martes, diciembre 18, 2007

Aaaahfi y Jofegüí

Mira tú por donde que a mi la visita de Gaddafi a España me ha venido a traer hermosos y entrañables recuerdos. Que nadie se vaya a pensar que le guardo especial simpatía al líder libio, diosmelibre de ello, pero es que no sé qué me pasa que mi mente provoca a veces extrañas asociaciones de ideas que escapan al control de su propio dueño, en este caso un servidor.

Ha sido ver la imagen de Gaddafi y de José Luis Rodríguez Zapatero y rápidamente he pensado en Rafi y en José Luis, era inevitable, por aquello de los nombres. Rafi y José Luis eran dos hermanos vecinos míos. Sí, de la infancia o preadolescencia, que vete tú a saber dónde está la difusa frontera entre la una y la otra. En realidad, vamos a ser sinceros, se trataba del “Aaaahfi” y del “Jofegüí”. Yo es que nacer lo que se dice nacer, nací en el Barrio de Salamanca de Madrid – cuna ilustre donde las haya – pero teniendo en cuenta que mi infancia y adolescencia sucediéronme en el extrarradio, no me queda más remedio que considerarme un tipo del arrabal. Y en los barrios pasa eso: que don Rafael se convierte en el Aaahfi y don José Luis en Jofegüí.

En esos lugares dejados de la mano de Dios es que a nadie se le conoce por su nombre. Allí éramos el aaaahfi, el jofegüí, el boinilla, el ruina, el pelococo, el pingüino, el cuatroojos, el risi o el ladrillo, y todo el mundo sabia de quién estábamos hablando. Los motes además forman todo un universo lingüístico digno de estudio o incluso de tesis doctoral, porque evolucionan de una manera que no te puedes ni imaginar. A ti te empiezan llamando el “raspa” por aquello de que eres poca cosa y de ahí pasas al “zurraspas”, para más tarde convertirte en el “palominos” (ahí ya ha cambiado el sentido). Pero es que todavía no termina la cosa; luego eres sin más el “calzones”, y claro, al final todo el mundo acaba conociéndote, pues eso, como el “bragas”.

Como iba diciendo, resulta que la madre de los dos hermanos era una señora de la que en términos médicos podríamos decir que padecía una más bien escasa salud bucodental, lo que le producía un avanzado deterioro en maxilares tanto inferiores como superiores que le impedían la correcta dicción y articulación del lenguaje. Vamos, que la mujer andaba escasa de piños, la pobre. Este inconveniente tenía como consecuencia que cada vez que la señora se asomaba a la terraza para llamar a los muchachos a comer – en los barrios suceden esas cosas, te lo juro – su potente voz resonara en todo el distrito: “¡Aaaaaahfiiiiiiii!, ¡jofegüiiiiiiiiiiiií!”. Pues haciendo negocios andan ahora ambos dos, Gaddafi y Jose Luis.

Luego está tambien lo de la jaima. No hombre no, que nadie se vaya a pensar que en nuestro barrio vivíamos así, que no era para tanto. Es que una vez dormí en una, en pleno desierto tunecino. Sí, lo típico, te pasas la vida preocupándote porque cada vez que viajas te asignen un buen hotel, y de repente se te cruza la típica oferta: “playa y desierto en Túnez, la ruta de los oasis”, y venga, todo el mundo a dormir en jaimas. Con lo bien que se descansa en la 407, con vistas a la piscina.

Tampoco te vayas a pensar que la cosa iba de aventura peligrosa peligrosísima, qué va. Se trataba de un campamento previamente acondicionado para turistas, en mitad del desierto, eso sí, pero con tu cafetería, tus servicios de chicos y chicas y con un manantial de aguas termales con propiedades terapéuticas, que decía el folleto de Politours. Luego nos metemos con los guiris que se gastan la pasta en sangría y paella de las malas malísimas y se marchan tan contentos, pero vamos, aquello tenía una pinta de lo que comúnmente viene denominándose “meaillo” que no te quiero ni contar. Daba igual, allá que íbamos todos los del grupo de cabeza.

Pues no fue hasta que llegamos al siguiente destino, un pedazo de hotel de cuatro estrellas en mitad de un oasis, cuando recuperamos la cordura, y volviendo una vez más a la infancia que Gaddafi y José Luis (ZP) me han recordado, dijimos aquello de “el viajar es un placer que nos suele suceder”, que cantaban los payasos de la tele (foto El País).


P.D: Permitidme que dedique este post a quienes fueron mis infantiles o adolescentes amigos de por entonces, algunos de los cuales aún hoy continúan siéndolo. Que continúan siendo mis amigos, quiero decir. Adolescentes hace tiempo que dejaron de serlo, qué más quisieran ellos. Gracias por seguir ahí, pelococo, ruina, boinilla y compañía.

25 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

Lo tuyo no es libre asociación de ideas, es un maravilloso caos con un orden escondido tras las palabras.
¡Maestro!
¿Y cuál era tu mote? ¿Cómo empezó y en qué acabó? No me hagas utilizar técnicas de interrrogatorio y persuasión...

Anónimo dijo...

¡¡Bravo!!

A mí también me pica la curiosidad por saber tu apodo... ¿no serías tú el raspa?

estilografic.blog dijo...

No, no era el raspa. En fin, cuando escribí este post sabía que la cosa iba a terminar así: en el principio de los tiempos yo era el Risi, porque siempre me estaba riendo. De ahí pasé a ser el patata (por lo de las patatas Risi), el potato o incluso el tubérculo, si me apuras. Ah, y de tubérculo afortunadamente la cosa no derivo hacia ningún otro sitio, como hubiera sido de esperar, aunque todo parecía encaminarse hacia lo de Mari-culo, de lo que tú, Mariano zurdo, sabrás bastante.

Anónimo dijo...

No sé cual me gusta más, si potato o tubérculo, jajajajajajajaja. Me voy a retirar a pensar cual te reasignaré.

Mart@ dijo...

Tubérculo, menuda imaginación tienes... yo cuando he visto la foto de 'Gad' y 'Zap' en los periodicos que hay tirados por el suelo del metro... lo único que se me ha ocurrido pensar es "que a ver si acaba la huelga y barren". Cómo me gustaría que me vinieran a la cabeza tantas cosas como a ti.
Un zaludo, Matutano!

Belén dijo...

Jo, pues yo cuando era pequeña, vivía en un sitio donde en teoría este señor (el de la foto, el viejo y feo... no, joe, ZP no, el otro!) tenía misiles apuntándonos, así que imagina!

Yo brindo por Eva, mi mejor amiga de entonces, llamada en el pueblo, la calera :)

Besitos

Desesperada dijo...

ja ja ja ja estili te juro que tu noche en la jaima da para una novela, ja ja ja cómo me he reído.

estilografic.blog dijo...

Vitruvia: retírate, retírate, y confío en tu buena voluntad y en el espíritu navideño que nos envuelve en estas entrañables fechas a la hora de hacer tu resiganción.

Mart@: olvídé lo de Matutano. Gracias por recordármelo.


Belén: un beso también para ti y otro para la calera.

Deses: como para no reirte, maja, después de lo de los dosmil euracos, que todavía me están doliendo.

Mariano Zurdo dijo...

A mí jamás me llamaron Mari-culo. Y prometo negarlo toda la vida.

estilografic.blog dijo...

¿Pinocho tal vez?

Mariano Zurdo dijo...

¿Hay algún abogado en la sala?

Isabel Burriel dijo...

¿Y qué motes se pondrán los tipos de la foto?
Seguro que no tienen tanta gracia y salero como los vuestros.

Besos

estilografic.blog dijo...

Mariano: había uno, pero acaba de salir al baño. Va pa´largo, me temo.

Inte: yo a Gaddafi le pondría Quintero, por su parecido con El Loco.

estilografic.blog dijo...

Al Loco de la Colina, me refiero.

Anónimo dijo...

Buenas tardes, me ha gustado mucho recordar esos tiempos. Para facilitar un poco el enigma, me llamaban boinilla. ¡Felices Fiestas! Un abrazo Mari...

estilografic.blog dijo...

Boinilla: si eres el verdadero, único y genuino boinilla, manifiéstate.

estilografic.blog dijo...

Por cierto, boinilla (si lo eres), que sepas que me has pegao la gripe.

Anónimo dijo...

Piensa en Cowboys y saldrás de dudas.

estilografic.blog dijo...

Fuera de dudas estoy.

Mariano Zurdo dijo...

Joder, matutano y boinilla, esto no se hace, que se me están saltando las lágrimas de la emoción, coño.

Anónimo dijo...

A sido un placer haber leido tus reflexiones sobre esa etapa de tu vida de la cual, afortunadamente, formo parte. Quizas por nuestra avanzada adolescencia nos llegan cada vez mas recuerdos y sobre todo es grato ver tu dedicatoria. Yo, para este comentario utilizo el otro mote o apodo que tu también conoces. Por todos los momentos vividos y los que quedan por llegar, UN FUERTE ABRAZO. Otra frase celebre que recordarás:

!ESA SE LA PARA MARIANO¡

estilografic.blog dijo...

Willy: sé que te gusta más este mote que el otro (anda, que será por motes), pero reconocerás que Willy es más del Insti, y el otro más del barrio.

Gran invento lo de la "avanzada adolescencia"
que es la madre de la ciencia.

Ah, y aquí cada vez que se nombra la palabra "Mariano" hay que pagar canon, que -como verás en los comentarios -, marianos somos varios (otro pareado que se me ha escapado, mecagoenlaleche).

Mariano zurdo: por decir "coño" también se paga cañon, digo canon.

Anónimo dijo...

¡Estilográfic punto blog! Te recuerdo que, aunque pueda parecer lo contrario, ya no estas en la adolescencia, y que ahora tienes obligaciones: ¡Actualiza, coño!

Vaya, he puesto conejo, ¿cuanto es lo que hay que pagar?

Anónimo dijo...

Hay que ver como afloran los recuerdos (esos de los que nunca te acuerdas). Ahí van otros cuantos motes, que por aquel entonces manejábamos en nuestra etapa futbolera, "El Lito", "JuanRa", "El Negro", "Caitos", "Manías", el famoso "Kung-fu".
También me viene a la mente, los tremendos partidos que nos jugábamos "a la farola" y los virtuales de las chapas (con los arbitrajes polémicos).

estilografic.blog dijo...

Juan Antonio pingüino, que alegría verte por aquí. Bienvenido al blog. Gracias por los recuerdos. De la farola y de las chapas algún día tendré que hablar en profundidad, sobre todo de las chapas.

Un fuerte abrazo.