Yo no sé en qué mundo vivo. El sábado se me ocurrió meterme en un centro comercial madrileño sabiendo - si es que no tengo perdón de Dios - que el domingo era el Día de la Madre.
¡Pedazo de parking subterráneo que tienen el centro comercial este, que es que te pierdes!, pero el único pequeño inconveniente es que no había ni un triste sitio donde dejar el coche. Y lo más gracioso es que a la entrada no te ponen el cartel de “completo”. ¿Para qué?, ¡si ya te vas a dar cuenta tú solo en cuantito lleves dos horas dentro dando vueltas!
Pues eso me pasó a mí. Venga a dar vueltas y más vueltas en busca de mi sitio, que tenía que estar por algún lado, y cada vez que me detengo delante de algún vehículo en el que detecto algo de movimiento... “que no, que no me voy, que vengo a cambiarle el pañal al niño, que se me lo ha hecho todo encima”... Y así con todos.
Ves a un tipo con llaves en la mano y es que se te salen los ojos de las órbitas y te pones a seguirle por todo el subterráneo como si fueras detective privado: ¡va a ese coche rojo!, ¡que no, que va al azul!, ¡al Opel!, ¡no, al Mercedes!, ¡que se mete por el otro pasillo!, ¡síguelo, síguelo!, ¡que ése se va, que ése se va!... Pues no, nunca se van. Así hasta que das con otra familia que baja con el carrito lleno y otra vez a empezar...
Yo el regalo del Día de la Madre ya lo tenía comprado, así que en cuanto di con la salida, que también me costó lo mío, me largue pitando y acordándome de la madre, pero de la que parió al que construyo el parking.
¡Pedazo de parking subterráneo que tienen el centro comercial este, que es que te pierdes!, pero el único pequeño inconveniente es que no había ni un triste sitio donde dejar el coche. Y lo más gracioso es que a la entrada no te ponen el cartel de “completo”. ¿Para qué?, ¡si ya te vas a dar cuenta tú solo en cuantito lleves dos horas dentro dando vueltas!
Pues eso me pasó a mí. Venga a dar vueltas y más vueltas en busca de mi sitio, que tenía que estar por algún lado, y cada vez que me detengo delante de algún vehículo en el que detecto algo de movimiento... “que no, que no me voy, que vengo a cambiarle el pañal al niño, que se me lo ha hecho todo encima”... Y así con todos.
Ves a un tipo con llaves en la mano y es que se te salen los ojos de las órbitas y te pones a seguirle por todo el subterráneo como si fueras detective privado: ¡va a ese coche rojo!, ¡que no, que va al azul!, ¡al Opel!, ¡no, al Mercedes!, ¡que se mete por el otro pasillo!, ¡síguelo, síguelo!, ¡que ése se va, que ése se va!... Pues no, nunca se van. Así hasta que das con otra familia que baja con el carrito lleno y otra vez a empezar...
Yo el regalo del Día de la Madre ya lo tenía comprado, así que en cuanto di con la salida, que también me costó lo mío, me largue pitando y acordándome de la madre, pero de la que parió al que construyo el parking.
10 comentarios:
Mariano, Mariano... Si es que hay ciertos olvidos imperdonables... (glub, ¿estás seguro de que ayer era el día de la madre?).
No, si lo peor es que lo sabía, no se me había olvidado.
Los parkings son lo peor, a mi me dan miedo. Cuando tenga coche haré lo posible por no aparcar en un parking y si lo tengo que hacer llevaré miguitas de pan para marcar el camino y algun spray de defensa personal.
XD
A mi tampoco me gustan, me producen claustrofobia.
ja ja ja ja ja ja ja ja ja menudo panoli, no te preocupes, a mí me pasó lo mismito el día de nochebuena, iba a comprar leche y casi me suicido. ja ja ja ja
Por lo menos has sobrevivido jeje, los centros comerciales con los peor vayas cualquire fin de semana que vayas...con paciencia. A una se le quietan las ganas de ir de compras!!!
Le llaman consumismo, con lo bonito que era antes hacerle un dibujito bonito a mamá, o hacerle un marco con cartulinas para alguna foto... era precioso, y barato
Qué razón tenéis todos. Si es que nos dejamos engañar por tanta publicidad. Somos unos pardillos, o mejor, como dice UMD, unos "panolis" (hacía mucho que no oía esa palabra, así que con tu permiso me la apunto para acrodarme de ella y usarla).
Yo es que soy clásico, y compré flores media hora antes de subir a comer a casa de mis padres. Eso sí, quedé como un campeón.
Sobre los parkings, creo que los odia todo el mundo, pero hay gente que se pasa los fines de semana dando vueltas en ellos.
Tenías que haber hecho como yo y no regalarle nada a tu madre.
Me lleva pidiendo casi 30 años que no le regale nada y por fin me he rendido y le he hecho caso.
(claro que ya le compro un montón de cosas el resto del año así que no ha perdido nada)
Besos
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