miércoles, octubre 31, 2007

Un blog maldito

Le habían dado la dirección hacía tiempo, pero nunca se atrevió a visitarlo. Era sencillo hacerlo, no se trataba de un lugar real, sino de una dirección de internet, un simple y sencillo blog, como el suyo. Pero, ay amigo, el miedo es libre, y es su caso se lo impedía. Demasiadas historias tenebrosas y confusas había oído y leído en foros, chats y en diferentes blogs sobre aquella dirección que no se atrevía a visitar, historias de desapariciones, casos de locura, angustiosas muertes aún sin resolver.

Quizás se tratara sólo de habladurías y leyendas, los típicos bulos de internet, pero aquello le tenía sumido en un estado de desesperación mezclada con angustia y no sin ciertas y peligrosas dosis de curiosidad. El caso es que aquella historia del llamado “blog maldito” – así se referían a esa página web en los foros – le atraía y casi le atrapaba, no podía dejar de pensar en ello ni de día ni de noche. Desde el trágico suceso, del que ya se iban a cumplir diez años - ¡diez años, madre mía, cómo pasa el angustioso tiempo! – no había conseguido desprenderse de esa atracción fascinante hacia ellos, hacia los muertos. Pero no, descuida, que aun así nunca se atrevió a visitarlo.

Pero un día recibió un comentario en su blog que precipitó los acontecimientos. Un comentario anónimo y desesperado. Su palabras, su tono, sus expresiones le resultaban tan enigmáticamente familiares..., pero no, no podía ser ella, qué locura. Se trataba de una broma pesada, seguro, o quizás no, pero cómo que no, desengáñate, es imposible... La cabeza le ardía. El comentario decía: “Siento frío. Ven a verme, ven a verme, por favor, soy tu perla, y sigo aquí, esperándote, sólo si me vienes a ver podremos abrazarnos de nuevo, mi brisa, para siempre, eternamente.... te espero”. “Tu perla”, “mi brisa”, eran expresiones que ellos compartían en su intimidad, y ahora aparecían allí, expuestas en los comentarios de su propio blog. Aquello no podía ser verdad, joder, ella estaba muerta, se repetía, estaba MUERTA.

Su muerte había sido horrible. Nunca lo iba a superar. La quería como no había querido a nadie, y habían compartido... lo habían compartido todo, pese a que eran aún muy jóvenes cuando ella se fue. Enterrada. Murió enterrada viva.¿Puede haber algo más terrible? Él la vio morir, pero nada pudo hacer, o al menos eso se había estado repitiendo constantemente, día tras día, durante los últimos diez años, nada pudo hacer, nada, nada... o quizás sí.

Un nuevo comentario en su blog acabó de despertar su curiosidad contenida. Aquello ya no podía ser una broma. “Tengo frío – insistía-, ven conmigo, soñemos juntos, búscame en ese lugar maldito que tú sabes, mi amor eterno”.

Lugar maldito, lugar maldito... aquellas palabras no dejaban de repetirse en su cabeza, y así fue como acabó estableciendo la relación. La dirección tan temida, el blog maldito, su perla, la brisa, soñar juntos, amor eterno, el frío... la muerte. Buscó la dirección, estaba seguro de que, pese a no haberla visitado nunca, la guardaba entre sus favoritos, esperando a que un día.... Sí, allí estaba, ya no podía esperar más, sólo así podría conocer el final de la historia, de su historia. Entró...

Y también tú, mi querido lector, sólo conocerás en final de esta terrible historia si te atreves a visitar la maldita dirección:

P.D: Que paséis una infeliz noche de difuntos, si es queda alguien vivo por ahí, a estas alturas.

martes, octubre 30, 2007

A veces

El secretario general del PP, Ángel a veces, digo Acebes, a veces dice una cosa y a veces la contraria, quería decir. Es un don que tienen algunas personas, qué se le va a hacer. Acebes, digo a veces, es una ventaja, y otras no tanto. Depende.

Por ejemplo, otro que tienen ese don es Fernando, el camarero del Brayton, que es el restaurante al que voy a comer algunos días. Al hombre es que no le gusta ni un poquito discutir ni llevar la contraria a los clientes, eso se nota en cuanto entras. Tiene el muchacho una capacidad sorprendente, yo diría que innata, para darles la razón. Y eso es bueno, en su caso, porque los clientes se marchan siempre tan contentos, coman bien o coman mal, pero con su razón dada.

- Cliente (en adelante, C): Hoy juega el Atleti, ¿verdad?
- Camarero (en adelante C): Cierto, hoy juega.
- C: Con el Locomotiv, ¿no?
- (Cambio a F de Fernando porque me he dado cuenta de que si le pongo una C se pueden confundir, camarero y cliente): Eso es , con el Locomotiv.
- C: No es nada del otro mundo el equipo ese, me parece a mí.
- F: No, es más bien flojillo.
- C: Lo malo en esos campos puede ser el frío, pero todavía no hace.
- F: No, todavía no hace.

El cliente termina de comer y su mesa es ocupada por una nueva persona, a la que también identificaremos como C, ya que también es cliente, como lo era el anterior, y tiene el mismo derecho, el hombre.

- C: Hoy juega el Atletí, ¿no, Fernando?
- F: Cierto, hoy juega.
- C: Con el Locomotiv, creo.
- F: Esto es, con el Locomotiv de Rusia.
(hasta aquí, nada destacable)
- C: Son muy buenos estos rusos, he leído.
- F: Sí que lo son, ya lo creo.
- C. Y encima con el frío que ya tiene que hacer por allí.
- F: Eso, eso, encima eso.

Sorprendente, ¿no? A la capacidad de Fernando, me refiero. Pues lo mismo pasa a veces con a veces, digo con Acebes. Su capacidad para afirmar una cosa y la contraria también resulta sorprendente.

Estilografic (en adelante E): ¿Sabes una cosa, Fernando?
Fernando: (en adelante F. Sí, ya sé que ahora no se confunden, pero es que al final la estamos liando): Dígame usted, estilografic.
E: Que ha dicho Acebes que su partido jamás de los jamases, líbreme el Señor, ha mantenido la teoría de la conspiración.
F: Tiene más razón que un santo, este hombre, a veces, digo Acebes.
E: ¿Tu crees? Pues hace tres años decía lo contrario, o lo que es peor, lo insinuaba.
F: Bueno, lo que yo digo, que la razón sólo la tiene Acebes, digo a veces.
E: Ya. Anda, dime qué te debo, Fernando, cuando puedas, que me tengo que ir a currar.
F: Son 12 euros, estilografic.
E: ¿No eran 10.50, el menú?
F: Pues va a tener razón. Deme 10,50 y no se hable más.
E: Así me gusta, ése es mi Acebes, digo mi a veces, digo mi Fernando.

lunes, octubre 29, 2007

Cambio horario

- Papá
- ¿Qué, hija?
- ¿Por qué tenemos que cambiar la hora?
- Se trata de adaptarnos al horario de invierno.
- ¿Es que en invierno hay un horario distinto al de verano?
- Bueno, podríamos decir que sí, hija, pero ¿esto no os lo enseñan en el colegio, en Conocimiento del Medio?
- Pues no, de momento no nos han contado nada, en “Cono”.
- Pues lo harán, digo yo que lo harán. Y déjame que me termine el bocata este que me estoy zampando, que me rebosa la grasa a más no poder. Y luego me voy a echar una siesta, no me molestes, anda.

- Papá.
- ¿Qué quieres ahora, hija mía de mi vida y de mi corazón?
- ¿Y entonces mañana voy a ir una hora más tarde al cole?
- Noooo, no exactamente. Tú vas a la misma hora de siempre, según nuestros relojes, pero en realidad sí que vas más tarde, porque habrá más luz, ya lo verás.
- Entonces me pondrán un retraso, que ya sabes que en mi cole les gusta la puntualidad.
- No, hija, no te preocupes, que no te pondrán un retraso.
- ¿Seguro?
- Segurísimo, no seas pesadita.
- ¿Y por qué sí me lo ponen cuando llego cinco minutos tarde?
- Eso es distinto, eso es por culpa del tráfico, el despertador, el sueño, etc. y te afecta sólo a ti. El resto de los niños llegan bien y tú llegas tarde, y entonces te ponen un retraso. Mañana, en cambio, todos vais a llegar tarde. ¿Vale? No te preocupes, y déjame ya un poco tranquilito, a ver si pudiera echar una cabezada, que se me pasa la hora, como si lo viera.

- Papá.
- ¡Virgen Santísima!
- ¿Entonces nos pondrán retraso a todos?
- Nooooo, no se lo pondrán a nadieeeeee.
- ¿Y por qué?
- Pues porque el profe también llegará una hora tarde.
- ¿Y el jefe de estudios?
- Tambieeeén
- ¿Y el director?
- Tambieeeeeeeén.
- Pues qué poca seriedad, ¿no?
- Nooooooooo, no es falta de seriedad, es un problema de ahorro de energía. En verano adelantamos los relojes para aprovechar la luz y reducir el consumo eléctrico, y en invierno los volvemos a atrasar. Creo yo que es así. No me hagas mucho caso, que tampoco estoy seguro, de la empanada mental que tengo ya.
- Qué lío, ¿no?
- Un lío de narices, para qué nos vamos a engañar.
- ¿Y sirve realmente para algo?
- Pues hay quien opina que sí y hay quien opina que no.
- ¿Y tu qué opinas?
- Yo opino que me gustaría dormir un rato, guapita.

- Papá.
- ¿No irás a preguntarme algo más sobre el dichoso cambio de hora?
- Pues sí, ¿tú sabes cuáles son las consecuencias? del cambio, digo.
- Pues mira, según algunos estudios realizados, más de la mitad de las personas sufre algún problema derivado del cambio de hora: trastornos alimenticios, cansancio, falta de concentración, irritabilidad, mal genio, etc... Pero eso son chorradas de gente que no tiene otra cosa que hacer. Así que no se hable más. Asunto zanjado, con Z de Zapatero.

- Papá.
- ¡Queeeeeeeeeeé!
- Que se te nota.
- ¿El qué, hija, el qué?
- Pues eso, lo de los trastornos alimenticios, el cansancio, la falta de concentración, la irritabilidad... y el mal genio, sobre todo el mal genio.

viernes, octubre 26, 2007

Exámenes

Dos aspectos sobre los que no se ha hecho demasiado hincapié me siguen llamando a mí la atención en relación al desagradable asunto de la agresión a la muchacha ecuatoriana en el tren de Barcelona. Sobre ambos me voy a hacer dos exámenes, a ver qué nota saco.

El primer asunto me hace pensar que podemos estar tranquilos. Nuestros trenes, qué digo nuestros trenes, nuestras ciudades, qué digo nuestras ciudades, nuestro país entero, todo él, esta lleno de ciudadanos valientes dispuestos a partirse la cara por nosotros. Salvo uno, que también es mala suerte: el testigo que iba en el tren.

No paro de oír a políticos, tertulianos, ciudadanos, etc., expresiones del tipo de “no entiendo cómo...” referidas a la actuación del viajero que fue testigo impasible de la agresión. Nadie entiende cómo no ayudo a la muchacha, todo el mundo, sin excepción, hubiera actuado de otra manera. Hay gente que incluso debe llevar el disfraz de Supercoco debajo del traje, para una urgencia. No veas qué peso me quito de encima.

Me voy a hacer, entonces, el primer examen: si me viera yo en una situación como ésa, sin saber que me están grabando, claro, ¿procuraría comportarme como un ciudadano ejemplar y defender a la agredida? Bueno, yo creo que sí, mis ideas y mis convicciones me dan una respuesta afirmativa... Pero hombre, no sé, me está viniendo una duda, ahora que nadie me oye, no sé si el miedo me lo iba a permitir, la verdad. Mira, voy a hacer una cosa, casi que mejor me callo y espero a que se produzca la situación para demostrar mi valentía, si es que la tengo, que yo creo que sí.

El otro asunto tiene que ver con la tan cacareada expresión de “yo no soy racista...” que tanto nos gusta pronunciar. No cabe discusión sobre que el acto cometido por este energúmeno resulta del todo reprobable. Todos nos echamos las manos a la cabeza y nos cagamos en la madre que parió al agresor. Nosotros no somos ni racistas ni violentos, no, ninguno cometeríamos un acto de este tipo con un emigrante ni con nadie. Lo reprobamos, ponemos verde al agresor y se nos hincha el ego, de tolerantes y buena gente que somos, faltaría más, mecagoenlaleche. Con eso, ya nos quedamos tranquilos y satisfechos.

Ahí va el examen sobre este segundo punto: aunque no se nos ocurra darle una paliza a nadie sin motivo, en realidad, ¿qué hacemos nosotros en nuestra vida diaria, los que somos “buena gente”, por favorecer la integración de los inmigrantes en nuestro entorno?¿Los miramos sin desconfianza? ¿Nos gusta que nuestros hijos compartan colegio con ellos? ¿Nos fiamos de su capacidad para ejercer trabajos de responsabilidad? ¿Les abrimos realmente nuestro corazón?

Yo, permítanme la sinceridad (y aprovecho para pedir perdón), no sé qué nota sacaría si me sometiera al primer y al segundo examen. Tendré que seguir esforzándeme en lugar de presumir de tolerancia y solidaridad, porque tengo la sensación de que el diez no lo consigo, eso seguro.

Estilografic.art

jueves, octubre 25, 2007

La Ventana

Yo admiro a esas personas que transmiten pasión y entusiasmo por lo que hacen, que las hay. Vamos a ver, yo puedo entender que si te llamas Pedro Solbes Mira y eres vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía - las dos cosas a la vez - y tienes que explicar que el crecimiento económico en 2008 puede ser algo inferior, mecagoenlaleche, al previsto por el Gobierno como consecuencia de las turbulencias financieras internacionales..., pues como que entiendo que la cosa te quede un poco fría.

Y lo mismo si resulta que te llamas Magdalena Álvarez, ministra de Fomento, y tienes que explicarle a los catalanes que no se llamen Montilla y no sean presidentes de la Generalitat - que también los hay, ya lo creo que los hay, unos cuantos -, que todo está bajo control, que no es preocupéis, que hay que ver qué nerviosos os ponéis por unos fallitos de nada, hombre..., pues como que también llego a entender que no se le salten las lágrimas de la emoción, a Magdalena.

Yo no sé, la verdad, por qué se me han colado aquí Pedro Solbes, Magdalena Álvarez y Jesús Montilla, por este orden. Hay que ver cómo está el patio. Al menor descuido que tengas se te mete la gente en el post, así, sin pedir permiso y sin venir a cuento, que yo iba a hablar de otra cosa, mariposa.

Supongo, en fin, que se me habrán colado por la ventana, que es de lo que yo iba a hablar, de La Ventana, el programa de radio de la Cadena SER. O mejor dicho - a ver si te centras de una vez, Estilografic, que ya vas por la mitad del post, majete -, iba hablar de Gemma Nierga, presentadora y directora de La Ventana, a la que le han dado un Ondas, que es un premio que se da por eso, por estar uno en la onda, más o menos.

A los premios estos tipo Ondas, TP de Oro, Goya, etc. no es que los preste yo mucha atención, la verdad sea dicha, pero bueno, hay que reconocer que un Ondas es un Ondas. Lo de no prestarles atención a lo mejor tiene que ver con que a mí no me los dan, que sí no ya verías tú si se la prestaría, que mira que es mala la envidia:

Y el premio Ondas al blog más popular es para....Estilografic punto blog. Y luego viene la explicación del jurado: por su capacidad para hacer llegar al gran público análisis detallados, verídicos contrastados y serios, sobre todo serios, tanto en prosa como en verso, de la realidad más inmediata, y todo ello sin apenas meter la pata.

Pues no, de momento no hay premio Ondas para Estilografic punto blog, me lo temía, pero sí para Gemma Nierga, que es una de mis locutoras preferidas porque, a diferencia de los Solbes, Álvarez y Montilla antes referidos, ella sí que transmite, cada vez que habla, verdadero entusiasmo por su trabajo.

¡Felicidades, Gemma!, y ciérrame la ventana, anda, guapita, que se me cuela el personal.

martes, octubre 23, 2007

Trompas y cogorzas, valga la redundancia

Hacía tiempo que no leía yo una noticia tan surrealista: “seis elefantes ebrios mueren electrocutados tras chocar contra un poste eléctrico”. Aquí la tienes.

La cosa pasó en la India. Normal, no va a ocurrir en Logroño, tratándose de elefantes. Cuarenta eran los aninalitos, y se les ocurrió beberse , al parecer por error - aunque supongo que este dato no habrá sido comprobado, lo del error, digo – una buena ronda de cerveza de arroz preparada – también supongo - no para ellos, sino para consumo humano.

Y claro, cogieron una trompa, nunca mejor dicho, de las que hacen historia, de manera que la euforia desatada por el estado de embriaguez les empujó a correr y trotar por los arrozales como vulgarmente se diría, achispados. Y así hasta que a uno de los elefantes se ve que le entraron los picores y se dispuso a frotarse el lomo contra un poste eléctrico que, ante el peso del animalito, que a quién se le ocurre, cedió provocando que el cable del alta tensión le propinara un zurriagazo de no te menees, a él y a otros cinco que andaban por allí, causándoles lesiones incompatibles con la vida, gran eufemismo donde los haya, lo de las lesiones incompatibles con la vida.

Es una pena, sí, lo sé, y la cosa no debería ser para guasa, Dios me libre, pobrecitos, los paquidermos, pero no me digas que no tiene miga la noticia, que parece una broma de las que se publican el día de los santos inocentes, y que no merece un comentario.

A mí es que me ha tocado especialmente la noticia, qué quieres que te diga, porque no he podido resistir que a lo más recóndito de mi mente se precipitara uno de las más atroces e impresionantes recuerdos infantiles de mi infancia, claro, que de dónde van a ser, si son infantiles. Hablo de aquel terrible sueño que tenía Dumbo, el elefantito, después de agarrarse éste también otra trompa de esas involuntarias a las que, ya no sé por qué, deben tener tendencia los paquidermos.

Y es que hay quien dice que Walt Disney fue un iluminado y un adelantado a su tiempo, y en esto, como en otras muchas cosas, acertó de lleno, a lo de las cogorzas involuntaria de los elefantes, me estoy refiriendo.

Un servidor, ante tal conexión entre el presente adulto y el pasado infantil producida en mi cerebro blogueril, se ha puesto a investigar por internet, que es donde se investiga ahora, que nadie se vaya a ir a la Biblioteca Nacional o al Instituto de Tecnología Molecular, pongo como ejemplo, y -. no te lo vas a creer - me he encontrado con que hay estudios sobre el asunto del sueño macabro de Dumbo y su significado, que es que en internet encuentras gente que - aquí me tengo que incluir, perdón por la inmodestia – escribe sobre cualquier cosa.

Yo, en cualquier caso, visto lo visto ya me vengo planteando que nuestro querido y admirado Mariano, de apellido Rajoy, al que el otro Mariano, el de la tinta, también menciona hoy, sea también, como Walt Disney, un iluminado y un adelantado a su tiempo. Quizás el hombre tiene su razón cuando le quita importancia a lo de cambio climático, que no es para tanto, hombre, ya lo veremos de aquí a trescientos años, cuando al susodicho Mariano, de apellido Rajoy, se le haya pasado también, espero, la cogorza involuntaria.

lunes, octubre 22, 2007

La comida

El equipo de investigación de Estilografic punto blog anda siguiéndole la pista a la comida del Rey del pasado día 11, esa que desveló ayer El País, con acento en la “i”, el periódico global en español. Bueno, a la comida no, que ya se la zamparon, y vete tú a saber qué queda ahora de las viandas y manjares, con eso del proceso digestivo y demás, sino a lo que en ella se dijo, murmuró o incluso comentó.

Por cierto (hago un aparte), disgustadísimo me hallo con lo del reloj del El País, que madrugué el domingo para no quedarme sin él como ya me pasó con las tazas de Forges y sí, mucho diseño y tal y tal, pero luego resulta que se me para a las siete y media y además, por mucho que le acerco la oreja, a mi es que no me da ni una noticia, el peluco. Yo creo que lo regalan para eso, para que no tengas PRISA.

A lo que íbamos: tras consultar fuentes de toda solvencia, el equipo de investigación de Estilografic punto blog está en condiciones de reproducir la verdadera conversación mantenida por los comensales, que se desarrollo, coma más, coma menos (que había uno que comía mucho), y a diferencia de lo que cuenta El País (¿tú te fiarías de lo que cuenta un periódico que regala relojes que no funcionan?) en los siguientes términos:

Versión de El País sobre las palabras de Esperanza Aguirre:
No sé si os va a gustar lo que voy a plantear, pero creo que se debe dar un trato humano a Jiménez Losantos.

Versión de Estilografic:
No sé si os va a gustar a lo que nos van a invitar, pero creo que no me parece humano un Jerez para repartir entre tantos.

Versión de El País sobre la contestación del Rey:
¿Cómo?, ¿Más trato humano que yo doy a todos, a todos por igual sin discriminación?

Versión de Estilografic:
Comorrrr?, Trataré, hermanos, de echaros a todos (vino de Jerez), a todos por igual si me cantáis una canción.

Versión de El País sobre la réplica de Esperanza:
No, no, yo entiendo que la Casa Real y la Moncloa deben darle un trato mejor, no discriminarle.

Versión de Estilografic:
No, no, yo entiendo que si gana el Real (Madrid) aunque sea de carambola van a cantar mejor y no desafinarle.

Versión de El País sobre una nueva réplica del Rey:
Le he dicho a Rouco Varela que recen menos por mí y la monarquía y se ocupen más de la Conferencia Episcopal que controla la COPE.

Versión de Estilografic:
Le he dicho a Raúl que me la pela que haya tanta anarquía, que se lo curren con más frecuencia, que esto no es normal, y que se pongan de una vez a tope.

Versión de El País sobre las palabras enigmáticas del Rey:
Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma irá a la montaña.

Versión de Estilografic:
¿Esta caña nadie se la toma?, ¿nadie se toma esa caña?

Versión de El País sobre las últimas palabras de Esperanza:
Bueno, vamos a ver qué pasa mañana en el desfile.

Versión de Estilografic:
Bueno, vamos a ver qué publica mañana estili.

Concluye El País diciendo que el rey hizo un gesto de desdén y dijo tres palabras duras. Pues el equipo de investigación de Estilografic punto blog está en condiciones de desvelar, en exclusiva, el misterio de las tres palabras duras que El País nunca se atrevió a desvelar: “caca, pedo, pis”.

Estilografic.art

P.D: quede claro que todo lo aquí publicado responde a la ficción, no vaya a ser que me secuestren el blog. Bueno, todo no, que lo del reloj es la pura verdad, te lo juro por la corona.

viernes, octubre 19, 2007

Dichosas letras

- Pase, pase, estilografic, ¿cómo va la cosa?
- Yo creo que mejor, doctor, ya casi no hablo con rimas.
- Eso está muy bien. No sé si le advertí, no obstante, de que el tratamiento contra los versos puede tener efectos perversos.
- Doctor, “versos” rima con “perversos”, no sé si se ha dado cuenta.
- Ya hombre ya, pero es que es así, son efectos perversos, no es cuestión de rimar o no rimar, sino de hacer un diagnóstico riguroso de la dolencia, tal y como manda la ciencia.
- Ya. ¿Y en qué consisten los llamados “efectos perversos”, exactamente?
- Verá, notará usted que a veces se lía con su discurso, que las letras le marean, que mezcla asuntos que poco o nada tiene que ver, que diserta sobra las cosas más extravagantes que imaginarse pueda, en fin, que no estaría de más que estuviese unos días calladito y sin escribir, me va usted a permitir. Que le diga.
- Venga, lo tendré en cuenta, doctor. Pero vamos, que eso tampoco es nada nuevo, me parece.

¿Pues sabes lo que te digo? Noooo, no pienso añadir ahora lo de “que las pasas no son higos”. Que pensándolo bien, ya que tengo un post escrito, lo voy a poner. Allá que te va. Dice así:

A mi la Z es una letra que me trae de cabeza, con Z la “cabeza”. Para empezar, palabra que también la lleva, la Z, “empezar”, te piensas que se escribe con C, que sería lo más normal: “ceta”, como "Cervantes", "cefalópodo", "cebiche" o "cebollón" (tranquilos, no voy a rimar nada con cebollón). Pues no, se escribe con Z, como Dios manda.

Hay otra letra a la que le pasa lo mismo, que es la K. Lo primero que se piensa es que se escribe con C, “ca”, pero una fuerza superior que te empuja y te empuja te hace escribirla siempre con K, como manda también Dios nuestro Señor: “ka”·

La que la caga en cambio es la Q, que esa, por más que lo ha intentado, que me consta, no se escribe nunca con Q, sino con C, “cu”, vaya por Dios. Al final siempre está Dios por medio, de las letras.

Hay incluso otras letras en nuestro abecedario que se portan todavía peor, por así decirlo. Mira si no que pasa con la X, la pobre. Ni se escribe con X ni con nada parecido; o la W sin ir más lejos, que además de ser doble es que tampoco se escribe con W, sino con V, válgame el Señor.

Imagínate tú que sucedería si, por ejemplo, la H se escribiera sin H, así, “ache”, o que la B se escribiera con V, “ve”, y la V se escribiera con B, “ube”. Serían el hazmerreír del abecedario, las criaturas.

¿Que a qué viene todo esto?, se preguntará el sufrido lector. Pues es evidentemente que se me viene a la cabeza por lo del vídeo de Zapatero, a quien a mí, mira tú por donde, me gusta llamarle Cetapé, con C, por llevar un poco la contraria, más que nada.

Aprovecho para hacerme eco de que en el folleto Los 25 días de Alcampo, 3ª ola, en la página 6, el precio correcto del mueble de baño con cesta de rattán es de 149 euros, y el precio correcto de la columna de baño con 2 cestas es de 79 euros. Disculpen las molestias.

Lo dice un anuncio que sale hoy en la prensa, así que debe tener su importancia, el asunto.

Por cierto, ¿sabe alguien qué es una cesta de rattán, que es que yo soy muy patán? ¡Ayssss, mecagoenlaleche!

jueves, octubre 18, 2007

De rimas y psiquiatras

Permítanme que les cuente, que servidor no les miente, que el Ibex ha culminado su espectacular remontada del último mes obteniendo nuevos récords, por encima de los 15.550 puntos. Aclaro que el Ibex, también llamado “selectivo”, que por ti no vivo, no es ningún plusmarquista de una prueba de fondo ni el nombre de un país participante en Eurovisión, sino el principal índice de referencia de la bolsa española, como mola. Si no me equivoco, ni mucho ni poco, para realizar el cálculo y obtener el índice se revisa la capitalización bursátil, esto es, el precio por numero de acciones de las 35 empresas que lo forman y se aplica un coeficiente de ajuste, te guste o no te guste.

También me he enterado, por la prensa económica, claro, que las compañías eléctricas Unión FENOSA, que no es poca cosa, e Iberdrola, esta última también cómo mola, se presentan ahora como dos valores la mar de atractivos para los inversores, esos seres superiores, en situaciones de volatilidad del mercado como el que nos ocupa en estos momentos, que se puede ir todo a freír vientos, y las perspectivas son muy positivas, que viva el alcalde, viva.

El editorial de Cinco Días demuestra hoy mucha sangre fría. Viene a decir que el último informe del Fondo Monetario Internacional, que es de lo más normal, anuncia una caída del mercado de la vivienda, como la que tiene el menda, lo que, unido a los altos precios energéticos y al debilitamiento del mercado laboral, que ya no me parece tan normal, va a arrastrar a la economía de manera significativa en 2008, tócate tu el ... De ahí que el efeemei, diga usted que sí, haya recortado nueve décimas la previsión de crecimiento en el caso de los Estados Unidos, que no sé si tiene sentido.

En cuanto a España, ese país que es la caña, el recorte es el mayor de la zona euro, y se explica en plenas turbulencias, que son asunto de las ciencias, como un proceso natural por el prolongado crecimiento sobre la media europea, y aquí la cosa se pone fea. La recurrente advertencia del efeemei sobre la sobrevaloración de los precios inmobiliarios retoma su vigencia por el recorte del crédito, aunque ahora coincide con una franca desaceleración, que eso ya me está flipando un montón.

Es que me estoy tratando lo de las rimas en el psiquiatra, que no puedo parar de hacerlas, y me ha recomendado que lea y comente la prensa económica, Y en ello estoy, ya me ven.

De todas formas, yo creo que ya me estoy curando, así que al psiquiatra como que le vayan dando.

miércoles, octubre 17, 2007

Ay, como el agua....

Téngame en cuenta la gente
que ante tal conversación,
aunque lo haga en voz activa,
Ibarretxe habla en cursiva
y Zapatero es más corriente.

(Sitúe el lector a ZP a las puertas de La Moncloa entonando una bella canción llena de sugerentes recuerdos mientras espera la llegada del lehendakari Ibarretxe)

“.... de ti deseo toíto el calor
pa’ti mi cuerpo si lo quieres tú,
fuego en la sangre nos corre a los dos
ay como el aguaaaa, ay como el aguaaaa, ay como el aguaaaa...”

(llega Ibarretxe)

Buenos días, presidente.
¿Cómo anda aquí el ambiente,
en La Moncloa?


Buenos días, lehendakari.
Me recuerda usted a El Fari
en persona.

Mal empezamos, Zapatero.
¿Le disparo yo primero?
¡Pardiez!

Dispare usted, Ibarretxe.
Antes que de aquí lo eche
otra vez.

Un propuesta muy mona
Le he traído yo en persona.
No lo llame a mala leche
el nuevo plan Ibarretxe,
por favor.

¿Cómo habré pues de llamarla
si hace ya tres años ya
planteome usted lo mismo,
la consulta popular?
¡Qué sopor!

Siete mil años de vida
es mi pueblo lo que tiene,
mi tenacidad me obliga
si es que usted no se me aviene
a razones.


Por llamarle iluminado
ha venido el descoloque,
feo me pongo enfadado
ruégole no me los toque,
los cojones.

Pues yo seguiré adelante
convencido de esta historia.
Dejo en su cara mi guante,
aquí paz y después gloria.

Es tan claro como el agua,
no me lo discuta en nada.
La consulta no se fragua
póngalas bien agachadas
las orejas.

Como vine pues me largo
con las manos bien vacías
no me siga, me hago cargo,
que ya se le quedan frías,
las lentejas.


¿Sabe qué le digo, Ibarretxe?
Que es usted la leche.
Y mira que está cara,
monada.

¿Sabe qué le digo, Zapatero?
Que no es usted el primero
que me lo dice.
¡Narices!


Estilografic.art

martes, octubre 16, 2007

El jardín de la Moncloa

Puedo prometer y prometo que no volveré a ver una película de terror en mucho tiempo. Tú fíjate lo mal que habré dormido después de haber visto El orfanato que no se me ocurre hoy otra manera de empezar el post que con el “puedo prometer y prometo”, frase que ni siquiera sé si la Ley de Memoria Histórica prohíbe pronunciar, de centrista y trasnochada que resulta.

Trasnochar, lo que se dice trasnochar yo sí he trasnochado lo suyo porque, vamos, no he pegado ojo en toda la noche, de las pesadillas. Qué miedo.

Niños jugando en el jardín de la Moncla. Un dos tres, al escondite inglés, sin mover la manos ni los pies.... Un, dos, tres, al escondite inglés, sin mover las manos ni los pies ... El tierno Cetapé, apoyado en el muro, se vuelve una y otra vez, arquea sus cejas y allí no aparece nadie. Prueba ahora en catalán: Un, dos, tres, butifarra de pagès... Y tampoco. Lo hace en ruso, noruego, sueco, italiano, belga, francés, inglés... y allí no sale ni Dios. Por fin, se decide a hacerlo en vasco: bat, bi, iru... (creo que era algo así) Y ahora sí, al fondo, tímidamente aparece el pequeño Ibarretxe, el niño de la mala leche.

Mientras en un rincón del jardín, ajeno a todo, el niño Tootels llora porque alguien le ha cogido sus canicas, y Javiercito, con pantalón corto y camiseta del Racing, lee el cuento del método Coué que le han traído los reyes absorto con la música del clavicordio que parece llega desde el scriptorum.

Otros dos pequeños hacen grupo sentados en el suelo y con los pies colgando, no me digas cómo. Juegan a la Ouija, invocando al espíritu de Viguetana. Se trata de Marianín y Clandes, pero Viguetana no se manifiesta, que se ha ido corriendo, y en su lugar aparece el alma de Franco. Preguntan quién es el mejor niño del Orfanato. El vaso se mueve. Marca la M, marca la A, marca la Y, marca la O, marca la R. ¡El mayor!, ¡el mayor!, grita Marianín dándose por aludido. Pero el vaso continúa su terrorífico recorrido y ahora marca la O, la R, la E, la J y la A. ¡El orejotas!, ¡el orejotas!, rectifica Marianín. Y Clandes le va a hacer la rima – “tócame las pe...” – pero se arrepiente, porque se trata de un muchacho muy pero que muy educado.

Mas allá, en los campos de trigo, la bella y dulce Vitru se esmera en apartar y cortar las espigas buscado la flor de la felicidad con la que alimentar a su pequeña hada. Una niña desesperada llora lágrimas de injusticia con las que forma un mar de preguntas y más preguntas que esperan dar con la solución a la muerte de un planeta que Wendy sobrevuela, de la mano de Peter Pan, destino al país de nunca jamás de los jamases.

P.D: Sirva esta entrada como agradecimiento a todos cuantos comentáis y leéis este blog.

Y si de alguno me olvido
que su nombre dé por imprimido.
O mejor impreso.
Pues eso.

lunes, octubre 15, 2007

Un, dos, tres... toca la pared

Un. Dos, tres, toca la pared... Un, dos, tres, toca la pared.... Un, dos, tres, toca la pared.... Jopé, pues me doy la vuelta y no viene nadie.

Que no, que no me he vuelto loco después de tato desfile de la Hispanidad. Es que estoy jugando a esta versión del escondite inglés, sin mover las manos ni los pies, a la que juegan los niños de El Orfanato (la película española precandidata a los Oscar), y que al parecer puede servir también para comunicarse con los muertos, no veas tú que miedo que me está entrando ya por el cuerpo.

A mi es que las pelis de miedo siempre me han gustado. Bueno, todas no, porque las que parecen más un vídeo de promoción de "Charcuterías Agripino, te meto y te saco el intestino", esas no. A mi me gustaban, ya desde pequeño, las de terror psicológico, que no sabes bien si lo que ocurre está sólo en tu cabeza o habita ahí afuera, las que tratan esa frontera difusa y desconocida entre la vida y la muerte... vamos, que era un niño muy rico y simpático yo de pequeño, ya lo decía mi madre.

Mi hermano, por ejemplo, no estaba tan de acuerdo con esa opinión de mi madre porque luego, claro, venían las pesadillas y delirios nocturnos, de tanto tentar a la imaginación:

- ¡Mamá!, ¡mamá!
- Qué quieres, hijo, a estas horas, que son las cuatro de la madrugada.
- Es que estili se despierta, abre mucho los ojos, me mira fijamente y no sé qué dice del más allá y el más acá.
- No le hagas caso y sigue durmiendo, que ya sabes cómo es tu hermano de fantasioso. Mañana ni se acuerda.

El orfanato va por ahí, habla de esa frontera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, y es difícil dejar de verla sin compararla con Los otros, su antecesora y referencia más directa. Como también resulta difícil saltarse la comparación entre Belén Rueda y Nicole Kidman, espléndidas ambas. La española es, sin duda, la principal apuesta de El orfanato. Yo me quedo, más que con su dicción, que se me antoja mejorable todavía, con la facilidad con que su rostro transmite la desesperación y el dolor. Y no sólo su rostro, también sus manos, como ocurre en una bella escena de un primer plano de la protagonista tocando el piano que no debería pasar desapercibida.

Que no se me ponga nervioso el personal que no haya visto la película, que no voy a meter la pata. Este texto no contiene "spoilers". Para avisar al despistado y confiado lector de que un texto te va a fastidiar el final de una película o de una novela de intriga, que ya hay que tener mala leche, en internet se usa mucho ese término, “spoiler". La primera vez que la vi pensé yo que la palabreja se refería a los alerones de los coches (“alerones” también llamábamos en el cole a los niños orejotas, entre lo que un servidor se encontraba, me temo, que hay que ver las vueltas que da el lenguaje). Se podría traducir por algo así como “aguafiestas”, o si quieres ser más claro incuso bocazas, mamonazo, metete-la-lengua-donde-te-quepa...

Así que para evitar enfados y disgustos no voy a desvelar yo aquí el final de El orfanato, que no te creas, que me dan unas tentaciones... Pero en fin, casi mejor que voy a seguir jugando.

Un. Dos, tres, toca la pared... Un, dos, tres, toca la pared.... ¡Aaaaaaaaaah!

jueves, octubre 11, 2007

Mensaje

Pañoles:

Preocupado me hallo, como diría estilografic.

Mañana, 12 de octubre, los “pañoles” todos celebramos nuestra Fiesta Nacional. Bueno, todos no, que Mari Pili celebra su santo, y tantas cosas no pueden celebrarse a un tiempo, hombre, digo mujer.

Mi deseo es que nos arrejuntemos mucho mucho y nos demos un achuchón familiares y amigos, que nos olvidemos por un día de tantas banderitas, himnos, estatuas, fotos quemadas y gilipolleces varias que unos y otros enarbolan estos días, y que complicándonos están la vida no te imaginas hasta qué punto, me cachis en la mar salada.

Yo también me siento orgulloso de ser “pañol”, qué leches, pero en vez de ir pregonándolo por ahí como si los demás, los que no son “pañoles”, pobres, fueran menos que yo, os pido que mejor demostréis vuestro respeto, y admiración si cabe, hacia los demás, ya sean peperos o sociatas, colchoneros o merengones,pañoles” o “tadounidenses”, tigres o leones, que todos quieren ser los campeones.

Después, aprovechado que no se labora, se me ocurre que podemos bajar a Casa Paco, que ponen unos gambasplancha que te mueres, y tomarnos unas cervecitas en la terraza, disfrutando del solete de octubre y del buen ambiente ente el vecindario, que es la patria de diario.

En resumen, que lo paséis bien y os queráis los unos a otros como yo os he amado, frase esta última que se me ha ocurrido sin más, lo que me hace pensar que quizás este teniendo, como diria Iglesias Jr., una experiencia religiosa. Oh yeah.

Fdo: Mariano
No, Rajoy no; el otro.
No, el de la tinta tampoco; el otro.
El de estilografic.

martes, octubre 09, 2007

¡Cagoenlaleche!

- ¿Es usted Paco el lechero, famoso en el mundo entero?
- El mismo, el de la leche, sobrino de un tal Ibarretxe.
- ¿Me da un litro del blanco líquido procedente de las ubres vacunas, por favor, que a hablar de política no vengo?
- Hombre, tanto como que le doy... usted juzgará, como lo hace el juez Garzón, famoso por su gran dedicación.
- A juzgar me dispongo, pues. ¿Qué es lo que le debo?, dispare ya, Paco el lechero, famoso en el mundo entero.
- Con un euro no le llega, y no me vaya a poner pegas.
- ¿Cómo que no? Con un euro hago yo virguerías, y me dará la leche fría. Al menos.
- Eso era antes, amigo.
- ¿Y a que se debe, la subida espectacular?
- Bien sencillo. A que sube el precio de los cereales que comen las vacas, cuyo precio sube a su vez - el de los cereales, no el de la vacas, que no sé lo que cuestan - debido a la demanda del mercado global.
- ¿El mercado cualo?
- El mercado global. Quiere esto decir que los mayores productores, que son Rusia, Ucrania, Australia, Argentina y Canadá, han tenido malas cosechas, los pobres, y además se ha incrementado la demanda, normal, qué quieres, al incorporarse al mercado los dos grandes gigantes, oh, China y la India.
- Abrumado me hallo.
- Hombre, también hay quien opina que no, que un aumento tan espectacular no se corresponde con la subida real de la producción de cereales, que sí, que han subido, pero que no tanto como para que el precio de la leche sea la leche, de caro.
- ¿Y entonces?
- Hombre, es que también están los famosos biocombustibles, claro, que son como usted ya bien sabrá, pues eso, los combustibles que se obtienen de especies vegetales, y que contribuyen sobremanera al encarecimiento del precio de los cereales.
- Parece mentira.
- Pues, en efecto, podría serlo. Mentira, digo. Porque hay quien piensa, y no le falta razón, que la producción de biocombustibles poco o nada tiene que ver con el encarecimiento de los cereales, debido a que, en realidad, tan sólo un uno coma cinco por ciento de la cosecha de cereales se destina a los productos agroenergéticos, que lo sepas.
- ¿Sabe lo que le digo, Paco el lechero, famoso en el mundo entero?
- Dígame, dígame.
- Que me voy corriendo a comprarme a la Jacinta, la vaca de mejor pinta. Y le devuelvo su brick de leche. Ah, y también los chococrispis.

¡Cagoenlaleche,
aunque de este blog me echen!

lunes, octubre 08, 2007

Fórmula 1

Preocupado me ando, porque es que tengo un verdadero problema con la Fórmula 1. Perdóname, Vitruvia (y guárdame unas croquetas), pero yo, por más que lo intento y lo intento - te lo juro - engancharme no consigo. Tú ves que hay algo que le gusta a todo el mundo – hombre, siempre que sea razonable la cosa, que no me pasa con Gran Hermano ni con Bustamante, ese pedazo de cantante - y te dices: si no me gusta es que lo he probado poco. Y, en efecto, lo pruebas, lo pruebas, y a base de probarlo mucho y bien, te acaba gustando, que es que al final no somos tan distintos, hombre, unos de otros.

Sin ir más lejos, a mi de pequeño no me gustaban ni el jamón (que ya tiene delito), ni los boquerones, ni las natillasdanone (bueno, ni las danone ni ninguna, pero es que yo escribo natillas y me sale después danone, no sé por qué, es como si me lo añadiera el corrector ortográfico). Y mi madre: pruébalas, estili, pruébalas, hazme caso, que te van a gustar, cabezón, que eres un cabezón... Y qué razón tienen las madres, oye (en lo de que me iban a gustar, no en lo de cabezón, que conste). Con el jamón fue coser y cantar, con los boquerones tres cuartos de lo mismo, y con la natillasdanone me costó un poquito más, cierto, que las probé a conciencia ya cuando se las compraba a mis hijas, pero ahora es que no puedo parar.

Ya me mosqueaba a mí en el cole lo de las revistas y los cromos de coches. Todos mis compis hablaban de ferraris, masseratis, lamborghinis o fitipaldi como si les fuera la vida en ello, y a mí es que no me hacía ni tilín ni tilón el asunto. A veces incluso me daba por pensar que la mía mamma y el mío pappa se habían equivocado y me habían matriculado por error (¿matriculado he dicho?) en el Liceo italiano, ¿capichi?

Ahora llevó toda la temporada intentándolo, pero no lo consigo. Mi gente (se dice así de las personas más cercanas a uno, ¿no?). que sabe que soy un apasionado de los deportes, siempre me comenta los domingos lo de “vaya carrerón hoy. ¿eh?”, “qué putada, lo de Alonso”, “¡que hemos lograo la pole!” o “ ya podrá Hamilton, si le copia la telemetría y los reglajes”. Yo a todo digo que sí con convicción, especialmente a lo de la telemetría y los reglajes, que no tengo ni puñetera idea de qué es, pero en el fondo me quedo con la sensación de que me estoy perdiendo algo.

A lo mejor voy a decir una burrada, si es que no he dicho ya bastantes, pero a mi el circo de la Fórmula 1 me parece exactamente eso, un circo. ¿Deporte?, pues no sé, a mi la verdad es que los deportes que me gustan son aquellos en los que se nota el esfuerzo sobrehumano del deportista, como la carrera de Viguetana en Berlín, por ejemplo, pero no sé en Formula 1 en qué porcentaje el éxito depende de la máquina más que de la personilla humana que sobre ella se sienta.

En fin, que me queda este año una carrera para engancharme, y a ver si Alonsito contribuye un poco y después de lo de ayer dejo de verle todo el día gruñendo y lloriqueando en los medios, que me pone de los nervios, y tampoco estaría de más que mi hija dejara de ponerme a todas horas en la radio del coche la cancioncita de "para toooooda la vida, te quiero para toooda la vida....." de El sueño de Morfeo.

viernes, octubre 05, 2007

La conversación

- Estaría bien que retrasara su agenda un día, se diera tiempo, se sentara, se aflojara el cinturón y almorzáramos juntos mañana....
- Hay dos puestos más poderosos que el mío... Tengo que discutirlo con Seguridad y Protocolo.
- ¿El presidente no puede tomar la decisión?
- Yo decido en los temas grandes, no puedo decidir en los pequeños.


Jugando al juego de las posibilidades que hoy nos propone wen en su blog, ¿qué dos personajes han mantenido recientemente esta conversación tan sugerente?:

1.- Los miembros del jurado del concurso de Clandestino, discutiendo sobre el llamado “asunto Viguetana” (la participación en el mismo, el concurso, de la susodicha pese a encontrarse fuera de plazo por haberse ido a correr como loca por Berlín sin razón aparente, y los presuntos favores exigidos por el presidente del jurado a la otra vez susodicha (Viguetana) a cambio de ampliar el también susodicho, esto es, el plazo).

2.- Ibarretxe y Zapatero discutiendo sobre la celebración del referendum propuesto por el primero con dos cojones, los del primero.

3.- Estilografic y el presidente de su comunidad de vecinos, tratando del asunto del retrato del trasero del primero (que no del trastero), que algunos vecinos malintencionados se han descargado del blog de Clandestino y pretenden enmarcar y colgar en el portal de la vivienda para gracia y regocijo de los susodichos, los vecinos, y vergüenza y escarnio del también susodicho, estilografic.

4.- Los presidentes de Corea del Norte y Corea del Sur quedando para comer al día siguiente.

5.- Ninguna de las anteriores.

Aclaración: no habrá premios esa vez, que luego la lío.

Estilografic.art

jueves, octubre 04, 2007

Voces de la radio

Tienen magia las voces de la radio. Quienes habitan ahí adentro, en esos cada vez más pequeños receptores, no pueden ser periodistas, siempre lo he pensado. Son algo más. Cualquier periodista no puede ser locutor de radio; yo no, por ejemplo. Hay que tener eso que muchos no tenemos, voz de radio. No sólo es lo que se cuenta; es, sobre todo, cómo suena y hasta dónde llega el sonido.

Incluso hay gente que tú la oyes por la calle y parece que se ha escapado de la radio. Dices: ese tío tiene voz de radio, su tono se te mete hasta adentro. En cambio hay otras voces que dices: ¡por Dios!, no le soportaría ni en una cuña de diez segundos.

Esta mañana estaba yo oyendo la radio mientras me afeitaba, como casi siempre. Me cuesta afeitarme sin oír la radio; creo que no sabría hacerlo, afeitarme. Es como cuando me aplico el desodorante; no sé por qué, pero cierro los ojos. Qué gilipollez. Cuando me lavo los dientes también los cierro, a veces. No sé por qué.

Hoy también he cerrado los ojos oyendo la radio. Se entrecortaba la voz del locutor, Carles Francino, en la SER, una de esas voces de la radio a las que antes me refería. Abría el tiempo del Hoy por hoy con la peor de las noticias: la muerte de un compañero. Carlos Llamas, director de Hora 25, ha fallecido. Una voz de la radio que se apaga. Y otra, que al anunciarlo, se entrecorta, llora, y sigue adelante, como la radio manda.

miércoles, octubre 03, 2007

Profesores famosos

¿Habéis tenido alguna vez algún profe famoso? Pero famoso, famoso, me refiero. Es decir, de los que, además de ser importantes es que no hay duda de que los conoce todo el mundo. No hombre no, tampoco hace falta que hayan salido en el Gran Hermano o que hayan estado en la cárcel. Hablo de, por ejemplo, un profe como Miguel Sebastián, que ahora, después de su fallido asalto al Ayuntamiento de Madrid vuelve a las aulas, y no para escribir en la pizarra cien veces “no volveré a recurrir al caso Malaya”, sino para dar clase de mates en la Facul de Económicas de la Complu (¿profe?, ¿mates?, ¿facul?, ¿Complu?...,. o tengo añoranza de la etapa estudiantil y vuelvo a hablar como un quinceañero con acné o definitivamente se me están agotando las palabras poco a poco).

Supongo que le debe costar hacerse con la clase, al hombre:

- A ver, usted, el de la primera fila, sí, el que tiene una cara de empollongafotasrepelenteniñovicente que no lo puede negar, el de la camiseta con la mano esa que pone Madrid 2016, ¿qué hace todo el santo día que no para de hablar?
- Aspiro, señor.
- Pues deje de aspirar, que no conduce a nada - se lo digo por experiencia - y estese a lo que estamos, a los números.
- Si con los números estoy, señor profesor don Miguel Sebastián, un maestro que es genial, que no sé si ir a por el número uno o a por el dos.
- Albertito, definitivamente me va a cerrar usted la puerta de la clase por fuera.
- Tendré que hacer un túnel entonces para volver a entrar, se me ocurre.
- ¡Que se vaya de clase!, alumno mío, que es usted un alumno mío. ¡Ganas tenía de llamarle así!

Ahora bien, que lo de ser profesor y famoso a la vez debe desgastar un huevo, y por eso sucede siempre que cuando te toca un profe de esos te dura como mucho un trimestre, y después viene el sustituto a continuar con el programa.

- Así que va a dejar usted de darnos clases de Historia de España, Don Juan Carlos de Borbón, un profesor como manda la Constitución.
- Pues sí, queridos alumnos, es una asignatura que, no sé por qué, pero me está quemando mucho, españoles todos.

Y tú imagínate, que seguro que os ha pasado, que se convoca una huelga en la Universidad, y hay que votar si la clase la secunda o no. A ver a qué profesor le pides tú permiso para organizar el referéndum. Pues está claro, al de Teoría del Estado, el señor profesor don Juan José Ibarretxe, un docente que es la leche.

lunes, octubre 01, 2007

La entrevista real

Entrevista con Mariano Vega, autor de La tinta azul de la memoria

“ME DA PUDOR TODAVÍA DECIR QUE SOY UN ESCRITOR”

No tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero esto de internet tiene al menos una cosa buena, y es que te encuentras con gente a la que nunca has visto pero con la que estableces cierta camaradería, afinidad o complicidad que va más allá, en este caso, del hecho de compartir nombre o visitas y comentarios a nuestros respectivos blogs. Casi obligado me sentí por ello a leer su novela, La tinta azul de la memoria, con la que ya sabía que iba a disfrutar tela marinera. El paso siguiente me lo puso en bandeja mi olfato periodístico – si es que tengo yo algo de eso -, que me dijo: “este tío tiene una entrevista”. Y la tenía, vaya si la tenía. En ella, en la entrevista, Mariano nos habla de su novela y también de sí mismo, un tipo que se define como “zurdo”, “melancólico patológico” y “adicto a la tinta azul”. Y va luego y dice que le da pudor decir que es escritor. Pues que no te dé, majete, que lo eres, ya lo creo que lo eres.

- Mariano de Estilografic (en adelante, ME): Para ir rompiendo el hielo y ganarme la confianza del entrevistado, voy a empezar con una pregunta simpaticota, que espero te resulte lo suficientemente graciosa como para que digas “qué tío más majo, el entrevistador”, y te tires el rollo, hombre. Verás, el otro día mi hija la pequeña, que es un cielo, se encontró tu novela encima de mi mesilla. Señalándome la mancha de tinta que tiene dibujada en la portada va y me dice: papá, ¡que guarrería!. Se refería a la mancha, no a la novela, pero ¿cómo le explicarías tú a un tierno e inocente lector que tu novela no es una guarrería?

- Mariano de La tinta azul de la memoria (en adelante MTAM): ¿Tierno e inocente lector? ¿Eso existe? No sé si creérmelo... En todo caso le diría que sí, que es una guarrería, pero que al menos yo no voy mandando fotos de mi culo a cierto presidente de cierto jurado para cierto concurso... Eso sí, la hija de usted, muy mona.

- ME: Ejem.... esto.... Bien, roto el hielo pues, creo, y creado ya ese necesario ambiente de “buen rollito”, vamos a lo serio. De la lectura de La tinta... se obtiene la impresión de que dejas poco en manos de la improvisación, quiero decir, que el resultado final resulta ser un texto muy pero que muy trabajado. Que te lo has currado, vamos. ¿Ha sido realmente así, un proceso duro y costoso, o es sólo una sensación visto desde fuera?

- MTAM: Ha sido así. Dediqué mucho tiempo a la novela. Tuve la inmensa suerte de poder dedicarle varios meses en exclusiva a la novela, durante los cuales escribí más de diez horas al día. Soy un escritor (me da pudor todavía decir "soy un escritor") que necesita muchas horas delante del folio en blanco. Me gusta que cada frase tenga su sentido y su estética, ambas cosas. Ahora el siguiente paso es lograr que no se note tanto al leer.

- ME: En la novela se habla, sobre todo, del proceso de creación. En tu caso, ¿cómo es ese proceso? ¿Qué criterios, hábitos, técnicas... sigues? ¿Se asemeja a lo que describes en la novela?

- MTAM: Soy demasiado caótico y demasiado vago para parecerme al personaje, aunque algunas de sus manías las ha copiado de mí. Es cierto que escribo a mano y que puedo llegar a rescribir un párrafo hasta la extenuación. Soy autodidacta y jamás he estudiado técnicas de narración, aunque no lo descarto. Siempre digo que estudio Literatura en la UNED y que tengo como profesores a Pombo, a Saramago, a Unamuno...Persigo lo imposible, y es que alguna vez escriba una novela y la gente diga, se nota que es del Zurdo. Como el protagonista, creo poco en la inspiración, aunque es imprescindible, más que necesaria, para empezar una historia. Luego hay que hacer pesas con el bolígrafo durante muchas horas. Y ahí está la auténtica dificultad.

- ME: Los personajes centrales de La tinta...., Jacinto y Jonás, llevan vidas en cierto modo paralelas pero con la diferencia de que la una parece ir cuesta arriba mientras que la otra lo hace cuesta abajo. ¿Dirías que se trata de una obra optimista (Jonás) o pesimista (Jacinto)?

- MTAM: He intentado el mayor equilibrio posible. Quería que el optimismo y el pesimismo lucharan con las mismas fuerzas para que la comparación los dejara a ambos más desnudos. Aun así, creo que por unos gramos se decanta la balanza hacia un sutil optimismo. Jonás resurge de un trance muy negativo y Jacinto baja poco a poco a los infiernos, pero con un final dulcificado. ¿Lo bueno? Que cada lector siente cosas diferentes al terminar la novela, como los dos personajes de la novela al vivir sus respectivas vidas. Quería hablar sobre las diferentes formas que tenemos los seres humanos de afrontar la vida, independientemente de las dificultades que le depare a cada uno.

- ME: Ese ejercicio de desenterrar los recuerdos del otro, en este caso el amigo, guardados en el trastero para recuperar su memoria a mí me ha recordado, salvando las distancias, a algo que hace Clint Eastwood en Los puentes de Madison. En esa película hay una conmovedora escena en la que se abre el cajón de los recuerdos y toda la pantalla se inunda de sentimientos. ¿De dónde surgió esa idea y qué buscabas con ella?

- MTAM: Creo que a veces podemos conocer la esencia de las personas sin conocer su historia de una manera exhaustiva. Yo cuando conozco a alguien soy poco de preguntar. Me gusta conocer a las personas despacio, sin necesidad de saber datos concretos, más a través de sus reacciones, de su sentido del humor, de sus pensamientos y de cómo los expresa. En eso es en lo único en lo que se basa Jonás para conocer a un amnésico Jacinto. No hablo de primeras impresiones ni de prejuicios, sino de un conocimiento lento, profundo y empático: ¿amistad?

- ME: Dice Jonás, uno de los protagonistas, que de tanto escribir, en cuanto se descuida, cae en un “deje novelesco” y le da por crear ambientes hasta cuando reclama por la factura del gas. ¿Te pasa a ti algo parecido también? ¿Sufres, como también le ocurre a Jacinto, de “adicción a la tinta azul”?

- MTAM: Pues sí, lo confieso. Soy un adicto a la tinta azul. Sólo mi vaguería y esa manía social de que tenemos que trabajar para llegar a fin de mes impiden que dedique más horas a escribir. Para mí escribir es una forma maravillosa de pensar en alto, y me encanta pensar en alto. Y escribo sin necesidad de papel. Cuando paseo, otra de mis aficiones, voy escribiendo en la cabeza. Lo que pasa es que mi memoria a veces me traiciona y manda al olvido posibles historias. Por eso siempre llevo una libreta y un bolígrafo encima. Y si no, siempre están las servilletas de los bares.

- ME: En esta historia que se cuenta en La tinta... hay, como en tantas otras, un malo malísimo que tú describes muy bien. Se trata de “una de las primas ladinas de la decadencia, una de la más pacientes, la que despliega sus artimañas arrastrándose bajo la confusión y aprovechando su menor repercusión para avanzar hacia una victoria segura”. Hablas de la rutina. ¿Cómo te enfrentas tú , en tu vida real, a ese siniestro personaje?

- MTAM: Es difícil enfrentarse a la rutina. Es casi mejor unirse de mentirijillas a ella. Que se crea que le sigues la corriente y a la que se descuida, ¡zas!, te inventas algo. Precisamente una de las razones de mi adicción a la tinta es que me saca de la rutina con mucha facilidad. La otra forma es rodeándome de gente interesante. Los días pueden ser rutinarios, pero las personas no. Al menos yo tengo esa suerte. La hora de la comida en el trabajo, por ejemplo, es en el mismo sitio y con escasas variaciones en el menú, pero las conversaciones siempre son distintas. Escapar a la rutina completamente es casi algo utópico, pero alejarse de ella a ratitos es posible.

- ME: Los que te conocen un poco, aunque sea sólo a través de tu blog, van a encontrar esparcidas por muchos de los variados personajes que corren por La tinta... características que, me atrevo a afirmar, te corresponden a ti: tu afición por el baloncesto; el gusto por la escritura, por supuesto; la atracción por la música; el conocimiento de la psicología; la sensibilidad por la artes; el Atlético de Madrid...incluso hay, cómo no, un tal Mariano suelto por ahí. ¿Cuánto hay de ti en La tinta...?

- MTAM: De mí, aparte de la reconocida adicción, hay muy poco. Lo que hay son anécdotas, chispazos, que están incluidos de una manera consciente. Quería jugar con la presunta autobiografía que subyace en cada relato, y por eso de vez en cuando aparezco yo. De antemano sabía que mucha gente me preguntaría si la novela tenía mucho de autobiográfico, y quería jugar un poquito al despiste. Es sólo una travesura. Lo que sí he volcado en la novela es mi pasión por la psicología humana, por las pasiones, las emociones, los pensamientos, las reacciones, las relaciones. Es una novela introspectiva, reflexiva. Es lo que me gusta leer y es lo que me gusta escribir, aunque sé que no es precisamente carne de cañón "bestselliano". Bueno, y la melancolía también es mía. Soy un melancólico patológico.

- ME: Creo que tienes ya una nueva novela en proceso. ¿Puedes adelantarnos algo sobre ella? ¿Se parecerá en algo a esta o no tendrán nada que ver?

MTAM: Espero que se parezca en el estilo, porque como te decía antes pretendo, quizás ingenuamente, ir marcando una línea clara, pero nada más. Argumentalmente no se parecerá en nada, y utilizaré un recurso que no aparece en la tinta azul, que es el diálogo. Es una novela que arranca de un hecho verídico que me pasó a mí. Un hecho insignificante que viví como cantante en una ceremonia religiosa, pero que hizo que me pasara todo el viaje en el metro, de vuelta a mi casa, escribiendo en mi libreta el esqueleto del argumento. Sólo diré como pista, que ese argumento aparece en La tinta azul de la memoria, ya que es uno de los libros que escribió Jacinto y que escribirá Mariano, el zurdo.

- ME: Por cierto, y para terminar con “buen rollito”, como empezamos: ¿a qué esperas para mandar tú la foto del tuyo, que la están esperando? A tu culete me refiero, claro.

- MTAM: En breve la mandaré, no impacientarse. Ahora mismo, precisamente, me pillas posando culo en pompa. Soy un tío con clase y he encargado un retrato al óleo. El concurso de Clandestino no se merece menos y quiero estar a la altura del resto del jurado, aunque algunos partan con ventaja al vivir en una palangana...

¿No lo decía yo? Este tío tenía una entrevista (y en pdf).

Estilografic.art

La entrevista irreal (mañana, la real)

Riiiiing, riiiiing...

Hola, estás llamando al número de teléfono que has marcado, exactamente. ¿Qué esperabas, si no? Si llama desde...

- ¿Digame?
- Vaya, menos mal, pensé que me iba a quedar atrapado en el bucle del contestador ese que has puesto.
- Pues la verdad es que ya casi no lo uso, pero se me había olvidado apagarlo. Como ha dejado de llamarme gente importante... Bueno, salvo que usted, querido interlocutor, lo sea; importante digo.
- En ello estoy, en ello estoy.
- Desvéleme ya de quién se trata pues, persona humana, que me tiene usted en ascuas.
- Mariano soy.
- ¡Ya estamos con el lío! ¿Que Mariano? ¿Rajoy?
- No hombre no, el otro.
- ¿El de Estilografic? ¡Imposible!, si eso soy yo.
- ¡Dios me libre! No, el otro.
- ¿El de La tinta azul de la memoria?
- ¡Equilicuá!
- ¿Y a qué se debe esta inesperada llamada, que de gozo en mí no quepo?
- A lo de la entrevista.
- ¿Entrevista? Refrésqueme usted la memoria, don Mariano, el de La tinta azul de la mismísima; a la memoria, me refiero.
- ¿Es que ya no te acuerdas? Me dijiste que me harías una entrevista en tu blog cuando terminaras mi novela.
- Pues verás, es que en pijama me pillas, que hoy tengo el día libre en el blog y me acabo de levantar...
- No, si en pijama también yo estoy, pero como no se nos ve....
- ¿Sabes qué pasa?, que a mi en estas circunstancias más que preguntas me salen bostezos.
- Y a mí más que respuestas, ronquidos, la verdad.
- ¿Por qué no hacemos una cosa?
- Hagámosla, hagámosla...
- Quedamos aquí mañana, en estilografic.blog, vestiditos y sin legañas, y hacemos la entrevista, en riguroso directo.
- Venga, va, mismo sitio, misma hora, entonces.
- Oye, por cierto, ¿y cómo demonios sabes que ya he terminado la novela, Mariano?, ¿...o quizás debería llamarte... Rappel?
- Bien sencillo: por el DLFN.
- ¿Y eso qué es lo que es?
- El DLFN, Detector de Lectores que han Finalizado mi Novela. Se trata de un artilugio que incorporan todos lo ejemplares, un microchip invisible que me pasa información de todos y cada uno de vosotros, queridos lectores de La tinta azul de la memoria. Sé que ayer, a las tantas, la terminaste. ¿no es cierto?
- Cierto es , cierto es. Un método infalible, ¿no?
- No tanto, no te creas. A veces el DLFN no da resultado debido a la intervención del LENF.
- ¿Lo qué?
- El LENF, El Lector que Empieza la Novela por el Final. El muy pillo abre la última página lo primero y claro, salta el DLFN. Pero vamos, no es tu caso, que tú te la has terminado, lo sé de buena tinta.
- ¿Qué tinta?
- La tinta azul.
- ¿De dónde?
- De la memoria, coño, La tinta azul de la memoria.


P.D: Pues ya lo sabéis, amiguitos, no os lo perdáis. Mañana estará con nosotros aquí, en estilografic.blog, en riguroso directo, sin trucos, al natural, tan real como la vida misma... ¡Mariano Vega Álvarez!, el de La tinta azul de la memoria. La entrevista real, que esto de hoy no es más que una gilipollez.