De crío siempre pensé que había una chica llamada Ana, de apellido Barbera, que dibujaba muy bien. Luego descubrí que no, que eran dos socios propietarios de uno de los estudios de animación más fructíferos de todos los tiempos. Se trataba del famoso tándem de dibujantes Hanna-Barbera, formado por William Hanna y Joseph Barbera. El primero ya desaparecido, y este último acaba de fallecer, a los 95 años.
Los Picapiedra, Tom y Jerry, Scooby Doo, el oso Yogi, y tantos otros personajes que son parte de la infancia de muchas generaciones salieron de sus plumas de dibujantes. Hoy los adelantos digitales han permitido un avance impresionante en las técnicas de animación, pero las historias, -¡ay, las historias!- nunca han vuelto a ser tan ingeniosas.
Salvo honrosas excepciones, ya los niños no gritan aquello de ¡Yabba Dabba Dooo....!
1 comentario:
Una pena que los niños ya no griten el lema de los picapiedra.
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