viernes, febrero 29, 2008

Problemas cotidianos

A ver si vamos a estar gastando tiempo y dinero con esto de las elecciones – se me ha venido a mí esta idea a la cabeza esta mañana de viernes - para poner sobre la mesa los temas que los políticos y responsables de campaña consideran que nos interesan y nos tienen en un sinvivir a todos los españoles, y luego va a resultar que no, que lo que en realidad nos quita el sueño a los votantes son más bien otro tipo de asuntillos como, no sé, la eliminatoria de la Copa del Rey, la elección de miss y mister España (qué nervios, qué nervios, este fin de semana ya), el estado anímico de Anita Obregón - compuesta y sin novio, la muchacha - o, pongamos por caso, la expulsión de Carmele del Supervivientes.

Hay temas realmente importantes que no se tratan en campaña, de eso doy fe. Qué me dices por ejemplo, de lo del metro. Es que es entrar en la boca del susodicho, también llamado suburbano, y ¡zas!, golpetazo de aire en la cabeza. A ver de qué te han servido los quince minutos que has perdido delante del espejo para colocarte el saleroso ricito ese que cae sobre la ceja izquierda. Que luego son, exactamente, los quince minutos - súmale alguno más que entre unas cosas y otras finalmente se añade por el camino debido a circunstancias varias – que llegas tarde a la oficina, perdidos digo para nada.

Yo creo que es un problema de corriente, porque si te fijas siempre queda enfrente la “salida pares”, si tu entras por la “salida impares”, claro, que si no es al revés. Y los dos agujeros, el uno enfrente del otro, tienen eso, que generan corriente, sí, va a ser eso. Que tú quieres hacer dos salidas, vale, pues haz dos salidas, pero digo yo que con ponerlas no una enfrente de la otra, sino la una al ladito de la otra, problema solucionado ¿no? Evitas la corriente.

Luego está lo de los zapatos. A mi es que me da mucha rabia salir a comprar zapatos. No me gusta ninguno. Pero claro, como tengo un andar peculiar e insistente, pues los destrozo todos en un santiamén. Y eso que me resisto. Yo me los compro siempre con un moderno sistema avisador. En cuantito notas el contacto de la piel con el frío del asfalto es que ya te está avisando. No falla. Pues es ir a la zapatería y siempre pasa igual, que no te decides, que no te decides... hasta que por fin, das con uno que más o menos te cuadra. “Sáqueme un 44 de este, señorita hágame el favor” Total, que tras los cinco interminables minutos de rigor, que no te los quita nadie, aparece la señorita cargada con dos cajas, siempre con dos cajas, que deposita a tus pies enérgicamente al tiempo que suelta lo de “pues 44 no nos queda, pero le saco un 43 y un 45, pruébeselos que yo creo que sí, que con un calcetín fino en el caso del primero y uno gordo en el caso del segundo...” Pues eso, que nunca queda de tu número.

Y todo ello por no hablar, claro, de la cajera a la que siempre le falla el código de los Sanjacobos y retrasa el ágil transcurrir de la cola que has elegido para pagar la compra en el supermercado; de la telefonista que tras tomarte todos los datos habidos y por haber para darte de alta en ni recuerdo ya qué servicio, del tiempo que llevo a la espera, te suelta que es imposible en estos momentos realizar la gestión debido a problemas técnicos que se le escapan, a la telefonista; del mecánico que cada vez que llevas el coche al taller porque te falla la luz de cruce te sale con que se hace imprescindible cambiar el embrague a la voz de ya antes de que éste a su vez se cargue el volante del motor, que menos mal que lo has llevado a tiempo, que lo tienes hecho una pena; o del primo lejano que siempre te aparece en casa cada vez que llenas la nevera y compras Voll-damm, sobre todo cuando compras Voll-damm.

Esos sí que son los verdaderos problemas cotidianos de nosotros, los sufridos ciudadanos. No me digáis que no.

jueves, febrero 28, 2008

La mancha

Servidor - también conocido como Estilografic Punto Blog, o incluso EPB - mantiene un duro contencioso con la solapa de las chaquetas, esto es, esa zona de la prenda en cuestión que queda más o menos a la altura del pecho (también depende de a qué altura se tenga el pecho, digo yo) y que se acomoda sobre la propia tela de la susodicha con un perfecto doblez o pliegue, de manera que se proyecta hacia el exterior, exponiendo, si se quiere ver de manera metafórica, todo aquello que, desde el punto de vista espiritual, ocupa el universo introspectivo que el individuo portador de la prenda lleva en sus adentros. Y todo ello independientemente, claro, de cualesquiera que vengan a ser los diferentes y variados materiales de composición de la chaqueta, a saber, alpaca, lana, seda, poliéster o verte tú a saber qué.

- Señor, lleva usted una mancha en la solapa de la chaqueta.
- Lo sé, lo sé, señora.
- ¿Y eso?
- Pues porque lo he visto al mirar hacia abajo, y además porque es que siempre la llevo manchada.
- No, si digo que por qué la lleva manchada.
- Mujer, es largo de explicar.
- ¿Y la lleva así siempre, dice?
- Casi siempre.
- ¡Qué original!
- Sí, en cierto modo sí.
- ¿Pero siempre la misma mancha?
- No, no, por Dios. Cada día una.
- Ah. Esto está mejor, créame.
- La creo, la creo.

Todo tiene una explicación, que nadie se alarme, y ésta no pasa necesariamente por la afirmación consistente en que servidor, o sea Estilografic Punto Blog (EPB) sea un cochino. Resulta que la presunta mancha, y digo presunta porque entre los lectores no hay pruebas de que siempre la lleve, dado que no han sido, que yo sepa, testigos oculares de mi desdicha, se produce prácticamente un día sí y otro también al desprenderse, de manera involuntaria, esto hay que aclararlo, una serie de fluidos de compleja composición en cuya formación intervienen al menos tres elementos, que con la inestimable ayuda del diccionario paso a detallar. A saber:

1.- Líquido de reacción alcalina, algo viscoso, segregado por glándulas cuyos conductos excretores se abren en la cavidad bucal de muchos animales, y que sirve para reblandecer los alimentos, facilitar su deglución e iniciar la digestión de algunos.

2.- Cada una de las gotas que segrega la glándula lagrimal.

3,- Humor espeso y pegajoso que segregan las membranas mucosas, y especialmente el que fluye por las ventanas de la nariz.

Y dirán algunos lectores más despistadillos: ¿y de dónde narices tienen a bien desprenderse los susodichos fluidos y, sobre todo, cómo es posible que acaben, un día sí y otro también, en la solapa de la chaqueta de Estilografic?

A quienes la naturaleza caprichosa, las circunstancias de la vida o, sencillamente, el fluir del tiempo que avanza inexorable y que nos empuja - no en todos los casos, es verdad, pero sí en una amplia mayoría considerable y digna de ser tenida en cuenta - a cumplir con nuestro papel, aparentemente insignificante pero sin embargo imprescindible, en el imparable ciclo de la reproducción conducente, sin duda, a perpetuar la especie humana (quienes tengan churumbeles o zagales, vamos) habrán tenido ocasión de comprobar y sufrir en sus propias carnes, o mejor en sus propias telas (cualesquiera que vengan a ser, me veo en la obligación de recordar, los diferentes y variados materiales de composición de la chaqueta) la existencia de tales manchas.

Voy con la peque en el coche. Vengo con la peque en el coche. Se me duerme. Llegamos. La despierto. No quiere salir. Me coge una perra que no te quiero contar, de lo mal que le sienta. A ver, si yo lo entiendo. La cojo a hombros, que llevo prisa. Se me agarra. Llora, babea y moquea, dejando los restos de sus fluidos todos lo días, efectivamente, en la solapa de la chaqueta. Ahí la tienes ya, la mancha.

Y luego encima es que te ve la tía, la pequeñaja, y te dice así como con recochineo, haciéndose la tonta como si con ella no fuera la cosa: “Papá, llevas una mancha” Y se queda tan pancha.

miércoles, febrero 27, 2008

Posesión infernal

¡Vaya nochecita! El teléfono sonando cada dos por tres y que nadie contesta. Sólo se escucha como un respirar entrecortado y desagradable que asustadito me tiene, sin pegar ojo.

Riiiig, riiiing

- Ya está ahí otra vez, a ver si ahora hay más suerte... ¿Digame?
- Estilograaaafiiiiiic.
- Al habla Estilograaaaafiiiiiiic, sí. ¿Qué es lo que quieres de mí, con esa voz tan infantil como terrorífica que de punta sitúa mis cabellos y mi piel eriza, al tiempo que obliga a que mis maxilares superiores golpeen sin control alguno sobre los inferiores?
- Trabajo con padres unos y, vivienda una y familia una tener quiero.
- ¡Anda! , si cambia el orden de las palabras en bello y sugerente hipérbaton gongoriano, o propio quizás también de Maestro Yoda, no sé. Que sepas que lo he entendido, y si la vuelta le doy, mira como queda: “Quiero tener una familia y una vivienda, y unos padres con trabajo”.
- Eso ya lo he dicho yo.
- Ya, ya, si sólo estoy ordenando la frase para que se enteren los lectores, que les estamos haciendo un lío. ¿Quieres confesar ya tu identidad?
- Anima popularis sum.
- ¡Toma ya! Ahora en latín. Frasecita que quiere decir, si mis conocimientos de la lengua clásica no me fallan, que la niñita que me habla al otro lado del aparato es nada más y nada menos que un “espíritu popular”. ¿Popular del pueblo?
- NO, POPULAR DEL PARTIDO.
- ¡Dios santo! Los lectores se sorprenderán ahora de mi asombro y mi pavor, pero es que esas mayúsculas vienen a significar – que es que si no no hay forma de representarlo – que mi interlocutora de voz infantil me habla ahora con impresionante vozarrón más propio de hombretón que de muchachita desvalida. Esto empieza olerme a posesión maligna, no sé, no sé.
- ¡Vótame!, digo ¡tómame!
- ¿Lo ves? ¿A que estás poseída?
- En efecto, la cabeza me da vueltas, levito en cuantito que me meto en la cama, y por si fuera poco, bajo la escaleras haciendo el pino puente. Como lo oyes.
- ¿Y qué más quieres, niña?, pero dímelo en cristiano, anda por favor, que cagaíto estoy.
- Ser heraldo de la libertad es lo que quiero
por mucho que lo contrario diga Zapatero.
- ¡Anda mi madre! Si resulta que también hace sus pinitos con el verso. Y el caso es que eso del “heraldo”.. a mi también me está sonando. ¿no sentirás tú, querida niña, ahora que caigo, un hondo orgullo por ser española, por pertenecer a esa nación tan vieja y tan admirable que te ha ofrecido, dicho sea de paso, las mejores oportunidades, pero que también ha sabido ser exigente contigo para convertirte en una mujer madura y responsable? ¿eeeeeh?
- Exacto, Estilografic. ¿Cómo diablos lo sabes?
- Pues porque vi el debate, criatura. Tú eres la niña de Rajoy, y estás poseída, en efecto, por el espíritu popular.
- Pues entonces, si ya se ha descubierto el pastel, te dejo y me voy al cole, que la cosa ya no tiene gracia.
- Vete, vete, que ya sabes que, como bien dice papá Mariano, tienes que saber idiomas y obtener un título profesional que se cotice en todo el mundo. ¿De qué tienes ahora clase, de inglés quizás?
- No, de Educación para la Ciudadanía
Que mira que la tengo manía.

P.D.: Permiso pido para dedicar este post de hoy a nuestra querida Inadaptada Wen, que resistió sin ver el debate y ahora vive en un sinvivir sin saber quién es la niña de Rajoy. Y también a Álex, que con su comentario de ayer me dio la idea de arranque.

martes, febrero 26, 2008

Argumentos pa´tós

Qué pereza hablar de debate, ¿no? Qué hago, qué hago, no sé, no sé... Claro, yo entiendo que habrá gente que si no hablo diga: de manera que ayer el tipo éste nos da la murga con el debate haciendo la tontería esa de la opacidad y la transparencia de los candidatos y del desayuno con campovidal, y hoy, que es cuando realmente puede darnos una visión contrastada y serenamente argumentada de lo sucedido, va y se lava las manos como si nada hubiera pasado. Pero claro, habrá también quien, si doy mi opinión, se pregunte: ¿es que el pavo éste no ha tenido bastante ya con darnos la paliza ayer con el asunto del debate y pretende hoy hacernos comulgar con su visión, supuestamente objetiva, del ya cargante espectáculo televisivo ofrecido ayer por la mayor parte de las cadenas?

Me parece a mí que al final, como la actualidad manda, lo más recomendable es que sí, que hable del debate.

Pues nada, que ya estoy hablando de él. Y qué pereza me da ahora plantearme la duda de quién lo gano y quién lo perdió. Qué hago, qué hago, no sé no se... Claro, yo entiendo que habrá gente que, si no me decanto por una u otra opción, diga: de manera que se celebra un debate entre los dos principales candidatos a la presidencia del Gobierno, el primero en quince años, y el tipo éste no se moja y no nos dice quién cree que lo ha ganao. ¡Pues vaya! Pero claro, habrá también quien, si apuesto por el uno o por el otro, se pregunte: ¿es que el menda lerenda éste se cree que los debates se ganan o se pierden o incluso que se empatan, como si de partidos de fútbol se tratara? ¡Vamos hombre!

Me parece a mi que al final voy a hacer lo que hace todo el mundo y voy a dar un ganador.

Pues nada, que ya estoy dando un ganador. A quién elijo, a quién elijo, no sé, no sé... Yo entiendo, claro, que habrá gente que diga que como todo el mundo se esperaba que Rajoy pediera y por lo menos no lo hizo de manera abrumadora, eso viene a ser lo mismo que decir que ganó, y que viva el PP. Pero es que claro, también habrá quien diga que cómo se le puede acusar al presidente del Gobierno de agredir a la víctimas del terrorismo y quedarse tan fresco, y que si es cierto que Rajoy anduvo sereno y moderado durante todo el debate al final la cagó con esa acusación tan desmedida como exagerada. Y lo de la niña del final, qué bonito dirán unos, qué dulce y entrañable; y qué cursilada dirán otros, casposa y ridícula donde las haya.

Pues nada, que entonces queda la opción de Zapatero. Pero claro, yo entiendo que habrá quien diga que no, que Zapatero no, que el presidente del Gobierno estuvo fuera de papel, mucho más agresivo e irritado de lo que es habitual, y que cometió un grave error dialéctico esquivando por dos veces el asunto de la inmigración dando argumentos a su rival para acusarlo de no querer afrontar el problema, y que se centró más en recordar la ya prehistórica etapa del Rajoy como ministro que en la actualidad del país, siendo el bono bus como es ya más antiguo que las cintas de cassette.

Pues nada hombre, entonces digo que los dos estuvieron bien y me lavo las manos. Pero claro, entonces habrá quien me diga, y no le faltará razón, que cómo van a estar bien los dos si se limitaron a repetirnos las cantinelas que ambos nos vienen repitiendo durante los últimos cuatro años, sin aportar ni un solo dato nuevo y sin contarnos qué es lo que piensan hacer en el futuro.

Pues al final voy a acabar diciendo, y me quedo tan a gusto, que estuvieron los dos desastrosos. Pero claro, habrá quien diga entonces que no hombre no, que si no hablaron del futuro fue porque guardan sus bazas para el llamado - haciendo un sugerente símil championliguero - partido de vuelta, es decir, para el siguiente debate que se celebrará Dios mediante el próximo lunes y que será convenientemente moderado, en este caso, por olgaviza en lugar de por campovidal.

Y entonces habrá quien se pregunte, tan horrorizado como compungido: ¿Cómooooooooo? ¿Que va a haber otro debateeeeeeeee?

lunes, febrero 25, 2008

Desayunos con... campovidal

- Muy buenos días tenga usted, señor don Manuel Campo Vidal. No sabe cómo le agradezco a usted que haya tenido esta deferencia con Estilografic Punto Blog al participar en nuestra sección “Desayunos con” en un día como hoy, tan importante para usted como para todos los españoles de pro que esperan ansiosos verle a usted cómo se desenvuelve con esos dos pesos pesados de la política española que le van a acompañar esta noche en el plató televisivo de....
- Le recuerdo a usted, señor candidato, que su tiempo es de tres minutos por intervención, de los cuales ya ha malgastado usted dos y medio en parabienes y presentaciones.
- Le recuerdo a usted yo también, señor campovidal, que el debate aún no ha comenzado, que yo no soy un candidato, sino Estilografic Punto Blog, y que está usted desayunando.
- ¿Desayunando con quién?
- Conmigo, ¿no lo recuerda?
- Aquí, señor, el que hace las preguntas soy yo. Claro que lo recuerdo.
- Le veo a usted obsesionadillo con el debate, ¿eh, señor campovidal?
- ¿Qué debate?
- Pues el de esta noche, hombre, el que va a enfrentar a esos dos pesos pesados de la política...
- ¿Ha dicho usted “pesados”? Le recuerdo que no esta permitido insultar, un poco de respeto, por favor.
- Ande, ande, échele un trago al cafelito y serénese, que le vendrá bien. Y a continuación, ya más calmado, dígame usted, señor campovidal, en qué condiciones cree usted que llegan ambos dos aspirantes al debate.
- Las condiciones son las siguientes, que las he leído en El País: la mesa tendrá 72 centímetros de alto, y espero que no cojee, que mira que me da rabia. El suelo será antideslizante, esto es, que no se puede patinar. La iluminación rondará los 3.200 kilovatios, que a oscuras queda como más íntimo pero claro, no se distingue quién es quién desde casa. Ah, y la temperatura del estudio será de 21 grados, una torrera que te pasas, por no hablar del bochornazo que nos espera.
- Hombre, yo me refería más bien a las condiciones de ambos dos candidatos, a quién se encuentra mejor situado a día de hoy para aspirar a la presidencia, ya sabe.
- El mejor situado creo que seré yo, que estoy en el centro. A mi izquierda estará el candidato del PP, un tal Rajoy de nombre Mariano, y a mi derecha se colocará el candidato del PSOE, un señor de apellido Zapatero más conocido como ZP. Y lo que es más importante, ambos estarán sentados en sillas regulables, esto es, que se pueden regular. Eso sí, sin ruedas ni brazos, a las sillas me refiero, que ZP y Rajoy sí que llevarán brazos, dos por candidato, no más, que resulta muy desagradable. Y por supuesto no poseen ruedas sino pies, los candidatos. Contarán asimismo, la sillas, con un respaldo que no les cubra toda la espalda. Este último detalle es importante y a mi juicio también una putada y falta de previsión por parte de la organización., porque lo único que puede traer es que, al quedar la parte superior de la espalda de cada candidato - esto es, la colleja o nuca - al descubierto, se pongan mutuamente el cuello rojo como un tomate a base de mamporros en el caso de que existan, como es de prever, diferencias y posturas irreconciliables.
- ¿Y usted cree, sinceramente, que este tipo de debates sirven para que el mensaje de ambos candidatos llegue bien a la ciudadanía?
- Hombre, ya lo creo, tiene que llegar de maravilla. Los candidatos van llevar dos micrófonos de corbata..., bueno, no estoy muy seguro, que yo no soy técnico, si se trata de micrófonos de corbata o corbatas de micrófono, pero se oirá, seguro que se oirá, si los niños están calladitos en casa y, lo que es más recomendable, acostados ya a esas horas que mañana hay cole. Además, las pilas de los micrófonos, o de las corbatas, no se conectarán hasta que los candidatos no estén sentaditos y colocaditos en el plató, no vaya a ser que les dé por jugar con el artilugio y se queden sin batería a las primeras de cambio, que son capaces, créame.
- Yo me refería más bien a que si tenemos que fiarnos de lo que nos dicen y confiar en que no mienten sino que dicen la verdad verdadera.
- Ese extremo, el de la mentira, está previsto con el nuevo artilugio que hoy estrenamos, querido amigo, y que paso a detallarle después de la pausa publicitaria prevista de seis minutos, ni uno más ni uno menos.
- No, no, siga, siga, que aquí no hay publicidad. Eso es en el debate.
- Pues entonces le diré, querido candidato, digo querido EPB, que la organización va a contar con el mecanismo conocido con las siglas ROCCDGM, que no es otra cosa que el cien por cien fiable método de Regulación de las Opacidad del Candidato en Cuestión Dependiendo del Grado de Mentirijillas.
- Explíqueme eso ya, que me interesa no sabe usted hasta qué punto, señor campovidal.
- Verá, resulta que si cualesquiera de los dos candidatos dijera alguna mentirijilla en algún momento del debate, la imagen del susodicho perderá determinado grado de opacidad ante las cámaras. Así, si uno de lo candidatos fuera diciendo mentirijilla tras mentirijilla, su figura o cuerpo serrano se irá desintegrando por el efecto del ROCCDGM ante los ojos del telespectador, hasta llegar incluso a desaparecer si se diera el caso. Es a lo que técnicamente venimos llamando "opacidad cero".
- O sea, que si no le he entendido mal, gracias al efecto de las cámaras parecerá que el candidato en cuestión, o incluso ambos, se van desintegrando poco a poco.
- Veo que, en efecto, me ha entendido mal. No es que lo vaya a parecer, es que se desintegrarán poco a poco.
¡No me diga!
- Incluso, en el caso de que el candidato o candidatos en cuestión dijeran alguna mentirijilla que no fuera en realidad catalogada como tal por el ROCCDGM, sino más bien como “bola gorda e infumable”, la desintegración produciríase de golpe y porrazo, acompañada además de un estruendoso a la par que desagradable sonido consistente en algo así como un “tzuuuuuuuchtz”. Ipso facto.
- Impresionado me hallo ante tal invento tendente a la mejora de la salud democrática del sistema. Hay que ver de lo que es capaz la técnica hoy en día. Y dígame una cosa, señor campovidal, esta labor suya de tanta responsabilidad y de la cual tantos ojos van a estar pendientes esta noche, estará bien remunerada, ya me entiende...
- Pues si le soy sincero, le diré que no, que lo hago de manera altruista y por tanto gratuita, con la única intención de servir al pueblo de España, al que me debo como periodista y moderador que soy...

¡TZUUUUUUUCHTZ!

- ¿Señor campovidal?, ¿señor campovidal?.... ¡Ha desaparecido! En fin, pues entonces ya no me queda más que aplazaros al debate de esta noche, que yo por lo menos no me pienso perder, ya que me considero un español serio y responsable, interesado sobre manera en todos y cada uno de los asuntos que nuestros políticos tienen a bien....

¡TZUUUUUUUCHTZ!

¿Estilografic?...

viernes, febrero 22, 2008

Cosas de la tele

Ayer, viendo la tele, mi hija se pegó un buen susto.

- Papá, papá, ¿qué le ha pasado a la Luna?
- A la Luna nada, hija, es que ha habido un eclipse.
- No, no, no es eso, es que han dicho en el telediario que se han cargao el satélite.
- ¿Qué satélite?
- Pues la Luna, supongo. Eso te estoy preguntando.

A ver, vayamos por partes, porque ni se entera mi hija, ni me entero yo y qué decir ya de los lectores, los pobres.

Resulta que la criatura anda liada con la asignatura de Conocimiento del Medio estudiándose los astros, que son, a saber, los planetas, las estrellas y los satélites, además de los asteroides y cometas, inclúyase también meteoritos, por qué no. Y ella es oír la palabra satélite y ya piensa directamente en la Luna como ejemplo, que es el que, dicho sea de paso, le viene como tal en su libro.

Dicho lo cual resulta que estando la muchacha cenándose anoche un buen plato de puré de calabacín de primero, seguido de un par de salchichas con tomate de segundo, todo ello complementado con una pieza de fruta que no recuerdo cuál en el postre, apareció en el informativo de turno el vídeo del misil ese que han lanzado los americanos para destrozar un satélite espía ya caduco y obsoleto.

Y así, completando un perfecto círculo, es como nos situamos de nuevo al principio del post ya sabiendo lo ocurrido, de manera que podamos entender a la perfección, gracias al detallado background aportado, la conversación padre-hija mantenida con el puré de calabacín, salchichas con tomate y pieza de fruta sin especificar como testigos.

Y así fue también como me vi en la obligación de explicarle a la muchacha que también existen satélites artificiales, y que éste es que se encontraba dando vueltas por ahí perdido, sin rumbo, en el lodo - que dirían Los Panchos -, y que vete tú a saber qué es lo que en realidad pudiera haber detrás un asunto tan turbio que huele tan mal (o mejor que echa un catipén que no veas, que diría Irre dejando constancia una vez más de su admirable poliglotía, la tía).

A continuación, una vez finalizada la cena para niñas y mayores, con las primeras ya reposando sus fatigados cuerpecillos en sendas camas tan cómodas como confortables, procedemos los mayores, esto es, padre y madre, a reposar nuestros también fatigados cuerpos (ya no tan –illos, ciertamente) en sendos sillones también tan cómodos como confortables, al amparo de los ecos del recién finalizado debate televisivo Solbes versus Pizarro.

- ¿Tú t’as enterao de algo, marido?
- Psche. ¿Y tú, mujer?
- Psche también.
- A mi me preocupa el ojo de este hombre, que no se le acaba de poner bien.
- Y a mí. ¿Y el otro?
- El otro lo tiene bastante bien, el derecho.
- Si no digo el otro ojo, digo el otro candidato.
- Ah, bien, ese los tiene bien lo dos. Lo que pasa que está recién llegao, y se le ve despistadillo, al hombre.
- Sí, esta como en la Luna.
- ¿Por cierto, qué es lo que ha pasao en la Luna?
- En la Luna nada, mujer, es que ha habido un eclipse.
- No, no, no es eso, es que han dicho en el telediario que se han cargao el satélite.
- ¿Qué satélite?
- Pues la Luna, supongo. Eso te estoy preguntando.

Y con esas fuímonos a la cama siendo conscientes, no obstante, de que nos esperaba una tan dura como absurda campaña electoral por delante.

jueves, febrero 21, 2008

Toc, toc...

Esta mañana me han tocado en el hombro. Toc, toc. Iba en el metro, me he vuelto y no había nadie. Bueno, en el metro sí que había gente, por un tubo, pero detrás de mi nadie. ¿Cómo es ello posible?, dirán los más tiquismiquis. Pues porque estaba apoyado sobre la puerta del lado que no abre. Sobre la del otro lado ya me apoyé una vez y casi me escuerno la cabeza, cierto. Por eso me apoyo siempre sobre la que no se abre. Hay estaciones con muy mala idea que te la cambian sin avisar, lo sé, pero ya me aseguro yo, menudo soy para eso, que en mi línea no suceda tal acontecimiento inesperado.

A lo que iba, que se me va el hilo. Ha sido una sensación extraña, no me había ocurrido nunca antes. Sí que me había sucedido alguna vez lo de oír voces o ruidos que parece que te están llamando: “Estilograaaaafic”, “Estilograaaaafic”..., pero lo de los golpecitos en el hombro no, eso nunca. Yo no creo demasiado en cosas de esas de sucesos sobrenaturales ni he tenido, por suerte o por desgracia, otras experiencias reveladoras en tal sentido, que yo recuerde. Hasta para eso soy un tipo de lo más normal.

Bueno, en realidad sí. Si que he tenido una, pero lo cierto es que hasta hoy no le había vuelto a dar importancia, y me la guardaba como recuerdo de infancia en algún rincón de mi cabeza. Ahora que lo pienso, debe de ser además mi primer recuerdo de infancia, porque sucedió estando yo durmiendo en la cuna, detalle - el de la cuna - que me lleva a pensar, con la sagacidad y astucia que me caracterizan, que no debía de tener la criatura – esto es, yo - más de año y medio o dos años, a lo sumo tres... no, no, cuatro ya no, seguro, yo creo que con cuatro ya no, que fui un bebe más bien grandecito y rechonchete. Acudiré a mis fuentes para verificar tal dato. Disculpadme un momentito.

Riiiing, riiiing
- ¿Mami....?
- Dime hijo.
- ¿Hasta qué edad estuve yo durmiendo en cuna?
- Fuera de juego me pillas ahora. Yo supongo que no debías tener, criatura, más de año y medio o dos años, a lo sumo tres...
- ¿Cuatro quizás?
- No, no, cuatro ya no, seguro, yo creo que con cuatro ya no, que fuiste un bebe más bien grandecito y rechonchete.
- Oye, ¿tú no estarías leyendo mi blog?
- ¿Cómo?
- Nada, nada, te dejo que estoy escribiendo.

Bien, ¿dónde estábamos? Ah sí, en la cuna, boca arriba, y sin poder conciliar el sueño. Fue entonces cuando algo llamó mi atención en el techo de la habitación, justo en la esquina, encima de la puerta. Una mano enorme asomaba. Gorda y fofa. Sí, como cuando inflas un guante de esos de fregar y se te queda aquello como un globo con dedos a punto de reventar, pues así.

Llamé a mi madre. No, no utilicé el teléfono entonces, ella estaba allí, en la habitación de al lado, cuidando de su retoño, y recuérdese, yo no debía tener más de año y medio o dos años, a lo sumo tres...

- ¿Mami...?
- Dime hijo.
- Hay una mano ahí abiba (teniendo en cuenta que yo no debía tener más de año y medio o dos años, a lo sumo tres...), dudo de que pronunciara correctamente “arriba”, y no voy a llamar otro vez a mi madre, la mujer, para que me lo aclare).
- Anda, mi niño, sigue durmiendo, que es una mancha.

Seguí durmiendo, sí, pero ahora, después de lo sucedido hoy en el metro, me pregunto: ¿era aquello realmente una mancha? Así que si os parece os voy a poner un vídeo de este tipo de sucesos extraños que a menudo acontecen en nuestras mortales vidas, que me lo ha enviado un amigo (gracias, Juan Carlos) y mientras vuelvo a llamar a mi madre para salir de dudas. Sobre lo de la mancha.

miércoles, febrero 20, 2008

Un viejo amigo

Hoy me encuentro nervioso e ilusionado a un tiempo. He recibido un e-mail. “Y yo cincuenta, qué pasa”, pensaréis algunos. Se trata de un e-mail de un amigo. “No va a ser de un enemigo”, diréis otros. Es que se trata de un amigo al que hace mucho que no veo. “Yavestuquecosa”, comentaréis los más escépticos...

Impacientes, que sois unos impacientes, y unos aguafiestas. Se trata de uno de mis mejores amigos de la infancia, y no nos hemos vuelto a ver desde que terminamos la EGB (léase Educación General Básica, para lo que seáis de otro época), mas o menos.

No sé cómo me ha encontrado, porque no sabemos nada el uno del otro. Dice así, el escueto correo: (salvo algunas variaciones que imaginarse pueden, en lo nombres):

No sé si Estilografic Punto Blog puede responder desde esta cuenta, soy Fulanito de Tal, del colegio de Estilografic. Si es así, envíame un acuse de recibo, hace muchos años que no nos vemos.
Saludos,
Fulanito.


Ya lo creo que hace muchos años que no nos vemos. No nos afeitábamos todavía... Bueno, a mi es que la pelusilla del bigote me empezó a salir muy pronto, pero aún así tardé en afeitarme, que es que era un poco cochinete, no sé, o tal vez fuera que me resistía a hacerme del todo mayor.

Le he contestado diciendo que sí, que Estilografic Punto Blog sí que puede responder desde esta cuenta, claro que sí, y le he dejado mis datos de contacto para que me llame y nos veamos. No hago más que entrar y entrar al correo a ver si me contesta. Qué cosas. Nos hemos tirado más de veinte años sin vernos y ahora no soy capaz ni de esperar unas horas. Me come la impaciencia. Y me comen también los recuerdos, al tiempo que se me viene a la cabeza una maravillosa entrada de mi admirado Mariano Zurdo sobre eso precisamente, sobre los recuerdos del cole, bien guardadita que la tengo.

El caso es que ahora se me agolpan un montón de dudas y preguntas en la cabeza. La primera resulta tan obvia como simplona: ¿nos reconoceremos cuando nos veamos? ¿Tendrá algo que ver físicamente el tipo que hoy me ha escrito el dichoso e-mail con el mocoso aquel al que casi siempre le gustaban las mismas chicas que a mí? ¿Y yo? ¿Tendrá algo que ver físicamente el tipo que hoy ha recibido el dichoso e-mail (es decir, servidor) con el mocoso aquel al que casi siempre le gustaban las mismas chicas que a él?

Pero no se trata sólo del aspecto físico. ¿Habrá la vida cambiado nuestra forma de ser hasta el punto de que no nos reconozcamos el uno al otro? ¿Es capaz la amistad, por fuerte que sea, de sobrevivir cuando no se cultiva? ¿Tenemos que seguir siendo amigos a la fuerza? Quizás ahora no nos soportemos ni un minuto porque no tengamos ya nada que ver.

Luego ya no lo he podido evitar, reconozco que se me ha ido un poco la olla, pero ha pasado mucho tiempo y todo es posible. ¿Y si el tal Fulatino fuera hoy funcionario corrupto implicado en la Operación Guateque? ¿O ex concursante de Gran Hermano dedicado a exhibir sus encantos en el Interviú? ¿Qué pasaría si se tratara de un tipo corriente y sencillo al que las dificultades de la existencia hubieran empujado irremediablemente hacia el lado oscuro de la vida y no tuviera en mente otra cosa que llevarme ahora a mi con él por esas susodichas profundidades abisales?

Pero aún hay más: ¿y si el tipo, en cambio, fuera como número dos, tres o incluso cuatro si me apuras en algunos de los partidos políticos con serias opciones a formar grupo parlamentario tras las próximas elecciones del 9 de marzo?; ¿y si, dada nuestra vieja amistad, me contratara a mí como asesor personal pagándome un pastón y resolviera de una vez por todas mis dificultades para llegar a fin, qué digo a fin, a mediados de mes últimamente?

Por favor, Fulanito, contéstame y vamos a quedar para hablar de nuestras cosas y salir de dudas, que si no es que a mi la imaginación se me desborda, y no sé dónde pudiera esto acabar.

martes, febrero 19, 2008

La misión

Hoy tenía que cumplir con una complicada a la par que arriesgada y peligrosa misión. Entregar la muestra. Había que hacerlo rápido y de la manera más discreta posible, y la gris y fría mañana que ha amanecido en Madrid no favorecía en nada la ejecución del plan previsto, minuto a minuto, desde el día anterior. Teniendo en cuenta que la lluvia dificulta el tráfico en Madrid sobremanera y que el tiempo estaba milimetrado al segundo, no podía arriesgarme a perder más de un minuto de la cuenta debido a cualquier accidente, sobresalto o atasco matutino que pudiera producirse por el camino.

Pero por otra parte - he pensado luego – la lluvia y la oscuridad propiciada por lo encapotado del cielo gris que retrasaba amable, generosa y complacientemente el amanecer sobre la capital, me proporcionaban al menos uno de los tres elementos claves para afianzar el éxito de la operación. Asegurábame en efecto la "discreción". Sólo me quedaban los otras dos: "rapidez" y "eficacia".

07:55 horas. Todo marcha según lo previsto. Bajo del vehículo sin haber encontrado excesivos problemas de tráfico ni de falta de aparcamiento. Con ello tenía ya en el bote otro de los elementos referidos, la "rapidez". Tras mirar discretamente a izquierda y derecha, sin divisar movimientos sospechosos en lontananza acudo presto y decidido al lugar de destino.

07:56 horas. Primer inconveniente. Hállase la puerta cerrada. Arrecia la fina lluvia sobre Madrid. Estornudo que te crió. Noto que las pulsaciones se me aceleran. Echo mano al bolsillo y me tranquilizo sabiendo que todavía sigue allí. A la muestra me refiero. Palpo el recipiente que la contiene y puedo sentir su temperatura todavía muy superior a la que se registra en el ambiente. Permanezco en plena calle.

07:58. Ha pasado sólo dos minutos, lo sé, no hay más que echar la cuenta, pero a mi me han parecido horas. Mi mano derecha continúa rodeando el frasco de la muestra en el interior de mi bolsillo también derecho. Si fuera la mano izquierda la que se introdujera en el bolsillo derecho - téngase en cuenta esto - mi postura parecería enormemente forzada a los ojos de cualesquiera transeúntes que pudieran transitar por los alrededores, lo cual pudiera a su vez despertar fatídicas sospechas que dieran al trastre con la condición de “discreción” arriba referida, fundamental para el cumplimiento de la misión que nos concierne, insisto. Continúo en la calle.

08:00. Me asustan unos pitos de desagradable tono penetrante y repetitivo. El corazón se acelera todavía más. Tranquilízame caer en la cuenta de que se trata de las señales horarias, que es que llevo los auriculares de la radio puestos. ¡Fidel deja la presidencia de Cuba! Intento abstraerme de la actualidad y concentrarme en la misión. Lo consigo. O mejor, consígolo. En la calle sigo.

08:03 horas. Segunda dificultad a la vista. Dos transeúntes se aproximan hacia el lugar exacto en el que mi persona permanece a la espera. Inconscientemente, mi mano – recuérdese, la derecha - aprieta la muestra dentro del bolsillo. Continúa caliente. Uno de los transeúntes, de naturaleza aparentemente masculina, se dirige a mi persona: “¿está usted esperando?” Me armo de valor y contesto, con voz temblorosa . “si-i-i-i-i” (de otra manera es que no se me ocurre representar el temblor en tan escueta respuesta). El otro miembro de la pareja, de naturaleza aparentemente femenina, no se dirige a mi persona, lo cual me hace sospechar más aún de sus oscuras intenciones. Quedamos los tres en la calle.

08:05. Cada vez somos más en la calle, yo no sé por qué. Llega el repartidor de los bollos de la cafetería de la esquina cargado de cajas. La mercancía parece pesada. Se agencia el hombre un carrito en la furgoneta de reparto y carga la mercancía para proceder a sortear la escalera que conduce desde la zona de aparcamiento a la entrada de la cafetería. ¡Mira que no poner rampas...! Por no soltar la muestra, no hago por ayudarle, al hombre. La mercancía rueda escaleras abajo al tiempo que de la boca del repartidor despréndese la siempre y en todo contexto malsonante expresión de “mecagoenlaleche”. Me mira con desprecio y masculla a continuación algo así como “¡gentuza!”, o similar, también malsonante expresión en todo contexto. Yo, ni por esas. A lo mío. Tratando están de despistarme entre los unos y los otros, lo sé. No lo van a conseguir. En plena calle que seguimos.

08:07 horas. Por fin, aparece el contacto. Mi contacto. Se echa mano al bolsillo derecho también con su mano derecha, supongo que para no levantar sospechas (perdón por la aliteración de la “ch”) y abre la puerta. Me deslizo hacia el interior antes de que la pareja de transeúntes se me adelante, que les veo la intención. Abandono la calle y doy portazo. La pareja de transeúntes continúa en la calle. El repartidor no sé. Por fin, la "eficacia".

08:10.
- ¿Lo ha traído, Estilografic?
- Chsssss. Hable bajito, Hay gente ahí afuera. Sí, aquí lo tiene, todavía calentito.
- Bien, déjelo ahí, sobre la mesa.
- Suavemente lo dejo.
- Habrá tenido cuidado, ¿verdad?, no estará contaminado...
- No lo está, créame.
- ¿Y es el primero, no?
- El primero de la mañana, en efecto.
- Pues muy bien, ya le daremos lo resultados.
- ¿Los resultados de qué?
- Pues del análisis de orina, hombre, ¿para qué va a ser la muestra, si no?

lunes, febrero 18, 2008

No me gustan los lunes

Ha empezado torcidita, la semana. Hoy es que me tocaba llevar a las niñas al cole, y la cosa se ha complicado ligeramente. Ya iba yo mosca, no te creas, porque la peque no se había querido tomar toda la leche y encontrela ligeramente angustiosa, a la niña. Pero en fin, tiramos pa’lante, y una vez colocadas las mochilas y material escolar en los compartimentos al uso, la pelota de gimnasia rítmica perfectamente sujeta y adaptada entre ambas piernas de la mayor, las niñas sentaditas en los respectivos espacios del interior del habitáculo del vehículo destinados precisamente a tal fin, la radio del coche bramando a todo bramar el antes muerta que sencilla, ay que sencilla, ay que sencilla, y todo a punto para arrancar...., pasó lo que tenía que pasar, vayapordios:

- Papá, me duele la tipa.
- ¿Qué has dicho, hijademivida?
- ¡Me duele la tipaaaaa!
- Bueno, hija, no llores, verás como quedándote un ratito ahí sentada se te va pasando...
- ¡Me duele la tipaaaaaaaa!
- Oye, ¿no irás a vomitar, no? Mira, mira, vamos a cantar, el pintalabios, toque de rimel, moldeador como una artista de cine, peluquería...
- Me duele la ti...
- ¡Virgensantísima!

Pues eso, que el desayuno igual que entra, sale. Y toda la ropa perdidita; la silla de la niña hecha un asquito; la tapicería del coche, ni te cuento; la hermana y su pelota, gracias a Dios, sanas y salvas; María Isabel como si no fuera con ella... y venga, otra vez para casa y a empezar desde cero, que algo hemos debido hacer mal. De regreso al hogar dulce hogar, mi señora, más conocida como mamá, se preocupa, claro:

- No te asustes, mamá, somos nosotros otra vez, que es que la niña ha vomitao.
- ¿Qué?
- Pues que ha arrojado violentamente por la boca lo contenido en el estómago, que dice el diccionario de la RAE.
- ¡Virgensantísima!
- Eso mismo he dicho yo.
- Pues nada, nada , a empezar desde cero.
- Eso mismo ha dicho yo, también.

Mi mujer y yo es que nos compenetramos que da gusto, hay que decirlo. Y en fin, que como en esta vida todo tiene solución menos la muerte, volvemos al coche una vez realizados los ajustes oportunos, y nada, una vez colocadas las mochilas y material escolar en los compartimentos al uso, la pelota de gimnasia..., etc., etc., etc., arrancamos y tiramos en dirección pa’l cole cual bólido feroz impulsado por el motor turbo diesel Common Rail (CRTD), o algo así, creo que se llama, pero cuyos efectos nos alcanzan como mucho como mucho hasta el primer semáforo, que luego ya es todo atasco va y atasco viene.

Y lo cierto es que viene bien el semáforo más que nada para llamar la oficina y avisar del posible, qué digo posible, segurísimo retraso que se me avecina:

- ¿Sí dígame?
- ¿Con quién hablo, por favor?
- Con el compañero de Estilografic.
- Ah hola, soy Estilografic, compañero. Oye, que voy a llegar un poco tarde.
- ¿Y eso?
- La niña, que m’a vomitao.
- ¿Y?
- Pues que he tenido que volver a casa.
- ¿Por?
- Pues porque nos hemos puesto perdiditos.
- ¿Entonces?
- Pues que había que cambiarla.
- ¿Para?
- Pues para volver al cole en condiciones.
- ¿En consecuencia?
- Que voy a llegar un poco tarde.

A partir de aquí entramos en un bucle sin fin, así que aprovecho que se pone verde el semáforo y cuelgo al tiempo que del antes muerta que sencilla pasamos al no me toques las palmas que me conozco.

Por cierto, que tengo que renovar a la voz de ya la discografía infantil del coche. Y la tapicería, me temo que también la tapicería.

viernes, febrero 15, 2008

Baile de ilusiones

Entrada de viernes al más puro estilo Clandestino.

“El que tenga un amor que lo cuide
y que mantenga la ilusión
porque la vida es un baile de ilusiones
y el que no baile está muerto”.

Pues nada, nada, A bailar, Clandes:

jueves, febrero 14, 2008

El libro de Vitruvia

- Buenas tardes, señorita librera.
- Buenas tardes señor.....
- Estilografic Punto Blog, ese es mi nombre, sí señora, pero tal detalle en nada importa ahora ni viene al caso.
- Pues dígame qué desea, señor Punto Blog.
- Venía a por el libro de Vitruvia.
- ¿El libro de quién ha dicho, disculpe?
- De Vi-tru-via.
- Ah, ya, ya, un momentito.... ¿Con “b”, verdad?
- Pues no, es con “v”, con “v” de Vitruvia.
- Ah, pues ....a ver, a ver.... vitrina, vitrocerámica, fecundación in vitro, humor vítreo, humor amarillo...., pues no, por “Vitruvia” no me viene nada. Dígame el título, a ver si así hay más suerte.
- “De nuevo, el amor”, se llama.
- ¡Anda! Como el de Doris Lessing.
- Es que es de Doris Lessing, señorita.
- ¿Cómo dice? ¿Pero no me había dicho que era de Vitruvia?
- Mire, vamos a empezar otra vez desde el principio que me temo que nos hemos liado.

- Buenas tardes, señorita librera.
- Buenas tardes señor Estilografic Punto Blog.
- Vamos a ver, señorita, si empezamos desde el principio, como hemos acordado, usted no se sabe mi nombre.
- Tiene usted razón, que es que me he puesto nerviosa, con la tontería. ¿Qué desea?
- Verá, es que Vitruvia tiene un blog, y en él ha propuesto que leamos un libro, un libro de Doris Lessing que...
- Que sí, que sí, que lo que usted quiere es un libro de amor, como por ejemplo “De nuevo, el amor”, para regalar el Día de los Enamorados, también conocido como San Valentín, y le da vergüenza pedirlo,¿no? Por eso tanto rodeo. Si no es usted el único, no se crea.
- Me parece que se ha pasado usted de lista, señorita librera. La cosa no es así, que yo ya le tengo comprado el regalo a mi amantísima señora.
- ¿Y qué es, si se puede saber?
- No, no se puede saber, que luego me lee el post y se chafa la sorpresa, entiéndalo.
- Bueno, vale. ¿Entonces es verdad lo de esa tal Vitruvia?
- Como lo oye, se trata de un juego.
- ¿Un juego? Entonces por qué no se lleva mejor éste que tengo de recortables de princesas Disney, con pegatinas y vestidos, o el libro puzzle de los dinosaurios, o alguno de los de Pocoyó, que tanto gustan a los niños...
- Veo que no me ha entendido. Es un juego que ha propuesto la tal Vitruvia en su blog...
- ¿Y que consiste en...?
- En leer todos a la vez el libro de Doris Lessing y después comentarlo cada uno en nuestros blogs un día previamente fijado.
- ¿Todos a la vez?
- Todos.
- ¿Yo también?
- Bueno, si usted quiere...
- ¿Y comentarlo en nuestros blogs?
- Eso es. Si lo tuviere.
- Pues no, me temo que no lo tuviere, digo que no lo tengo. Así que casi no lo voy a leer. Me presenta usted mis disculpas a la tal Vitruvia.
- Así lo haré, señorita, pero ¿quiere hacer el favor de darme ya el libro?
- ¿Qué libro? Ah, sí, el de Doris Lessing. Pueeees.... Me parece que no me quedan.
- ¿Cómo que no le quedan? A ver qué le digo yo ahora a Vitruvia.
- ¿A quién?
- A Vitruvia, a la del blog.
- Dígale que usted no tiene blog.
- Pero si es que ella ya sabe que tengo blog. ¿Cómo es que no le quedan? ¿Esta segura?
- Segurísima, ¿no ve que no ha parado de venir gente preguntando por él?
- ¿Gente? ¿Qué tipo de gente?
- Gente rarísima, por cierto. Verá, por aquí han pasado desde un tipo zurdo en braguitas y con fiebre hasta un conejo con el coxis - también llamado cóccix o rabadilla - destrozaíto, el pobre, y todos me pedían el librito de marras.
- Ya, creo que sé de quienes me habla.
- Y ahora que lo dice, hasta una tal Vitruvia ha venido por aquí. Muy maja la chica, por cierto.
- Si, sí, es un encanto.
- ¡Anda!, mire, ha habido suerte, aquí queda un ejemplar.
- No sabe la alegría que me da.
- Ah no, pero está reservado.
- ¿Reservado? ¿A nombre de quién?
- De un tal.... Estilografic Punto Blog.
- ¡Pero si ese soy yo! Ya se lo he dicho al principio de post, ¿no se acuerda?
- ¿Ah sí? ¿No decía primero que su nombre no venía al caso y después que como habíamos vuelto a empezar desde el principio ya no tenía que saberme su nombre? Desconozco su identidad, amigo. Y es más, no me fío de usted.
- Mire, vamos a hacer una cosa,¿por qué no entra en mi blog un momentito, y en el de Vitruvia incluso si quiere, y comprueba que es verdad todo lo que le estoy contando?
- Pues no es mala idea. A ver, a ver.... ¡anda!, el post de hoy se titula “el libro de Vituvia”, como de lo que estamos hablando.
- Claro, lo he puesto yo, el título.
- ¡Y salgo yo!, mire, ¡salgo yo! Jeje, qué gracia, aquí es cuando le he dicho lo de Vitruvia con “b”, qué bruta soy.
- Sí.
- Y aquí cuando lo de los libros de los juegos y los recortables. Qué ocurrencia.
- ¿Lo ve? ¿Me da entonces el libro?
- Tome, tome y márchese a leerlo, criatura de Dios. Pero no se le ocurra empezarlo antes de las 19:45 horas del domingo 17 de febrero.
- ¿Y como sabe usted que hay que empezarlo a esa hora?
- Muy sencillo, porque soy fiel lectora del blog de Vitruvia. Con “v”.

P.D: Con todo mi cariño, para la tal Vitruvia, con “v”, por las ganas y sobre todo por la ilusión que ha puesto en ésta su locura.

martes, febrero 12, 2008

Debate on-line

Qué nervioso me he puesto. Acaba de llegar a mis oídos información sobre las últimas novedades en la negociación que están manteniendo los dos principales partidos políticos de este nuestro querido país en lo que respecta a los debates previos a las próximas elecciones generales, que como sabréis ya a estas alturas, se celebraran el próximo día 9 de marzo, festividad de Santa Francisca, también conocida como la Señá Paca.

Como habréis podido ver todos los que seáis capaces de arquear ligeramente la cabeza hacia la izquierda según estáis leyendo el post, o en su defecto, si os doliera el cuello, prolongar ligeramente el recorrido del globo ocular en la dirección de derecha a izquierda sobrepasando el espacio imaginario que limitaría la caja del texto (no, no, tanto no, no hay que llegar hasta el rabillo del ojo, no me seáis exagerados, que os salís de la pantalla y estaréis viendo al jefe que os vigila desde el fondo de la habitación), en este blog nos hemos adherido a la propuesta de 20minutos de que se realice un debate en internet entre los dos principales aspirantes a la presidencia, un tal Zapatero, del que dicen las encuestas que va el primero, y un tal Rajoy, segundo al menos a día de hoy (si se me permiten los pareados).

Pues bien, parece ser que como PSOE y PP no se ponen de acuerdo sobre en qué televisiones deben realizarse los debates, al final es muy posible que se celebren en un lugar neutral y que la señal no sea sólo para todas la teles que la quieran, sino también para todos los medios on-line (informa 20minutos).

Yo ya me lo estoy imaginando:

Riiiiing, riiiiiiiing
- ¿Es usted el señor Punto Blog, de nombre Estilografic?
- Bonita forma de llamarme, sí señor, eso soy yo. Y usted, ¿quién es?
- Verá, yo es que le llamo de parte de Mariano y de José Luis.
- ¿Con Mariano y José Luis se refiere usted, como cabría esperar, a Rajoy y a Zapatero?
- O a Zapatero y a Rajoy, como prefiera.
- ¿Pero a ambosdos?
- Es más, a ambosdosalunísono. Ha sido usted elegido por ambosdosalunísono, ya digo, para acoger el debate.
- ¿Qué debate?
- El de ambosdosalunísono, también.
- ¿Yo?
- Bueno, usted no. En concreto su blog, que si no me equivoco se llama igual que usted, esto es, Estilografic Punto Blog.
- ¡Eso es imposible!
- ¡Como va a ser imposible hombre, si lo ha puesto usted, el nombre!
- No, no, si digo que es imposible que ambosdosalunísono se hayan puesto de acuerdo en algo...
- Pues mire, lo han hecho.
- Y que me hayan elegido a mi...
- Pues mire, lo han hecho. Y no quiero volver a repetirme, así que ándese con ojo en lo que a la próxima pregunta u observación respecta.
- ¿Y cómo dice que ha sido la cosa?
- Pues mire, reunímonos con ellos, con ambosdosalunísono, y planteámosles, a ambosdosalunísono, la siguiente cuestión: ¿dónde quieren que se celebre el debate?
- No me diga más, y respondieron “en Estilografic Punto Blog”.
- Ambosdosalunísono, sí señor.
- ¿Y sólo va a haber debate aquí, en mi blog?
- Efectivamente, así es... Bueno, en realidad... no.
- Si pudiera usted extenderse algo más en esta última idea y explicármelo un poco más detalladamente se lo agradecería sobremanera, créame.
- Quiero decir que en realidad el debate se celebrará aquí, físicamente digo, pero podrá ser seguido por todos los mediosonline. Todosalunísono.
- ¿Y cuál va a ser entonces mi papel?, El de moderador, supongo, ¿no?
- Pues no, tampoco es así exactamente. Usted será el que abra.
- ¿El que abra el debate, al más puro estilo Gabilondo, con alguna pregunta del tipo: Señor González....¿Organizó usted los GAL?
- No, no, el que abra la puerta a los invitados.
- ¿A qué invitados?
- A qué invitados va a ser. A Zapatero y a Rajoy. A ambosdosalunísono.
- Uf, qué susto, por un momento creí que vendría más gente. ¿Y sólo eso tendré que hacer?
- Bueno, también les tendrá que abrir los botellines y las bolsas de aperitivos.
- Ah. Y dígame una cosa, ¿Qué tengo que abrir primero, los botellines o lo aperitivos?
- Eso resulta evidente, amigo Estilografic: ambosdosalunísono.

lunes, febrero 11, 2008

Bardem

No vuelvo a ir al cine. Llevo todo el fin de semana soñando con que me persigue el Bardem, el tío feo. Porque a mí, qué quieres que te diga, es que siempre me ha parecido un tío feo el Bardem. Será un feo atractivo, yo no digo que no, pero feo. Y con cara de malo, además. Que me perdone Deses, que sé que lo tiene entre sus revolcables, pero me parece que es así.

Resulta que en el sueño me he encontrado un maletín repleto de fajos de billetes de los grandes. De procedencia sospechosa, el maletín, cosa que es normal, porque todo maletín repleto de billetes de los grandes que se precie deber de tener procedencia sospechosa, si no no tiene gracia. Me quedo con el maletín y salgo por patas, pero claro, el Bardem también lo quiere –normal, será feo, pero no tonto – y me persigue de motel en motel hasta que da conmigo, el muy villano.

- ¡Estilografic!
- ¡Bardem!
- Ahora no soy Bardem, esto es una peli, y yo soy el malo malísimo.
- Pues tampoco yo soy ahora Estilografic. Esto es un sueño y yo soy el tipo que ronca.
- ¿Te crees muy listo, no? He venido a matarte
- No me digas más. Ya te has leído el principio del post, y no te ha hecho ni pizca de gracia el calificativo de “feo”. Por eso quieres matarme.
- Más bien es por el dinero. Pero qué pasa, que no te gusta mi nuevo peinado, ¿no?
- Hombre, estás mejor en otras pelis, si te soy del todo sincero. ¿Qué opina Penélope?
- ¿Penélope Glamour, la de los Autos Locos?
- No hombre no, Penélope Cruz, de la que se dice que mantiene cierta relación más que amistosa con tu persona.
- ¡Mentiras! Cosas del Tomate. Y además a ella le da igual el peinado. Elige cara o cruz, Estilografic, y cierra ya tu sucia bocota.
- Cruz, seguro, es Penélope Cruz. Lo de Penelope Cara no me suena nada.
- Digo que elijas de la moneda, cara o cruz.
- ¿Para?
- Para saber si te mato o de dejo ir.
- Pues cruz....
- ....Tuviste suerte. Me largo, pero volveré.

Lo veo alejarse al Bardem en mi sueño y aprovecho para coger el maletín que he escondido en la rejilla del aire acondicionado del motel de carretera en el que me hospedo y salir pitando en busca de un nuevo escondrijo que no levante las sospechas del malo malísimo, también conocido como el Bardem. Así es como pido habitación en el motel “El rancho tejano”, sito en la carretera comarcal que va de Coslada a San Fernando, km. 3,200, cerquita del aeropuerto por si hubiera que salir por patas. Y allí espero, en silencio...

- ¡Estilografic!
- ¡Bardem! ¿Cómo me has vuelto a encontrar?
- Has dado demasiados detalles en tu post, amigo, y esta vez sí que lo he leído. A matarte vengo.
- Qué insistencia, hay que ver cómo son los hermanos.
- ¿Qué hermanos, los hermanos Macana?
- ¿Ya estás otra vez con los Autos Locos? No hombre no, los hermanos Coen, los directores de la peli.
- Ah, esos dos pájaros..., menudos son, loco que me tienen, sí.
- Es que tiene que ser difícil dirigir a dúo. Por mucho que te haya parido la misma madre que los parió.
- Eso digo yo, ¡la madre que los parió!, que no se ponen de acuerdo.
- ¿Y eso?
- Mantienen diferencias capilares. El Joel me peina con la raya a la izquierda y el flequillo con caída a la derecha; y el Ethan, en cambio, tiene tendencia a marcarme la raya en la derecha y a dejar caer el flequillo en dirección contraria.
- Lo que no sé es por qué lo haces tanto caso, con lo malo malísimo que tú eres.
- Pues porque yo lo valgo, criatura, que si no ya me los había cargao a los dos. En fin, basta ya de palabras vacías, Estilografic, que yo he venido a matarte y a llevarme la pasta. Déjame una moneda, que no tengo suelto.
- Pues yo tampoco, ¿no ves que son de los grandes los billetes del maletín?
- Cierto. Pues entonces nos la jugamos a los chinos: yo digo tres con las que lleves y si acierto te mato.
- Y yo afirmo que dos. Que son las que tú llevas, puesto que yo voy a blancas.
- Grrrr. Volviste a librarte de la muerte. Me largo, pero volveré.

Uf. Lo veo alejarse otra vez, al tal Bardem, malo donde los haya, y repito la operación. Pero, eso sí, ahora no pienso dar ni un dato sobre mi nuevo paradero, que seguro que el tío sigue leyéndose el post. Menudo es. Permanezco a oscuras en la habitación, y de repente veo su sobra por la rendija de la puerta, al otro lado. Silencio. Se ha detenido. No respiro. y... ¡clonk!

- ¡Estilogrfic!
- ¡Bardem! ¿Cómo diste esta vez con mi paradero?
- Para mi es sencillo, ¿no ves que me van a dar un Oscar?
- Pues vaya susto. Casi me das en todo el ojo con el pomo de la puerta. ¿Cómo lo has hecho volar de esa manera?
- Con mi compresor de aire. Llevo toda la peli cargado con él, así que tenía que usarlo ya, mi querido amigo.
- Pero si eso se usa para tirar las cañas de cerveza, hombre, no me seas patán.
- ¿Patán? ¿El perro de Pierre Nodoyuna?, ¿el de los Autos Locos?
- Mira que está pesadito con los Autos Locos. ¿No crees que eres ya mayorcito para tanto dibujo animado?
- ¿Mayorcito yo?, te equivocas amigo, éste No es país para viejos.
¡PUM!

viernes, febrero 08, 2008

Descenso a los infiernos

Ándense con cuidado maleantes, blogueros que bloguean en horas de trabajo, homosexuales, inmigrantes, trabajadores que no lleguen a fin de mes, comediantes, internautas que utilizan redes pedospé, defensores de nuevas formas de familia, escritores, seguidores del humor violento de los emmanoscoen, admiradores de Guti, atléticos de pro, partidarios de Obama, fans de los rollingestones, votantes que no votan al PP, alcaldes con inclinaciones carnales, anestesistas, mujeres que no se sientan ni diábolo, ni cilindro ni campana, etc, etc, etc... Lo ha dicho el Papa: “el infiennno existe, y no está vacío”.

Servidor, que es fiel seguidor no sólo de algunos de los vicios arriba señalados, sino también de la sabia sentencia que dice aquello de “si no lo veo no lo creo”, ha optado, ni corto ni perezoso (que lo de “perezoso” lo pillo, pero lo de “corto” no acabo yo de verlo aquí) por iniciar, acreditación de prensa en la boca, una visita periodística al lugar señalado para conocer “in situ” semejante destino fatal y comprobar la veracidad de la palabras del Papa. Periodismo de investigación del bueno, ya sabéis.

Toc, toc, toc.
- ¡Amigo Estilografic Punto Blog!, pase, pase, no se corte.
- ¿Cómo sabe usted mi nombre? No me diga que estaba leyendo el post...
- No hombre no, Aquí no hay todavía ADSL ni guifi ni ná de ná, ¿no ve que estamos en obras? Es que lo tengo a usted en mis ficheros, amigo Estilografic.
- No me diga eso, que me preocupa. Y usted, claro, será el Demonio, también conocido como Don Diablo se ha escapado, tu no sabes la que ha armado, ten cuidado yo lo digo por si... Disculpe, pero es que es pronunciar su nombre y de inmediato se me viene la musiquilla de Bosé.
- ¡Déjese de musiquillas estúpidas! ¿Y qué le hace a usted pensar que yo soy el susodicho?
- Hombre, mayormente por los cuernos y el tridente, así como por su color de tez tremendamente rojizo. Y también porque anda por rincones y se esconde en los cajones de la presa que decida conseguir.
- ¿Conseguir?
- Si sigue así yo se lo voy a decir...
- ¡Basta! ¿Qué es lo que quiere usted?
- Perdone, perdone. Es que creí que me hacia coros, con el “conseguir”. Yo es que venía en misión periodística a cubrir la información, a comprobar que tal y como ha dicho el Papa el infierno existe y no está vacío.
- ¿Eso ha dicho el Papa? Definitivamente, tengo que llamar a los de telefónica para que me instalen la línea a la voz de ya, que no me entero de ná.
- ¿Puedo entonces pasar?
- Pase, pase. Pero como verá, esto está recién inaugurado y, la verdad, sin terminar.
- Cierto. Le pasa como al intercambiador de la Plaza de Castilla, pero eso sí, más calentito, dónde va a parar.
- ¿Al interqué?
- Disculpe, olvidé que no tiene ADSL. ¿Y la gente?
- Esperándolos estoy, que vayan llegando. Pero me temo que es usted el primero.
- No, no, si yo no vengo a quedarme, le recuerdo que estoy sólo en misión periodística. Pues a ver qué cuento yo arriba, si no hay nadie y está todo manga por hombro.
- Pues cuente usted que con las prisas por lo de las elecciones, esta gente se ha puesto a inaugurar y a inaugurar, y claro, faltan todavía los últimos detalles.
- Pues eso contaré; pero no lo veo yo noticia, si pasa con todo.
- También les puede hablar de mí.
- ¿De usted? De usted lo saben todo. Que tiene cuernos, tridente, que es malo malísimo, que se llama Demonio, Lucifer, Satanás, Belcebú, Mefistófeles o incluso Don Diablo se ha escapado tu no sabes....
- Pues en eso se equivocan, amigo Estilografic, y déjese de canturreos. Ninguno de esos responde a mi verdadero nombre.
- Dios mío, qué me está contando, eso sí que es noticia.
- Chssss. No sea usted mal hablado, hombreporbelcebú. Y los cuernos y eso... bah...puro atrezzo, para ambientar el escenario. Yo soy un tipo normal, como usted, como Paquirrín, como la gente que sale en El Tomate.
- Sí que es cierto que anda usted desconectado de la realidad. El Tomate ya no lo ponen, que lo sepa..
- ¡La Virgen!, digo ¡la diablesa! ¿Ya no lo ponen? Eso es porque no les gustaba a los obispos, me consta. Pues qué aburrida tiene que ser la vida ahí arriba ahora, ¿no?
- No lo sabe usted bien. Aburridísima, sí, pero yo me voy a tener que ir volviendo, que se me hace tarde para publicar el post.
- Pues acérquese entonces, mi querido amigo Estilografic, que uno está aquí muy solo y necesitado de cariño.
- No me irá a plantar usted, como despedida, un beso chiquitín con un swing.
- Pues no, aquí no se llevan los besos. Si quiere usted, venga un abrazo, y punto.
- Pues venga un abrazo, qué se le va a hacer, que al final me ha caído usted bien. Y una cosa, antes de irme.
- Soy todo oídos, qué diablos.
- ¿Sería usted tan amable de revelarme su verdadero nombre, que me urge un titular para mi crónica?
- Arias Cañete, me llamo. Pero no se lo vaya a contar a Mariano.

jueves, febrero 07, 2008

La inspección

Está hecho un toro, el tío. Hoy hemos ido, él y yo, a hacerle la revisión y el resultado ha sido “FAVORABLE”. Y eso que ya va teniendo sus añitos, el mozo, que es de la quinta del ochenta y siete. Pero nada, que ahí sigue dando guerra como si de un chaval se tratara. Hombre, está claro que no le puedes pedir que te corra como te corren otros, o que te aguante horas y horas dándole caña, pero él cumple con su papel a la perfección y conoce sus limitaciones, que ya es muy importante, lo de las limitaciones.

Me refiero al PEUGEOT 205, también conocido como peyódoscientoscinco (sin rimas), que lo he llevado esta mañanita con la fresca a pasar la Inspección Técnica de Vehículos, también conocida como iteuve, de la Comunidad de Madrid, también conocida por la comunidad en la que gobierna Esperanza Aguirre, también conocida como Doña Cuaresma, “la del gesto agrio y estricta conducta”.

Yo es que cuando voy a pasar la iteuve me pongo muy nervioso, no sé, como si fuera al médico para mí y me temiera que me vayan a sacar algo de la próstata. Había dos inspectores, el uno y el dos. Evidentemente. Lo digo para que no nos liemos, que luego salen los post muy enrevesaos. El Inspector de la Inspección ( valga la redundancia) Técnica de Vehículos número 1 (en adelante II(VR)TV1) se encarga, si no me equivoco (yo por los gestos que hace, que de mecánica ni papa) de las luces y accesorios varios, del frenado y de las emisiones de gases (de los del vehículo, entiéndase). Y el Inspector de la Inspección (valga la redundancia) Técnica de Vehículos número 2 (en adelante II(VR)TV2) se ocupa (también por los gestos, que en un minuto que habré tardado como mucho en pasar de línea no me ha dado tiempo a aprender de mecánica) de la alineación (del coche, no del partido de ayer) y de los bajos (también del coche).

Yo siempre voy con el miedo añadido además de que te toquen un II(VR)TV1 y un II(VR)TV2 de los bordes, porque convencidísimo estoy de que más que del estado del vehículo, el que pases o no pases la inspección depende sobre todo del estado de los dos susodichos, esto es, de que su equipo haya ganado el día anterior, de que hayan desayunado bien y sobre todo de que la noche haya comenzado, transcurrido o incluso finalizado con triunfo torero en lo que al acto copulativo viene refiriéndose, por decirlo sin rodeos. Si ya lo dicen los publicistas, que de esto saben un rato: “si tu vida sexual va bien, lo demás no importa”.

II(VR)TV1: ¿Me da usted los papeles, Estilografic Punto Blog?
EPB: ¿Todos? Es que llevo el maletero llenito de periódicos, de dibujos de las niñas, de envolturas de caramelo...
II(VR)TV1: No, no, los papeles del coche. La documentación.
EPB: Disculpe, es que me pongo muy nervioso...
II(VR)TV1: Ya, ya, no se explique, si ya lo he leído en el post, lo de la próstata. Avance, encienda las luces y deje el coche en punto muerto.
EPB: ¿Por ese orden?
II(VR)TV1: Conviene, sobre todo lo del punto muerto, porque si no es que no se va a mover.
EPB: Vale, vale.

A mí cuando me dicen que pise el freno lo que hago en estos casos es que aprieto con todas mis fuerzas, confiando en que así se crean que es que las pastillas (las del freno) están en perfecto estado. Pues no tengo yo picardía ni ná para estas cosas. Yo creo que he sentido hasta el frío del asfalto, al pisar. Y lo mismo cuando me dicen que mueva un poco el volante “suavemente” para un lado y para otro. Yo le doy casi la vuelta completa, jeje, para que así se piensen que lo que tengo entre manos más que un coche es La Máquina.

II(VR)TV2: ¿Es usted Estilografic Punto Blog?
EPB: Sí, sí, lo sigo siendo.
II(VR)TV2: Bien, pues aparque el coche en la calle y espere un momentito.
EPB. ¿Se refiere a La Máquina?
II(VR)TV2: Haga el favor de quitarse de en medio a la voz de ya.
EPB: Vale, vale, ya espero.

Es entonces, cuando aparcas el vehículo en la calle y pasas a la sala de espera, cuando los minutos que trascurren hasta que te llaman parecen horas, las horas parecen días, lo días meses y los meses años. Los nervios apenas te dejan respirar y la mente se te queda en blanco mientras pasan por ella, a modo de fotografías color sepia, los instantes más significativos de tu vida.

II(VR)TV2: ¿Estilografic Punto Blog?
EPB: Aquí sigo. Aquí sigo... dígame doctor, digo inspector, qué ha ido ¿niño o niña?
II(VR)TV2: La inspección es FAVORABLE. Vuelva en 2009.
EPB: Uf, no sabe qué peso me quita de encima, doctor.
II(VR)TV2: Tome, los papeles y la pegatina.
EPB: Gracias, gracias. La pegatina qué es ¿para las niñas?
II(VR)TV2: La pegatina la coloca usted en el cristal, que se vea y sepan que ha pasado la revisión, y los papeles se los guarda.
EPB: De acuerdo... Pero oiga, aquí debe haber algún error, no me explico...
II(VR)TV2: ¿A qué se refiere, Estilografic Punto Blog?
EPB. Pues a que si no recuerdo mal, el año pasado me la dieron FAVORABLE CON DEFECTOS LEVES.
II(VR)TV2: ¿Y...?
EPB: Pues que me va a dar usted la hoja de reclamaciones, porque yo los defectos leves esos no se los he arreglado. Así que ya me dirá usted dónde están ahora, mis defectos. Aquí pone sólo FAVORABLE.
II(VR)TV2: ¿Usted es tonto o qué, Estilografic?
EPB: Discúlpeme, doctor, son los nervios, que no dejan de traicionarme.

miércoles, febrero 06, 2008

Se me perdió el oso

Pues eso, que entre tantas burbujas que suben y después se van, pero que tardan en irse, y el trajín que supone lo que es una mudanza y un cambio de decoración de la casa de uno (esto es, el blog), escapóseme el oso. La verdad es que yo ni me había dado cuenta, y si no llega a ser por el conejo de Irreverens es que ni me entero del percance. Entiéndase, eso sí, la frase anterior en su justa y casta medida, no vayamos a empezar a liarla ya, que ya me estoy viendo venir los comentarios alusivos al conejo de la muchacha.

Hay que ver cómo son animales. Y entiéndase esta expresión también en su significado más literal, no se vaya a dar por aludido el primer comentarista que suelte una burrada referida al conejo de Irreverens. Me refiero a que cómo se preocupan y se prestan atención los unos a los otros, y eso que osos y conejos no es que sean familia lejana, que yo sepa. Pues fíjate, el Bugs Bunny, que pareciera estar siempre a lo suyo, ahí tirado a la bartola y zampando zanahorias, fue el primero en darse cuenta, ipso facto, de la ausencia del osezno, hasta la fecha mascota de este blog.

El caso es que Knut, que así se llama el osito polar que Estilografic Punto Blog tuvo a bien adoptar como mascota tras conocer sus duros y tiernos orígenes en el Zoo de Berlín, se halla desaparecido desde hace aproximadamente 24 horas (este dato va a depender más que nada de la hora a la que se esté leyendo este post, extremo que a mi se me escapa de las manos), y o mucho me equivoco o a estas alturas debe andar la criatura perdido y sin rumbo por la blogosfera, de blog en blog, tratando de regresar a su hogar dulce hogar.

Queridos amigos, en estos tristes momentos plenos de desasosiego e incertidumbre me voy a permitir abusar de vuestra confianza y amabilidad y solicitaros vuestra ayuda y colaboración para encontrar a mi pequeño plantígrado, confiando en que alguien pueda ofrecer pista alguna de su paradero o ubicación. Pero por si se diera el caso que alguno decidiera apropiarse al animalillo por encontrarse falto de compañía o sobrado de espacio en su blog, que de todo hay en este mundo de la blogosfera, tan competitivo y sembrado de rencillas, aquí dejo algunas instrucciones para que al menos la criatura se sienta como en casa allá donde more a partir de ahora, poniéndonos en el fatídico supuesto de que ya jamás regrese a ésta su casa.

* Dado que le gusta el fútbol, le hará ilusión ver esta tarde el partido de España, aunque se trate de un amistoso. Digo yo, no sé, porque lo cierto es que Luis Aragonés le pone un poco de los nervios, que se lo vengo notando yo. Si se le escuchara emitir un sonido gutural a la par que ciertamente desagradable, algo así como “aghauuu eeggiooo”, no alarmarse, que viene a ser su ya recurrente discurso reivindicativo que lleva interiorizado desde tiempo ha, y que podría traducirse al lenguaje humano por el slogan “Raúl selección!”.

* Para los dibujos, él es más del Oso Yogui que de Winnie the Poo, dónde va a parar.

* Comer come de todo, el tío. Pero se pirra por las yayitas y las chiquilín, galletas ambas dos. A los donuts dice sí, pero sin chocolate. Vamos a ver, no es que diga “sí” literalmente, quiero decir que le gustan y se muestra complaciente y agradecido ante el ofrecimiento.

* Gran aficionado a los concursos de la tele, sobre todo al Identity ese. Se vuelve loco cada vez que oye lo de “extraño número cinco... ¿es ésa tu identidad? Bueno, tampoco hace falta que sea el número cinco, se trataba sólo de un ejemplo. También le gustan esos que dan a altas horas de la madrugada en todas las cadenas, sí, esos en lo que una presentadora con cara de póker espera las llamadas mientras le echa imaginación para rellenar los tremendo huecos que hay entre concursante y concursante procurando no decir demasiadas estupideces. Eso sí, le dejo desconectado el teléfono, que un mes me vino una factura que para mí que fue que le debió dar por marcar el numero que aparece en pantalla. Como ponen el precio de la llamada en letra pequeña, los jodíos, la criatura no se percató de las tarifas, si yo lo entiendo.

Pues yo creo que con estas indicaciones estará contento y se sentirá a gustito, aunque eso sí, como en casa en ningún sitio.

Vuelve Knut, mi osito, donde quiera que tú estés.

Ah, y habilito desde ya un teléfono de emergencias para que me aviséis de cualquier novedad al respecto, que es el nueveceroseis osocientos osocientos. (Tarifa de ciento cincuenta euros más iva el minuto y súmale ochenta euros más de la conexión)

martes, febrero 05, 2008

Desayunos con... cava

- Hay que ver lo guapo y elegante que viene usted hoy a la oficina, con ese traje y ese peinado nuevos y relucientes donde los haya, mi querido vecino Estilografic.
- Hay que ver, sí. De un pequeño cambio de look en el blog, se trata.
- ¿Sucede algo importante que se me escape, si es que saberse puede?
- No, no. Me alegro de que le guste a usted, mi querida vecina del tercerodé, y sepa que yo a usted también la encuentro hoy reluciente y presentable sobremanera, a la par que pelín cotilla, la verdad sea dicha.
- Venga, suelte ya la razón. Qué más le da, si no me lo cuenta lo voy a leer luego en el blog, no sé para que tanto secreto.
- Pues verá, es que viene hoy a visitarme una amiga bloguera y...
- Ay vecino, vecino, así que una amiguita, ¿eh?
- No, no es lo que imagina, no, se trata de una muchacha que tiene un blog así como muy sensual y a veces picantón, pero al mismo tiempo con contenidos muy humanos y profundos...
- Ya, ya, ya me imagino, profundos pero que bien profundos... Pero no se preocupe, que ya sabe que yo otra cosa no, pero discreta lo soy un rato....
- Que no , vecina, que no me líe, que no se trata de eso, que es que se va a quedar a desayunar y...
- ¡Hombre claro!, no la va a mandar a su casa en ayunas, a la muchacha, después de la noche loca y lujuriosa que me imagino habrán pasado....
- Mire vecina, ¿sabe lo que le digo?, que métase en su casa del tercerodé y déjenos a nosotros charlar de nuestras cosas.

Ya sin la presencia de la pesada de la vecina, que hay que ver lo que le gusta liar la cosas, tengo a bien anunciar a mis queridos lectores que vamos a contar en nuestra sección “desayunos con” con una de las blogueras más originales que encontrarse pueden por el internet este. Se trata de “Belén in red”, antes conocida como “Mi burbuja transparente”. Y haciendo honor a su antiguo nombre así como a su categoría he decidido que éste sea un desayuno nada menos que con... cava. Claro que sí.

- Hola querida Beléninred, también conocida como “Mi burbuja transparente”.
- Hola Estilografic. Hay que ver lo guapo y elegante que vienes hoy a la oficina, con ese traje y ese peinado nuevos y relucientes donde los haya.
- Hay que ver, sí. De un pequeño cambio de look en el blog, se trata.
- ¿Sucede algo importante que se me escape, si es que saberse puede?
- Tú te has leído ya el principio del post, ¿verdad Belén?
- Pues sí. Muy simpática tu vecina, por cierto.
- ¿Ésa? Menuda es. A saber lo que va a contar luego por ahí. Menos mal que ya lo han quitado, que si no...
- ¿Que han quitado qué?
- El tomate, digo. El de Telecinco.
- ¿Nos iban a sacar en El tomate?
- Pues no te extrañe, porque se inventa unas cosas... Bueno Belén, he querido que estuvieras aquí para agradecerte el original y amable post que hace poco me dedicaste, burbujita mía. Por cierto, ¿qué ha sido de ese bello y sugerente nombre que tenías que me ha llevado a mí a descorchar la botella de cava para este desayuno, el de “burbuja inmobiliaria”, digo “burbuja transparente”?
- Ese es mi sueño, que aparezca mi blog justo cuando la gente ponga en Google “burbuja inmobiliaria”, pero no hay forma, o pones “transparente” o no hay manera... este Bill Gates sí que es listo, no hay forma de tomarle el pelo.
- ¿Y tú cómo consigues, querida Beléninred, desenvolverte con tanta habilidad en esa delicada línea que separa lo sensual de lo estilográfico, digo de lo pornográfico, sin caer nunca en lo segundo? Disculpa los continuos errores, pero subiéndoseme están ya las burbujas a la cabeza.
- Porque lo estilográfico básicamente no sé ni lo que es. De hecho yo siempre te lo quiero preguntar cuando vengo por aquí, pero ya sabes, los locos de los que te leen (un saludo para todos) siempre me acaban haciendo que me vaya por las ramas... Y te digo una cosa, querido amigo... ser sensual es fácil, sobre todo con los peazo ojos que me ven...
- Pues antes de que se te suban a ti también, las burbujas digo, defíneme tu blog y dime qué pretendes con él, anda.
- Mi blog es eso, mi blog... Creo que tiene cosas mías porque además lo hice con esa intención, contar lo que pasa por mi cabeza... y claro, pasan muchas cosas como puedes ver...
- Lo veo, lo veo.
- No sé si es hormonal o que mi cabeza es una locomotora... eso es probable, mi padre fue ferroviario... sí... me quedo con que mi blog es una locomotora.
- Dime pues, ferroviaria mía, qué es para ti la belleza, tanto que de ella hablas en tu blog.
- ¿Belleza? La belleza es la capacidad de ver cosas simples que te llenen y te hagan feliz aunque sea una milésima de segundo, aunque sea una tontería, eso siempre será la belleza para mi.
- Qué bello, sí. Oye, cuando uno entra en tu blog lo primero que piensa es "vaya pedazo de fotos de tíos y tías buenos y buenas que saca esta muchacha". Pero si uno va leyendo tus posts se da cuenta de que allí hay mucho más, que hay otro tipo de belleza
que más bien tiene que ver con sentimientos, es decir, una belleza interior. La pregunta es: ¿qué pasa niña, que te gustó La Bella y la Bestia?
- Tengo cara de que me gusten las pelis de la disney????????????? A mi lo que me gustó fue Freaks... pero no las pelis de ese señor...
- ¿Me disculpas un momentito, Belén, que voy al baño? Es que las burbujas..., ya sabes.
- Tranquilo, tranquilo, estás en tu casa, Estilografic.

(Aparte: no es que servidor vaya al baño en realidad; es que he estado hábil para buscar una excusa y consultar mientras en Google qué demonios es eso que me ha dicho de “Freaks” y descubrir que se trata de “la parada de los monstruos”. Claro, una parada tenía que ser, con un padre ferroviario...)

- Bueno, ya estoy aquí, ¿Por donde íbamos? Ah, sí, por la estación de los monstruos, digo por la parada. Vamos a otra cosa, mariposa. Tengo entendido que te dedicas a la "fisio". Pues oye, a mi es que se me pone todos los días un dolor de cuello tremendo, que si te digo la verdad me da la sensación de que está causado por una postura forzada que adopto al situarme frente al ordenador en la oficina, tratando de disimular y hacer que trabajo mientras leo los posts de nuestros amigos de la blogosfera y sobre todo los tuyos, de manera que mis compañeros de trabajo, sobre todo los que están por encima en el escalafón, no se percaten de las fotos que pones que, todo hay que decirlo, resultan ser más bien subiditas de tono, amiga mía. ¿Qué me aconsejas? ¿Crees que debo adoptar otra postura? No, no me refiero a otra postura en cuanto a actitud en el trabajo, sino en lo que a mi cuello respecta.
- La mejor postura, amigo mío, es de lado, sobre todo si tienes problemas de espalda, además controlas los movimientos y... espera... ¿De qué posturas hablamos? Ahhh... perdón, uy no sé qué me ha pasado... Pues mira, lo mejor, es que veas los blogs en casa, en la intimidad de tu habitación, con un cigarrito y una cervecita... Vamos, así es la postura que yo adopto cuando veo los blogs, no cuando trabajo. Imagínese usted que mal si trabajo así verdad?, Vaya imagen de fisio... Por cierto, luego te doy el teléfono de mi consulta y remediamos ese dolor de cuello sí?
- Sí. Sí. Cómo me gusta ese “sí” que pones siempre al final, oye, es que no te da opción a negarte. Y otra de las muchas cosas que me gustan de tu blog es que siempre contestas a todas y cada una de las “burbujitas” que te hacen comentarios, y son muchas. ¿Cómo consigues tener esa santa paciencia, hijamiademividaydemicorazón, con tanta burbujita chisporroteando por ahí? ¿No te damos dolor de cabeza, como las del champagne, que ya sabes que son, como venía a decir Ana Torroja, "burbujas que suben y después se van"?
- Pues eso, con muchos cigarros y mucha cerveza!!!! A veces sois tantos que me abrumáis, pero ¿sabes una cosa? Que me encanta que me comenten, que me digan cosas, así se que llego y que algo gusto, no se... será que en el fondo soy una exhibicionista.
- Pues vamos a ir acabando, si te parece, Beleninred.
- Venga, Estilografic, alcemos entonces nuestras copas y brindemos juntos por nuestros blogs y nuestros lectores, acabando así con cava nuestro encuentro.
- ¡Anda, como el ministro!
- ¿De qué ministro me hablas, Estilografic, que pensé que íbamos a conseguir no hablar de política en nuestro desayuno?
- Del de Interior.
- ¿De Rubalcaba?
- Eso es. Rubalcaba. Empieza con “rubal” y acaba con “cava”. ¡Como nosotros!
- ¡La madre que te parió, Estilografic, sí!

P.D: Gracias a Belén por la colaboración y por permitirme mezclar en este post sus respuestas reales con otras que no lo son tanto pero que también podrían serlo, por qué no. Belén es Belén in red, antes Mi burbuja transparente, un blog que le va a gustar... a toda la gente. Ya lo verás.