Parece que en la prensa se pone de moda echar la vista al pasado. ¿Será para desintoxicarnos de tanta LOE y tanto Estatut o es que son tantos los hilos e intereses que se mueven detras de los medios que ya no saben de qué informar? El fin de semana pasado, El País volvía a la Guerra de Irak y al Prestige. Esta semana, El Confidencial reparte una de cal y una de arena a José María Aznar:
“Los españoles iban a conocer la verdadera catadura del personaje. Sus complejos, sus miedos interiores, estaban listos para manifestarse en toda su crudeza. No es que se emborrachara con la mayoría absoluta. Fue la mayoría absoluta la que hizo aflorar su auténtica personalidad. A Aznar no lo cambió el poder. Lo desenmascaró”, Jesús Cacho, hablando del expresidente del Gobierno.
“Los españoles iban a conocer la verdadera catadura del personaje. Sus complejos, sus miedos interiores, estaban listos para manifestarse en toda su crudeza. No es que se emborrachara con la mayoría absoluta. Fue la mayoría absoluta la que hizo aflorar su auténtica personalidad. A Aznar no lo cambió el poder. Lo desenmascaró”, Jesús Cacho, hablando del expresidente del Gobierno.
" Aznar hizo un discurso de una enorme moderación en la forma y una gran contundencia en el fondo. Dejó de ser el animal herido en su orgullo y sacó a relucir su capacidad de hombre de Estado”, Federico Quevedo, sobre la intervención de Aznar en la presentación del libro de Pedro J. Ramírez.
¿Cuál es el verdadero Aznar? Que los españoles juzguen, que ya somos mayorcitos.
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