Lo peor que puede pasar cuando surge una alarma del tipo de la de la gripe aviar es que el exceso de información conduzca a la confusión y que comiencen a llegar a la población mensajes contradictorios (comparar 26 de octubre y 27 de octubre). Las autoridades pertinentes en la materia deberían extremar la prudencia. Si se sabe algo con certeza, que se diga (facilito y resumidito, que no estamos para pararnos a hacer interpretaciones), y si no, mejor que se callen, porque uno ya no sabe a qué atenerse. Menos mal que no me gustan los huevos crudos. Ah, y si se hace una web que la letra sea más grandecita, que en estos casos el diseño es lo de menos.
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