Ya se está hablando del concepto de
la generación YouTube, jóvenes amantes de las nuevas tecnologías que cambian el teléfono por el messenger y los SMS, dan la espalda a los periódicos de papel y utilizan los blogs para estar al día, y que se aburren con la televisión y prefieren entretenerse con los vídeos de
YouTube y páginas similares.
Nuestros políticos también parecen querer apuntarse al carro de esta nueva generación y últimamente no paran de colgar vídeos en la red. El antecedente fue el vídeo del PSOE, allá por el 96 y con Internet todavía en pañales, que introdujo en plena campaña electoral al famoso dóberman de Cascos; después entraron en escena la FAES de Aznar con su visión del 11-M; CiU en las recientes elecciones catalanas con sus críticas al tripartito; el PP con su reciente y torpe denuncia de la inseguridad ciudadana, y ahora el PSOE saca pecho y
con ayuda de su nueva televisión recuerda cómo actuó el PP durante la tregua de 1998.
Ha habido en los medios reacciones para todos los gustos al vídeo del PSOE.
El Periódico, aunque lo critica, lo califica de “legítimo”, El Mundo habla de “manipulación” y de declaraciones “sacadas de contexto”,
ABC dice que se trata de “una burda maniobra de distracción sobre lo verdaderamente importante, que es el estado crítico en que se encuentra el proceso de negociación con ETA” y El País simplemente parece querer mantenerse al margen .
La cuestión es si los partidos políticos han encontrado con esta fórmula de los vídeos “una nueva vía para acercarse al ciudadano” –como dice El Periódico - o la forma más sencilla y eficaz de manipular y tergiversar la realidad. Y la otra cuestión, la fundamental, es que este nuevo capítulo de enfrentamiento entre las dos principales fuerzas políticas viene a demostrar que en el camino hacia la paz el escollo más complicado no es tanto el diálogo entre el Gobierno y la izquierda abertzale, sino más bien el entendimiento entre el PSOE y el PP.
Más que generación YouTube, la de nuestros políticos parece la generación “yotuve” (yo tuve un mínimo de dignidad.... y la perdí).
Estilografic.art