lunes, junio 30, 2008

Desayunos con...Luis Aragonés

¿Se acuerda alguien de nuestros “desayunos con...”? Bien, pues no se nos van a caer los anillos por reconocer que hemos tenido que dejarlos una temporada aparcaditos debido a la falta de presupuesto, que los invitados nos comían mucho. Pero en fin, la ocasión creo que lo merece y hoy hemos tirado la casa por la ventana para compartir con Luis Aragonés un magnífico desayuno con... gambasplancha. Porque... ¡PO-DE-MOS!

- Buenos días don Luis Aragonés o, si me lo permite, mejor le voy a llamar míster.
- Pues mire no, no se lo permito. ¿Le gustaría a usted acaso que Luis le llamara a usted miss?
- Pues no, la verdad es que no.
- Pues llámeme usted por mi nombre y listos, o mejor, llame usted a Luis por su nombre y listos, que ya sabe usted que a mí, digo a Luis, me gusta, digo le gusta, hablar de mí, digo de Luis, en tercera persona, digo persona.
- Parece usted el Gallo Claudio.
- Digo.
- Bien, pues entonces si le parece, donluis, llamémonos por nuestros nombres - ya sea en primera o en tercera persona - y todos felices, que hoy es un día de celebración y no quisiera Estilografic, o sea yo, que estuviera usted tenso.
- Me parece bien, donestilografic, aunque no me negará que posee usted un nombrecito la mar de complicado, hartito como he acabado de los dichosos Schweinsteiger y Merteshacker y tal.
- Diríjase entonces a mi si le place con el apelativo muy futbolístico de “muchacho”, donluis, que, insisto, no quisiera yo contrariarle a usted.
- ¿Contrariarme? Pues no sé qué hace entonces invitándome a un desayuno con... gambasplancha, cuando de sobra sabe, porque bien claro que lo he manifestado, que a mi no me cabe el pelo de una susodicha por el todavía no susodicho, pero todo se susodichará.
- A lo cual añado yo, metidos ya en trabalenguas y palabras difíciles, que el susodichador que lo susodiche buen sosodichador será, si señor.
- Y además sé, donschweinsteiger, digo “muchacho”, que usted no creía ni un poquito en éste mi equipo, y que algunos de los cambios por mí realizados en determinados partidos no le han parecido al señor de su agrado. Y lo que es peor, ni siquiera ha tenido usted cojones de expresar claramente su opinión en su blog, sino que lo ha hecho a escondidillas en comentarios de blogs vecinos y tal.
- En eso, donluis, tengo que darle la razón, y reconozco que tanto usted como su equipo me han sorprendido muy pero que muy gratamente durante esta Eurocopa, de manera que lo que antes eran críticas ahora son parabienes.
- ¿Para qué?
- Parabienes, he dicho.
- No, digo que para qué le hace ahora todo el mundo la pelota a Luis, si Luis ya deja de ser seleccionador.
- Hombre, no es hacer la pelota, es reconocer el trabajo bien hecho y comportarse uno como un caballero. Y lo que es más, para demostrarle a usted que servidor es un caballero, le voy a pelar una gamba.
- Muy bien, pero... ¿qué se dispone usted a hacer con el pelo de la ya famosa susodicha, que le veo venir?
- Pues ya sabe, introducírselo por el todavía no susodicho.
- ¿A quién?, ¿a mí? Ni se le ocurra, que no me cabe.
- No hombre no, a usted no.
- Ah, bueno.
- A Luis. Me refiero a Luis.


jueves, junio 26, 2008

La llamada

Tras los extraordinarios, sorprendentes e inquietantes sucesos acaecidos en la solemne ceremonia de inauguración de la Librería La Clandestina (en adelante, LLC), hasta hace poco misteriosamente ocultos pero que ahora se revelan y salen a la luz en la blogosfera gracias a arcanos y tal vez cifrados comentarios aparecidos tanto en éste como en otros blogs de una serie de blogueros que se nos antojan "pringaos en el ajo", el Equipo de Investigación de Estilografic Punto Blog (en adelante, EIEPB) se ha puesto a investigar. A ver qué otra cosa va a hacer si no.

Iniciamos pues la redacción de la entrada o post de hoy dando a conocer al lector de manera tan sucinta como escrupulosa lo sucedido en el día de autos, esto es, durante la cacareada inauguración de LLC:

Encontrábanse una serie de bloguer@s hasta entonces desconocidos los unos de los otros (este dato es importante, el de "desconocidos", porque pudiera ser que tras la investigación finalmente se revelara - ¡oh sorpresa! – que algunos de los presentes en el acto pudieran no ser en realidad quienes afirmaban y aún hoy afirman ser, amparándose en la condición de anonimato que proporciona la blogosfera), decía que se encontraban los blogueros en la inauguración de LLC cuando, siempre presuntamente, una de las asistentes, conocida con el gracioso y ocurrente sobrenombre de Géminis Despechada (en adelante, GD) se dispuso a iniciar conversación telefónica con otra bloguera no asistente al acto (presuntamente por motivos laborales hasta la fecha no justificados), conocida por el piterpanesco apodo de Wen (en adelante, Wen), desconociéndose hasta la fecha a través de qué operador se realizo la llamada y a cuánto ascendió finalmente el importe de la misma, vete tú a saber ahora.

De lo acontecido realmente en el periodo de tiempo que extendiose la mencionada comunicación telefónica no había trascendido dato alguno, pero finalmente se ha convertido en el denominado "quid de la cuestión" a partir de las recientes revelaciones de otra de las presuntamente asistentes a la inauguración, una tal Vitruvia (en adelante, Vitru), quien asegura haber participado en la conversación telefónica aludida y haber hablado con Wen, algo que esta última dice, misteriosamente, no recordar. Vamos, y para aclararse, que Vitru asegura que habló con Wen y Wen dice que no. Qué miedo me está dando todo esto.

Mención aparte merece la implicación de otros dos blogueros presuntamente presentes en la inauguración, una tal Irreverens Punto Blog (en adelante, IPB), quien, dicho sea de paso, no guarda relación de parentesco alguna con el principal responsable de este equipo de investigación, Estilografic Punto Blog (en adelante, EPB), pese a la coincidencia en los apellidos; y un tal Joako67blog (en adelante, Jo), con quien, por cierto, este equipo de investigación trató de contactar telefónicamente el jueves 26 por la noche, a eso de las 21:00 horas, resultando del todo imposible por encontrarse "ocupado", tal y como él mismo venía a confesar en su blog. Ambos dos serán llamados a declarar y serán investigados como merecen por su presunta implicación en los, no me canso de decir, misteriosos hechos.

Se hace necesario aclarar, por último, que pese a haber sido acusado por el resto de los blogueros implicados de estar también metido en el ajo, el máximo responsable de esta investigación, EPB, no se encontraba presente el día de autos en la inauguración de LLC, y esgrime como coartada ante tal acusación que en el día y hora señalados se hallaba en su casita tan a gustito viendo el partido España-Suecia que acabó, y sirva esto como prueba, con el resultado de 2 a 1 favorable a España, ra, ra, ra (¡podemos!) con goles de Torres y Villa, quien, por cierto, no podrá estar en la final del domingo ante los ya temblorosos alemanes debido a su lesión, mecachisenlamar.

Bien. Tras la narración de los hechos sucedidos, se abren ahora una serie de posibilidades o hipótesis de investigación, siempre presuntas, que nos disponemos a detallar:

1.- Que ante lo desorbitado del coste de la llamada telefónica, GD estuviera tratando de involucrar a más blogueros de los que en realidad estuvieron implicados para después exigir que entre todos hagan frente a su próxima factura telefónica.

2.- Que Vitru tenga razón y todo se deba a un despiste de Wen.

3.- Que Wen tenga razón y todo se deba a un despiste de Vitru.

4.- Que, como ya ha sido sugerido en algún que otro comentario, la tal Vitru en realidad no exista, sino que se trate de un "ente blogosférico" que habita entre las líneas de ADSL y los espacios wifi.

5.- Que aquí todos sin excepción seamos "entes blogosféricos".

6.- Que en LLC haya gato encerrado.

Ante tales hipótesis, a cuál más desconcertante, el EIEPB decidió trasladarse ayer tarde hasta las dependencias de LLC para investigar "in situ" los misteriosos hechos, resultando que al llegar a la calle de la Palma nº 49, puerta calle, nos encontramos con la sorpresa de que la citada dirección no corresponde en realidad a LLC, sino a la Churrería La Palentina (en adelante, ChLP), donde libros no tendrán, pero elaboran unas porritas que están de muerte.

martes, junio 24, 2008

C _ _ _ _ S

Llevaba yo ya unos días con la mosca detrás de la oreja tratando de descifrar leyendo entre líneas –uno es que se está volviendo ya muy desconfiado, la verdad sea dicha – los mensajes que con cuentagotas nos van haciendo llegar a la ciudadanía de a pie procedentes de las más altas esferas del Gobierno de la nación española y olé, y ahora por fin ya sí que sí, no sé por qué me da que este mi país, que también lo es de la mayor parte de los lectores de este blog, se halla inmerso en lo que podríamos denominar, yo no diría que C _ _ _ _ S, sino más bien una fuerte desaceleración, casi frenazo, no sé si se me entiende.

A ver, lo que quiero decir es que teniendo en cuenta que la situación económica actual es, siempre hablando en términos relativos, no nos vayamos a confundir, sustancialmente más adversa que la de 2007, año del Señor, este último año referido inmediatamente anterior al que actualmente y en tiempo real nos ocupa, entiendo que se hace necesario adoptar, ya sin más dilación y siempre tratando de evitar males mayores en un futuro devenir nunca del todo fiable, una serie de medidas que bien ha hecho el Gobierno o Ejecutivo en encuadrar en un acertadamente denominado “paquete”, conducente, el paquete, a sanear la, no C _ _ _ _ S, ¡vivedios!, pero sí delicada coyuntura de la economía nacional, siempre enmarcada ésta, téngase muy en cuenta, en las tan complejas como interdependientes circunstancias comunes a todo el espectro continental, y si se me apura diría yo que incluso al devenir de los acontecimientos también allende los mares, dado la galopante y a veces ciertamente fastidiosa globalización imperante en este mundo de Dios.

Añadámosle a ello la compleja situación de inestabilidad que se ha venido manifestando en lo que bien podríamos pasar a denominar como mercado crediticio, y que tiene su traducción en la cantidad que al ciudadano se le escapa y no se sabe a ciencia cierta adónde va cada vez que uno pisa cargado de buenas intenciones cualquier entidad financiera, acompañada ésta de un tan imparable como espectacular encarecimiento en materias tan necesarias para el desarrollo y correcto funcionamiento de nuestra vida diaria como lo son las derivadas del líquido natural oleaginoso e inflamable constituido por una mezcla de hidrocarburos, que se extrae de lechos geológicos continentales o marítimos y del que, mediante diversas operaciones de destilación y refino se obtienen distintos productos utilizables con fines energéticos o industriales, como la gasolina, la nafta, el queroseno, el gasóleo, etc., esto es, el petróleo, resulta decía que nos encontramos con una situación, no de C _ _ _ _ S propiamente dicha, pero sí lo suficientemente alarmante como para que el referido “paquete” se desempaquete a la voz de ya, concretándose inexorablemente en un recorte del 70 por ciento en la oferta de empleo público que se verá acompañada de una congelación salarial en el caso de los altos cargos con la intención de preservar el equilibrio presupuestario y reducir el gasto público, a todo lo cual habría que añadir, para dejar de pensar de una vez por todas en la puñetera C _ _ _ _ S, que España ganara la Eurocopa.

¡Podemos!

lunes, junio 23, 2008

Comida silenciosa

Al haber creído conveniente servidor evitar hablar - por aquello de la saturación, más que nada – de cualesquiera de los dos asuntos que bien pudieran denominarse como los dos grandes temas del día, esto es, el Congreso del Pepé y el furbo, encontrábase uno a primeras horas de la mañana lo que se dice “sequito” de motivos para escribir un post mínimamente decente y digno de ser publicado en esta tan seria como trascendente bitácora personalísima donde las haya.

Menos mal que, más tarde que temprano, llegaría por fin la ansiada hora de la manduca o yanta y vínome la inspiración como caída del cielo. Resulta que iba yo husmeando entre la variada oferta de mesones, figones o cualesquiera otras muchas y variadas casa de comida que abundan por los alrededores de mi departamento laboral o lugar de trabajo, cuando de repente, ¡toma ya!, dime de bruces con una de esas pizarras que hacen las veces de soporte anunciante del menú del día, que asaltan el paso de los transeúntes haciendo continuos guiños a sus hambrientos estómagos, en la que aparecía con letra bien clarita, impreso a tiza como debe ser, mi “segundo plato” favorito, camuflado entre las opciones de un menú a 11,50 euros por cabeza: “solomillos a la pimienta con patatas fritas”, ¡Válgame el señor!, ¡con lo que me gustan!

Y así ha sido como el destino o los hados, materializados en carne y adoptando la sabrosa apariencia de solomillitos, me han llevado a descubrir un peculiar restaurante en el que hasta la fecha nunca jamás había fijado ni mi vista ni mi estómago, del que lo primero que me ha llamado la atención, aparte de los consabidos solomillitos, ha sido el impresionante silencio y ausencia de escándalo en el ciertamente glamouroso y acogedor comedor de diseño último modelo.

Seducido no tanto por el refinado aspecto del local, sino más bien por la tentadora oferta gastronómica en lo que al segundo plato se refiere, no he dudado en acomodarme sin más dispuesto a esperar a que se me facilitara el elegante y colorido folleto del menú del día para confirmar la presencia en el mismo de los ansiados solomillitos que, dicho sea de paso, provocándome estaban ya tal cantidad de secreciones enzimáticas ácidas acompañadas de semejantes crujidos estomacales que dábame la sensación de que rompiáse de manera estridente el sobrecogedor ambiente monacal reinante entre aquellas elegantísimas mesas.

Una vez saciado mi apetito y degustado con deleite el apetecible “segundo plato favorito” quedábame solo ya ver saciada también mi curiosidad ante tal ambiente tan poco característico de los lugares por mí frecuentados de manera habitual en el cumplimiento diario del sano y necesario ejercicio de almorzar.

- ¡Óigame camarero!, ¡óigame!.
- No grite, no grite que le oigo perfectamente. ¿No ve que aquí hay mucho silencio y brilla por su ausencia el escándalo?
- Efectivamente, y acerca de ese extremo es por lo que quería yo a usted precisamente preguntarle. Dígame: ¿Cómo es posible que en un restaurante no se escuche ni un solo grito o expresión vehemente del tipo de “¡oído cocina!”, “¡marchando!” o “¡cóbrame la mesa cuatro!” tan habituales en otros lares de esta misma condición?
- Ah, muy fácil. Tal peculiaridad, que es precisamente la que nos distingue y nos proporciona nuestro rasgo distintivo más característico, se debe a la aplicación en nuestro establecimiento del llamado sistema CPPAMICBIAE, toda una revolución en el campo de la hostelería, créame, un sistema que goza ya de generalizada implantación en países escandinavos que, como usted ya sabrá, se caracterizan por su consabido gusto por el silencio y su pronunciada tendencia a evitar el escándalo .
- ¿Y en qué consiste – y perdone mi curiosidad – el llamado sistema CPPAMICBIAE, si puede saberse?
- Yo se lo explico ipso facto, hombre, pero no hace falta que me chille tanto usted, si le oigo perfectamente.
- Disculpe, disculpe, es que inevitablemente déjome llevar por la costumbre, ya sabe.
- Pues se trata del sistema de Camarero con Pinganillo en Pabellón Auditivo y Micrófono Inalámbrico en Cavidad Bucal Incompatibles Ambos con el Escándalo.
- Extiéndase algo más por favor, no me sea tan técnico.
- Pues el sistema mediante el cual cada uno de nuestros camareros y camareras acometen su sufrida labor dotados/as de un pinganillo discretamente introducido en el pabellón auditivo y de un micrófono inalámbrico incorporado en cavidad bucal mediante los cuales, ambos dos artilugios, se comunican con el laboratorio central, esto es, la cocina, sin apenas levantar la voz y evitando cualquiera síntoma de escándalo que producirse pudiera.
- ¡Ya decía yo, leches! ¿Y lo llevan todos?
- Todos y cada uno de nosotros, sí señor.
- Pues nada, nada, me parece muy bien. Y una vez saciados tanto mi apetito como mi curiosidad, haga el favor de cobrarme. Tome doce euros y quédese con la vuelta.
- Me temo, señor, que con eso no le va a llegar.
- ¿Cómo que no? Pero si el menú es a 11,50, según reza la pizarra.
- Sí, pero a eso hay que sumarle la cantidad correspondiente a la llamada TMT.
- ¿Cuálo?
- Sí, la Tasa de Modernización Tecnológica. La correspondiente a la implantación del sistema arriba referido pensando siempre en la comodidad del cliente y, ya sabe, en la ausencia de escándalo.
- Ya. ¿Y cuanto viene a sumar la broma entonces?
- Son treinta euros en total.
- ¿Pues sabe qué le digo? Que eso sí que me parece un... ¡ES-CÁN-DA-LO!, ¡es un escándalo!

miércoles, junio 18, 2008

El elegante y pudoroso disfraz de la invención

"La única manera de contar algo verdadero es bajo el elegante y pudoroso disfraz de una invención”.

La frase la pronunció ayer Javier Marías referida a la creación literaria, y se me antoja de lo más sugerente. No, la cosa no va por lo del disfraz, que ya os veo venir a algun@s, sino más bien por la relación entre la invención y la verdad o, lo que viene a ser lo mismo, entre fantasía y realidad.

En la literatura, viene a decir el autor de “Corazón tan blanco”, la realidad puede y debe servir de inspiración, pero deja de comportarse como tal en el momento en que pasa a forma parte del discurso literario y se convierte en ficción. Y añado yo que también sucede lo contrario, que en la literatura la ficción acaba convirtiéndose en realidad, aunque sea realidad literaria.

Se me ha ocurrido pensar sobre ello después de que ayer unos cuantos blogueros de Dios anduviésemos todo el día dándole vueltas y más vueltas a las sensaciones que nos había producido el hecho de habernos conocido el pasado sábado en persona (durante la inauguración de la librería La Clandestina) después de meses, y en algunos casos años, compartiendo posts y comentarios sin vernos literalmente la cara. ¿Y qué narices tiene que ver una cosa con la otra?, pesaréis los más sensatos...

Es que me parece que el mundo virtual tiene mucho que ver con la literatura, porque en él también tiende a difuminarse con asombrosa facilidad esa ya de por sí débil frontera que separa realidad de ficción, verdad de invención. Y en ese encuentro del sábado sucedió que esos dos mundos colisionaron entre sí, haciéndolo además nada más y nada menos que en el mágico y literario escenario de una librería. Una librería de blogueros. Dónde mejor si no.

Decía yo ayer en el blog de Joako, creo que sin exagerar, que con algunos de estos blogueros a los que acabo de conocer personalmente mantengo un contacto y una comunicación bastante más fluida que la que tengo, por ejemplo, con la mayor parte de mis vecinos. A estos últimos los veo a diario e incluso de vez en cuando me tomo una caña con ellos, pero no tengo ni pajolera idea de qué opinan sobre, por ejemplo, la crisis del PP o la nueva directiva europea sobre inmigración, ni mucho menos de cuáles son sus gustos musicales o literarios, cosas que sí sé de muchos de los blogueros que leo.

Volviendo a lo del sábado, este tan especial contexto previo nos hacía colocarnos ante nuestro encuentro en una situación, no sé si incómoda, pero sí muy novedosa y extraordinaria, ya que, por lo general, cuando nos presentan a alguien por primera vez nuestro bagaje previo de conocimiento sobre aquél es igual o muy parecido a cero. Pero en nuestro caso no era así: se podría decir que todos nos conocíamos ya muy bien sin llegar realmente a conocernos en nada. El punto de partida era, cuando menos, extraordinariamente original.

La siguiente reflexión que se me ocurre tiene que ver con nuestra actitud ante el citado encuentro. ¿Cómo aspirábamos el sábado a comportarnos ante los demás blogueros que íbamos a conocer? ¿como los blogueros que escribimos bajo el anonimato que nos proporciona internet o como las personas de carne y hueso que en realidad somos? Y yendo aún más allá: ¿cuánto hay de nosotros en realidad en nuestros blogs? ¿Son realmente “personales” o tienen más de “literarios”?

Hablo ahora por mí. Debo confesar que inicié el experimento, hace como un par de años, pensando en hacer un blog periodístico en el que comentar la actualidad desde un punto de vista personal. Después, sin embargo, el blog me fue conduciendo poco a poco por caminos... más que distintos, yo diría que paralelos, de manera que, sin perder de vista esa actualidad que tanto me interesa, se fue adueñando de esto un componente cada vez más y más literario, hasta el punto de que la ficción, la invención y la fantasía se apoderaron del invento, dando sentido a casi todo lo que en él se cuenta. Recuerdo que en una entrevista que una vez me hizo, le conté a Clandestino que lo que sucedió es que de repente fue saliendo el mundo interior que llevaba dentro.

La consecuencia de todo ello ha sido la creación, puedo jurar que involuntaria, de un personaje llamado Estilografic Punto Blog que es ya el verdadero dueño y señor de éste que un día fue mi blog.

¿Ese tal Estilografic soy yo? Ayer precisamente le decía a Joako que aunque tengo muchas cosas de él muy en el fondo, en la superficie Estilografic es todo lo contrario a mí. Esta idea, lanzada sin demasiada reflexión previa, quizás no sea del todo acertada. Estilografic Punto Blog me sirve para muchas cosas, por ejemplo, para vencer mi timidez, para expresar aquello que muchas veces no me atrevo a expresar en público, para superar esa imagen de persona seria a la que aludía Géminis tras conocerme y, sobre todo, para sacar a relucir al niño que todavía llevo dentro y que me niego a hacer desaparecer. Se trata de una creación basada en la realidad, sí, pero que ha terminado por convertirse en pura fantasía literaria. O quizás sería más acertado argumentarlo al revés: se trata de una fantasía literaria, pero basada en la más pura realidad, por muy oculta que ésta esté.

Mira tú por dónde, que al final va a resultar que en este blog no se cuentan más que verdades. Eso sí, verdades inventadas.

lunes, junio 16, 2008

El blog oculto

Ya sabéis lo de la cámara oculta, ¿no? Je je. Pues nada, que como servidor no tiene cámara, ni oculta ni destapá, ocurrióseme la idea del blog oculto, ji ji. Y qué mejor ocasión que la del sábado, que como ya toda la blogosfera sabe a estas alturas aconteció el acontencimiento (valga la redundancia) más esperado del año: la inauguración de la librería La Clandestina. Descartado finalmente lo del disfraz de biólogo (ver post anterior) debido a que a cada paso que daba en dirección a la librería el ambiente se iba volviendo, sobre todo entre el gentío de naturaleza masculina, más y más acosante para con mi persona, decidí desprenderme de tal indumentaria y aparecer como persona normal y corriente, aprovechándome de mi condición de “personaje anónimo”, dado que nadie en la blogosfera conocía, hasta el sábado, mi verdadero aspecto físico. De lo que en adelante aconteció el día de autos doy ya mismo explicación, para quien escucharlo quisiere:

Sábado, 14 de junio.
Estilografic Punto Blog (en adelante, EPB): Buenas tardes.
Mariano Zurdo (en adelante, MZ): Muy buenas, ¿Qué desea?
EPB: ¿Es está la librería de los tales Mexileña, Clandestino y Mariano Zurdo, llamada, tengo entendido, La Clandestina?
Mexileña (en adelante MX): Esta es, sí señor, ¿y usted quién es?
EPB: Soy el inspector (recuerde el lector que se trata de la broma del blog oculto, no vaya a decir nada, ¿eh?).
Clandestino (en adelante CL): ¿El Inspector Clouseau, el de la Pantera Rosa?
EPB: ¡Qué Clouseau ni qué Pantera Rosa ni qué niño muerto! El inspector de librerías clandestinas soy. Porque esto es una librería clandestina, ¿verdad?
MX:. ¡Sí! ¿Cómo la sabe?
EPB: A ver si se cree usted, señorita, que la policía es tonta.
MZ: ¿Es que es usted inspector de policía?
EPB: Es una manera de hablar, señor Mariano y de apellido Zurdo, y usted debería saberlo, ya que es escritor.
CL: Veo que sabe usted mucho acerca de nosotros.
EPB: Es que soy inspector, ¿no se lo he dicho ya?
NX: Sí, inspector de librerías clandestinas, ¿Y qué desea?
EPB: Inspeccionar, qué voy a desear si no.
MZ: ¿Y por dónde quiere que empecemos, pues?
EPB: ¿Me permiten ustedes que pase al baño, retrete o escusado, que supongo estará tan estratégica como discretamente escondido tras esa ciertamente bella y tentadora puerta graciosamente decorada con vetustos libros apilados?
CL: Adelante, pase, pase, no tenemos nada que ocultar, yo le acompaño si quiere.
EPB: Si no le importa, usted se queda fuera, señor Clandestino, que yo si tengo algo que ocultar. ¡So guarro! ¿No ve que meándome vengo a más no poder?
CL: Disculpe, pensé que pasaba a inspeccionar.
EPB: Cada cosa a su tiempo, mi querido amigo, cada cosa a su tiempo.

Como el avispado lector ya supondrá, el inspector (que no es otro que Estilografic Punto Blog, cosa que aclaro por si hubiera también lectores no tan avispados que aún no se hayan enterado) no tiene ganas de miccionar ni nada, sino que aprovecha la situación para darse un respiro y desahogar la contenida risa, que ya no puede más, de lo bien que marcha hasta el momento la farsa. Al rato, y para continuar con el embuste, tira de la cadena y sale con cara de satisfacción, como quien acaba de vaciar el conducto urinario, para continuar con la inspección. Pero callemos, callemos y continuemos con el engaño. Y que no vaya a decir el lector ni pío, ¿eh?

EPB: Veo que tienen ustedes libros en las estanterías.
MX: Y yo veo que lleva usted un pinganillo en la oreja. ¿De qué se trata si puede saberse?
EPB. Ah.., esto... es la manera de comunicarme con mis superiores. Recibo órdenes en tiempo real que ejecuto de inmediato.
CL: Ya. Pues a mi me pareció escuchar, procedente del susodicho pinganillo, el grito de júbilo de “¡goldevilla!” mientras salía usted del baño, al tiempo que me parecía percibir en su rostro manifiesta expresión de satisfacción.
EPB: Efectivamente. La expresión de satisfacción que uno tiene cuando evacua su repleta vejiga a puntito de reventar. Si me lo permiten, y ya sin más dilación, procedo a echarle un vistazo a los libros.
MZ: Proceda, proceda sin miedo.
EPB: ¡Qué ven mis ojos! ¡Un bello y magníficamente ilustrado cuento llamado “Chocolata”!
MX: Sí, de la editorial OQO. Es la historia de una hipopótama que...
EPB: ¿No estarán ustedes incitando a los niños a consumir ciertas sustancias estupefacientes, no?
CL: Dios nos libre, señor inspector.
EPB: Se lo requiso para asegurarme. ¿Y este otro? “Kika superbruja y el libro de los hechizos”. ¿Encantamientos? ¿Brujería? ¿Malas artes? Queda también requisado ipso facto.
MZ: Pero oiga...
EPB: ¿Tiene ustedes ordenador?
CL: Sí. ¿También nos lo va a requisar?
EPB: No, sólo quiero que vean una cosita. Hagan el favor de entrar en Estilografic Punto Blog.
MX. ¿Estilografic Punto Blog?
EPB: Sí. Teclee, teclee y lean, je je.
MZ: A ver, a ver, aquí dice... “El blog oculto: Ya sabéis lo de la cámara oculta, ¿no? Je je. Pues nada, que como servidor no tiene cámara, ni oculta ni destapá, ocurrióseme la idea del blog oculto, ji ji....”
EPB: ¡Inocentes!, ¡inocentes! ¡Es una broma! ¡Soy yo, chicos! ¡Estilografic Punto Blog!... Pero... ¿qué pasa? ¿No sabéis quién soy? ¿Qué hacéis? ¡Soltaaaadmeeeeee!

En este preciso instante, Clandestino, Mexileña y Mariano Zurdo proceden a enganchar a servidor de las axilas y a ponerme - como lo oyen, queridos lectores – de patitas en la calle. En la calle de La Palma.

MX: ¡Malandrín!
CL: ¡Bribón!
MZ: Esta gentuza no sabe ya qué hacer para no pagar los libros, ¡Hombrepordios!

P.D: Con todo mi cariño, para los tres Clandestinos. Mucha suerte, amigos.

viernes, junio 13, 2008

Día D, hora H (y la escasez de género)

Ya está. Me ha costado lo suyo, pero ya lo tengo. Tras un par de decepcionantes e infructuosas visitas, la una a la mítica tienda de disfraces Vicente Rico y la otra a la afamada Tienda del Espía, saldadas con resultado de “cero patatero” debido a la escasez de género - motivada a su vez ésta por el consabido y dichoso paro de los transportistas - por fin tengo mi indumentaria confeccionada. Entre unas cosas y otras, al final he echado el resto en éste mi disfraz, pero todo gasto es poco para una misión tan trascendente como la que se presenta. Eso sí, espero que de una vez por todas mejore definitivamente el tiempo en Madrid, porque otra cosa no, pero fresquita es un rato, la indumentaria. Claro, con lo de la escasez de genero...

Y es que estoy del todo seguro de que por los alrededores va a haber la tira de policía secreta merodeando, así que llegar hasta el punto de reunión se me antoja que va a ser no sólo complicado, sino más bien peligrosísimo. Supongo que habrá además una puerta secreta que no se distinga de los muros de la fachada y que se abra sólo al activar un mecanismo que imagino se accionará mediante una contraseña que espero se me haga llegar sigilosamente en las próximas horas, porque ya no queda mucho tiempo para el día D y la hora H y la contraseña aún no me ha sido facilitada, supongo que también debido a lo de la escasez de género. Qué nervios.

Mi primera idea era esperar a que comenzara a caer la noche oscura sobre las calles de Madrid, de manera que desplazarse entre sombras por los oscuros callejones del centro de la ciudad resultara mucho más apropiado para pasar desapercibido entre las gentes, pero temo llegar tarde a la cita por exceso de precaución y, sobre todo, que no quede ya de nada en estantes y dependencias del innombrable destino, no sólo en lo que respecta a la mercancía intelectual, sino también, y sobre todo, en lo que se refiere a la llamada intendencia alimentaria o canapeística, si la hubiera. Anda que no complica el asunto, lo de la escasez de género...

Si hay algo que tengo claro a estas alturas es que a pesar de todas las precauciones va a resultar conveniente acercarse por la zona y alrededores disimulando y en actitud “silbante”, como quien no quiere la cosa, para esperar a que un tipo con pinta de sospechoso se nos acerque y nos pida la aludida contraseña. Supongo que sucederá, más o menos, una cosa así:

- Buenassssss.
- Buenas, venía por lo de..... ya sabe.
- Lo imaginaba, chata. ¿Contraseña?
- Es que no me ha llegado. Imagino que por lo de ...
- Sí, la escasez de género, ya. Anda pasa, pasa, y cuidadito al agacharte que no se te vea nada, si es que algo queda por ver, que tú si que vas escasita de genero.

Pues nada, que ya estoy saliendo de casa sigilosamente y sin miedo a ser reconocido gracias a mi asombrosa caracterización, y allá que te voy dispuesto a llegar a tiempo al punto de destino, a pesar de la dichosa escasez de género...

- Hombre, Estilografic, ¿dónde vas así vestido, que casi no se te reconoce?
- Vaya por Dios, vecino. Veo que, en efecto, y a pesar de los esfuerzos, me he quedado en el “casi”.
- Sí, pero no te creas, que me ha costado lo suyo saber quién eras, más que nada porque he salido de casa sin las gafas y no veo un pimiento. Que dónde vas, digo.
- Es que es un secreto que requiere discreción, no lo puedo decir. Se trata de una misión muy pero que muy peligrosa
- ¿Discreción? Pues deberías haber elegido otro disfraz pelín menos... llamativo , ¿no?
- Sé que tan difícil es de creer como de explicar, pero hazme caso. Yo iba buscando para la ocasión un disfraz de biólogo, te lo juro, pero claro, con lo de la escasez de género, ya sabes, al final lo más parecido que he encontrado ha sido esto.
- Desde luego, en lo de la “escasez” no me cabe duda de que has acertado, y en cuanto al “género”, pues resulta de lo más ambigua la cosa, si te digo la verdad.
- Ya.
- ¡Mira que disfrazarte de Anita Obregón!, ¡a quién se le ocurre! ¡Y sobre todo en estas fechas! Si sabes que es cuando presenta su línea de mini bikinis y nos deleita con sus posados en la playa, la moza. ¿No será que a ti también te gusta, como a ella, lucirte ante la concurrencia de esta guisa y me vienes a mí con el cuento de no sé qué misión peligrosa?
- Que no, que no, créeme.
- Pues mira, no te creo. Como no me digas dónde vas tan mona y provocativa, ahora mismito aviso al vecindario para que salgan a conteplar tu bella y sensual estampa por ventanas y terrazas.
- ¡Glups!. Está bien, está bien, tú ganas, te lo diré. A la inauguración de una librería voy.
- ¡Venga ya! ¿Y para eso tanto secreto, tanta carne al descubierto y tanta pose sensual y provocativa, que me estás poniendo malo?
- Verás..., es que...
- Sí, sí, ya sé, lo de la escasez de género.
- No, no es eso. Es que es clandestina, la librería.
- Ah. Haber empezado por ahí..., ¡maciza!

miércoles, junio 11, 2008

Preparando las vacaciones

Llevo yo unos años ya veraneando en La Manga (en La Manga del Mar Menor me refiero, no en la parte del vestido o prenda en la que se introduce el brazo), en una zona apartada del bullicio en la que he dado con un hotelito con buena relación calidad-precio. Y dando, eso sí, al Mediterráneo, porque el Mar Menor me resulta más bien como “caldosillo” y excesivamente calentorro.

Allí lo que se busca es que las niñas puedan disfrutar de unos días de playita, que es lo que a ellas más les apetece y que el hotel sea cómodo, en primer línea y con la animación suficiente para que las zagalas se lo pasen de rechupete y disfruten del descanso que se han ganado – hombre, qué te crees - tras un largo y provechoso curso académico.

Pues resulta que este año las inmobiliarias de la zona andan revueltas, y acusan a Greenpeace de haber provocado la alarma con el famoso fotomontaje en el que aparecía La Manga - la del Mar Menor, no la parte del vestido o prenda en la que tal, tal y tal...- sumergida bajo el agua como consecuencia de los efectos del cambio climático. ¿Qué ha pasado? Pues lo que era de esperar: que de momento los que se hunden son los precios, ya que nadie quiere comprar y todo el mundo parece querer vender en la dichosa Manga. La del Mar Menor.

Y después de esta somera introducción que me ha servido a mi para :

1.- Justificar por qué servidor elige para veranear un destino tan aparentemente poco exótico y original como La Manga del Mar Menor.
2.- Explicar que no es lo mismo La Manga con mayúsculas que la manga con minúsculas.
3.- Narrar lo sucedido allí a raíz de la habilidad y pericia en el uso del fotosó (también conocido como photoshop) por parte de Greenpeace.
4.- Desviar la atención de la opinión pública española con la única y sana intención de rebajar la euforia desatada tras la abultada victoria de ayer frente a Rusia.
y 5.- Desviar de nuevo la atención de la opinión pública española con la única y sana intención, esta vez, de levantar el ánimo y la moral tras el tan inevitable como absurdo desabastecimiento que se está produciendo en gasolineras, centroscomerciales, pescaderías, etc., como consecuencia de la huelga de transportistas en curso.

...decía que después de la introducción he de confesar que ha visto la puerta abierta para tratar de negociar una rebaja considerable también en el precio del hotel para mis vacaciones. Espabilao que es uno.

- Buenas tardes,
- Buenas tardes, ¿qué desea?
- ¿Estoy llamando al hotel de Estilografic?
- Pues no, mire, que nosotros sepamos este hotel no pertenece al tal Estilografic, sino al empresario que lo fundó.
- Ya, ya, yo me refiero a que si ése el hotel en el que suele veranear el tal Estilografic, como dice usted.
- Ah, eso sí, lleva ya aquí instalado tres años seguidos, el muy plasta.. ¿Y usted quién es?
- Pues Estilografic el muy plasta, digo Estilografic el bloguero.
- Ah, disculpe, ¿y qué desea?
- Desearía reservar una habitación, como todos los años, ya sabe, para el mes de agosto, con vistas al mar y eso.
- Muy bien.
- Y que me haga usted un precio apañadito, que estoy con el agua al cuello.
- ¿Ya?, pero si todavía no hemos empezado a hundirnos.
- No, si me refiero a mi situación económica, ya sabe, la inflación, los carburantes, la congelación salarial, etc., etc., etc.
- ¿Recuerda usted lo que pago el año pasado?
- ¿Qué si lo recuerdo? ¡Aún sueño con ello!
- Pues súmele usted un 15 por ciento para este año, que no está el horno para bollos.
- Oiga, ¿Pero no están ustedes bajando los precios con lo del cambio climático?
- Pues no, de momento no, la verdad, ya le digo que todavía no hemos empezado a hundirnos. Podrá usted seguir colocando su dichosa sombrillita de flores vedes en el mismo sitio de siempre, que todavía hay arena disponible a tutiplen.
- Sí, claro, pero de aquí a agosto que llego no se sabe lo que va a pasar. ¡Mire Kiribati!
¿Ese pavo en qué equipo juega?
- No señorita, se trata de un país. Un país que se hunde en el Pacífico. Lo ha dicho su presidente, Anote Tong.
- Espere que lo anote....
- Que no, que no tiene que anotar nada, que es que se llama así, su presidente.
- ¡Pues vaya nombrecito más raro! Con lo fácil que es llamarse José Luis o Nicolás, como hacemos en Europa.
- Eso digo yo.
- Mire, descuento no podemos aplicarle, pero vamos a hacer una cosa, ¿en que habitación se alojó usted el año pasado?
- En la 427 creo recordar.
- Pues este año le vamos a dar la 927, en el último piso, y si todavía ve que sube mucho el nivel del mar, ya sabe, con dormir boca arriba y con la boquita cerrada el agua es que ni le entra. Listo, que es usted un listo.



viernes, junio 06, 2008

Lennon será siempre el mejor “beatle”

Siempre se van los mejores, decimos. La tendencia que tenemos a idealizar con asombrosa facilidad a la gente que desaparece podría llevarnos a la conclusión – a veces acertada, a veces no – de que los seres humanos vamos en la vida de mal en peor, y que quienes más tiempo sobreviven más probabilidades tienen de ser cada vez peores personas en cualquiera de las facetas que desempeñan. Lo que resulta evidente es que cuanto más vivimos más posibilidades tenemos de cometer errores o fechorías, aunque también, por qué no, de hacer cosas positivas.

Sucede más bien que, en la mayor parte de los casos, esa “ausencia de realidad” que lleva consigo la desaparición o muerte de alguien provoca en los que nos quedamos aquí un derroche de imaginación que nos hace idealizar al personaje desaparecido y a convertirlo, en muchos casos, en el héroe que bien pudo ser más que en quien en realidad fue, añadiéndole siempre una fuerte y muy literaria dosis de fascinación.

La reflexión me viene después de haber leído estos días dos interesantes artículos (aquí y aquí) aparecidos en prensa sobre sendos personajes del siglo XX que han sido sobradamente mitificados: se trata del candidato demócrata a la Casa Blanca Robert Kennedy, asesinado en junio de 1968, y del ciudadano chino conocido como Tank man, el hombre que se planto frente a los tanques del ejército chino en junio de 1989, en plena revuelta de Tiananmen.

Era obligada estos días, cuarenta años después, la comparación de la figura de Robert Kennedy con la de Obama. La propia Hillary Clinton ha aludido – de manera desafortunada y en plena campaña - a la muerte del hermano del que fuera presidente de los EE UU. Cinco años después del asesinato de JFK, Robert acababa de ganar las primarias habiendo defendido un país sin discriminaciones raciales ni de clases, así como el fin de la guerra de Vietnam, cuando un tipo le disparó a quemarropa y acabó con el nuevo sueño americano.

Kennedy pasó a la historia como el político “hippy”, pacifista, revolucionario, defensor de los jóvenes, los pobres, los negros y los oprimidos, pero a lo mejor hoy se le sigue viendo así precisamente porque nunca llegó a ver cumplido su sueño de ser presidente. Quién sabe.

La historia del “hombre tanque”, que el otro día recordaba también Def en su blog, tiene mucho en común con la de Kennedy en el sentido de todo lo que en ella dejamos al albur de la imaginación. El tipo de las bolsas que parece venir de hacer la compra y se para desafiante en mitad del camino de los tanques del ejército chino fue elegido por la revista Time como uno de los cien personajes más influyentes del siglo XX, pero sobre el personaje siguen sobrevolando aún hoy demasiadas incógnitas, hasta el punto de hacerlo, si cabe, más fascinante todavía.

En las imágenes que se grabaron se puede ver cómo el “rebelde desconocido” acaba subiéndose al tanque y habla con el conductor. Se especula sobre si le dijo algo como “dejen de matar a mi gente”, pero quién sabe. También se especula sobre su paradero, sobre si fue finalmente ejecutado o si escapó y vive hoy en el exilio o tratando de pasar desapercibido entre millones y millones de chinos en el planeta. Pero lo cierto es que hoy sigue siendo todo un símbolo de la lucha contra la opresión y de la defensa de las libertades en todo el mundo.

Impresiona ya de por sí la fuerza que trasmiten ambas historias, pero su verdadera magia reside en realidad en aquello que pudo ser pero que nunca llegó a ser; en definitiva, en el poder de la imaginación, que también es capaz de parar guerras y detener tanques. Y de mucho más.

miércoles, junio 04, 2008

Dichosa lucecita naranja

Amanece. Hago mis cositas en el baño, me ducho, desayuno y en cuanto salgo de casa y cojo el coche, ya está ahí: la lucecita naranja que me persigue. A veces cierro los ojos muy fuerte muy fuerte pensando en que al abrirlos habrá desaparecido, o por lo menos habrá cambiado de color, que dentro de lo malo... Pero no. Es que ni cerrándolos. Sigue ahí, la jodía. Incluso si no los abro. Yo hasta hace poco cerraba los ojos y sólo veía manchitas blancas, unas fijas y otras como revoloteando delante de mí. Es muy común, no pasa nada. Pero ahora no, ahora incluso con los ojos cerrados y bien apretaditos los párpados sigo viendo la dichosa lucecita naranja. Esa lucecita naranja tiene que anunciar algo. Y no puede ser nada bueno, porque me tortura y obnubila mi mente hasta el punto de hacerme caer en deducciones y conversaciones absurdas. Regreso a casa en el coche y ahí sigue, la lucecita naranja, haciendo de las suyas. Y me tumbo en la cama, primero boca abajo, después boca arriba, y al cerrar los ojos siempre está ahí, la lucecita naranja, con la que sueño, un día sí y otro también, hasta que, vuelta a empezar, amanece y vuelvo a hacer mis cositas en el baño... Y otra vez la lucecita naranja. La dichosa lucecita naranja.

- Doctor, doctor, me pasa que veo una lucecita naranja.
- Vaya por Dios. Otro que tal baila. ¿Y le pasa a usted mucho o sólo un poquito?
- Mucho. Continuamente, diría yo.
- ¿Ha probado usted a cerrar los ojos?
- Es lo primero que hice, sí.
- ¿Y?
- Que me voy pegando unas leches de tres pares de narices, o si quiere que se lo diga más bruscamente, que me voy pegando unas hostias de tres pares de cojones. Como prefiera.
- Normal. Quién le manda a usted cerrar los ojos. ¿Y dice usted que la ve, a la dichosa lucecita naranja, a todas horas o sólo en determinados momentos del día, por ejemplo, no sé, cuando va conduciendo?
- Hombre, sobre todo sobre todo cuando voy, en efecto, conduciendo, pero es que luego sigo viéndola día y noche sin parar. La lucecita naranja.
- Ya, pero eso es ya más bien producto de su obsesión, me parece a mí.
- ¿Qué obsesión?
- Pues la que tiene usted con la lucecita naranja.
- ¿Y no sabe usted cuál es la solución?
- ¡Huy amigo!, si yo lo supiera...
- O lo supiese, le advierto que también me valdría si lo supiese.
- No, no, si el problema es que el asunto se nos escapa a nosotros, los ciudadanos de a pie – fulanitos y menganitos -, que por otro lado somos los principalmente afectados.
- ¿Usted también se encuentra afectado entonces?
- Un poco, sí.
- ¿Usted también ve la lucecita naranja entonces?
- A todas horas la veo. Como usted. Además es que ni intermitente ni nada. Más fija que un ciprés.
- Enhiesto surtidor de sombra y sueño.
- ¿El qué? ¿La lucecita naranja?
- No, no. El ciprés. El ciprés de Silos.
- Ah, que es usted poeta.
- No, no, yo soy paciente.
- ¿Se refiere a paciente de que tiene paciencia, al sujeto que recibe en la oración pasiva la acción del agente o a la persona que es o va a ser reconocida médicamente?
- A esto último más bien. Y es que además me afecta al coco, la lucecita naranja. Me hace decir cosas muy extrañas
- Ya lo veo, ya. Eso ya es más grave. No puede ir usted recitando por ahí poesías ni de Gerardo Diego ni de nadie. Le tomarán por un tipo sospechoso.
- ¿Sospechoso de qué?
- Pues de ver lucecitas naranjas.
- Pues me temo que usted también lo es, doctor. Y que usted también va diciendo por ahí cosas bastante extrañas, si me permite la observación.
- Sí, pero le recuerdo que aquí el paciente es usted, así que vamos con lo suyo y dejemos lo mío. ¿Lleva usted dinero encima?
- ¿Encima de dónde?
- Me refiero a que si tiene pasta en la cartera.
- Psche. Veinte euros, creo. Pa’un café y poco más.
- Pues mal vamos entonces, amigo, mal vamos, porque, créame, la medicina no es capaz de solucionar su dolencia. Hoy por hoy.
- No me irá a decir que son ustedes capaces de reproducir un pene, también llamado pito, con perdón, y no son sin embargo capaces de eliminar, suprimir o, sencillamente, apagar una lucecita naranja, también llamada obsesión, sin perdón,
- Pues mire, sí. Así es, en efecto, este mundo que nos ha tocado vivir. Qué quiere que le diga.
- Una explicación quiero, doctor.
- Pues se lo voy a decir bien clarito de una vez: téngame usted en cuenta que el precio del gasóleo continúa su tremenda escalada impulsado como patada en el culo por la subida del petróleo, de manera que se está vendiendo ya, el también dichoso gasóleo, a una media de 1,308 euros por litro, lo que supone un porcentaje de un 9,2 por ciento más que a principios del mes de mayo, si no me equivoco.
- Creo que no se equivoca, no.
- Pues fíjese en lo que me queda por decirle: llenar un depósito de 55 litros de su vehículo diésel le sale ahora mismo por la friolera de 71,94 euros, así que ya me dirá usted cómo se va a apagar la dichosa lucecita naranja (indicadora de la reserva, que todo hay que decirlo) poniéndole usted a su depósito unos míseros 20 euros nomás. ¡Hombre!