Hoy me vais a perdonar que reconozco que estoy como que no me hallo. Resulta que mi hija, la mayor, que tiene 8 años, se ha ido esta mañana de campamento, bueno, a eso que ahora llaman “Granja escuela” y claro, es que es la primera vez que se va de casa, que ya sé que son sólo tres días - con sus respectivas noches, no te creas - pero es que uno no está acostumbrado y cuesta, ya lo creo que cuesta.
- Papá, mamá, que mañana me voy a la Granja.
- No, si no hace falta que me lo recuerdes hija, si no se nos va de la cabeza ni a mí ni a tu madre.
Eso no se lo dijimos así, tan bruscamente, que tampoco es cuestión de desanimarla a la pobre, pero sí que se lo pensamos en la cara, los dos a un tiempo.
Yo pensaba comprarle una buena equipación de alta montaña, con lo que ha llovido estos días, pero claro, te dejas la pasta en el Decathlon y luego es que te lo ponen bien claro en la hoja que te manda del cole al aconsejarte el equipo: ¡CUIDADO, QUE LO PIERDEN! Así que al final tiras de cosas viejas. Vamos, que el chubasquero de Mikie de hacer tres años que tiene un agujero en la manga se lo lleva, pegado con celo pero vaya si se lo lleva.
Luego empiezas a leer la lista que te dan en el cole y es que no te aclaras:
- 4 mudas completas. A ver, señor director, defina usted “muda”; ¿se refiere sólo a ropa interior, o se trata de toda la vestimenta para el día? O a lo mejor con lo de "mudas" lo que quieren es que las niñas estén los tres días calladitas, que no creo.
- Gorro de ducha para las niñas. Ah, eso me toca a mí, que la mía es niña, así que lo meto, el de su madre, que ella no tiene y con las horas que son no me voy a ir a buscar uno al VIPS, que ya no hay nada abierto.
- Loción solar (dependiendo del tipo de piel). Que yo sepa, la piel de la mía es normal, sin escamas, así que echo la primera que pillo, fuertecita no se me vaya a quemar antes de empezar el verano.
Y al final, cuando ya estás subido encima de la maleta intentando cerrarla sin que se salga la pasta de dientes de apretar, te pone: “y todo aquello que consideren oportuno teniendo en cuenta los días de estancia”; y ya sí que la has cagao, que a ver dónde metes tú a estas alturas “todo lo que consideras oportuno”.
Estas cosas te hacen rápido recordar la niñez, la primera vez que te fuiste tú de campamento, con tus pantalones cortos y las rodillas llenas de cardenales, con la cantimplora que perdía más agua que votos pierden Simancas y Sebastián juntos y el jersey que te había hecho la abuela para las noches de frío. ¡Qué tiempos aquellos!, y no como ahora, que es todo mucho más moderno. Antes te decían que ibas a dormir en una tienda de campaña, ibas a cocinar en el poto de la cantimplora y a mojarte el culo en el río, y tú tan contento. Ahora es otra cosa: “que vamos a montar a caballo, pasear el piragua, hacer parapente y escalar no sé qué peñasco”, me cuenta mi hija. Y menos mal que no les dejan llevar la Nintendo para las noches de insomnio.
- Mañana se va tu hija a la granja, ¿no?, estará de los nervios -, me dice el vecino en el ascensor.
- Imagínate, no hay quien la aguante estos días -, le contesto mientras me crece la nariz.
- Papá, mamá, que mañana me voy a la Granja.
- No, si no hace falta que me lo recuerdes hija, si no se nos va de la cabeza ni a mí ni a tu madre.
Eso no se lo dijimos así, tan bruscamente, que tampoco es cuestión de desanimarla a la pobre, pero sí que se lo pensamos en la cara, los dos a un tiempo.
Yo pensaba comprarle una buena equipación de alta montaña, con lo que ha llovido estos días, pero claro, te dejas la pasta en el Decathlon y luego es que te lo ponen bien claro en la hoja que te manda del cole al aconsejarte el equipo: ¡CUIDADO, QUE LO PIERDEN! Así que al final tiras de cosas viejas. Vamos, que el chubasquero de Mikie de hacer tres años que tiene un agujero en la manga se lo lleva, pegado con celo pero vaya si se lo lleva.
Luego empiezas a leer la lista que te dan en el cole y es que no te aclaras:
- 4 mudas completas. A ver, señor director, defina usted “muda”; ¿se refiere sólo a ropa interior, o se trata de toda la vestimenta para el día? O a lo mejor con lo de "mudas" lo que quieren es que las niñas estén los tres días calladitas, que no creo.
- Gorro de ducha para las niñas. Ah, eso me toca a mí, que la mía es niña, así que lo meto, el de su madre, que ella no tiene y con las horas que son no me voy a ir a buscar uno al VIPS, que ya no hay nada abierto.
- Loción solar (dependiendo del tipo de piel). Que yo sepa, la piel de la mía es normal, sin escamas, así que echo la primera que pillo, fuertecita no se me vaya a quemar antes de empezar el verano.
Y al final, cuando ya estás subido encima de la maleta intentando cerrarla sin que se salga la pasta de dientes de apretar, te pone: “y todo aquello que consideren oportuno teniendo en cuenta los días de estancia”; y ya sí que la has cagao, que a ver dónde metes tú a estas alturas “todo lo que consideras oportuno”.
Estas cosas te hacen rápido recordar la niñez, la primera vez que te fuiste tú de campamento, con tus pantalones cortos y las rodillas llenas de cardenales, con la cantimplora que perdía más agua que votos pierden Simancas y Sebastián juntos y el jersey que te había hecho la abuela para las noches de frío. ¡Qué tiempos aquellos!, y no como ahora, que es todo mucho más moderno. Antes te decían que ibas a dormir en una tienda de campaña, ibas a cocinar en el poto de la cantimplora y a mojarte el culo en el río, y tú tan contento. Ahora es otra cosa: “que vamos a montar a caballo, pasear el piragua, hacer parapente y escalar no sé qué peñasco”, me cuenta mi hija. Y menos mal que no les dejan llevar la Nintendo para las noches de insomnio.
- Mañana se va tu hija a la granja, ¿no?, estará de los nervios -, me dice el vecino en el ascensor.
- Imagínate, no hay quien la aguante estos días -, le contesto mientras me crece la nariz.
A quienes no hay quién les aguante es a mí y a su madre, pedazo de mentiroso - me digo a mí mismo-, si durante la cena nos contaba con toda naturalidad cosas del cole, y nosotros a lo nuestro:
- Hijaconunpieenlagraja (en adelante, HCUPELG): hoy hemos aprendido en el cole lo que significa “crudo”.
- Padredelosnervios (en adelante, PDLN): no me digas; oye, ¿y cómo vais a dormir?, en la Granja digo.
- HCUPELG: Ah, creo que en literas... Significa que no está cocinado, lo de crudo.
- Madrealbordedelahisteria (en adelante MABDLH): Tú cógete la de debajo, no te vayas a caer.
- HCUPELG: Sí mamá, que Laura duerma arriba... Crudos están por ejemplo los tomates en las ensaladas, la lechuga....
- PDLN: No., con Laura no, que está muy grandona y como se te caiga encima te aplasta. Tú duerme con Ángela, que es poquita cosa.
- Hijaconunpieenlagraja (en adelante, HCUPELG): hoy hemos aprendido en el cole lo que significa “crudo”.
- Padredelosnervios (en adelante, PDLN): no me digas; oye, ¿y cómo vais a dormir?, en la Granja digo.
- HCUPELG: Ah, creo que en literas... Significa que no está cocinado, lo de crudo.
- Madrealbordedelahisteria (en adelante MABDLH): Tú cógete la de debajo, no te vayas a caer.
- HCUPELG: Sí mamá, que Laura duerma arriba... Crudos están por ejemplo los tomates en las ensaladas, la lechuga....
- PDLN: No., con Laura no, que está muy grandona y como se te caiga encima te aplasta. Tú duerme con Ángela, que es poquita cosa.
Con lo de dormir me acuerdo de lo que me contaba mi primo, que se fue a vivir con su novia fuera de Madrid y al volver de contárselo a sus suegros se las prometían muy felices, los pipiolos:
- Que digo que qué bien se han tomado tus padres lo de vivir "en pecado".
- Anda, tú que te crees, si ellos son muy modernos.
Lo que no sabían es que cuando llamaran a la suegra para decirle que ya estaban instalados en su nueva casa, ésta le iba a soltar lo de "bueno hija, ¿y cómo vais a dormir?"
Pues con los ojos cerrados y boca abajo, para no roncar, dice mi primo que le dieron ganas de decirle a su suegra, que caray con la preguntita, a esas alturas.
Con ello se me viene a la cabeza lo de los chicos... Ese es otro tema, y eso sí que se me antoja "crudo", y no los tomates y las lechugas que decía mi hija, que ya les ha dicho la seño que van a montar una discoteca, y seguro que el zagal ese que va detrás de ella, que le tengo echado el ojo, la saca a bailar. Ya me estoy imaginando lo peor cuando vuelva:
- Papa, que tengo que decirte algo.
- No me digas más, hija, que ya tengo el traje encargado y la lista de invitados cerrada. Previsor que es uno.
- No. Si digo que se nos olvidó echar el pijama.
- Hija, no gana uno para sustos. Menos mal que no he dejado pagado el banquete, con la de comensales que me salen, contando a los primos de Bilbao.
En fin, que lo que decía al principio, que estoy ya descontando las horas para que vuelva el autocar que se la ha llevado esta mañana, toda contenta, con su pedazo de maleta y todo, pero que mientras tanto quería buscarle un hueco en el blog para decirle un par de cositas de las que su madre y yo le pensamos en la cara:
Que lo pases muy bien y que te queremos mucho, hijita.
Ah, y cómeme bien y lávate los dientes, sobre todo.
14 comentarios:
Querido Mariano: más tierno ya no se puede ser. XD
Lo seré, lo seré el día (espero que lejano) que se vaya del todo.
Apunto lo de "espero que lejano" para recordártelo en el futuro, cuando el niño de la granja-escuela del que hablabas llegue a tu casa lleno de tatoos y piercings y le digas: ¿No crees que con cuarenta añazos cada uno, ya podéis iros a vaciar vuestra propia nevera?
Mariano: No me des el día, no me des el día...
leyendo esto he sentido muchísima envidia de unos padres como vosotros. a mí nunca me dejaron ir a un campamento. nunca. y todavía me jode.
joooo que bien. Por tu hija digo. Tu piensa en lo genial que se lo va a pasar!!!! y tres días pasan volando!
Pues yo me he emocionao y todo al leerte, y eso que estoy en el curro... joer Estili, ¿cómo consigues hacerte tan cercano? pero tan...
Que se lo pasé en grande, que lo hará...
un saludo!
Oye, muchas gracias a todos por vuestros deseos, de verdad. Yo también espero que se lo pase en grande. Y que se me haga corto.
Se me han enternecido hasta las teclas. Así me veo yo dentro de un tiempo.
Venga, hombre que tres días pasan volandooooo.
Y lo mejor, es que se lo va a pasar pipa aunque seguro que os echará un poquito de menos. Todos lo hemos hecho, a ratitos.
Besos
Yo quiero uno......
jope
Yo en estos casos siempre recomiendo lo mismo. Pensar en cuando nosotros teníamos esa edad. Y que nunca nos pasaba nada malo, o casi nada, o al menos nada de lo que imaginaban nuestros padres.
Tú piensa en eso y verás como de tanto pensar, ya está de vuelta.
Puedo preguntar cómo se llama??
Si hubiera podido leerte antes te diría que lo peor está por llegar, cuando llegue la noche, pero a estas horas ya lo sabrás tú.
Un beso para ti y otro para tu mujer, (solidaridad de madre).
Gracias otra vez. Cristina, se llama Cristina.
Joe estilografic, qué majete!!! Me gusta leer estas historias con tu hija, porque pienso en lo que pudieron sentir mis padres la primera vez que me fui a una Granja Escuela...
Ya nos contarás como van esos nervios!!!
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