lunes, septiembre 21, 2009

¡Oé, oé, oé...!

Riiiiing, riiiiiing
- Hola buenos días, Querría hablar con el presidente del Gobierno, don José Luis Rodríguez Zapatero..., famoso en el mundo entero.
- Mmmmmm... ¿No llamará usted de Prisa...?
- No, señorita. Es más, he procurado marcar los números bien despacito para no equivocarme.
- No, si me refiero a que espero que no sea usted editorialista o tertuliano de El País o cualesquiera otros medios pertenecientes al grupo de comunicación de nombre Prisa.
- Ah, no, no, no se preocupe.
- Ah, eso está bien. ¿Y cuál es su nombre?
- Estilografic Punto Blog.
- Mmmmmmm... Entonces, deduzco por su apellido que tiene usted un blog, ¿eh pillín?
- Sí señorita. No trato de ocultarlo. Así es.
- Bien, ¿y puede saberse cuál es su línea editorial?
- ¿Línea editorial?
- Quiero decir que con quién comulga.
- Yo es que no suelo ir a misa, señorita.
- Me refiero a que si simpatiza o coincide usted, de una manera u otra, bien con el llamado sector tedeté, esto es, con los afines de toda la vida; bien con el conocido como sector pepero, es decir, con los enemigos, también de toda la vida; o bien si, por último, viene a resultar usted más coincidente con el recalcitrante sector que enarbola el llamado “fuego amigo”, ya sabe, el susodicho grupo Prisa, que tan respondón nos está saliendo últimamente.
- Oiga, yo soy independiente.
- ¿Independiente de qué?
- Pues de qué va a ser, independiente de todo poder poderoso, ya sea éste político, económico, empresarial o mediático. No le quepa duda.
- Bien, ¿y para qué quiere usted hablar con el presidente?
- Mi intención es hacerle una entrevista para mi modesto blog.
- ¿Y se puede saber qué peliagudos asuntos pretende usted abordar en la aludida entrevista o interview?
- Bueno, yo sólo quiero saber si se siente solo, sobre todo después de la marcha de los ex ministros Sevilla, Molina y Solbes del Congreso.
- ¿Solo el presidente? Ya le digo yo que no. Ahora mismito está precisamente reunido con el equipo de baloncesto.
- Ya, ¿y tampoco se siente acosado?
- Bueno, cuando le achucha Gasol un poco sí. Pero eso es normal. Pregúnteles si no a los serbios...
- No mujer, yo más bien me refiero a los errores cometidos...
- Bueno, sí, vale, la cosa empezó bastante mal, pero chico, fue empezar a funcionar Ricky y...
- Oiga, yo estoy hablando de falta de dirección....
- ¿Scariolo? Para mi no lo ha hecho del todo mal, ¿eh?
- Yo me refiero a las críticas que desde dentro de..
- Bah, bah, chiquilladas. Aquello de Marc Gasol después del partido de Turquía fue un simple comentario sin importancia, no vayamos a sacar ahora las cosas de quicio, por Dios...
- Señorita, a ver si nos aclaramos, me parece que estamos hablando de cosas distintas...
- Calle, calle... Escuche, escuche qué alboroto...

OÉ, ÓÉ, OÉ, OÉ, OÉ....

- ¿Lo oye?
- Sí que lo oigo, sí. ¿Podría informarme de qué esta sucediendo?
- ¡En volandas, amigo!, lo llevan en volandas cual si fuera el verdadero héroe del campeonato. Póngalo, póngalo en su blog que se enteren los de Prisa . ¡Este hombre es el puto amo!
- ¿Y ese griterío de fondo? Me pareció oírles gritar algo así como "¡adelanto de elecciones!", ¿no?
- No. no, están diciendo “¡somos altos de cojones!” No me sea usted duro de oído o, lo que es peor, malintencionado.

¡CATACLASH!

- ¿Y ese estruendo ahora qué ha sido?
- ¿Estruendo? Estoooo.... ¿A qué se refiere, señor Estilografic? Yo no he oído nada.
- Al ruido de cristales. No habrán arrojado al presidente por la ventana de... Oiga, ¿se encuentra bien el señor Zapatero?
- ¡Mejor imposible!, créame.
- Oiga, yo esto lo voy a tener que contar..., me da a mí que las cosas no van bien por ahí.
- ¿Lo ve?, ¡Lo sabía! ¿Ve como es usted de los del “fuego amigo”? ¡No piensan más que en tergiversarlo todo! ¡Espero que por lo menos deje bien claro que ha sido cosa de tres!
- Sí, si, no se preocupe señorita, eso lo voy a dejar bien claro. Al menos de momento son tres: Pedro Solbes, Jordi Sevilla y Cesar Antonio Molina. Ya veremos de aquí en adelante...
- No, no. Me refiero a que ha sido de tres, ¡canasta de tres!, que lo han lanzado desde bien lejos..., ¡los muy brutos!

miércoles, septiembre 09, 2009

El papel de los padres

La enorme repercusión que han tenido en los medios de comunicación los disturbios en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón me lleva a preguntarme una vez más acerca de cuál es el papel de los padres tanto en la educación de sus propios hijos como, por extensión, en la sociedad en general.

No se trata de analizar aquí, no es mi intención, si el botellón era o no legal, si la actuación de la policía fue la adecuada o no, si los implicados eran del barrio o venía de fuera, si eran ricos o pobres... Hablamos - hablo - de otra cosa, de comportamientos violentos gratuitos y de las causas que los provocan o, al menos, de algunas de las posibles causas que pudiera provocarlos, puesto que llegar a la verdadera “raíz del problema” es un objetivo que, me temo, se me escapa o bien requiere de una excesiva generalización para acabar resumiéndose en una sola palabra, que no sería otra que “educación”.

¿Estaremos los padres haciendo algo mal?, es la pregunta que quiero hacerme. Y yo diría que sí, que lo estamos haciendo bastante mal, y como padre me incluyo.

Mis padres - que son, como es normal, mi principal referencia a la hora de hablar de padres – nunca han sido de mucho adoctrinar ni dar la vara. Quiero decir que no han sido de los de “Estilograaaafic, no hagas eeeesto, Estilograaaaafic, no hagas lo ooootro...”, no. Más bien han sido siempre fieles al dicho de “predicar con el ejemplo”. Y creo que no les ha ido del todo mal. Porque, a ver, tú cómo le dices a un hijo que se comporte con educación si está hartito de verte, por ejemplo, un día sí y otro también con los pies encima de la mesa; cómo convences a un hijo de la importancia de estudiar y de hacer los deberes si el mayor trabajo intelectual que te ha visto hacer es “examinar” la foto de la tía de la contraportada del AS; cómo le dices a un chaval de 15 años que no te conteste de mala manera si le estás mandando cada dos por tres, literalmente, a tomar por el culo... y así, poco a poco, hasta llegar a cosas más importantes.

Yo jamás he visto a mis padres comportarse de manera violenta con nadie, al menos en mi presencia. Y, por tanto, no les ha hecho falta decirme, hijo, no seas violento. Nunca he oído a mis padres dirigirse a alguien de malos modos, y por tanto jamás han tenido que decirme, hijo, di las cosas con educación... He tratado de ir aprendiendo de lo que veía, tarea que además me da la sensación de que ni siquiera es consciente, sino que responde más bien al comportamiento subconsciente, que al final es precisamente el que mejor se adhiere y el que deja la huella más profunda.

Convivo o coincido a diario, por razones de edad y situación familiar, con familias compuestas por padres e hijos en edad infantil o adolescente, y veo cosas que no me gustan nada de nada. Ojo, insisto en que como padre no me excluyo, que yo también caigo, seguro, en muchos de los errores que señalo. Estoy hablando de padres que no saben (y lo que es peor, ni quieren saber) qué pudieran estar haciendo sus hijos en determinados momentos; hablo de niños - algunos desde muy corta edad- que pasan horas y horas en la calle sin que los padres apenas se asomen a echarles un ojito de vez en cuando; hablo de adolescentes que han sido educados desde muy temprana edad en el mejor de los casos por los abuelos, pero en la mayor parte de los casos por personas contratadas al mejor precio posible y que, vuelvo al mejor de los casos, pueden haber tenido mucha dedicación y saber hacer, pero a las que con toda seguridad les habrá faltado aportar un elemento tan importante o más en la educación de un niño: el cariño.

He de reconocer que en esta argumentación estoy mezclando dos casos bien distintos: el de los padres que literalmente “pasan” de comportarse como tales y el de los padres cuya situación personal, generalmente debido a motivos laboral, apenas tienen tiempo para dedicarles un poco de atención y cariño a sus hijos.

Respecto al primer caso, lo único que tal vez quepa argumentar es que ser padre no es obligatorio. Es cierto – y lo digo por experiencia - que por mucho que trate de imaginar, uno no llega a saber lo que significa realmente ser padre hasta que no tiene a su bebé entre sus brazos. Pero hombre, yo creo que ya todos somos mayorcitos y deberíamos al menos haber tratado de imaginar y analizar la consecuencias que ello conlleva, que son además, para toda la vida.

En cuanto al segundo caso, considero que ahí nos encontramos, no sé si ante la “raíz del problema” antes mencionada, pero sí ante un asunto grave al que los sucesivos gobiernos de los últimos años, no sólo en España, sino en todo el mundo, no han hecho otra cosa que buscar parches y más parches, sin atreverse ninguno a coger el toro por los cuernos: la necesidad de un cambio absoluto en el modelo de sociedad.

A mi me parece – ya alguna vez he hablado de ello, no recuerdo si en este blog o en otros –que éste es uno de los asuntos más importantes que hoy tienen, o deberían tener, los gobiernos entre las manos, por encima, si se me permite, de otros muchos a los que sí se dedica tiempo, atención o dinero. Yo diría que se trata incluso - me voy a mojar - del gran reto del siglo XXI: crear una sociedad más educada, justa y equilibrada.

De la misma manera que uno de los grandes logros del siglo XX fue la incorporación de la mujer al trabajo, ahora, uno de los grandes retos del siglo XXI debería ser la adaptación de la sociedad a esa nueva realidad, algo que todavía deja mucho que desear y que está teniendo como consecuencia la aparición y desarrollo de muchos de los problemas arriba mencionados. Ojo, no se me interprete mal, que no quiero decir que la incorporación de la mujer al trabajo en sí haya resultado negativa, no, pero sí que la sociedad no ha sabido adaptarse a ella.¿La consecuencia?: el caos absoluto, es decir, que nuestros hijos comparten cada vez menos tiempo ya no sólo con los padres, algo que ya sucedía antes, sino también con las madres.

No estoy hablando, ni mucho menos, de dar un solo paso atrás, sino más bien de un gran salto adelante: que gobiernos, empresas, agentes económicos, sociales... y nosotros mismos (con especial mención al personal masculino) pongamos todo lo que está en nuestra mano para adaptarnos a esta nueva realidad y a lo que ello supone, con el único objetivo de tratar de crear una sociedad más justa y menos violenta, con unos valores bien definidos bajo una base sólida sustentada en una buena educación y, por qué no decirlo aunque suene cursi, el cariño.

Vuelvo, para finalizar, al ejemplo de mis padres y confieso que, como casi todo el mundo, en mi época de jovencito rebelde he podido cometer, a espaldas de ellos, alguna que otra locura o, como parece que es el caso de Pozuelo, beber más de la cuenta. No sé si algo tendrá que ver la educación recibida, pero vamos, con una buena cogorza encima a mi me podía dar por reír, por ponerme ñoño a lo mejor algo “pegajosillo”, pero jamás me dio por liarme a hostias, qué quieres que te diga.

viernes, septiembre 04, 2009

Por qué no te callas (y 3)

“A continuación, detállanse las conclusiones del informe elaborado a consecuencia de la realización de la prueba de LARRANHA el pasado martes 1 de septiembre, en pleno síndrome postvacacional, al sujeto...”

- Oiga, no me diga que al final lo tuvieron que atar a la cama para que no se levantara...
- No, que yo sepa no.
- Ah, es que como dice aquí lo de “sujeto”, yo pensé que... Vale, vale.

“... al sujeto de nombre Estilografic Punto Blog, barón...”

- Disculpe, ¿posee usted semejante título nobiliario o se trata de un mero error del corrector ortográfico?
- Se trata, me temo, de un mero error.
- Ya decía yo.

“... varón, más bien entradito en años con, para ser más exactos, la friolera de...”

- ¡Dios Santo! ¿Se trata de un nuevo error, esta vez del corrector numérico, o tiene usted, en efecto, “la friolera de....”
- Pues sí, qué pasa, tengo “la friolera de...”, pero vamos, tampoco creo yo que sea tan mayor.
- No, no, si yo no digo nada.

“...la friolera de taytantos años, casado...”

- ¡Pobre!, su mujer.
- ¿Pobre por qué?
- No, lo digo por lo de los ronquidos.
- Oiga, yo lo que veo es que no avanzamos con el informe. ¿Podría usted leerlo un poquito más deprisa y sin interrupciones, FcaTFPLC?
- Vaaaale, siiiiiiiigo....

“...casado y con dos hijas....”

- ¡Pobres!

“...dos hijas, sin que se le conozcan antecedentes o consecuentes de carácter roncante en el seno familiar, no porque no los haya, sino sencillamente por no haber sido estudiados ni tenidos en cuenta para la realización de esta prueba.”

- ¡Estaría bueno, que le hicieran venir a mi padre también a ver si ronca!
- ¡Eh! Ahorita ha sido usted el que ha interrumpido.
- Perdón.

“Punto y aparte. Preséntase, el citado barón, (¡y dale!) en la farmacia con gesto contrariado tras haber adquirido, en visita anterior a la citada dependencia, el spray antirronquidos “Por-qué-no-te-ca-llas”, alegando que el revolucionario producto no le ha ocasionado efecto alguno, por lo que se cree el tío listo en el derecho de...”

- ¿Lo de “el tío listo” seguro que también lo pone?”
- Oiga, que yo no me invento nada, sólo me limito a leer las conclusiones del informe, ¿qué se cree?

“.. el tío listo en el derecho de solicitar devolución del importe abonado, esto es, cincuenta y cuatro euros del ala.”

- Quedamos en el primer post en que “ala” era sin hache, ¿verdad?
- Este “ala” sí.
- Pues entonces seguimos...

“Punto y aparte. Ante tamaña desfachatez, la farmacéutica...”

- Esa voy a ser yo.
- Seguro que sí.
- Sigo...

“... la farmacéutica opta por exigirle al sujeto (¡otra vez!) que presente pruebas de lo acontecido, esto es, de que pese a haber utilizado el revolucionario producto, bien aplicadito tanto en boca como en nariz, en este segundo caso en todos los orificios (siempre que éstos sean nasales, se entiende) el tal sujeto (¡...!) continúa roncando a todo roncar como si nada....”

- Oiga, pero todo eso ya lo sabemos. ¿No podría ir al grano?
- Vaaaale., directa al forúnculo que voy.

“Punto y aparte. Como consecuencia...”

- Ahora cuenta que si el ruido de un ronquido suele alcanzar entre los 45 y los 95 dB, y que puede provocar serios trastornos, no sólo para el roncador, esto es, usted, sino para todas aquellas personas que viven a su alrededor, entre las que incluye a la farmacéutica, esto es, servidora, en el caso de que a ésta le correspondiera hacer la guardia. ¿Me lo salto todo?
- Por favor.
- ¡Halehop!
- Luego viene la tontería del canzoncillo y el pijama. Si quiere...
- Sálteselo también, por favor.
- ¡Halelehop!

“... y tal y tal y tal... procediéndose a continuación, y sin más dilación, a la proyección del famoso vídeo que lleva por título “Adiós al verano, Mariano” (no confundir con el anuncio del “Tinto de Verano”), en el que aparece el ínclito líder de la oposición en bañador y náuticos... “

- Me lo salto, me lo salto... Ya termino:

“... quedándose finalmente el sujeto (¡insiste!) dormidito como un bebé en cosa de segundos, pudiéndose determinar de inmediato que sí, que claro que sí, que el presunto roncador ronca como un cerdo, el tío bestia.”

- Bah, eso mismito ya lo había dicho mi señora al principio del post anterior, no sé si se acuerda.
- Sí, ya, pero espere, espere, porque el informe finalmente concluye que:

“... por todo lo cual se viene a autorizar la devolución al sujeto barón (¡toma ya!) del importe en cuestión, cantidad que asciende a un total de cincuenta y cuatro euros del hala.”

- ¡Hala!, ¡ahora lo ha puesto con hache! Bueno, pero de todas formas estará usted contento. ¿no?
- Hombre pues sí. Me parece a mí, como diría nuestro gallardo y olímpico alcalde, que servidor “sale reforzado” del informe.
- Ea, no se hable más. Aquí tiene usted, uno por uno, sus cincuenta y cuatro euros del ala.
- Pues sepa usted que me vienen muy requetebien para afrontar los gastos del inminente inicio del curso escolar, ya lo creo, sobre todo si finalmente a mi hija no le dan hasta abril, y si es que se lo dan, el portátil en el cole, que yo ya contaba con él desde ya. Esta muy bien esto del informe, ¿verdad?
- Sí que está bien, sí. El único problema que tiene es que no lo cubre la Seguridad Social.
- ¿Cómo dice?
- Pues eso, que alguien me está debiendo un dinerito...
- ¿Y se puede saber cuánto....? Calle, calle, no me diga más...
- Sí. Son... cincuenta y cuatro euros del ala.. Exactamente.

martes, septiembre 01, 2009

Por qué no te callas (2)

- Cariño, ¿he roncado esta noche?
- Como un cerdo.
- ¡Ah sí? Pues en la farmacia me van a oír.
- No, si como hayan estado de guarda esta noche ya te habrán oído; seguro.

En fin, que por lo visto (o mejor, por lo oído), el revolucionario spray “Por-que-no-te-callas” no ha tenido, al menos en el caso que nos ocupa, el efecto deseado, así que con las mismas cojo los dos botecitos (el spray nasal y el aerosol bucal), los agito – no sé por qué, pero los agito -, los guardo en su cajita, tomo un rotulador rojo y rodeo con un circulo lo de “si no queda satisfecho...” y me largo a la farmacia a recuperar mis cincuenta y cuatro euros del ala.

- Buenos días, FcaTFPLC.
- Buenos días, VMitoMRLLP. Por cierto, ya no tan morenito. Hay que ver lo rápido que se va, el bronceado.
- Ya le digo. Verá, venía por lo de la devolución.
- Huy, pues me parece que se ha equivocado usted. La delegación de Hacienda viene a quedar dos manzanas mas abajo.
- No, no: Me refiero a la devolución del dinerito que tuve a bien invertir en el famoso “Por-que-no-te-callas”. ¿No se acuerda?
- Ah, es verdad. Los cincuenta y cuatro euros del ala.
- Exacto.
- ¿Y eso? ¿Por que quiere que se los devolvamos?
- No han tenido ustedes guardia esta noche, ¿verdad?
- Pues no. Gracias a Dios no.
- Se nota. Por lo visto no he parado de roncar.
- ¿Ha probado usted el revolucionario “Por-que-no-te-callas?
- ¡Pues claro que lo he probado! ¡Y no he quedado satisfecho! Así que, tal y como dice aquí, que lo he marcado bien en rojo, vengo a que me devuelvan el dinero.
- ¿Tiene usted pruebas?
- ¿Pruebas de qué?
- Pues de qué va a ser, de que sigue usted roncando.
- Pues no, oiga, Todavía no me ha dado por grabarme, si es a eso a lo que se refiere.
- Bien, pues entonces tome número y espere.
- ¿Número para qué?
- Pues para hacerse la prueba. ¿Lleva usted el pijama encima?
- ¿El pijama? Pues no.
- Pues tendrá que ir a casa a por uno. Porque usted dormirá en pijama, ¿no?
- Hombre, en invierno sí, pero en veranito, con la canícula y eso..., suelo dormir en calzoncillos nomás.
- ¿Y los calzoncillos sí los lleva encima?
- No, encima no, Lo calzoncillos acostumbro a llevarlos debajo.
- Vale, pues no se hable más y procedamos a hacer la prueba de LARRANHA.
- ¿La prueba de la rana? ¡Pero si no estoy embarazado!
- Que no hombre, que es que la prueba consiste en Lograr Averiguar si RRoncas como Antes o ya Nunca lo HAces. La prueba de LARRANHA. Del informe resultante depende que le devolvamos o no el dinero.
- ¡Joder qué cosas! ¿Y qué tengo que hacer?
- ¿Ve aquellas dos maquinitas expendedoras en las que pone, en una CP, y en otra SP?
- Sí.
- Pues coja un numerito de la que le corresponde.
- Oiga, ¿y cómo sé cuál es la que me corresponde?
- Pues muy fácil. Como usted va a hacer la prueba sin pijama y en calzoncillos, tendrá que coger un número de la que pone...
- ¡No me diga más!, ¡claro, qué tonto! De la que pone SP, que significa Sin Pijama, ya que si cogiera de la que pone CP estaríamos suponiendo que voy a hacer la prueba Con Pijama. ¿A que sí?
- Pues no señor, listo, que es usted un listo. Tiene que coger de la que pone CP, que significa Calzoncillos Puestos.
- Oiga, y ya por curiosidad, ¿SP qué demonios significa entonces?
- Sueño en Pelotas. Pero ese no es su caso, porque... no se los irá usted a quitar, ¿verdad?
- No, no, si no es necesario no.
- Pues ea, tomo el numerito de una santa vez y en cuanto le toque pasa a la habitación y se echa a dormir. ¿Qué numero le ha salido?
- El uno.
- ¡Bingo! Puede usted pasar.
- Pero oiga, si ahora no tengo ni pizquita de sueño, si me acabo de levantar...
- Venga, venga, no se haga el remolón. Ahora mismo le planto el vídeo de Rajoy... y ya verá cómo se duerme.

Pues eso, que ya os contaré cuando despierte...