura como la vida misma, el testimonio desgarrador de...

Gracias, Clandestino, por dejarme entrar en tu mundo casi perfecto. Si fueras perfecto del todo nunca me habrías entrevistado.

Estilografic.art

Menuda panda

¿Cuántos jamones nos van costar los pandas que se traen los Reyes de la China, na china na china na, te voy a regalar? Siguiendo con el asunto que ya trató ayer con la maestría e inmediatez que le caracteriza el amigo Wilde, que es una máquina haciendo posts el tío (parece chino) me surge esta pregunta.

Pues jamón a lo mejor no, pero otras cosas seguro que sí nos van a costar. Porque esa es otra, la del jamón, que los empresarios españoles ya se están frotando las manos con lo del jamoncito, muy optimistas ellos, cuando a los chinos no es que les guste demasiado el jamón, que yo sé de más de uno que se lo lleva bien envasadito y luego lo utiliza para cocinar, el Pata Negra. Pa matarlos. Sé de otro que se llevó una lata de aceitunas y al llegar allí la abrió para ofrecérsela a la familia; el abuelo cogió la lata, tiró a la basura las pelotitas verdes esas asquerosas que flotaban por ahí y se bebió el caldo, de un trago.

ABC lo explica bien clarito hoy, lo de los pandas, no lo del jamón y las aceitunas, que era sólo un inciso: los animales “pasarán el resto de su vida en el Zoo Acuarium de Madrid “siempre y cuando no se deterioren las relaciones amistosas que mantienen España y China”.

“El régimen comunista –continúa ABC - cede estos animales en alquiler, que se renueva, generalmente, con carácter anual, a algunas de las empresas que lo solicitan. Sin embargo, es requisito imprescindible que exista una buena sintonía política entre China y el país de la compañía que presenta la petición”.

Vamos, en otras palabras, que si España no apoya el levantamiento del embargo de venta armas a China que mantiene la Unión Europea tras la matanza de Tiananmen o se le ocurre dirigir gestos amistosos al Tibet o a Taiwán, ya nos estamos quedando sin ositos. Pelo bien lápido.

Y eso que hay un proverbio chino que lo dice bien claro: “Santa lita lita lita, lo que se da no se quita”.

jueves, junio 28, 2007

¿Cocainómanos?

No sé, no sé....Ando estos días con las mosca detrás de la oreja con el dichoso informe de la ONU sobre el consumo de cocaína en el mundo. Desde luego que los datos sobre España en cuanto a consumo son como mínimo alarmantes. Somos el país con mayor tasa de consumidores. Así, como suena. A mí, desde luego, me ha dejado con la boca abierta, vamos, que se me acaba de colar la mosca, la que tenía hace un momento detrás de la oreja.

Lo cierto es que las informaciones aparecidas en prensa son "pelín confusas", por eso lo de la mosca, que ahora anda tocándome las narices. Y más cuando se ha introducido y destacado el dato llamativo de Miranda de Ebro como la segunda localidad entre 23 escogidas con más restos de cocaína encontrados en aguas residuales.

En primer lugar, conviene aclarar que los datos del informe de la ONU, que se puede consultar aquí en pdf, provienen de datos recogidos a su vez por cada uno de los estados, que vete tú a saber cómo se han hecho en según qué sitio. Y en cuanto a lo de Miranda de Ebro, se trata de otro estudio que a su vez recoge el informe de la ONU en el que, por arte de Birli Birloque -que no sé quién era, la verdad, pero supongo que sabría más de magia que de drogas, el tío -, aparecen las localidades de Miranda de Ebro y Aranda del Duero junto a Nueva York o Washington. Que mi me da que como va de aguas residuales un tipo ha dicho: ¡venga!, mete localidades con nombre de río, dale al Google y a ver qué te sale. Y claro, salen esas dos. Y la mosca, revoloteando.

Mi relación con los estupefacientes y las drogas ha sido siempre muy distante, más que por un asunto de principios - que también - porque - tengo que reconocerlo - yo siempre he sido muy “cagao” para estas cosas, y eso que he vivido en barrios y he frecuentado zonas de consumo elevado.

Aunque no lo he hecho antes en este blog, si la mosca me deja voy a hacer una excepción, y os voy a hacer una pregunta a vosotros, queridos lectores, si es que a estas alturas del post me queda alguno: ¿creéis sinceramente que el consumo de cocaína en España es tan alarmante como se refleja en este informe? No os pregunto por vuestra experiencia personal con las drogas, ¿eh?, que eso me da igual, sino por vuestra impresión basada en el ambiente que os rodea, en la gente que conocéis, etc. Así que espero ansioso vuestros comentarios.

¡La mosca!, que al final me la tragué.

miércoles, junio 27, 2007

La canción del verano

No sé lo que pasa, pero todo los años me sucede lo mismo. Llega el verano y yo sin tener ni idea de la canción. De la del verano, me refiero. Esta mañana leía en algún periódico un listado de candidatas a la canción del verano 2007 y es que ni me suenan. Yo es que debo padecer algún tipo de enfermedad o alergia hacia esas melodías, de manera que todos los años mientras el resto de la gente tararea, baila y hasta entona a la perfección la cancioncita de marras, yo es que ni me sé el estribillo, que ya tiene delito.

Podrá parecer un asunto baladí - "baladí, baladá..." sería un buen estribillo para una canción del verano, ahora que lo pienso - pero en realidad la cosa tiene su miga, que te puede crear todo un problema social. Ya lo creo. Dificulta las relaciones con los demás y, sobre todo, te coloca ante situaciones un tanto embarazosas que, qué quieres que te diga, no resultan nada agradables. Y al final es que acabas sintiéndote como un bicho raro.

Tú estás – oye, que a mí me ha pasado – con tu grupo de amiguetes en plan tinto de verano y pinchito de tortilla en cualquier terracita veraniega y empieza a sonar la musiquita. Ves como todo el mundo se va levantando poco a poco, así, como quien no quiere la cosa, dejándose llevar por la pegadiza melodía, y cuando te quieres dar cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, hala, ya están todos haciendo círculo, que si ahora levanto los brazos, que si flexiono las rodillas, que si un movimiento a la derecha, que si ahora a la izquierda, que si saco el culito, que si meto el culito...

Y tú allí, parado como un gilipollas en mitad del corro, contemplando el espectáculo sin atreverte a mover un dedo y con la misma cara que pondría un obispo si le sacaran a la pizarra en plena clase de Educación para la Ciudadanía. Porque claro, como ya de por sí eres torpe bailando, no lo vamos a negar, si encima no te sabes los movimientos y la coreografía pues es que lo llevas claro, pedazo de aprendiz de Georgie Dan que estás hecho.

Pues nada, que me voy a poner a estudiar letras y coreografías hoy mismo para que no me pase como en años anteriores, que sí, que al final siempre me la aprendo, pero para entonces mis amigos ya andan liados con los villancicos.

martes, junio 26, 2007

Inhibidores de dolor

Viendo algunas de las imágenes que aparecen en los periódicos de hoy, deduzco que no, que los máximos responsables de nuestras tropas en misiones de alto riesgo en territorios conflictivos han olvidado colocar a los soldados allí destinados algo muy importante: inhibidores de dolor.

Pasa siempre lo mismo, no importa quién gobierne. Ocurre una desgracia y sólo entonces es cuando nos enteramos de que había forma de evitarla, pero que claro, es que no se contaba con que allí había tanto peligro, es que en otros sitios había más riesgo, es que es muy costoso, es que si resulta que hay otras prioridades... Pero sí, al final hay que reconocer ante las familias de las víctimas que se podía haber evitado.

Pues nada, lo que yo digo, que se ahorre un poco más en medios y echamos el resto en comprar los inhibidores de dolor. Es mucho más fácil.

Es cierto, los inhibidores de dolor no existen. Son cosas de estilografic, ya sabéis. Pero los otros, los inhibidores de frecuencia que anulan la activación de explosivos parece que sí, sólo hacia falta colocarlos. Vale también que el riesgo continuaría existiendo, que están en una zona conflictiva, que pueden matarlos de mil maneras, pero es que siempre pasa lo mismo.

Dejo a un lado los debates sobre la conveniencia o inconveniencia de los ejércitos, sobre si estamos en misiones de paz o en misiones de guerra, sobre si el Parlamento da o no da el visto bueno a determinadas misiones, sobre si este Gobierno o el anterior.... Vale, estamos ahí, en Líbano y en más sitios, y ese es el punto de partida. Pero entonces, ¿qué cuesta hacer las cosas bien?

Vidas; al final siempre acaba costando vidas.

(foto: El País)

lunes, junio 25, 2007

Kampei

Cuando en un banquete chino el anfitrión te mira a los ojos, te levanta su copa con las dos manos como haciendo que te la ofrece, te dice “kampei” y se la toma de un trago, prepárate porque vas a terminar cogiendo una cogorza de no te menees. Es como el brindis nuestro, pero te está diciendo que vacíes tu vaso, que no te entelas, que si quieres te lo digo en chino, compañelo. Pues eso, que kampei.

Los Reyes acaban de llegar a China bien acompañados por cerca de 300 empresarios que se supone que van allí a lo que viajan los empresarios a China, es decir, a hacerse ricos. Todos quieren hacer negocios con China, pero me da a mí que son pocos los que viajan conscientes de las dificultades que lleva consigo para un españolito introducirse en el mercado chino.

Lo primero es evidente, el idioma. Que es que allí hablan de otra forma, como más rara. Esta dificultad es salvable desde que se inventaron los intérpretes, es decir, lo chinos que también hablan español, que también están los españoles que hablan chino, pero esos son pocos y siempre están cogidos.

Otra dificultad más importante es la diferencia cultural. La manera de hacer negocios, vamos. Incluso hasta en los gestos que puedan parecer más anecdóticos. Ahí hay que tener cuidadito con el kampei, no vaya a ser que luego se digan cosas de las que más tarde podrías arrepentirte, como “donde hay que firmar, que ya ni veo” o por hacer la gracieta “filmo, filmo, que del caselío me fío”.Y cuidadito también con las tarjetas de visita, que para los chinos intercambiarlas es todo un ritual. Lo hacen con las dos manos y como con mucho cuidado, así que no se te ocurra guardártela en el bolsillo trasero del pantalón, que al emplesalio le va a sentar fatal que te sientes sobre ella, sobre todo si estás “goldito”.

Y por último está lo más complicado, por si alguien no se ha dado cuenta: que China no es un país democrático y que el ambiente desaforado de hacer dinero es un caldo de cultivo par la corrupción. Que se lo digan a la francesa Danone, sí, la de los yogures, que firmó un acuerdo con el mayor fabricante de bebidas de China, de nombre Wahaha, que yo no sé cómo no se dieron cuenta de que no eran de fiar, con ese nombrecito tan guasón, y así les ha ido que ahora están metidos en juicios. Casi seguro que les hicieron lo del kampei.

viernes, junio 22, 2007

Hemorroides

¡Hombre!, haberlo dicho antes, que ahora lo entiendo todo. Resulta que de Juana ha vuelto al hospital a hacerse una revisión porque, entre otras cosas que le suceden al muchacho, es que padece de hemorroides. Yo también las he sufrido en silencio y sí, ahora sí entiendo esa expresión de su rostro que yo confundía, válgame el Señor, con esa otra enfermedad también del culo que llaman odio.

Pues no, mira tú por dónde que se trata de almorranas, o de hemorroides, como se quieran llamar: “tumoración en los márgenes del ano o en el tracto rectal, debida a varices de su correspondiente plexo venoso”, que últimamente tiro mucho de diccionario. Sabes qué pasa, que como se trata de una inflamación de la venas en salva sea la parte, pues el pellejo por algún lado tiene que ceder, y entonces debe ser que tira de la cara, quedándose uno con esa expresión como de “como-te-coja-es-que-te-mato-hijodelagran...” que tiene siempre De Juana.

Lo de el término “hemorroides” yo supongo que se trata de un eufemismo, pensado con el culo, eso sí, pero un eufemismo. Porque digo yo que “almorrana” es cierto que suena muy mal, pero anda que “hemorroides”..., de Guatemala a Guatepeor nos vamos.

Es que lo de las hemorroides es una cosa muy pero que muy íntima, de ahí lo de sufrirlas “en silencio” que se dice. Tú llegas a una reunión de amigos, todos sentaditos que ya van a servir las copitas, y tú de pie, más tieso que un pincel.
- Venga estili, siéntate, ¿que quieres tomar?
- Pues casi me quedo aquí, de pie, que es que no me encuentro muy allá.
- Pues por eso, pues por eso, venga hombre, siéntate, que tienes mala cara.
- Pues si supieras cómo tengo el culo -, te dan ganas de contestar, y claro, al final tienes que confesar lo que te pasa. Y antes no tanto, pero es que ahora es un sinvivir estas cosas con lo de internet, que hay amigos que hasta tienen un blog personal y todo en el que cuentan cosas que les ocurren, que es que hay gente muy rara. Ya estoy viendo al día siguiente el título de la crónica de la fiesta: “las almorranas de estili”, o “estili sufre en silencio” o, yo que sé “¡se siente todo el mundo!, menos estili”.

Es como cuando vas a la farmacia a comprar la cremita, que como les ponen nombres discretos a los ungüentos, como para no enterarse de lo que le pasa a uno: Hemoal, Hemorrane... en esta última yo creo que se les fue una vocal, querrían decir “hemorrano”, por si no queda suficientemente claro que las tienes ahí, en el ano. Con lo fácil que sería buscar aquí también otros eufemismos más discretos, pero no. Yo opto por pedirle a la farmacéutica la “crema para el ojete” al tiempo que le guiño el susodicho, el de la cara, y así el que va detrás se queda con la duda de si es que vengo con la receta del oculista.

Ahora, lo que ya es más difícil de disimular es lo de los andares a lo Chiquito de la Calzada, así que te toca salir de la farmacia diciendo lo de “no puedorrrr, no puedorrr”, si es que quieres continuar con la farsa.

Las almorranas es que duelen que te cagas, aunque lo peor que te puede pasar precisamente cuando las tienes es eso, que te cagues. Las hay internas y externas, que se diferencian pues en eso, en que unas crecen hacia adentro y otras hacia afuera, que hay que explicarlo todo, con lo que duele sólo de pensarlo, y al final es como si explotaran cuando revientan y te quedas como nuevo.

A lo que iba, que De Juana ha vuelto al hospital a ver si le miran las hemorroides. Yo espero que las suyas sean internas, y que cuando exploten lo hagan bien dentro, en su propio culo.

jueves, junio 21, 2007

Horario de verano

Avanzado ya el mes de junio, hay muchas empresas que ya han implantado la jornada continua esa de horario de verano. Yo el tema lo conozco de oídas, porque la mía no. La mía se rige por un convenio colectivo de esos que sirven para todo el sector de oficinas y despachos, que ya entiendo yo ahora lo del añadido de “despachos”: sirve para darle la razón a quien lo tiene más grande, el despacho, entiéndase. Y el caso es que en el convenio figura, pero otra cosa es que se aplique.

Yo, visto lo visto, para la hora de comer tengo hasta cinco opciones:

1.- Ir al gimnasio y quedarme sin comer.
2.- Comer en la oficina.
3.- Comer de restaurante (menú)
4.- Comer de restaurante (menu...do atracón me pego).
5.- Comer de mala manera.

La primera, como que tengo cierta tendencia a descartarla aunque a veces resulte conveniente, y más ahora que se acerca la temporada estival y no está bien visto lo de ir haciendo el ridículo por esas playas con que la madre naturaleza ha dotado a este maravilloso país de contrastes, que parezco un anuncio de Viajes Marsans, de toda confianza.

Pero, qué quieres que te diga, yo no he visto cosa más aburrida que lo de la cinta de correr fija, la bici fija, el aparato de pesas fijo,...¡qué fijación, por Dios! Que digo yo que con lo que adelanta la ciencia, que es una barbaridad, ya podían poner una pantalla panorámica delante de la bici para que al menos vieras cómo te anima la gente, que te esta pensado el culo, campeón.

Y luego además es que el esfuerzo no te compensa. Porque bajas al vestuario a darte tu duchita y allí te encuentras al maromo de turno mirándose al espejo y sacando músculo, que encima el tío dice que es que se está abandonando y no se encuentra en forma. Pues si él se está abandonando yo lo que debo estar es caducado, dada la diferencia de anchura de espaldas entre un tipo y otro.

Así que descartada la opción uno vamos con la dos. Aunque nosotros tenemos en el trabajo el kit de supervivencia - nevera, microondas y cafetera - lo de comer en la oficina a mi no es que me guste mucho, que luego se te llena el teclado de fideos y cosas así. Además, siempre aparece el graciosillo de turno que te cuela el comentario en el blog: Fulanito dijo... ¡buen provecho!, y la próxima vez te tapas la boca y te limpias los morretes, cochino, que te has dejado enchufada la webcam”.

La opción tres resulta al final la más apañadita, porque la 4 queda para ocasiones especiales o para cuando se trata de comida de trabajo, y ahí el que paga es el dueño del despacho grande que os decía antes.

Aquí al lado hay dos sitios que depende del tiempo. No de si llueve o hace sol, sino de la hora. Si tienes de sobra, pero de sobra de sobra, al tiempo me refiero, puedes comer de tapeo, por compensar lo del gimnasio más que nada. La primera cañita te la plantan rápido, nada mas entrar, pero lo de las raciones, eso ya es harina de otro costal, que digo yo que dónde coño estará el costal ese al que han ido a buscar la harina para los boquerones. Cuando por fin te ponen la ración, en la caña no queda rastro ni de la espuma, y claro, otra cervecita para pasar los boquerones, y cuando te la traen, de los boquerones ni las raspas, y otra ración para acompañar la caña... Tengo entendido - que yo nunca lo he logrado - que si consigues que coincidan una vez caña y ración encima de la mesa te dan premio: un abono para el gimnasio, que ya te irá haciendo falta, y un muñeco de Cruzcampo, por tu contribución a la causa.

Como hay que volver a la oficina, que no olvidemos que no hay jornada intensiva, estoy dejando lo del tapeo y me voy a otro sitio, que ahí sí que no hay problemas de tiempo, todo lo contrario. A mi me han llegado a servir nada más pedir los tres platos a la vez, y el camarero se te planta detrás del cogote como vigilándote, que comas deprisita, rico, que tengo gente esperando. Yo creo que además es el mismo que el que se mira al espejo en el gimnasio o al menos se parecen mucho, sobre todo de espaldas. A mí ahí la comida no me suele caer bien, no sé por qué.

Pues nada, que la conclusión es que te pongas como te pongas te quedas sin siesta, que es lo que importa, para qué vamos a engañarnos. A no ser que optes por la opción dos, te la eches encima del teclado y te despiertes, claro, con las pestañas llenitas de fideos, tío guarro.

Estilografic.art

miércoles, junio 20, 2007

Piensa en mí

¿Sabe alguien lo que son las entrañas, exactamente? El diccionario de la RAE, sabio pero insensible, dice se trata de “cada uno de los órganos contenidos en las principales cavidades del cuerpo humano y de los animales” y también que son la “parte más íntima o esencial de una cosa o asunto”. Yo sé lo que son, porque un día se me metió ahí una canción y no hay forma de que salga. Hablo de “Piensa en mí”, de la versión que hizo Luz Casal y popularizó Almodóvar en Tacones Lejanos. Las entrañas no son como los MP3 de un giga, no te creas, no, no debe haber mucho sitio ahí, en las entrañas digo, que deben caber sólo dos o tres temas como mucho. Pero, oye, no hay forma de borrarlos.

Sigo a Luz desde que le hacía coros a Rosendo y compañía en los conciertos de Leño, que para quienes sean demasiado jóvenes - nos os preocupéis, que todo se cura – diré que es el grupo en el que la guitarra más carabanchelera de todo Carabanchel dio el salto a la fama. Luz pronto destacó en solitario y sin ser una voz lo que se dice técnicamente perfecta tenía eso que te digo, que se te metía en las entrañas, no veas de qué manera.

Hace poco Luz nos anunciaba discretamente que se tomaba un descanso debido a su enfermedad, con la misma discreción que ahora en su web nos dice que sus venas están quemadas, sus ojos vagos y llorosos, sus huesos doloridos, sus músculos lentos, su cuerpo perezoso, su estómago resentido y su cabeza calva, pero que felizmente, ha terminado con la quimioterapia.

Luz se ha visto a sí misma al final del túnel y yo, que no la conozco personalmente, la verdad, me alegro mucho porque, ya lo he dicho, llevo un trocito de ella en las entrañas. Este que aquí os pongo:




Estilografic.art

martes, junio 19, 2007

Volvemos con más diversiones

En enero de 2007 iniciaba con ilusión una nueva aventura que, como tantas otras, acabó deteniéndose principalmente por falta de tiempo. Por suerte, después de estar repitiéndome día a día que se trataba sólo de un paréntesis, he conseguido cerrarlo. El paréntesis, digo, que tampoco es tan difícil. A mi favor jugaba la motivación de ver qué ocurría día a día a mi alrededor. Si para mi resultaba sorprendente, ¿por qué no iba a serlo para lo demás?

Pues eso, que retomo otra vez mi otro blog con la ayuda de Alicia, la aprendiz de bloguera más joven que jamás conocí. Para quienes no lo conozcan, se trata de GUGU TATA, la magia del lenguaje infantil, un blog basado en observaciones, notas y recuerdos que voy almacenado sobre el desarrollo del lenguaje en mi hija pequeña. Procuro que sean anotaciones significativas y que a partir de ellas se puedan establecer conclusiones, pero también trato de huir de la excesiva especialización académica para hacer que resulte lo más divertido y atractivo posible.

Así que, como decia Porky, aquí volvemos "con más diversiones". Os dejo con nuestra última conversación, y para más información, visite nuestro blog.

- ¿Qué haces con la silla? (está haciendo que muerde una silla).
- Estoy comiendo.
- Pero si ya has cenado.
- Es que tengo hambre.
- Deja la silla, Alicia.
- Cállate, es que tengo hambre.
- ¿Que tienes hambre?
- Es que tengo hipo.
- ¿Qué?
- Es que tengo tos. Papá ven, ven un momento, que te quedes aquí. (coge una flauta).
- ¿Que estas haciendo con la flauta?
- Papi quiero cacorra .
- ¿Otra vez?
- Otra vez, no se me escapa.
- Estoy comiendo cacorra (como lo de la silla, es mentira, claro).
- ¿Has terminado?- Estoy cucando (tocando) la fuauta (flauta). Déjame.
- ¿El qué?
- La fuauta, toca tú.
- No. Es flauta.
- Fuauta, ¿como se llama esto?
- Flauta.
- Fuauta.
- Flauta de Bartolo.
- No, es de la tati (hermana).

lunes, junio 18, 2007

De película

A veces me pregunto si hay tipos que escriben previamente los guiones de los partidos de fútbol. El de ayer se salió, la madre que lo parió al tío. Qué manera de sufrir (toma guiño a los atléticos). La peli lo tenía todo, hasta cameo incluido del los Cruise junto a la mismísima Victoria, todos con gafas oscuras pa’ que no sepan que están mirando, y diente de oro que cuando ríen se ve brillando (toma banda sonora de Rubén Blades).

Yo me bajo al bar de Diego a ver la peli futbolera y peor no puede empezar, que me cuesta hacerme un hueco, pegadito a la máquina tragaperras, y ya está marcando el Mallorca, mecagoenlaleche, cuando entra un tipo a jugar a la maquinita, que es que tengo unos euritos y me va a salir, el premio, que me dejes pasar, y que cómo te vas a poner a jugar a la máquina, es que no ves que no hay sitio, que no puede uno ni acercarse a la barra a pedir una cerveza, y en esto que el holandés se lesiona, a ver quién mete los goles ahora, que hacen falta dos, por lo menos. Mientras, el pesado de al lado que si te imaginas que pierde el Barça, que si te imaginas que pita un penalti, que si te imaginas que falla el portero..., te imaginas, te imaginas, en el fútbol no se imagina nada, que diría Capello, se gana y punto, como sea, ¿capichi?, si es que si no no se calla, el tío, y me está poniendo de los nervios, y el de la maquinita que me dejes, que me han salido cinco euros, y el de delante que te estás pasando, que te largues ya hombre, ¿que no ves que estás molestando?, pero es que el Mallorca está a punto de marcar el segundo, que si no sale Casillas la cagamos, y esto que se está poniendo feo, pero que muy feo.

Descanso. Me subo a casa a cenar. Me bajo de casa de cenar. El pesado que se ha ido, el de la maquinita también, la cosa pinta mejor, aunque para pintas los de las gafas, que ahí siguen, que digo yo que será para los fuegos artificiales del final, que no veas como deslumbran, y ya vienen los Reyes, Melchor, Gaspar y Diarrá, y el Barça goleando pero me da igual, que sacan la ración de morcilla y no llego, pero me da igual, que vuelve el pesado, pero me da igual, el de la maquinita, pero me da igual, se va Roberto Carlos y me da igual, se marcha Beckam y lo mismo, pero, por favor, que se lleve a los de la gafas.

Hemos ganado, oh Diosa, le susurra Raúl a la Cibeles mientras le coloca la bandera. Y ella, la pobre, como que se queda de piedra, que ya todo le da igual.

viernes, junio 15, 2007

Selectivi divi divi, selectivi divi dad

Tengo un sobrino que estos días se ha examinando de selectividad, el pobre. A mi sobrino lo que más se le atasca es el inglés, que le ha costado sacarlo un egg y parte del other. Pero eso sí, tú le preguntas por los exámenes y es como si se volviera bilingüe de repente, el tío:
- ¿Qué tal la selectividad, nene?
- mmmm...
- Aprobarás, ¿no?
- esto....., ejmm....
- Bueno, ¿te salió bien o no?
- pssss....
Pues eso, que no hay quien le entienda.

Hay que reconocer que en nuestra época (puede incluirse en “nuestra” todo aquel que tenga más de 25 y menos de 50, así doy margen de sobra) la selectividad era más fácil, al menos en historia, porque, claro, el temario era ligeramente más corto. Ya sabías tú por poco que hubieras estudiado que difícilmente te iba a caer el periodo del Gobierno de Aznar, a no ser que tu profe fuera Rappel o algún ejemplar de su calaña, de esos que adivinan el futuro. En mi caso no, se trataba de un tipo normalito, que no llevaba tanga debajo de la sotana ni nada.

Por cierto, ¿se sabe algo de Rappel? Yo es que alucino con cierta gente, y perdón por la divagación que sé que no tiene nada que ver con el tema. Rappel o el padre Apeles, por ejemplo. Les tienes hasta en la sopa y de repente, ¡plas!, como que desaparecen por arte de magia y no se vuelve a saber nada de ellos. Algún día de estos, me temo, van a desaparecer Jordi González, Jesús Vázquez y la Zaldívar, ya lo verás.

En mi época lo de la selectividad era como lo de la mili, todo el mundo esperando a ver si la quitaban un año de esos. Yo no tuve suerte ni con lo uno ni con lo otro, porque la mili la hice, como Dios manda. Bueno, mandar lo que se dice mandar el que mandaba allí era el capitán, Popeye le llamábamos, que era chiquito pero tenía unas brazos que parecían las piernas de Roberto Carlos (el futbolista, no el cantante). La mili la hice de sargento de complemento. Lo cierto es que nunca supe qué coño significaba lo de “complemento”, que a mi me sonaba más que nada a sexta planta de El Corte Inglés. Y la selectividad pues también la hice, a ver qué remedio, además por letras puras, en plan clásico.

A mí lo que más fácil me resultaba era el comentario de texto, porque - no sé si se me nota mucho - me gustaba enrollarme, que voy a tener que ir cortando el post, pesadito que es uno. A mi amiguete, en cambio, lo del comentario no le hacía ni pizca de gracia. Miedo, lo que se dice miedo tampoco le tenía, que luego se atrevía con cualquier texto, el tío. Otra cosa eran los resultados.

TEMA: pues pongo el título, textual, que seguro que no me equivoco, para qué le voy a llevar la contraria al autor, que son ganas de sembrar polémica.
ESTRUCTURA: pues lo mismo; si el texto tiene cuatro puntos y aparte eso significa que son cuatro partes, más claro el agua, te pongas como te pongas.
CONCLUSIÓN: oye, pues que me ha gustao y que de acuerdo en todo, que cómo escribe el tío. Y a otro cosa, mariposa.

Y tanto que a otra cosa, creo que al final se hizo presidente de club de fútbol, que de tonto no tenía un pelo, ahí donde lo ves.

A mi la duda que me surge es que pasaría si de repente nos hicieran un examen de selectividad a todos, así sin avisar. Sí, sí, a ti también, no te escapes. Y a usted, señor alcalde de Madrid, que tiene usted cara de empolloncillo, no lo vamos a negar. Pues me temo que iba haber más cates que en el expediente académico de Paquirrín. No te extrañe que salga luego la fiscal Olga Sánchez a leernos la cartilla, con razón, y a decirnos que aprobar aprobaríamos, pero que no tenemos la altura y la grandeza para ejercer una profesión tan importante como la nuestra. Sea cual sea.

Estilografic.art

jueves, junio 14, 2007

La nevera y el chino

También es mala pata lo mío. Ahora que se acerca el verano y que el domingo nos espera una jornada liguera de nervios y cerveceo frente al televisor, la nevera va y se estropea. La nevera es que, parece que no, pero es importante que te cagas, con permiso por cierto del water, que también. Yo diría que es el aparato sobre el que gira toda la estabilidad del hogar dulce hogar. Por encima de la tele, dónde va a parar.

Sin ir más lejos, nosotros en casa no necesitamos calendario. Nos sobra con la nevera. "Papá, ¿qué día es hoy?" "Espera hija, que abro la nevera y te lo digo". Tú abres el electrodoméstico en cuestión un lunes y los ojos te hacen chiribitas, la comida y la bebida rebosan y se recrean en su propia abundancia. La abres un miércoles y ya dices, vaya, cómo se come en esta casa, son como lobos. Y si la abres un viernes lo más probable es que te entre una depresión de caballo de ver cómo tiritan las paredes de ese espacio diáfano y no precisamente de frío, que ya estás tardando en irte a hacer la compra, chato.

Luego está lo del misterio. Como que qué misterio, pues el misterio de la luz de la nevera, anda que no se ha escrito sobre eso. Que si se apaga cuando cierras, que si no, que si se queda encendida y pasan cosas dentro, que hay seres extraños que habitan ahí dentro y que son los que acaban con tus provisiones (excusa que sirve además para argumentar que tú no has sido el que te has bebido las cervezas, borrachín, que eres un borrachín).

Una nevera es casi como una madre. De hecho, durante esa tierna época por la que todos hemos pasado en la que los bebés sólo toman leche, la única diferencia que hay para ellos entre la nevera y la madre que los parió es que la primera tiene pegatinas e imanes en la puerta. Se pasan el día de la teta al biberón y del biberón a la teta, que ya es vida. Bueno, esto es broma, que una madre es una madre y no hay más que hablar, pero lo de las pegatinas sí que es otro tema a tratar, que cuando compras el aparato te fijas mucho en la estética y en cómo quedará en la cocina, y luego para qué, si la puerta nunca se ve de la cantidad de gilipolleces que tiene colgando.

Ahora en cambio, con lo de los chinos, las cosas están cambiando. Las tiendas, digo, que no me estoy refiriendo al superávit comercial del país asiático, aunque algo tendrá que ver, seguro. A la nevera le ha venido muy bien lo de la proliferación de tiendas chinas porque como que la relaja un poco de responsabilidades y le quita tensión, al aparato. Que una tarde tonta se te presentan en casa los “cuñaos” y el vecino del tercero con un tipo al que no conoces pero que bebe y zampa como un cosaco a ver el partidito de la champions, pues nada, como la nevera ya tirita, que es miércoles, pues te bajas al chino a cargar con cervezas, pizzas y patatas fritas, que tampoco les vas a sacar el jamoncito que tienes guardado para ocasiones especiales, que uno es buen anfitrión pero no tonto.

Eso sí, el chino – el de mi barrio por lo menos, que se llama Gong Zu – es más de noche que de mañana. Tú te quedas sin espuma de afeitar antes de salir para el curro y ya te estás pasando la maquinilla a pelo, pedazo de hombre Marlboro, porque en el chino es que te lo pone bien claro a esas horas: “celado”. Están dentro, los cincuenta que son más o menos, muy al fondo y apiñaditos pero están dentro, lo que pasa es que no te van a abrir, hombre, que no son horas.

Ahora bien, si tú bajas a las doce de la noche, que te has quedado sin... qué sé yo, crema desmaquillante para ojos, por ejemplo (a mí no, pero a mi mujer sí le ha pasado alguna vez), pues hala, corriendo al chino que todavía los pillas en danza. Seguro.

Así que, amiguitos y amiguitas, cuando os encontréis en un apuro, recordad lo que decía Confucio:

“Si en holas intempestivas
ya te cluje la nevela,
acuéldate de que tienes
un chino abielto en la acela
...de enflente

Estilografic.art

miércoles, junio 13, 2007

Misterios de presidentes (vete tú a saber)

A mí y a mi amigo, al salir del insti, nos preguntaron una vez la hora, troncos. "Las dos y cuarto", contestamos inocentes. Los colegas nos esperaban en la esquina siguiente, que estaba más resguardada, por aquello de mantener la discreción, digo yo: "dadnos el peluco, rapidito". Y nos soplaron el reloj. Bueno, a mi amigo, que yo no recuerdo si es que no llevaba o que los choris tenían prisa. Así que nos robaron a plazos. Primero la hora y luego el reloj. San Blas, ciudad sin ley, era entonces mi barrio.

Al presidente Bush le han levantao el peluco en Albania. Pobre, con lo que cuestan. Pero los choris no le han pedido primero la hora, sino que ha sido más bien un acto de “autoservicio”. Entre abrazos y manoseos la muchedumbre actúa y se lleva ese preciado aparato que marca las horas de las intervenciones militares, que no es poco.




Ahora dicen que no, que Bush no perdió su reloj, que un guardaespaldas lo encontró y se lo devolvió a su mujer. Yo no digo que no, pero sabiendo lo que mienten los presidentes y cómo se las gastan algunos guardaespaldas de algunos presidentes me queda la duda de dónde lo encontró y del estado en que quedó el albanés en cuya muñeca pudiera haber aparecido el cacharro.

Yo es que ya no me creo nada que venga de un presidente. Si hasta seguro que la hora del reloj de Bush es falsa. Ojo, hablo en general, no me estoy refiriendo a los nuestros, aunque también a veces. Veo hoy la foto de portada de El País, en la que Putin visita a Alexandr Solzhenitsin, y, que quieres que te diga, no me surgen más que dudas, sobre todo conociendo al tipo de atrás. Putin sirvió en el KGB, la organización que represalió a Solzhenitsin, así que me pregunto si en plenas condiciones físicas el Nobel de Literatura hubiera recibido al presidente en su propia casa.

Yo, vista la foto no me queda otra que dejar volar la imaginación, y lo primero que me llama la atención es el aspecto del Nobel. La ausencia de movimiento en su figura inerte. Parece un muñeco de cera. “Pasa, pasa, Putin, me vas a disculpar que no me levante, pero es que lo que me hicisteis tú y tus colegas del KGB me lo impide”.

Y luego está Putin, ese sí que se mueve, y va director al grano, es decir, a que le hagan la foto, que la imagen seguro que vende. Pero si te fijas en su mirada también te surgen dudas, porque está perdida entre el "personaje de cera" y el pedazo de pastel que tiene a su lado, que luce una pinta estupenda. ¿Qué quiere Putin, desagraviar al viejo Nobel o ponerse morado a pastelitos? Y sobre todo, ¿qué querrá Solzhenitsin, que pase el presidente a compartir con él mesa y mantel o que se vaya de una puñetera vez y le deje morir tranquilo?

Vete tú a saber. Son los misterios de los presidentes.

martes, junio 12, 2007

Yo, el más guapo

Se ha puesto muy de moda, yo creo que favorecido por el crecimiento de la presa gratuita, ese tipo de periodismo “facilón” que convierte en un titular a cuatro columnas, con gran despliegue informativo, el resultado de la encuesta más ocurrente jamás realizada.

Salen así noticias que son la leche, como por ejemplo la de hoy en 20minutos: “Vallecas, Carabanchel y Salamanca, los distritos con más cacas de perro”. ¿Qué pasa, que han ido contando una a una las caquitas distrito por distrito? Pues no, se basan en un rigurosísimo método científico: son los distritos más señalados “en el medio centenar de cartas recibidas en la redacción de este periódico”, que te lo aclaran un poco más abajo hombre, no seas tiquismiquis (escrúpulos o reparos vanos o de poquísima importancia; persona que hace o dice tiquismiquis, RAE). De todas formas, no es por nada, pero para mí que la noticia huele.

Pues no te pierdas la del QUÉ de ayer, que tampoco tiene desperdicio: “las rupturas les dejan el corazón más partío a ellos” (habla de las rupturas matrimoniales, aclaro). Toma ya, con guiño a los fans de Alejandro y todo. Este se basa en un estudio del Instituto Nacional de Estadística canadiense, que digo yo que no se podían haber ido más lejos a buscar la información. Espera, espera, que la noticia se completa con otra joya del periodismo: “El matrimonio es bueno para la salud”. Hombre, pues depende, qué quieres que te diga, ¿o es que nadie ha participado en los partidillos esos tan lamentables de “solteros contra casados”. Y quién gana siempre ¿eh? Si los casados son patéticos, acaban siempre más de cinco en el hospital o echado el bofe (pulmón de las reses que se destina al consumo, RAE).

Yo hoy, dejándome llevar por esa corriente periodística, no he podido resistir la tentación y antes de salir de casa esta mañana he hecho una pequeña encuesta entre lo miembros de mi familia, a ver si sacaba algún titular de esos que lo flipas.
Chicas – les he dicho como quien no quiere la cosa a mi mujer y mis hijas - ¿quién creéis que es el hombre más guapo de esta casa? Las respuestas han sido:
- Hija mayor: ¿ya estás con tus tonterías?
- Hija pequeña: Papi, ¿me pones los dibujos?
- Mujer: anda, anda..., que vas a llegar tarde.

Aunque es cierto que no ha habido unanimidad, considerando que mi hija pequeña ha pronunciado la palabra “papi” y que soy el único varón de la familia, no sé a vosotros pero a mi me sale el titular: “Yo, el más guapo”.

lunes, junio 11, 2007

La distancia

Muy de mañana, lo primero que oigo nada más levantarme es el bramido de las sirenas de los barcos que se disponen a zarpar rumbo al Estrecho. Hombres fornidos que portan vistosos chalecos salvavidas, trabajadores del mar de manos curtidas en salitre, acuden a iniciar su jornada laboral con los ojos color horizonte y el estómago firme de sofocar mareas. El olor a pescado se mezcla con el aroma del café mañanero mientras la radio da la previsión meteorológica, el Padre Nuestro de los hombres de la mar.

Y las noticias: Zapatero y Rajoy se reúnen en la Moncloa. Es entonces cuando, ya más desperezado, me doy cuenta de que son rumanos de ojos claros quienes portan chalecos reflectantes, que la marcas de sus manos son heridas de tanto cargar y cargar cubos, de que sus tripas resisten a base de anís y coñac las mareantes resacas de los lunes, que el efluvio de los peces en ocasiones se confunde con el hedor de la comida en mal estado y que el sonido que retumba en mis oídos es el eco de la bocina del camión de la basura.

En fin, que las distancias son insalvables y que vivo a casi 400 kilómetros de distancia del mar, rumbo sureste.

ACTUALIZACIÓN: Rajoy ofrece apoyo al Gobierno "sin condiciones" para derrotar a ETA. A ver si al final resulta que se va a ver el mar desde mi terraza. ¡Ojalá!

viernes, junio 08, 2007

Había una vez un circo

Hoy, quizás inspirado por el título de la entrada que el otro día publicaba Una Mujer Desesperada en su blog, he decidido hablar de payasos, pero no, no va por ahí la cosa, no se trata de ETA ni de la situación política, que yo, como Mariano también en su blog, me estoy intentado unir a lo del “espacio sin ETA” que nos proponía el otro día.

Me refiero a los payasos de la tele; no, tampoco me estoy refiriendo a los famosetes y demás fauna que se pasea por los programas del corazón, sino a ellos, a Gabi, Fofó, Miliki y Fofito, a los del “¿cómo están ustedes...?, que me he enterado de que en los premios de la Academia de Televisión le van a hacer un homenaje a Miliki, ese hombre.

Yo reconozco públicamente que he mamado de las payasadas de los payasos. ¿No hay grandes y renombrados pintores actuales que reconocen la influencia de otros que llegaron antes como Goya, Velázquez o Matisse? ¿No existen escritores contemporáneos que admiten la influencia de los clásico en su obra?, pues a mí me pasa con los payasos, qué queréis que os diga. Cada uno en su nivel.

Aunque yo la verdad no es que me dedique a eso, a lo de ser payaso me refiero. Pero sí es cierto que cuando gasto alguna broma, digo alguna tontería o escribo alguna payasada me sale lo que yo llamo el “síndrome de don Pepito”, que consiste así, a grandes rasgos, en recurrir a cierto sentido del humor infantilote y absurdo, al que procuro aplicar cierta dosis de ternura sin perder la ironía. Vamos, que más de uno me daría un par de tortas a ver si me espabilo.

Eso sí, yo nunca les perdonaré a los payasos la de tiempo que me habrá hecho perder pensando en el significado de la letra de algunas de sus canciones. Me pasaba sobre todo con la del coche de papá, que anda que no le habré dado vueltas a qué quería decir aquello de “pero no me importa porque llevo torta”.

- Estili, estili, en qué estás pensando que estás como en trance y no te enteres de nada?- me regañaba la seño en clase.
- En la torta que lleva el papá de Fofó en el coche, seño, que no me lo quito de la cabeza.
- Qué torta ni qué torta, como te suelte yo un mamporro vas a dejar de hacer el payaso, que tú si que eres “un caso singular”, y no la gallina Turuleca, ¡ciruelo!, que eres un ciruelo.

Pero a mi más que las canciones lo que me gustaba de verdad era La Aventura, un corto en el que se soltaban como actores y que metían en mitad del programa. Ahí era donde los payasos desarrollaban más su vena gamberra, con aquella forma tan socarrona que tenía Miliki de disimular cuando hacía algo malo (nananiana nanianaaaa...), o con frases antológicas que nunca llegué a entender pero con las que me meaba por la pata abajo como lo de “el mar, idiota, el mar”.

Mi preferido siempre fue Miliki, porque a Fofo la verdad es que lo recuerdo menos, Gabi es que era el serio y Fofito como que me hacía menos gracia. Luego llegó Milikito, pero ya era otra cosa, el payaso espuma que le llamo yo, por cómo ha ido subiendo, el tío. Empezó de payaso, después cómico, luego actor, más tarde productor ... y ahora, presidente de La Sexta. Supongo que el próximo paso es la presidencia del Gobierno, que ya más arriba no se puede subir. Conozco yo más de uno que lo mismo pero al revés, empiezan siendo presidentes del gobierno y acaban convirtiéndose en payasos, pero bueno, ese es otro tema.

Por cierto, que se confirma que De Juana no nos come nada y que Otegui ha sido detenido. Ya advertía yo de que iba a hablar de payasos. ¡Socorro, aulisio...!


Actualización: por aclamación popular, un par de vídeos más de propina:

jueves, junio 07, 2007

La piscina

Se acerca el calorcito, y mi comunidad de vecinos anda revolucionada porque de aquí a nada abrimos la piscina. Es que lo de la piscina en mi comunidad es la leche, hasta el punto de que últimamente el único tema de conversación entre vecinos es ese: el recinto destinado al baño, a la natación o a otros ejercicios, juegos y deportes acuáticos comúnmente conocido como “piscina”.

Yo ayer mismo estaba sentado tranquilamente en el banco de mi parcela y en un momento dado se me despista la niña, así que pregunto a los queridos vecinos que compartían conmigo solaz y placentero descanso si alguien la ha visto. La respuesta fue unánime y no se hizo esperar:
- ¿Qué?, ¿qué?, ¿qué has dicho de la piscina? -, me sueltan a coro.
Y yo: "Cristina, he dicho Cris-ti-na, a mi hija me refiero, que si alguien la ha visto." ¡Qué obsesión con la piscina!

Y bueno, no te lo vas a creer, pero la gente se ha apuntado a gimnasios, se castiga con dietas de lo más estrictas, broncea su cuerpo serrano a base de rayos UVA para no hacer el ridículo el primer día de baño, se entrega a la depilación láser como si le fuera la vida en ello... un sinvivir esperando el día de apertura, vamos.

Sin ir más lejos, la mercería de al lado de casa se ha puesto las botas a vender trajes de baño para él y para ella, que digo yo que luego no sé que va a pasar, porque la verdad es que mucha variedad no es que tenga, así que nos veo a todos los hombres luciendo idéntico bañador y a las mujeres todas con el bikini como de equipo de natación sincronizada, que no cambian ni los colores. No va a haber quién nos distinga: todos depilados, todos bronceados, todos esculturales, todos con el mismo bañador... Bueno, al calvo del portal B sí, a ese se le diferencia enseguida.

La historia viene de largo. El problema es que cuando se construyeron nuestros pisos la parcela no tenía piscina y ha habido que hacerla después, con la consiguiente dificultad de poner a la mayor parte de los vecinos de acuerdo y de que los que no lo estaban consintieran que los que sí paseemos lo michelines impunemente por el patio. El que los tenga, claro, que hay de todo.

El asunto ha costado sangre, sudor y lágrimas, hasta que después de pasar por numerosos enfrentamientos, odios, peleas e incluso juicios al final el año pasado conseguimos construir la ansiada piscina. Hubo que hacer virguerías para resolver el asunto y recurrir a la solución más rápida: el que paga se baña, el que no, a secano. O sea, que hemos construido la piscina sólo entre los vecinos que estábamos dispuestos pagar, y los que no, pues lo siento, pero no se pueden ni mojar los pies.

Para regular la situación ahora además de la Comunidad de Vecinos existe la llamada Comunidad de Vecinos Usuarios de la Piscina (CVUP) - tela marinera, el nombrecito -, que como ya habrán imaginado los lectores más despiertos la formamos sólo los vecinos que tenemos derecho a bañarnos. Digo yo que al paso que vamos al menor descuido seguimos haciendo comunidades, y dentro de poco vamos a tener la Comunidad de Vecinos Usuarios de la Piscina con Tanga (CVUPT), la Comunidad de Vecinos Usuarios de la Piscina con Gorrito de Baño (CVUPGB), la Comunidad de Vecinos Usuarios de la Piscina con Manguitos (CVUPM)..., como si lo viera.

La historia ha tenido su final feliz, pero claro, quedan resquemores e inevitables malos rollos entre los vecinos después de tanto enfrentamiento. Hay vecinos, los que han sido ultradefensores de que en la comunidad no hubiera piscina - “el comando” les llamamos - que si tú perteneces, como es mi caso, a la CVUP como que te miran mal, que además no sé cómo saben que eres “piscinero” - así creo que nos llaman ellos a nosotros – que yo al menos no voy en chanclas y con el flotador en el ascensor, pero bueno.

Supongo que tantas historias y dificultades han contribuido a que el asunto de la piscina se haya convertido en una verdadera obsesión. Sin ir más lejos, ahora, mientras escribo y ante la expectación de todos los vecinos que se asoman a las ventanas con la ansiedad de la madre que espera el regreso de su hijo después de la larga ausencia, los técnicos de mantenimiento se disponen a retirar la lona que ha protegido el agua de las inclemencias atmosférica durante el largo y crudo invierno.

Están en ello, están en ello, y... ¡maldición!, ¡esto va a ser cosa del “comando”!... ¡Nos han tapado el agujero!

miércoles, junio 06, 2007

Bienvenido al mundo imperfecto

Hoy parecía el día perfecto. Cojo el metro a su hora y no va ni lleno no vacío. Si va lleno, ya se sabe, te acaba sudando hasta el cóccix, que si no me equivoco viene a ser algo así como el proyecto del rabo que nunca nos creció (salvo excepciones), y si va vacío... si un metro va vacío en plena hora punta pueden estar sucediendo dos cosas: o que sea agosto o que se esté acercando el fin del mundo.

Los pasajeros ordenados en sus asientos de dos en dos, chica/chico, chica/chico, y los que viajan de pie lo hacen distribuidos a la perfección en los espacios diáfanos del vagón. La luz ilumina los rostros de los más bellos, y oscurece los defectos de los menos afortunados. Un cuadro de Vermeer parece aquello.

A mi lado, lo suficientemente lejos como para no sentirme agobiado y lo suficientemente cerca para no sentirme solo, una muchacha bien vestida. Es, junto conmigo, la única persona que parece viajar sin compañía. El tren llega a la estación, sube otra chica, hola qué tal le dice a la muchacha. Ya son dos. Otra estación, hola qué tal, ya son tres, otra estación, hola qué tal, ya son cuatro. Todas impecables, tan temprano, Parece que vinieran de la peluqueria y no de la cama. Conversan de manera ordenada. De marketing, hablan de marketing.

Se me ocurre estornudar y me miran extrañadas. “Perdón”, suelto apurado. Resulta que el jefe de la primera quiere que hagan una web, bueno, que hagan La Web, así, con artículo y mayúsculas. La perfección absoluta, a la pagina no se debe acceder desde Google, qué vulgaridad, la gente debe saberse la dirección y teclearla, por favor, adónde vamos a llegar. Eso sí, ni un duro, vosotras veréis cómo pero ni un duro. Faltaría más. En una empresa pequeña como la nuestra. Ah, y en las fotografía nada de negros o sudamericanos, todos bien blanquitos, con corbata y chaqueta, y monas, ellas muy monas. ¿Contenidos?, bueno, eso es lo de menos, ya se verá. Lo importante es que a esa gente les entre por los ojos. Marketing, queridas señoritas, eso se llama marketing.

Las chicas van abandonando el vagón estación a estación, exactamente en orden inverso al que llegaron. A mí todavía me faltan tres, que no había otro número más imperfecto.

Salgo a la calle. Hace fresco para ir sin chaqueta. Tropiezo por penúltima vez y veo gente normal y corriente - guapos, feos, gordos, flacos - que corren porque llegan tarde al trabajo, las obras, los atascos, rusos, españoles, dominicanos, chinos... Le compro el periódico al kiosquero cojo que, vaya por Dios, no tiene cambio, así que me tomo un pésimo café para romper en pedazos mi último billete de 50. Ya lo tengo, el gesto compungido de Zapatero en todas las portadas. En fin, mi vida, la tuya. Bienvenido al mundo imperfecto, amigo.

(foto: El País)

Estilografic.art

martes, junio 05, 2007

Que les den

¿Qué se puede decir que no se haya dicho ya sobre esta etapa de negociación, tregua, alto el fuego, proceso de paz o como quiera llamarse, ahora que parece que definitivamente toca a su fin después del último comunicado de ETA? Yo me haría dos preguntas:

1.- ¿Estamos mejor o peor que antes? Es evidente que estamos mejor en lo que se refiere al tiempo transcurrido sin víctimas ni atentados, si exceptuamos el punto negro de la bomba de la T-4 en Barajas. En ese sentido, que nos quiten lo bailao. Pero también es cierto que hemos retrocedido en cuanto a que nuestra sociedad parece estar más dividida, políticamente hablando, y existe un notable clima de crispación. Empate técnico entonces, diría yo. Lo uno por lo otro.

2.- Quién es el responsable de los resultados negativos? Pues en primer lugar, y sin ninguna duda, el único responsable real es ETA. Pero en lo que a nosotros respecta, su culpa tiene el Gobierno como máximo responsable de la situación política; su culpa tiene el PP por aprovechar el contexto para lanzar una desaforada campaña de desprestigio llena de zancadillas y obstáculos al Gobierno; su culpa tienen los medios de comunicación, que han entrado a saco en la batalla jugando a favor de sus propios intereses, y nuestra culpa tenemos los ciudadanos por habernos dejado arrastrar por esa riada de descalificaciones y despropósitos. Es decir, también empate técnico.

Pues bien, comencemos una nueva etapa en este país, pero no por lo que diga ETA, sino por voluntad propia. ETA no va a cambiar nada esencial. Nuestro sistema y nuestras instituciones han sobrevivido a ella durante décadas. Allá ellos con sus locuras y desvaríos. Nosotros, a lo nuestro: unidad social y política frente al terrorismo es lo que hace falta. Y, sobre todo, no dejarnos vencer por el miedo.

Que les den.

Estilografic.art

lunes, junio 04, 2007

Aquellas pequeñas cosas

Andaba yo tan tranquilo en viernes por la tarde, pensando en la de cosas que tenía pendientes y de repente, ¡catuplum!, todavía no sé cómo se me echó encima en fin de semana. Mira que es algo que pasa todos los viernes, pero no sé chico, me cae así tan de sopetón que cuando quieres reaccionar ya estás de sábado.

Y yo es que ya el fin de semana no soy nadie. O mejor dicho, soy otro, que es como si me teletrasportaran. Las únicas fuerzas que me quedan las dedico, aparte de lo del partidito, a comprar la prensa, que ya es bastante. Lo digo porque bajar a comprar el periódico los domingos cada vez se va pareciendo más a ir al Ikea a comprar muebles cuando tienes casa recién estrenada y las paredes tiritando. Vamos, que te traes de todo: la enciclopedia de los seres extraterrestres, la serie de abanicos de las folclóricas, la yogurtera por piezas, el juego completo de tupperwares históricos, la colección de maracas pintadas a mano..., que para qué coño querré yo una colección de maracas precisamente ahora, en esta etapa de mi vida.

Pues al final cargas; no será cómo lo hacen pero cargas. Y para una que sacan que te interesa, como me pasó a mí con las tazas del Forges, se te agota rápido. Mira que ese día me fui prontito a por el periódico, pero nada, se ve que hubo quien durmió a pie de kiosko o que Forges pintó pocas, que si no no se entiende.

Ayer repetí la operación, aunque confieso que estuve por desempolvar el saco de dormir para asegurarme, pero esta vez sí que pillé el disco de Sabina, que todavía no lo he dicho pero lo que iba a contar es que este fin de semana El País ha comenzado la colección de discos de Sabina y Serrat. Palabras mayores.

En esta ocasión además he tenido suerte, porque como promoción regalan el Física y Química, que es de los pocos que no tengo, bueno sí, lo tuve en una cassette de esas que había antes (¿se acuerda alguien de ese trasto?), pero no sé qué fue de ella, la verdad. Y es el único gratis, porque luego te soplan 9 euros por cada CD, que viene además con un librito muy mono. Es lo del cebo que te ponen, que luego va el pececito tontodelculo que pica, te enganchas y no hay forma de soltarse.

Aunque la verdad es que yo creo que esta vez no me voy a enganchar, porque además de tener ya casi todos los CDs yo es que las canciones de Serrat y Sabina las tengo almacenadas en el disco duro de mi cabeza. Que son parte de mi vida, en pocas palabras. Yo estoy por ejemplo leyendo en el metro algo que no me está gustando y automáticamente mi cerebro se programa y empieza a volarme esa canción para ti, Lucía, la más bella historia de amor que tuve y tendré... O estoy aburrido comiendo solo en algún bareto de mala muerte y me sale que quiero mudarme hace años al barrio de la alegría, pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía...

Como bien contaba este fin de semana EPS, estos dos pájaros representan el yin y el yang. Te cuentan en sus canciones todo lo que tú no has vivido y te lo hacen vivir, como si fuera tuyo. Cada uno a su manera. Serrat, el sentimiento; Sabina, el goce de vivir. Que tu infancia ha sido triste y aburrida, pues el Nano te regala una en la que una novia morena abre a la luna tus sentidos, jugando a los juegos prohibidos a la sombra de una higuera. Qué siempre has deseado – que ya nos vamos conociendo – ser un macarra de ceñido pantalón, pandillero tatuado y suburbial, hijo de la derrota y el alcohol, sobrino del dolor y primo hermano de la necesidad, pues para qué vas a correr riesgos, si Sabina ya lo hace por ti. Ahí reside su grandeza. Es como si ellos hubieran vivido miles de vidas por nosotros.

Y luego está la capacidad de sugerir, algo que uno siempre ha admirado en estos poetas de la canción. No se puede decir menos y a al vez expresar más que en esa pequeña obra maestra que es “Aquellas pequeñas cosas”, canción que debería figurar en los libros de texto de todo el mundo. Dónde estará el truco, me preguntaba yo, que hace tan grande a esta canción, si parece tan sencilla y tan poca cosa. Amigo, es que Serrat sólo pone la letra, pero consigue que cada uno le asignemos nuestros propios sentimientos, esas tonterías que todos tenemos y que “nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve”.

Por cierto, que si alguien tienen tazas de Forges que le sobren, por favor me las mande. Inmediatamente.

viernes, junio 01, 2007

Diplomacia de la tapa

Nos encontramos esa mañana en el acogedor y apetitoso escenario de la Feria, de la del libro no, qué coño, de la Feria de la Tapa, que se celebra en Madrid este fin de semana, compartiendo mesa y mantel con dos personalidades importantes que, la verdad sea dicha, andaban un pelín enfadadillos últimamente, pero parece que la suavidad de la espuma de la cerveza y los fragantes aromas de las viandas van haciendo su trabajo en el carácter de ambos. Pero callemos, callemos y escuchémosles. Si hasta se están poniendo líricos, que la cerveza es lo que tiene.

¿Hace pues otra cerveza,
querida amiga Condolezza?

Con una ración de mero,
admirado Zapatero.

Qué bueno que aquí has venido
después de lo sucedido.

Demos cuenta en este bar
y pelillos a la mar.

Ahora pido una de gambas
y negociamos a dos bandas.
¡Camarero!

No me queda ni una más,
que se las comió Nicolás
Sarkozy.

De Fidel quería hablarte,
tú que tienes tanto arte.

Pídeme lo que tú quieras
que cambio Cuba por Talavera
de la Reina.

Y de Irak cuando te fuiste
vaya disgusto nos diste.

Se empeñó mi Moratinos
tras tomarnos unos vinos
en la Feria.

No te pregunto por Bush
que ayer lo vi en Canal Plus.

Te manda salutaciones
y que no le toques más los... soldados.

Otro año si nos vemos
lo hacemos en mi terreno.

Un favor te pido, mona:
no me lleves a un McDonalds.

¿Y cómo llamáis a esto
que la idea se me escapa?

Tan sencillo como suena:
diplomacia de la tapa.