Soy madridista, pero me gusta el fútbol (últimamente parecen dos cosas casi incompatibles); así que ayer disfruté como un culé más del triunfo del Barça en un partido épico. Un gesto: corría el minuto setentaitantos, el Arsenal ganaba todavía 1-0 y un agotado Henry se disponía a sacar un córner. El juego se detiene por unos segundos y el francés hinca su rodilla en el suelo en un claro síntoma de cansancio. Era el anuncio de lo que iba a ocurrir: pocos minutos después Etoo encarrilaba el triunfo del Barça. El fútbol, puro espectáculo, esta hecho de gestos de este tipo: el bravo luchador se rendía ante la superioridad del rey de Europa. Vaya mi admiración para este Barça, pero también para el Arsenal. Ambos lo merecen.
Estilografic.art
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