miércoles, diciembre 24, 2008

When the night has come...

Playing for Change es una fundación empeñada en llevar la paz al mundo a través del lenguaje universal de la música. Muchos ya la conoceréis. Durante siete años se ha dedicado a grabar a cantantes callejeros de todo el mundo, y de ese trabajo ha salido este estupendo vídeo, con una increíble versión del Stand by me que aquí os dejo.

A toda la gente de bien que pase por aquí, venga de donde venga y vaya hacia donde vaya... FELIZ NAVIDAD.





P.D.: Como ya es habitual en todos los grandes medios de comunicación (no íbamos a ser nosotros menos que El Mundo, ABC, El País, etc.) este blog no se actualizará mañana, día de Navidad, que es jornada para compartir en amor y amistad con familiares y allegados, hombre, no para andar tonteando leyendo blogs y pasándose el día pegado a la dichosa pantallita. Espero que nadie se sorprenda ni se enfade, que esto ha sido siempre así. DetodalavidadeDios.

lunes, diciembre 22, 2008

El timo

A raíz de la tremenda repercusión mediática del denominado “caso Madoff” – el tipo que con el famoso y archiconocido timo de la estructura piramidal ha engañado a banqueros y empresarios de postín de medio mundo – el también famoso y archiconocido - y de postín, también de postín - equipo de investigación de Estilografic Punto Blog (EIEPB) se ha puesto a trabajar como antes nunca lo había hecho, y me parece que jamás lo volverá a hacer, tras la pista de un turbio asunto de características semejante aquí en España, de manera que a estas alturas de la investigación estamos en condiciones de afirmar que sí, que en efecto, se trataba de un nuevo timo del cual, además, este equipo de investigación – ya saben , EIEPB - también ha sido víctima. Vaya por Dios.

Resulta que el turbio y sucio negocio estaba construido de la siguiente manera: en determinados establecimientos repartidos por diferentes barrios de la urbe metropolitana, que reciben la nada sospechosa denominación de “Administración de Lotería” (AL), se han estado vendiendo una serie de papeles a los que, para aclararnos, a partir de ahora llamaremos “décimos”, que contienen impreso un numerito que la víctima puede elegir al azar, o incluso valiéndose de argumentos más o menos estúpidos basados en determinadas creencias o supersticiones, como la de que se corresponda con la fecha de nacimiento de tu primera novia, que mira que estaba buena, la jodía, o que si sumas todas y cada una de las cifras el resultado que te da coincida con el número de dorsal que lleva tu jugador favorito, ya sea éste del Recreativo de Huelva o del Almería Fútbol Club, que para el caso en lo mismo.

También puede suceder, y de hecho sucede a menudo, que el numerito en cuestión no lo adquieras en los referidos establecimientos AL, sino que te lo coloque tu cuñado, compañero de trabajo o incluso tu vecino a cambio de una nada despreciable suma de dinero, y en tal caso vienen a denominarse “paticipaciones”, porque, por lo que se ve, participas en el asunto, pero no al cien por cien, no sé si me explico, que es que el entramado resulta ser la mar de complicado (valga el pareado).

Pues bien, resulta que a la víctima la engatusan con que si el numerito en cuestión resulta después “agraciado” (se dice así, no es que me haya inventado yo el término) con un premio en un sorteo que hacen unos niños de un tal Ildefonso (sí, utilizan además a menores para urdir toda la trama, lo que puede dar una idea del grado de maldad y peligrosidad de quienes preparan el timo, incluido el tal Ildefonso) te puedes llevar a casa un pastón, y te obligan, eso sí, a salir en el telediario de las 15:00 horas descorchado una botella de cava, o en su defecto de sidra El Gaitero, famosa en el mundo entero, y diciendo aquello de que el dinero te servirá “para tapar agujerillos”. Esto último es obligatorio, al parecer.

Según una reciente encuentra realizada por Tienesunminuto punto com en exclusiva para Estilografic Punto Blog, nueve de cada diez personas afirman haberse gastado una considerable parte de la paga extra en este llamado “Sorteo Extraordinario de Navidad” (SEN)

- A ver, ¿tiene usted un minuto?
- Si es sólo un minuto sí.
- ¿Se ha gastado usted una considerable parte de la paga extra en el llamado Sorteo Extraordinario de Navidad (SEN)
- Sï.

¿Lo ven? Ya se lo decía yo. Y el que hace el número diez no sabe no contesta, porque lo pillaron con una melopea de aupa tras la comida de Navidad de la empresa. Así de rigurosas son las encuestas de nuestra empresa, no se vayan a creer otra cosa.

Pues a lo que iba, que al final se trata todo de eso, de un tremendo timo de los llamados de estructura piramidal, como el del tal Madoff, porque en el hipotético caso de que te toque el premio que, yo creo que con algo de recochineo, denominan “Gordo”, o cualesquiera de los otros premios menores que otorga el sorteo, el dinero no te lo da el organizador, que no es otro que un organismo denominado Loterías y Apuestas del Estado (LAE), que también lo hemos descubierto, sino que utilizan la pasta gansa que han ido recogiendo de las numerosas e inocentes víctimas, cantidad a la que denominan “recaudación”, y que da para tener contentos a unos cuantos, que son los que, como he dicho, aparecen en la tele con el cava y eso, mientras que los demás lo único que hacen es perder y perder año tras año sus ahorros a cambio de lo que la organización (LAE) viene denominando “ilusión”, un ente indefinido y confuso que nada sabe muy bien qué es, y al que otros infelices incluso prefieren referirse con el absurdo nombre de “salud” .

Pues eso, que no sé a vosotros, pero a mí este año tampoco. ¡Mecagoenlaleche!

miércoles, diciembre 17, 2008

El robo

Piiiiiii, piiiiiiiii

- ¡Perobuenoquépasa!
- Disculpe, señor, ¿sería usted tan amable de acompañarme un momentito?
- Hombre pues depende de adónde quiere que le acompañe. Si vamos a ir muy lejos mejor que no, porque ya ve usted, me pilla con lo puesto y sin un calzoncillo limpio para mudarme siquiera.
- No, no, si es aquí al lado, al cuarto oscuro.
- ¿Al cuarto oscuro? Oiga, ¿quién es usted?
- No se me asuste. Si no ha hecho nada malo no tiene usted nada que temer. Soy el Vigilante de Seguridad del Vips de la calle Orense esquina con Sor Ángela de Cruz (VSVOESAC), que es precisamente el establecimiento que usted pretendía abandonar llevándose algún objeto que no le pertenece.
- ¿Llevándome qué? Si yo sólo he entrado por una urgencia relacionada con la secreción de líquidos excrementicios de color amarillento, que no me podía aguantar más, usted ya me entiende.
- ¿Qué pasa, que no ha oído usted el piiiiii piiiiii?
- Sí, sí, claro que lo he oído, pero qué quiere que le haga. Es que el chorrillo, por poco caudaloso que sea, produce inevitablemente cierto ruidillo al caer sobre las aguas o cualesquiera otros líquidos que acostumbran a reposar en el fondo del inodoro o taza del váter. Además, no creo que eso sea ningún delito.
- No, si no me refiero a ese pipi, sino al piiiiii piiiiii del detector de objetos robados, el que ha sonado cuando usted pretendía, con todo disimulo, abandonar el local. Vamos a ver, ¿qué lleva usted en el bolsillo?
- Pueeees.... las llaves.
- Las llaves. ¿Y qué más?
- El móvil.
- Máaas.
- Un agujero.
- Siiiiga.
- Un libro.
- Ajajá. Ahí quería yo llegar. Un libro. Déjemelo.
- ¡Sí hombre!, cómo se lo voy a dejar, si todavía no he terminado de leerlo.
- Me refiero a que me lo deje ver, porque sospecho que se trata del presunto objeto ajeno que dispara la alarma.
- ¿"El presunto objeto ajeno que dispara la alarma”? Qué bello título, sí señor. Pero no, no se trata de eso libro. Éste lleva un título más sencillito, pero no por ello menos interesante.
- No me refiero al título del libro, sino a la descripción de los hechos acaecidos. Que es usted un ladronzuelo, vamos.
- Oiga, ¿y qué va a hacer conmigo en el cuarto oscuro? No irá a torturarme con la perversa intención de extraerme una confesión de un delito que ni siquiera he cometido?
- De momento voy a realizarle el test de las diez pes.
- ¡Glups! Eso tiene que doler.
- No, no duele. Se trata de la Prueba para Predecir la Predisposición de las Personas a Procurarse Productos sin Previo Pago de una Puta Peseta.
- Lo de la peseta lo ha metido usted ahí con calzador ¿eh?
- Qué quiere, es que ahora con los euros...
- ¿Y en qué consiste la prueba?
- Verá, yo le voy preguntado cositas sobre el libro, y si usted se las supiera ello significaría que, en efecto, el libro es suyo y de nadie más. Pero si no tuviera ni pajolera idea de lo que le pregunto.... ello sería prueba evidente, manifiesta y suficiente de que acaba de robarlo, chorizo, que es usted un chorizo.
- Venga, venga, empiece.
- Vale. ¿Color del libro?
- Rojo. Muy mono.
- Qué morro, eso no vale, si ya lo ha visto... Vamos con otra más difícil: título.
- Blogs de papel.
- ¿Blogs de papel? ¿Y por qué se llama así?
- Porque se trata de una serie de relatos escritos en papel - y no en un soporte digital - por una serie de blogueros que acostumbran en cambio a escribir en este último medio aludido, esto es, el formato digital.
- Vale. ¿Y cuál es el nombre del autor?
- Son varios los autores y varios los relatos, ya le digo.
- Dígamelos, dígamelos. Los autores y los relatos
- Solsticio con beso, de AdR; Beatriz, de Alfman; La entrevista de trabajo, de Astra; La carta, de Belén in Red; Don José, de Náufrago en una palangana; Mesalina, de Escriptorum; Te lo juro por mi vida, de Estilografic; Invitadas al té, de Hombredebarro; Bruxismo, de La Interrogación; Transferencia, de Javier Menéndez Llamazares; Cotidianidades, de Lauraconchocolate; Arrepentirse, de Vitruvia; El vacío que nos une, de Olvidado; El invierno de Rodrigo Pérgamo, de Princesadehojata; y La línea de la vida, de Simpulso.
- Gente rarita, ¿eh?
- Bueno, cada uno es de su padre y de su madre. De ahí también el interés del libro.
- ¿Y que tiene de particular el libro?
- Pues que se trata de una iniciativa muy original de los chicos de La Clandestina, puesto que los blogueros que lo hemos escrito en realidad no nos conocíamos de nada previamente, pero sí solíamos visitarnos los unos a los otros, virtualmente hablando, en nuestros repectivos blogs. Y ahora, fíjate tú por dónde, resulta que compartimos proyecto literario. Y aprovecho, si me permite, para saludarlos desde aquí a todos y decirles que es para mi un honor compartir con ellos, ya digo, proyecto literario.
- ¿Y dónde puede comprarse, el dichoso librito?
- En La Clandestina. Por supuesto.
- ¿Y en el Vips?
- No; en el Vips no lo tienen. Por eso, insisto, soy inocente.
- Ya. ¿Y entonces por qué pita la alarma?
- Oiga yo qué sé. Estará estropeada. Le repito que el libro sólo se puede comprar en La Clandestina. Llámeles, llámeles a los de La Clandestina y pregunte, si no me cree.
- Bueeeeeno, vaaaaale. Vamos a dejar de hacer el tontito, mi querido amigo Estilografic.
- Me parece bien, yo creo que ya es suficiente, mi querido VSVOESAC. ¿Se lo explica usted a los lectores o lo hago yo?
- Explíquelo usted, Estilografic, que a mí me da la risa.
- Veréis, queridos lectores, se trataba todo de una broma para dar a conocer el nuevo libro, Blogs de papel, que acaba de publicarse en Editores Policarbonados y que podéis comprar desde ya en la librería La Clandestina. Y dicho esto, mi querido VSVOESAC, le dejo y me voy corriendo a casita a terminar de leerlo.
- Pues que usted lo disfrute, mi querido Estilografic. Adiós, adiós.

Piiiiiiiii, piiiiiiiii.

- ¿Pero bueno!, y ahora por qué pita?
- Me parece, Estilografic, que ahora sí que sí, me va a tener que acompañar usted al cuarto oscuro.
- ¡Noooooooo!

P.D.: ¡Y de La Clandestina ni se os ocurra robarlo, que sólo cuesta once euros, y además en la puerta también tienen alarma! ¡Y cuarto oscuro! ¡También tienen cuarto oscuro!

viernes, diciembre 12, 2008

Relatitos: (5) El TMI

No te puedes fiar ni de tu padre en los días que corren. Cuando no es una cosa es otra. El caso es que se pasan la vida engañándote y no puede ir uno por la vida de bueno, porque te la dan con queso. Escuchen ustedes si no lo que recientemente me ha sucedido con el famoso Teletransportador de Materia Inerte (TMI).

Hace tiempo que vengo utilizando el artilugio para enviarle a mi prima la de Medina de Rioseco, provincia de Valladolid, los tomates que, previo encargo, compro para ella en el Mercado de Maravillas, en el que hay un puesto de frutas y verduras que deben traerlos de no sé qué pueblecito de Murcia, y el caso es que están para morirse. Vienen con una pegatina, en cada tomate, que pone SUPREMOS, y que debe indicar precisamente eso, que son el no va más.

Pues bien, en las últimas semanas ella venía insistiendo e insistiendo en que no, en que los que le he estado mandando son de lo más normalito e incluso diría que tirando a malos, y la primera vez digo, bueno, vale, a lo mejor no me di cuenta y se los mandé de otro tipo, pero la segunda es que puse especial cuidado, por no hablar ya de la tercera y de la cuarta. La cuarta, por ejemplo, pagué un pastón por ellos, a seis euros el kilo que estaban. Y además es que me asegura que le llegan con la pegatina de SUPREMOS, pero que de supremos nada de nada.

Así que al final me dije: tate, el problema va a estar en el TMI, que por lo que sea no debe recomponer como Dios manda en el Punto de Destino (PD) las moléculas, átomos o entidades cuánticas previamente descompuestas en el Lugar de Origen (LO). Tampoco es que yo sepa muy bien cómo funciona técnicamente el dichoso aparatito, pero deduzco que viene a ser algo así, que primero se descompone la materia en trocitos muy pequeñitos una vez situada ésta en el LO, y después se vuelve a recomponer en el PD, formando de nuevo el objeto tal cual era antes de la teletransportación, sin mutación alguna de características morfológicas, pero habiendo experimentado, eso sí, una espectacular modificación espacial.

Total que me fui a preguntarle a mi vecino, que sé que hace algo parecido con los calabacines, que en su caso se los envía a una tía que tiene en no sé qué ciudad del continente asiático para hacer puré, puré de calabacines, de qué va a ser si no el puré, y que al mismo tiempo recibe por idéntico sistema (el TMI) una serie de papayas, mangos y lichis de un tamaño más que considerable que he tenido ocasión de degustar y que no tienen comparación con los que se venden en el chino del barrio, dónde va a parar.

- Oye, ¿a ti te siguen llegando en condiciones las frutas que te envía tu tía la de Sri Lanka?
- De Kuala Lumpur. Me las envía de Kuala Lumpur, Malasia.
- Bueno, me da igual. ¿A ti te siguen llegando en condiciones las frutas que te envía tu tía la de Kuala Lumpur?
- Pues no; ahora que lo dices la verdad es que últimamente me llegan hechas una pena.

Así que atando cabos entre tomates, calabacines, papayas, mangos y lichis, llegué a la conclusión de que en este asunto del TMI había gato encerrado, y que no se trataba ya de que mi aparato funcionara mejor o peor, no, sino de que en algún lugar intermedio del proceso de teletransporte ocurría algún suceso ajeno al mismo que dificultaba, o mejor impedía, que mi prima la de Medina de Rioseco, provincia de Valladolid, recibiera los tomates ricos ricos y en condiciones, tal y como yo se los había mandado. Vamos, que algún listo se quedaba con la mercancía buena y daba el cambiazo por la mala, no sé si me explico, teniendo incluso cuidado y paciencia en volver a colocar la pegatina en cada pieza para que éstos parecieran los originales.

Con la intención de confirmar o descartar mi hipótesis de trabajo, ni corto ni perezoso decidí poner manos a la obra e iniciar la investigación, para lo cual no tuve más que colocar el gusano en el anzuelo y esperar a que picaran los peces. Y qué mejor que recurrir al sencillo truco de hacer una marca en la piel de cada tomate, una discretísima crucecita, que posteriormente taparía cuidadosamente con las pegatinas de cada una de las piezas, para que tampoco fuera a dar el cante y descubrírseme el pastel.

Así, realicé un último envío para llamar después de inmediato a mi prima, la de Medina de Rioseco, provincia de Valladolid, a ver qué había sucedido durante el teletransporte.

- ¡Prima!
- Dime, guapetón.
- ¿Los tienes?
- ¿El qué?
- Pues el qué va a ser, los tomates.
- Ahora mismito acaban de aparecer en el PD.
- ¿Y qué pinta tienen?
- Psche.
- ¿Llevan pegatinas?
- Afirmativo.
- ¿Y qué pone?
- ¿Qué pone dónde?
- Donde va a ser, en las pegatinas.
- SUPREMOS, como siempre.
- Coge uno, anda.
- ¿Uno cualquiera?
- Sí.
- Ya.
- Quítale la pegatina.
- Ya.
- ¿Qué hay debajo?
- Un tomate.
- Ya, pero digo que si tiene alguna marca. Una cruz.
- ¿Una cruz?
- Sí.
- No.
- ¡Me lo temía!

¿Ven ustedes lo del teletransportador? Pues así, con todo.

miércoles, diciembre 10, 2008

Muerte al teutón

- Presi, presi, que hay un tipo en el vestuario que dice muy serio que hoy no juego.
- Y hacerle caso debes, muchacho, porque tal persona es desde hoy nada más y nada menos que tu nuevo entrenador.
- ¿Cómo...?

Es lo que tiene lo de cambiar de entrenador así, deprisa y corriendo, en vísperas de un partido de Champions y a cuatro días de un decisivo Madrid-Barça. Que no da tiempo material a que lo asuman ni los unos ni los otros. Llega el pobre técnico a Madrid y de la noche a la mañana le dicen que hale, que tira para el campo que tenemos partido contra unos rusos. Y así pasa lo que pasa.

- Taxi, taxi, me lleva al Bernabéu deprisita, que tengo partido.
- Cagando leches.
- Oiga, ¿no será usted del Atleti, por un casual?
- Pues un poco sí, la verdad sea dicha. ¿se me nota mucho?
- Hombre, más que nada por la elástica rojiblanca que tan orgullosamente luce, la casete del Mono Burgos que lleva puesta a todo trapo, la foto del añorado niño Torres que cuelga del retrovisor y, sobre todo, la cantidad de vueltas y más vueltas innecesarias que está usted dando.
- Es que aunque me haga usted más tilín que el Chúster, yo a los merengones no los aguanto.
- Pues póngame al menos la radio, a ver si dicen en el Carrusel Deportivo qué alineación saco, y voy tomando nota por si no llego a tiempo, que me temo que no.
- Ya le digo yo que no.

Si es que la presión ejercida por las masas llega un momento en que resulta insoportable, y no queda otra que tomar medidas que resulten acordes con el sabio sentir popular, aunque sólo sea para acallar futuras voces y salvar el pellejo de quienes en estos casos deberían ser los primeritos en largarse.

- Que sí, que lo vamos a hacer ya, Pedja, que hay que escuchar la voz pueblo, por la cuenta que nos trae.
- ¿Y qué dice el pueblo, querido presidente?
- No me digas que no has oído lo de “muerte al teutón”
- “Al Borbón”, han dicho "muerte al Borbón”.
- Bueno, pa’l caso es lo mismo. Lo hecho, hecho está.

Y el nuevo mister, entretanto, que consigue llegar a tiempo al partido y que entra en el vestuario más despistao que un pulpo en un garaje tratando de aparentar, eso sí, tranquilidad y dominio de la situación.

- A ver, ¿quién juega de portero?

Al final no sabes cómo pero de todo se sale y tiras pa’lante, y cuando te quieres dar cuenta ya está corriendo el balón.

- Chaval, calienta que esto se está poniendo feo y hay que arreglarlo con un cambio estratégico. ¿Tú de qué juegas?
- Señorr, yo delanterro, pero mí ser jugador ruso visitante. Banquillo del Madrid ser el de al lado, me temo.
- ¡Coño!, ya decía yo que estabais muy poco abrigaditos vosotros. Con el frío que hace.

A todo esto que, por si fuera poco, la imagen hay que tratar de cuidarla desde el primer momento, por aquello de que la primera impresión es la que cuenta. Así que la maquinaria del marketing y la comunicación se pone en marcha a la voz de ya sin que haya tiempo que perder.

- ¿Telecinco?
- Sí.
- Oye, que soy el jefe de prensa del Real Madrid, que digo que os andéis con cuidado y no me saquéis al nuevo mister en planos de cuerpo entero, hacedme el favor.
- ¿Y eso?
- Es que con las prisas el chándal que le hemos dado es de tres tallas menos, y se me antoja que le queda pelín pesquero, por no hablar del paquetillo, que se le va marcando de manera inconveniente, al muy torero.
- Vale, vale, lo tendremos en cuenta.

Y tanto que lo tienen en cuenta. Como que desde ese momento todos los planos del flamante nuevo entrenador van al mismo sitio, al dichoso paquetillo. No falla.

Digo yo que ya para el sábado el hombre habrá tenido más tiempo para hacerse con las riendas del equipo y dominará la situación, tal y como exige un partido tan trascendente como el que enfrenta a los dos eternos rivales, Madrid y Barça.

- Mister, que digo que de los once titulares que ha dado, siete están lesionados y no van a poder jugar.
- Vaya por Dios. ¿Y no hemos fichao a nadie últimamente?
- Sí, a uno, pero ése también está lesionado.
- ¿Y Cañizares? ¿No hemos fichao a Cañizares, que algo he leído yo?
- Que no, que ese ha sido el Vaticano. Y no se trata del que fuera portero de esta casa y después del Valencia, Santi Cañizares, sino del arzobispo de Toledo y Primado de España, Antonio Cañizares, nuevo prefecto de la congregación de Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.
- ¿Al Vaticano nada menos? Pues hubiera sido un fichaje divino.
- Eso sí.
- Porque digo yo que el suyo debe ser un puesto muy importante.
- Ya lo creo, míster. Desde que Juan Pablo II nombrara, hace veinte años, al riojano Eduardo Martínez Somalo como sustituto de la Secretaría de Estado- que ya tiene narices, con ese apellido – ningún español había alcanzado un puesto tan elevado en la curia romana.
- Lo veo a usted muy puesto en asuntos religiosos, capi.
- No se crea, es que me he leído el editorial de La Razón.
- Pues demos gracias por ello al Señor Nuestro Dios.
- Es justo y necesario.
- En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor Padre Santo, Dios Todopoderoso y Eterno, por Cristo Nuestro Señor, porque enviaste a tu amado Hijo para redimirnos del pecado y de la muerte... Arrodíllate conmigo, hijo, arrodíllate.
- Pero mister, ¿se ha vuelto loco? ¿Se puede saber qué hace?
- Rezar hijo mío, rezar, que es lo único que nos queda para intentar ganar en el Camp Nou.

jueves, diciembre 04, 2008

Que no acaben con nuestro sentido del humor

Tengo que confesar que ayer el atentado de ETA me chafó el post, y me supo mal que algunos de vosotros comentarais que os ibais de aquí sin haberos reído y me recordarais que no hay que dejar que acaben con nuestro sentido del humor. Yo mismo decía que hace tiempo que decidí dejar de escribir de ETA a no ser que fuera para reírme de ella. Bien, eso es exactamente lo que voy a hacer, y trataré de paso de recuperar esa sonrisa que buscabais ayer y que no encontrasteis en este blog, aunque en este caso sea una sonrisa con cierto regusto amargo.

Confieso que suelo pasármelo yo solo en grande escribiendo este tipo de diálogos, qué le voy a hacer, a veces soy así de simple. Hoy sin embargo, no me he divertido ni un poquito, pero bueno, ahí va.

Puuuuuum, puuuuuum
- ¿Sí dígame?
- Póngame con Estilografic Pumto Blog.
- Pumto no, Punto. Oiga, ¿quién demonios es usted, que tan malamente suena el timbre del teléfono cuando llama?
- Soy un terrorista. Y su teléfono le suena así porque le llamo desde un móvil de ultimísima generación, un cuatribanda con pantalla táctil y salida para explosivos que provoca tal efecto en los aparatos receptores de las llamadas con la única y sana intención de meter miedo.
- Pues sí que lo mete, sí. Le habrá costado una pasta el aparatito.
- Me he dejado en él todo mi sueldo de un año, procedente todo, el sueldo digo, del cobro de numerosos impuestos revolucionarios. La única pega es que es rosita, no lo había en otro color.
- ¿Y para qué me llama? ¿Qué es lo que desea exactamente?
- Pues aterrorizarle, meterle el miedo en el cuerpo serrano de usted.
- ¿Como hicieron ayer?
- Como hicimos ayer, eso es... Oiga, ¿qué hicimos ayer?
- Pues cargarse vilmente a un empresario.
- Ah, es verdad. Cargárnoslo vilmente, Qué tíos ¿eh?
- Y ya que llama, ¿me podría explicar usted por qué?
- Pueeees.... Bueno, ya sabe, por lo de la elle.
- Querrá usted decir la y griega. La Y vasca.
- Eso, la y griega. Es que la ortografía no es lo mío.
- ¿Y lo suyo qué es?
- ¿Lo mío? Pueeees.... Lo mío es hacer pum. Cojo la pistola y hago pum.
- ¿Y qué mas?
- Bueno, poco más, la verdad. Sé atar las manos un poquito, pero no me quedan muy allá los nudos y la gente me se suelta.
- Y por lo que veo la gramática tampoco es lo suyo, ¿eh? Faltó usted a clase el día que explicaron lo de la SEmana antes que el MEs, ¿no?
- Yo es que no era mucho de ir a clase...
- ¿Y de explosivos? ¿De explosivos cómo anda?
- Jodido, la verdad es que ando jodido. Me se cayó una olla en un pié y desde entonces ando jodido.
- Es usted toda una joyita, ¿eh?
- Ya le digo.
- Pero oiga, ¿ustedes qué es lo que buscan a estas alturas de la película?
- ¿Qué película?
- Quiero decir que qué es lo que quieren, que cuáles son sus reivindicaciones después de tantos años.
- Pueeees... yo hacer pum.
- Ya, pero usted hará pum por algo.
- Bueno, sí... es que siempre he hecho pum, desde jovencito.
- Si quiere le refresco yo la memoria.
- Bueno, refresque, refresque...
- Ustedes buscan la independencia de los territorios que denominan Euskal Herria y no dudan para ello en recurrir a lo que denominan “lucha armada”, que no es otra cosa que ir por ahí extorsionando, secuestrando y matando a gente inocente.
- ¿Todo eso hacemos? Qué brutos.
- Pues sí. Qué brutos. Y dígame, el día que consigan la independencia, si es que la consiguen, ¿Qué van a hacer?
- Pues eso digo yo, algo habrá que hacer. ¿Seguir haciendo pum?
- Pues si no sabe usted hacer otra cosa, tendrá que seguir haciendo pum, a ver qué remedio.
- A ver.
- ¿Y quién se va a ocupar entonces de sacar adelante ese país
- Pues los que hacemos pum.
- ¿Y cree usted, señor terrorista, que estarán ustedes preparados?
- ¿Para hacer pum? Ya lo creo.
- No. Para sacar adelante un país y un pueblo como el vasco.
- Pueees...
- ¿No cree usted que eso sería un caos entre tanta pistola y tanto pum?
- ¿Como en las pelis del Oeste?
- Exacto, como en las pelis del Oeste.
- ¡No me diga!, con lo mal que llevo yo lo de montar a caballo.
- ¿Y eso?
- Es que sufro de hemorroides.
- No me extraña. Eso es de la mala leche que lleva usted dentro, que por algún lado tiene que salir.
- ¡Pum!
- ¿Qué hace ahora?, ¿por qué me dispara?
- Le recuerdo que soy un terrorista, y no me gusta lo que me está diciendo. Acabo de sacar mi mala leche por el cañón de mi pistola, a ver si así ya no me se sale por el culo, que no vea cómo jode.
- Ya. Y yo le recuerdo a usted que esto es una conversación telefónica y que por mucho que dispare a través del teléfono a mí no me da ni un poquito.
- ¡Mecagoenlaleche!, ¡mi moooooovil!

miércoles, diciembre 03, 2008

Basura

Esta mañana estaba intentando escribir un post irónico y desenfadado abordando el asunto de los malos datos del paro conocidos ayer, y llevaba un rato dándole vueltas y más vueltas al enfoque sin acabar de encontrar una manera apropiada de hacerlo, buscando por un lado una visión humorística del asunto y tratando de no caer, por otro, en la falta de respeto hacia aquellos que sufren en primera persona el problema y para quienes, sin duda, la situación constituye todo un drama con muy poca o ninguna gracia.

Abordar asuntos de actualidad bajo el prisma del humor a veces te obliga a enfrentarte con este tipo de dilemas y comprendo que en ocasiones conviene tener mucho cuidado con según qué cosas se dicen y tratar de no perder nunca una posible perspectiva que a lo mejor te es ajena, pero que puede ser la dominante en algunas de las personas que te leen y que podrían sentirse incómodos o molestos con lo que para otros es una simple broma.

Y en ésas estaba cuando me ha sorprendido una nueva mala noticia: el asesinato de un empresario por parte de ETA. Así que al final, me vais a perdonar, pero el post, ya casi terminado, ha ido directamente a la basura.

lunes, diciembre 01, 2008

Relatitos: (4) Actores en la cabeza

Siempre he odiado a Tom Cruise. De toda la vida. No porque me parezca un mal actor, que tampoco es eso, sino porque me da como... repelús. Esa es la palabra. “Temor indefinido o repugnancia que inspira algo”, dice el diccionario.

- A ti lo que te pasa es que le tienes envidia – me dice mi mujer.
- ¿Yo envidia de qué?
- Pues de que es guapo. Y de que ha estado con la Pe y con la Kidman. Sobre todo con la Kidman.
- ¡Vamos anda!, si es un canijo...

El fin de semana pasado le tocaba a ella escoger película, pues como matrimonio bien avenido que somos alternamos la elección, un sábado ella y un sábado yo, y fuimos a ver una de Tom Cruise. No se sabe si por lo del repelús o por qué, pero el caso es que a mitad de película comencé a sentirme mal, o al menos eso me pareció, quizás tratando de justificarme a mí mismo.

- Cariño, salgo un momentito al baño.
- Vale.

Sé que es de mala educación levantarse en mitad de la proyección, pero chico, no aguantaba ni un minuto más. Pese a mi extrema delicadeza y precaución, no pude evitar que mi sombra apareciera levemente en pantalla y, claro, rápido comenzaron a oirse silbidos y abucheos procedentes de los asientos traseros. “Que se los dediquen a Tom Cruise”, pensé. Así permanecí un buen rato fuera de la sala tomando el fresco hasta que se me pasó tanto el escalofrío que recorría mi cuerpo, consecuencia sin duda del repelús, como la sensación de ceguera que la luz del proyector había dejado impregnada en mis ojos. Ya con la excusa de evitar nuevos abucheos, no volví a mi localidad y esperé a mi mujer a la salida.

De regreso a casa en el coche, marido y mujer nos sumergimos, como es habitual tras cada sesión cinematográfica de fin de semana, en profundo y detallado análisis del largometraje visionado:

- Qué, ¿te ha gustado?
- Psche. ¿ Y a ti?
- Un coñazo. Ya sabes que a mí Tom Cruise...
- Ya.
- Pues eso, que el próximo finde toca la Jolie.
- ¿La Jolie? Sabes que no la aguanto.
- Pues es lo que hay.
- Pero si es todo huesos, hijo.
- Y qué más da, si luego le ponen el cuerpo de otra. A mi mientras enseñe los ojos....

En semejantes reflexiones nos hallábamos cuando de repente a ella va y le entra la risa floja, que no lo puede evitar.

- ¿Qué pasa?
- ¡Ay qué bueno, Manolo!
- ¿Se puede saber de qué te ríes?
- ¡Ay, que me meo! ¡No me había dado cuenta! – me dice señalándome la cara y sin poder dejar de reír.

Paro el coche en el primer sitio libre que encuentro y me miro en el espejo retrovisor, a ver qué cojones pasa.

- ¡La madre que me parió! ¿Qué es esto?
- ¡Es Tom Cruise, Manolo! Lo tienes grabado en la cabeza. Yo me parto.
- Pues a mi no me hace ninguna gracia. ¿Qué hace Tom Cruise en mi frente?
- Se ve que al levantarte en mitad de la peli y poner tu cuerpo serrano entre el proyector y la pantalla, la imagen se te ha quedado impregnada en la cara. Oye, qué curioso.
- ¿Impregnada has dicho? ¡No me lo puedo creer!
- Te está bien empleado, por molestar.

Continuamos el camino de regreso a casa y en cuanto abro la puerta me voy derechito al baño a mirarme en el espejo. Confirmación absoluta: es Tom Cruise, y no otro. Abro el grifo a toda presión y comienzo a echarme agua y más agua confiando en que aquella terrible imagen se borre, pero ni con jabón. Me ducho, me froto con alcohol de 96º, con desmaquillante, con disolvente, con aguarrás... y nada. Me voy a la cama con la frente roja e irritada, pero, eso sí, siempre con Tom Cruise.

- Mira que eres exagerado – me dice mi mujer al meternos en la cama. Ya se te irá quitando.
- Claro, como a ti no te ha pasado...
- Te recuerdo que fuiste tú y no yo el que se levantó en mitad de la peli. Yo esas cosas no las hago porque sé que molestan
- Ya, porque era Tom Cruise y te gustaba, que si no...
- Anda, anda, relájate y ven aquí, cariño, que hoy va a ser como si lo hiciera con...
- Olvídalo, que no estoy yo para fiestas. Me da repelús sólo de pensarlo.

Así pasé toda la noche y toda la semana siguiente, sin poderme quitar de la cabeza la imagen de Tom Cruise, literal y figuradamente hablando. Hoy sábado, una semana después, hemos vuelto al cine a ver una de la Jolie, y mi mujer se ha levantado en mitad de la peli:

- Cariño, salgo un momentito al baño.
- Vale.

Lo cierto es que no me he podido aguantar la risa floja cuando al regresar a casa me he dado cuenta de que los felinos y sensuales ojos de Angelina me miraban fijamente desde su frente. Es más, creo que por fin he superado el repelús y hasta diría que estaba especialmente excitado.

Esta noche hemos vuelto a hacer el amor después de una semana de huir de sus pretensiones. Ha sido una sensación diferente a otras veces, la verdad, como si todo fuera nuevo y nuestros cuerpos estuvieran aún por descubrir.

En cambio ahora, la llamada depresión post-coito está siendo también más acusada que nunca. Vuelvo a intranquilizarme y a sentir el repelús. Y es que no me puedo quitar de la cabeza qué coño estarán haciendo a estas horas Katie Holmes y Brad Pitt.