Ya sabéis lo de la cámara oculta, ¿no? Je je. Pues nada, que como servidor no tiene cámara, ni oculta ni destapá, ocurrióseme la idea del blog oculto, ji ji. Y qué mejor ocasión que la del sábado, que como ya toda la blogosfera sabe a estas alturas aconteció el acontencimiento (valga la redundancia) más esperado del año: la inauguración de la librería La Clandestina. Descartado finalmente lo del disfraz de biólogo (ver post anterior) debido a que a cada paso que daba en dirección a la librería el ambiente se iba volviendo, sobre todo entre el gentío de naturaleza masculina, más y más acosante para con mi persona, decidí desprenderme de tal indumentaria y aparecer como persona normal y corriente, aprovechándome de mi condición de “personaje anónimo”, dado que nadie en la blogosfera conocía, hasta el sábado, mi verdadero aspecto físico. De lo que en adelante aconteció el día de autos doy ya mismo explicación, para quien escucharlo quisiere:
Sábado, 14 de junio.
Estilografic Punto Blog (en adelante, EPB): Buenas tardes.
Mariano Zurdo (en adelante, MZ): Muy buenas, ¿Qué desea?
EPB: ¿Es está la librería de los tales Mexileña, Clandestino y Mariano Zurdo, llamada, tengo entendido, La Clandestina?
Mexileña (en adelante MX): Esta es, sí señor, ¿y usted quién es?
EPB: Soy el inspector (recuerde el lector que se trata de la broma del blog oculto, no vaya a decir nada, ¿eh?).
Clandestino (en adelante CL): ¿El Inspector Clouseau, el de la Pantera Rosa?
EPB: ¡Qué Clouseau ni qué Pantera Rosa ni qué niño muerto! El inspector de librerías clandestinas soy. Porque esto es una librería clandestina, ¿verdad?
MX:. ¡Sí! ¿Cómo la sabe?
EPB: A ver si se cree usted, señorita, que la policía es tonta.
MZ: ¿Es que es usted inspector de policía?
EPB: Es una manera de hablar, señor Mariano y de apellido Zurdo, y usted debería saberlo, ya que es escritor.
CL: Veo que sabe usted mucho acerca de nosotros.
EPB: Es que soy inspector, ¿no se lo he dicho ya?
NX: Sí, inspector de librerías clandestinas, ¿Y qué desea?
EPB: Inspeccionar, qué voy a desear si no.
MZ: ¿Y por dónde quiere que empecemos, pues?
EPB: ¿Me permiten ustedes que pase al baño, retrete o escusado, que supongo estará tan estratégica como discretamente escondido tras esa ciertamente bella y tentadora puerta graciosamente decorada con vetustos libros apilados?
CL: Adelante, pase, pase, no tenemos nada que ocultar, yo le acompaño si quiere.
EPB: Si no le importa, usted se queda fuera, señor Clandestino, que yo si tengo algo que ocultar. ¡So guarro! ¿No ve que meándome vengo a más no poder?
CL: Disculpe, pensé que pasaba a inspeccionar.
EPB: Cada cosa a su tiempo, mi querido amigo, cada cosa a su tiempo.
Como el avispado lector ya supondrá, el inspector (que no es otro que Estilografic Punto Blog, cosa que aclaro por si hubiera también lectores no tan avispados que aún no se hayan enterado) no tiene ganas de miccionar ni nada, sino que aprovecha la situación para darse un respiro y desahogar la contenida risa, que ya no puede más, de lo bien que marcha hasta el momento la farsa. Al rato, y para continuar con el embuste, tira de la cadena y sale con cara de satisfacción, como quien acaba de vaciar el conducto urinario, para continuar con la inspección. Pero callemos, callemos y continuemos con el engaño. Y que no vaya a decir el lector ni pío, ¿eh?
EPB: Veo que tienen ustedes libros en las estanterías.
MX: Y yo veo que lleva usted un pinganillo en la oreja. ¿De qué se trata si puede saberse?
EPB. Ah.., esto... es la manera de comunicarme con mis superiores. Recibo órdenes en tiempo real que ejecuto de inmediato.
CL: Ya. Pues a mi me pareció escuchar, procedente del susodicho pinganillo, el grito de júbilo de “¡goldevilla!” mientras salía usted del baño, al tiempo que me parecía percibir en su rostro manifiesta expresión de satisfacción.
EPB: Efectivamente. La expresión de satisfacción que uno tiene cuando evacua su repleta vejiga a puntito de reventar. Si me lo permiten, y ya sin más dilación, procedo a echarle un vistazo a los libros.
MZ: Proceda, proceda sin miedo.
EPB: ¡Qué ven mis ojos! ¡Un bello y magníficamente ilustrado cuento llamado “Chocolata”!
MX: Sí, de la editorial OQO. Es la historia de una hipopótama que...
EPB: ¿No estarán ustedes incitando a los niños a consumir ciertas sustancias estupefacientes, no?
CL: Dios nos libre, señor inspector.
EPB: Se lo requiso para asegurarme. ¿Y este otro? “Kika superbruja y el libro de los hechizos”. ¿Encantamientos? ¿Brujería? ¿Malas artes? Queda también requisado ipso facto.
MZ: Pero oiga...
EPB: ¿Tiene ustedes ordenador?
CL: Sí. ¿También nos lo va a requisar?
EPB: No, sólo quiero que vean una cosita. Hagan el favor de entrar en Estilografic Punto Blog.
MX. ¿Estilografic Punto Blog?
EPB: Sí. Teclee, teclee y lean, je je.
MZ: A ver, a ver, aquí dice... “El blog oculto: Ya sabéis lo de la cámara oculta, ¿no? Je je. Pues nada, que como servidor no tiene cámara, ni oculta ni destapá, ocurrióseme la idea del blog oculto, ji ji....”
EPB: ¡Inocentes!, ¡inocentes! ¡Es una broma! ¡Soy yo, chicos! ¡Estilografic Punto Blog!... Pero... ¿qué pasa? ¿No sabéis quién soy? ¿Qué hacéis? ¡Soltaaaadmeeeeee!
En este preciso instante, Clandestino, Mexileña y Mariano Zurdo proceden a enganchar a servidor de las axilas y a ponerme - como lo oyen, queridos lectores – de patitas en la calle. En la calle de La Palma.
MX: ¡Malandrín!
CL: ¡Bribón!
MZ: Esta gentuza no sabe ya qué hacer para no pagar los libros, ¡Hombrepordios!
Sábado, 14 de junio.
Estilografic Punto Blog (en adelante, EPB): Buenas tardes.
Mariano Zurdo (en adelante, MZ): Muy buenas, ¿Qué desea?
EPB: ¿Es está la librería de los tales Mexileña, Clandestino y Mariano Zurdo, llamada, tengo entendido, La Clandestina?
Mexileña (en adelante MX): Esta es, sí señor, ¿y usted quién es?
EPB: Soy el inspector (recuerde el lector que se trata de la broma del blog oculto, no vaya a decir nada, ¿eh?).
Clandestino (en adelante CL): ¿El Inspector Clouseau, el de la Pantera Rosa?
EPB: ¡Qué Clouseau ni qué Pantera Rosa ni qué niño muerto! El inspector de librerías clandestinas soy. Porque esto es una librería clandestina, ¿verdad?
MX:. ¡Sí! ¿Cómo la sabe?
EPB: A ver si se cree usted, señorita, que la policía es tonta.
MZ: ¿Es que es usted inspector de policía?
EPB: Es una manera de hablar, señor Mariano y de apellido Zurdo, y usted debería saberlo, ya que es escritor.
CL: Veo que sabe usted mucho acerca de nosotros.
EPB: Es que soy inspector, ¿no se lo he dicho ya?
NX: Sí, inspector de librerías clandestinas, ¿Y qué desea?
EPB: Inspeccionar, qué voy a desear si no.
MZ: ¿Y por dónde quiere que empecemos, pues?
EPB: ¿Me permiten ustedes que pase al baño, retrete o escusado, que supongo estará tan estratégica como discretamente escondido tras esa ciertamente bella y tentadora puerta graciosamente decorada con vetustos libros apilados?
CL: Adelante, pase, pase, no tenemos nada que ocultar, yo le acompaño si quiere.
EPB: Si no le importa, usted se queda fuera, señor Clandestino, que yo si tengo algo que ocultar. ¡So guarro! ¿No ve que meándome vengo a más no poder?
CL: Disculpe, pensé que pasaba a inspeccionar.
EPB: Cada cosa a su tiempo, mi querido amigo, cada cosa a su tiempo.
Como el avispado lector ya supondrá, el inspector (que no es otro que Estilografic Punto Blog, cosa que aclaro por si hubiera también lectores no tan avispados que aún no se hayan enterado) no tiene ganas de miccionar ni nada, sino que aprovecha la situación para darse un respiro y desahogar la contenida risa, que ya no puede más, de lo bien que marcha hasta el momento la farsa. Al rato, y para continuar con el embuste, tira de la cadena y sale con cara de satisfacción, como quien acaba de vaciar el conducto urinario, para continuar con la inspección. Pero callemos, callemos y continuemos con el engaño. Y que no vaya a decir el lector ni pío, ¿eh?
EPB: Veo que tienen ustedes libros en las estanterías.
MX: Y yo veo que lleva usted un pinganillo en la oreja. ¿De qué se trata si puede saberse?
EPB. Ah.., esto... es la manera de comunicarme con mis superiores. Recibo órdenes en tiempo real que ejecuto de inmediato.
CL: Ya. Pues a mi me pareció escuchar, procedente del susodicho pinganillo, el grito de júbilo de “¡goldevilla!” mientras salía usted del baño, al tiempo que me parecía percibir en su rostro manifiesta expresión de satisfacción.
EPB: Efectivamente. La expresión de satisfacción que uno tiene cuando evacua su repleta vejiga a puntito de reventar. Si me lo permiten, y ya sin más dilación, procedo a echarle un vistazo a los libros.
MZ: Proceda, proceda sin miedo.
EPB: ¡Qué ven mis ojos! ¡Un bello y magníficamente ilustrado cuento llamado “Chocolata”!
MX: Sí, de la editorial OQO. Es la historia de una hipopótama que...
EPB: ¿No estarán ustedes incitando a los niños a consumir ciertas sustancias estupefacientes, no?
CL: Dios nos libre, señor inspector.
EPB: Se lo requiso para asegurarme. ¿Y este otro? “Kika superbruja y el libro de los hechizos”. ¿Encantamientos? ¿Brujería? ¿Malas artes? Queda también requisado ipso facto.
MZ: Pero oiga...
EPB: ¿Tiene ustedes ordenador?
CL: Sí. ¿También nos lo va a requisar?
EPB: No, sólo quiero que vean una cosita. Hagan el favor de entrar en Estilografic Punto Blog.
MX. ¿Estilografic Punto Blog?
EPB: Sí. Teclee, teclee y lean, je je.
MZ: A ver, a ver, aquí dice... “El blog oculto: Ya sabéis lo de la cámara oculta, ¿no? Je je. Pues nada, que como servidor no tiene cámara, ni oculta ni destapá, ocurrióseme la idea del blog oculto, ji ji....”
EPB: ¡Inocentes!, ¡inocentes! ¡Es una broma! ¡Soy yo, chicos! ¡Estilografic Punto Blog!... Pero... ¿qué pasa? ¿No sabéis quién soy? ¿Qué hacéis? ¡Soltaaaadmeeeeee!
En este preciso instante, Clandestino, Mexileña y Mariano Zurdo proceden a enganchar a servidor de las axilas y a ponerme - como lo oyen, queridos lectores – de patitas en la calle. En la calle de La Palma.
MX: ¡Malandrín!
CL: ¡Bribón!
MZ: Esta gentuza no sabe ya qué hacer para no pagar los libros, ¡Hombrepordios!
P.D: Con todo mi cariño, para los tres Clandestinos. Mucha suerte, amigos.
26 comentarios:
Y aprovecho también para mostrar mi admiración por gente como Vitruvia e Irreverens, a las que tuve ocasión de conocer el sábado, y que son capaces de cometer la locura de trasladarse a Madrid desde Galicia para acomapañar a esta gente, a la que ni siquiere conocían personalmente.
Y mi alegría también por haber conocido yo personalmente a joako y a géminis.
Un abrazo a todos.
Entonces, ¿a qué inauguración fui yo? Déjame que piense, había una Mexileña, un Zurdo, un Clandestino, una ciertamente bella y tentadora puerta graciosamente decorada con vetustos libros apilados, pero que no ocultaba nigun baño, retrete o escusado, tan estratégica como discretamente escondido, sino que de allí salían de uno en uno y en fila de a uno unos extraños seres que dijeron ser Epb, I, J, Gd y otros tantos que no decían quienes eran pero que ponían cara de saber a lo que venían.
¡Dioss! Creo que accedí desde alguna puerta interespacial en medio de la estación de Chamartí a una falsa representación de la inauguración de La clandestina. Con lo feliz como una perdiz que me vine yo pa mi Galicia...
Por cierto, una duda: Una vez que te pusieron de patitas en la calle ¿te requisaron los libros o te saliste con la tuya y te los llevaste de gratis?
Vitrú: llevémelos, llevémelos, pero tras pasar finalmente por caja.
Pues yo no te vi el pinganillo.
:P
Pero la cara de satisfacción, sí, jeje. Espero que no te asustara con mi abrazo espontáneo. Pero es que me hacía tanta ilusión conocerte...
(Oye, ¿sabes que me quedé con las ganas de abrir esa ciertamente bella y tentadora puerta graciosamente decorada con vetustos libros apilados?)
Besos
Irre: me lo guardo en lo más profundo. El abrazo, no el pinganillo.
¡Ay estili! Tuve que irme tan pronto...
Tenía la secreta intención de conectar con ese sentido del humor tan socarrón que te adorna, pero resultó que me tuve que ir "escopetao", aún así recuerdo que me dijiste que viviamos cerca, con lo cual tendremos otras ocasiones más relajadas de vernos.
:(
No puedo ni leerlo, que rabia me da no haber podido ir... me quedé literalmente secuestrada en Zaragoza...
:(
Besos
Eres el puto amo.
Y que sepa todo el mundo que el señor Estilografic, pagó religiosamente todos los libros que se llevó. Aunque lo de religiosamente sea sólo una forma de hablar, claro.
Qué majos que fuisteis todos coño.
¡No me fastidies que pagó! (es que le di los libros con las páginas en blanco pensando que era un inspector de verdad). Glub.
Habrá que repetir el encuentro, pero con más tiempo para poder charlar de todo un poco y para idear locuras futuras, sean literarias o no.
Gracias majo.
Besitos/azos.
Por cierto Estili, que no miraste bien en el baño, porque estaba lleno de todo tipo de sustancias ilegales.
Vaya mierda de inspector.
Mariano, los libros tienen las hojas en blanco?? Todos o sólo los de Estili??
Joako: nos veremos, nos veremos, que somos casi vecinos, aunque sea haciendo el mono por Faunia.
Belén: te tuvimos presente como si allí hubieras o hubieses estado.
Clades: sí. Pagué los dos que me cobró tu hija, pero los otros...
Mariano Zurdo: es que los iba buscando con las páginas en blanco. Total, si luego la pequeña los pinta toditos...
Clandesotravez: sustancias sí que había, sí. No sé si ilegales o no, pero sustanciosas sí que sí.
Añado para Belén: Muy presente, claro que sí. Además, nos pusiste la miel en los labios y luego...
Bueno, otra vez será. Y qué es eso de la Expo??
Lo de Curro debe ser, el pajarraco ese con la cresta de colores.
Cómo me gusta ver que, aunque sea por un día, volveis a hacer el gamberro, coño.
Por cierto, Curro no es, porque está en el Caribe, no en Zaragoza. Ainssss, que hay que decíroslo todo.
Estili, te veo desfasadete en cuestión de mascotas "exposicioneras"...
¿Qué había detrás de la puerta, Clandes?
jajajaja es mentíiiira!!! eres un señor muy serio!!! :P
Me parto Estili, me parto…se me ha escapado alguna risita en el curro, y me han mirado raro, eso no se hace…
Por cierto, supongo que ya te han dicho antes que tienes cara de buena gente, no??????
Pues eso….mil gracias por venir, y mil perdones por apenas hablar contigo.....
Besos!
Vitru: sí, con Pancho, el de la primitiva.
Irre: era broma, era broma. Si te digo que en el 92 vivía en Sevilla y trabajaba en la Expo, seguro que me dices: así que eras tú, el del disfraz. Pues no, no era yo, pero sí que vivía en Sevilla y trabajaba en la Expo. Ya sabes que yo nunca miento.
Géminis: ¿Señor? ¿Serio?
Mexi: es una maldición, la de la cara, que me persigue desde pequeño. y mira que intento no parecerlo... Tú también la tienes, ¿eh?
Pues el sábado nos mentiste vilmente. Te presentaste como Anita Obregón, que lo oyó hasta Géminis, jajaja!
(¿Y de qué trabajabas, si puede saberse?)
De piriodista, uséase de "plumilla".
ah, fíjate.
Será de "plimilla" o "plumella"
Que sus veo vinir...
Que envidia... La próxima vez que baje a Madrid una visita obligada será a La Clandestina. Prometido queda ante el blog de Estilografic.
Doy fe, Iván, doy fe.
jooooooo yo quería haber estadooooooooooooooooooooooooooo
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