Sede del Partido Popular en la Calle Génova de Madrid. La acción se sitúa en un amplio pasillo de las citadas dependencias, quedando a la izquierda una puerta cerrada, que vamos a llamar puerta uno. Habrá otra puerta cerrada en el centro, que vamos a llamar puerta dos, en la que cuelga un cartelito con un pedazo de bigote y que, por tanto, se entiende que se trata del servicio de caballeros. Se ve otra puerta, más a la derecha, y también cerrada, que denominaremos puerta tres. Por último, más al fondo y a la derecha del todo, estará la puerta cuatro. Optamos por no poner una puerta más porque, como se trata de una obra en verso, seguro que algún graciosillo nos haría la consabida rima... De la puerta uno sale Mariano Rajoy en dirección a la puerta cuatro que, ya lo adelantamos, conduce a la salida, y por la que precisamente entra José María Aznar corriendo a todo correr como alma que lleva el diablo hacia la puerta dos, y en su loco caminar se tropieza con una estantería muy mona que también hay en el pasillo. O sea, un lío de cojones, pero a ver qué quieres, si estamos en Génova.
RAJOY:
¿Dónde vas, José María,
Presidente de la FAES,
que tiras la estantería
con las prisas que te traes?
JOSÉ MARI:
Voy camino al escusado
que me pilla ya aquí al lado.
RAJOY:
¿Podrás parar un momento
ante mi requerimiento?
JOSE MARI:
Es que voy a hacer de vientre
como buen ex presidente.
RAJOY:
Déjame que te concrete
y entras luego en el retrete.
JOSÉ MARI:
Dime qué quieres, carajo,
que me voy la pata abajo.
RAJOY:
Tú que has sido presidente
porque lo quiso el destino,
conocerás el camino
mejor que cualquiera gente...
JOSE MARI:
Abrevia,
que tengo cita previa.
RAJOY:
Dime pues cómo voy, macho,
en mi coche, no en canoa,
desde éste mi despacho
hasta la misma Moncloa?
JOSE MARI:
Cuando estés en carretera
con cuidado por si llueve
vas despacio y en tercera
hasta la salida nueve.
Luego sigues todo recto
con el gesto circunspecto.
Al llegar a la rotonda
hay un guardia que es la monda,
dile que eres un banquero
y él te lleva a Zapatero.
RAJOY:
¡Qué profusa explicación!
¡Mejor que la del Tomtom!
JOSÉ MARI:
Pues entonces anda y vete
que me meta en el retrete.
Pero antes di, primero:
¿qué te traes con Zapatero?
RAJOY:
No te pienses que hay contienda,
son asuntos de vivienda.
Dejémonos pues de chanzas
que me largo ya mismito
para no acabar a gritos
como me vea Esperanza.
(José Mari se mete al retrete, que no puede más el pobre, y en ese preciso instante, cuando ya Mariano, dirigiéndose hacia la puerta cuatro, hace ademán de irse, aparece Esperanza por la puerta tres)
ESPERANZA:
(impidiendo el paso de Mariano hacia la puerta cuatro)
¡Anda, mira, Marianito!
Te buscaba hace un ratito.
RAJOY:
(por lo bajini y con gesto de disgusto)
¡Maldita sea mi estampa!
¡Me pilló doña Esperanza!
(dirigiéndose a Esperanza y fingiendo semblante alegre)
Buenos días, presidenta
de todos los madrileños,
¿me permites en mi empeño
de llegar hasta la puerta?
ESPERANZA:
¿No me ocultarás, Mariano,
que te encuentro un tanto esquivo,
algún asunto lesivo
que te traigas entre manos?
RAJOY:
¿Quién, yo? Líbreme Dios de tal
acusación y pecado,
lo que pasa es que he quedado
a comer con Cospedal.
(la empuja para poder pasar y alcanza por fin la puerta cuatro)
ESPERANZA:
¡Que aprovechen la viandas!
(bajito, sin que la oiga ya Mariano, que por fin ha salido)
Muy pronto sabréis quién manda
y quién maneja el percal.
(En esto sale José Mari de la puerta dos con cara de satisfacción y se choca bruscamente con Esperanza)
JOSE MARI:
¡Jesús!, qué susto y qué daño!
¡casi que me da un telele!
ESPERANZA:
¡Cierra la puerta del baño
que no veas cómo huele!
JOSE MARI:
Cómo me alegro de verte
Espe de mi corazón,
que hace tiempo quiero hacerte
una gran proposición.
ESPERANZA:
(ilusionada)
Pues ahora es el momento,
que como venga Mariano
y nos pille mano a mano
ya se nos jodió el invento.
JOSE MARI:
Sabes que para mi eres
la mejor de las mujeres.
ESPERANZA:
(Por lo bajini)
Ahora sí que estoy contenta...
¡Ya me veo presidenta!
JOSE MARI:
¿Cómo dices?, no te escucho,
de un oído ando pachucho.
ESPERANZA:
Nada, nada, cosas mías.
Eso es porque te resfrías.
JOSE MARI:
¿Quieres algo de comida?
Dí qué quieres que te pida.
ESPERANZA:
Vamos ya mejor al grano
y me cuentas el secreto
antes que vuelva Mariano,
no te vaya a pedir fruta
y un micrófono indiscreto
crea que dije “hijoputa”.
JOSE MARI:
Allá va pues, corazón,
mi osada proposición...
(José Mari se acerca sobremanera a Esperanza, hasta el punto que los pelillos del bigote de aquél llegan a rozar la punta de la nariz de ésta, le toma la mano y se la acerca a la barriga al tiempo que se desabrocha la chaqueta y le susurra al oído, zalamero, la osada proposición...)
¿...tú te crees que son normales
éstos mis abdominales?
TELÓN
9 comentarios:
He de serte sincero,
vivo sin vivir en mí
esperando que pronto a ti
se te ocurra el acto tercero.
¿Surcará el Manzanares
Camino de la Moncloa
el ínclito Llamazares?
Uy que miedo, cuando está la Espe, ya empieza un relatito de terror...
Besicos
Mariano Zurdo:
Pues espera sentadito
a ver si saco tiempecito.
Y en cuanto al tal Llamazares
ya veremos si estoy ágil,
pero me da que es más fácil
que al final salga Pajares.
Belén: pero si Espe es muy apañá y muy simpática, mujer.
Me he metido tanto en la lectura
que he notado el bigote
rozándome el cogote.
¡Qué espeluzno! Vive Dios,
de ese par no soporto a dos.
¿y del gallardon Gallardón
hablaremos otro día,
aunque sea de rondón?
Esperamos con ansia
la tercer parte
que será cualquier día.
(no rima mucho, pero es verdad)
Y a mí, que todo esto me parece la mar de verosímil.
Debías haber avisado de que la obra era de terror...
A mí la última escena puede darme hasta pesadillas, fíjatetúloquetedigo.
Para poder el acto comentar
ando buscando una rima,
y sin encontrar la divina
me tengo que contentar
con pedirte Maestro,
que sigas con esto tan nuestro.
Aunque me perdí el acto segundo
ahora lo he recuperado
aunque leyendo que está la Espe
lo mismo me he equivocado...
Sigo con el tercero
acto recien parido
y cuando lo haya leído
pondré un comentario certero...
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