He visto que hay un montón de colas en no sé cuantos sitios y países para comprar no sé qué cosa. También aquí, en Madrid. Me he acordado de que en el cole un día nos contaron que hay países en los que se pasa mucha hambre y la gente hace colas muy largas para conseguir alimentos. Como últimamente cada vez que les pido dinero a mis padres para comprarme algo me salen con el rollo de la gasolina, la cesta de la compra, la crisis y no sé que más, mi cabecita se ha puesto a funcionar en cuantito he visto las colas y me he dicho “esta vez va en serio”.
Luego papá me ha explicado que no, que de momento no es para tanto, que se trata del dichoso aifón-de-apel. O algo así he entendido yo.
¿Y qué es el aifón-de-apel?, le he preguntado yo a papá, y papá me ha respondo que se trata de un nuevo modelo de teléfono que incorpora conectividad 3G, GPS, pantalla táctil e iPod. Yo me he quedado igual, pero al menos sé que todavía no somos pobres.
¿Y por qué la gente hace cola para comprarlo?, ¿es que van a vender muy poquitos?, le he preguntado yo a papá, y papá me ha contestado que no, que es que hay gente que se vuelve loca por comprarse las cosas el primero, como cuando salen los libros de Harry Potter, y que si se esperaran unos días lo podrían comprar tranquilamente e incluso sabrían si de verdad merece la pena gastarse la pasta que cuesta, porque a lo mejor luego resulta que no es para tanto.
De todas formas me ha dicho papá que él no cree que haya tanta gente dispuesta a pasarse la mañana en la cola para comprarse el aparatito, con el calor que hace, que seguro que al menos la mitad están ahí porque forman parte de una campaña de publicidad o algo así para que la gente se contagie y lo compre. ¿Y la otra mitad?, le he dicho yo. “La otra mitad son gilip...” Eso lo ha dicho él, que yo no digo palabrotas. Él tampoco muchas, pero de vez en cuando se le escapa alguna.
En nuestro libro de Conocimiento del Medio se explica lo de la publicidad, que es un sistema que se utiliza para vender bien las cosas, y dice también que hay que tener cuidado porque en los anuncios intentan convencernos para que compremos cosas que luego no necesitamos. ¿Entonces la cola es un anuncio, papá?, le pregunto yo a papá, y papá me aclara que no, que en realidad no, pero que como si lo fuera, que para el caso es lo mismo.
Entonces, papá, ¿estos que están en la cola hambre, lo que se dice hambre, no tienen, verdad?, le pregunto yo por último a papá, y papá me dice que no, que de momento no, pero que si se tiran ahí mucho rato y les da la hora del aperitivo ya veré cómo también les empieza a picar el gusanillo.
Luego papá me ha explicado que no, que de momento no es para tanto, que se trata del dichoso aifón-de-apel. O algo así he entendido yo.
¿Y qué es el aifón-de-apel?, le he preguntado yo a papá, y papá me ha respondo que se trata de un nuevo modelo de teléfono que incorpora conectividad 3G, GPS, pantalla táctil e iPod. Yo me he quedado igual, pero al menos sé que todavía no somos pobres.
¿Y por qué la gente hace cola para comprarlo?, ¿es que van a vender muy poquitos?, le he preguntado yo a papá, y papá me ha contestado que no, que es que hay gente que se vuelve loca por comprarse las cosas el primero, como cuando salen los libros de Harry Potter, y que si se esperaran unos días lo podrían comprar tranquilamente e incluso sabrían si de verdad merece la pena gastarse la pasta que cuesta, porque a lo mejor luego resulta que no es para tanto.
De todas formas me ha dicho papá que él no cree que haya tanta gente dispuesta a pasarse la mañana en la cola para comprarse el aparatito, con el calor que hace, que seguro que al menos la mitad están ahí porque forman parte de una campaña de publicidad o algo así para que la gente se contagie y lo compre. ¿Y la otra mitad?, le he dicho yo. “La otra mitad son gilip...” Eso lo ha dicho él, que yo no digo palabrotas. Él tampoco muchas, pero de vez en cuando se le escapa alguna.
En nuestro libro de Conocimiento del Medio se explica lo de la publicidad, que es un sistema que se utiliza para vender bien las cosas, y dice también que hay que tener cuidado porque en los anuncios intentan convencernos para que compremos cosas que luego no necesitamos. ¿Entonces la cola es un anuncio, papá?, le pregunto yo a papá, y papá me aclara que no, que en realidad no, pero que como si lo fuera, que para el caso es lo mismo.
Entonces, papá, ¿estos que están en la cola hambre, lo que se dice hambre, no tienen, verdad?, le pregunto yo por último a papá, y papá me dice que no, que de momento no, pero que si se tiran ahí mucho rato y les da la hora del aperitivo ya veré cómo también les empieza a picar el gusanillo.
9 comentarios:
Tengo un amigo que trabaja en Panda Software, al que siempre pico diciendole que tienen en el sotano unos tios malos, diseñando virus para así terminar vendiendo anti-virus. Un buen día me dice, "que no tío, eso es lo mejor, trabajan gratis para nosotros desde sus casas, autentico teletrabajo sin gastos sociales, ni fijos".
hay tontos que trabajan así, gratis, a lo tonto, y todo por un afan, el de fastidiar, el de poseer, el de ser los primeros...
Ya sé que cada uno hace lo que quiere (si puede) con su tiempo y con su dinero, pero te aseguro que yo estas cosas no las comprendo por más que me esfuerzo.
Eso sí, como no hacen daño a nadie y a mí no me molestan, que hagan todas las colas que quieran y se gasten todos los ahorros en un aparatito del que sólo usarán 4 chuminadas.
Anótate esto, guapa: la publicidad tiene mucho poder porque hasta consigue que la gente se vuelva todavía más gili*****.
Besitosssss
Pues yo tampoco lo entiendo querida amiga, eso de hacer colas para comprarse el aparato ese, pero si que haría cola para conseguir comida, ves? el mundo está mal diseñado...
Besicos
Pues aunque me parece que la gente se gasta su dinera en lo que le da la gana y que a lo mejor un persona prefiere gastarse 300 euros en un teléfono que en un viaje porque le gusta más, lo va a disfrutar más o lo que sea, estoy de acuerdo con Irre, mi cabeza no lo consigue entender.
Aunque como decía antes, me importa bien poco, cada uno gasta su dinero en lo que le da la gana.
Otra cosa es hablar de los precios de estas cosas, que sí que me parecen una estafa.
Yo es que hasta que no se me rompa el zapatófono que tengo por móvil...
Cada uno gasta su tiempo y su dinero como quiere, claro, pero es que alguno parece gil... Perdón, que yo tampoco digo palabrotas.
Besitos/azos.
Doy fe de lo del zapatófono del Zurdo. Le he querido regalar uno mío y me lo ha despreciado. Dile algo estilografic a ver si a ti te hace más caso. Besos
A mí me ha dicho mi padre que con el aifone ese de apel, pues que es un telefono que además pues puedes llamar y recibir llamadas...
Y yo le he dicho a mi padre que anda ya, que eso no puede ser, que los telefonos moviles no sirven para esas cosas...que sirven para otras pero para hablar por telefono no...
Hombre ya...
jajaja pues unos amigos mios se lo compraron en estados unidos para tenerlo antes que todos esos de la cola.. pero más caro, claro!
están todos fatal..
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