jueves, diciembre 20, 2007

Blanca Navidad

Qué cosas. He conocido una encuesta en la que se llega a la conclusión, tremenda, de que la Navidad altera la conducta de los individuos de manera negativa: se dice que quienes sufren trastornos de ansiedad empeoran notablemente en estas fechas, que se disparan los divorcios, que aumentan los conflictos de todo tipo, las peleas al volante, los nervios en las escuelas... Qué cosas tienen la Navidad, insisto.

Pues yo la verdad es que tampoco entiendo tanta alteración a qué se debe. Vamos a ver, ¿no son las navidades unas fiestas tradicionalmente conocidas como de amor y paz? Y en qué cabeza cabe entonces, que en unas fiestas tradicionalmente conocidas como de amor y paz, ya digo, se nos altere el carácter de manera tan agria y desagradable, ¡joder! Jopelines, quería decir.

¿No rezuman los entrañables y familiares Villancicos que tantas y tantas veces entonamos en estas jornadas de adviento palabras tan bellas, apacibles y sugerentes como las que vienen a decir que “oh, blanca Navidad, sueño, y con la nieve alrededor, blanca es mi quimera y es mensajera de paz y de puro amor”?. Y lo que es más, ¿no insisten luego al compás de la misma melodía: “Oh, blanca Navidad, nieve, una esperanza y un cantar. Recordar tu infancia podrás, al llegar la blanca Navidad"? ¿Cabe, ante afirmaciones tales – benditoseaelseñor - , el menor atisbo de aversión, repugnancia o propensión a la malignidad, incluso en el más que probable caso de que se repitan de manera que ya empiece a resultar un tanto pesadita, me-cago-en-to-lo-que-se-menea?

Con lo entrañable que resulta todo por estas fechas, hombrepordios. Si es que va llegando el fin de semana y cualquiera con dos dedos de frente se muere de la impaciencia, que está uno en casa que no se halla pensando en que llegue la hora de acudir al centro comercial de turno para primero observar, a continuación estudiar, posteriormente seleccionar y por fin adquirir los preciados regalos para nuestros seres más allegados, incluso, qué remedio te queda, para el indeseable del tío Paco, el muy, baboso, que luego ni te lo agradece, y encima es que no hay forma de dar con su talla, y te vas a un centro comercial, luego a otro, luego a otro, no encuentras aparcamiento, te quita el sitio el del Audi, el tío listo, la madre que lo parió, al del Audi.

Luego está lo de la Lotería. Qué ilusión. No me digas que no. Si no fuera porque no juego nunca.... Pero vamos, tiene que ser ilusionante y emocionante, porque anda todo el mundo como loco, en el barrio y en trabajo. Hombre, es que son 300.000 euros al décimo, que no es moco de pavo. Aunque luego, la verdad, no debe tocar mucho, porque siempre sale la señora con el número premiado diciendo que le va a dar sólo “para tapar agujeros”. Que yo creo que es siempre la misma, la señora, la de la botella de Codorniú. Pues para eso ya les vale, tanto dar la coña con la lotería, con los niños cantores, con el calvo, ¡que no me toquen tanto las bolas, hombre! A las mías me refiero, no a las del bombo.

¿Y de las reuniones familiares? ¿Qué me dices tú a mi de las entrañables comidas y cenas de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año nuevo? No hay estampa más navideña que la de ambos cónyuges debatiendo acalorada pero a la par fraternalmente en casa de quién toca cenar este año en Nochebuena, si con los padres o con los puñeteros suegros, que el año pasado ya estuvimos donde tu madre y no veas la que lió el abuelo, que yo ya no vuelvo, y si quieres ir tú te vas, que te aguante tu madre, ¡habrase visto, la señora!

Pues eso, a lo que iba, que no entiendo a santo de qué se altera tanto la gente en estas fechas, si no hay nada como pasar una feliz y tranquila Navidad,que es mensajera de amor y de paz, ya lo he dicho más arriba cantando.

Y el vecino, que se meta ya la puñetera zambomba por donde le quepa. Mecagoentó.

¡Joder!

9 comentarios:

Belén dijo...

Y que me dices de los villancicos todos cantados con voz chirriante de niño de 25 años y con cascabelitos?????

Dios, necesito matar a alguien!

besos

Isabel Burriel dijo...

pues no, yo no entiendo tampoco porque se pone tan nerviosa la gente hombre por dios, con lo maravillosas que son las navidades que nadie discute ni nada, eh, eh, vamos hombre a ver si vas a tener razón y todo lo que ... ...
Joer, mira que es cansino esto de ponerse nervioso eh?

Besotessss

Mart@ dijo...

La verdad es que sí... qué pereza de fiestas

Besuus

Desesperada dijo...

jajajajajajajaj estili eres mi héroe, de verdad. al llegar al final hasta yo tenía taquicardia! PIIIIIIII Navidad!

Desesperada dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mariano Zurdo dijo...

¿Pero se puede decir navidad en tu blog? ¿Sí? Aliviado me hallo.
Pues me cago en la navidad. Con perdón. O sin él.

Anónimo dijo...

¡¡JAJAJAJA!!
:D

Pues anda que mi vecinita de arriba, que ha colgao unas lucecitas de esas tan monas que llevan el villancico incorporado y que, como yo trabajo en casa, tengo que escucharlo todo el puñetero día (me voy a por unos tapones, ahora vuelvo).

¡¡Navidad, NAvidad, dulce NAvidaaaaaad!!
:-P

BESOS

estilografic.blog dijo...

Belén: mata, mata, pero en otro blog, porfa, que éste es muy navideño.

Inte: tranqui, tranqui, que va quedando menos.

Mart@: eso, qué pereza.

Deses: lo de PIIIIIIII ¿qué es lo que es?

Comentario suprimido: ¿por qué te suprimes?

Mariano Zurdo: pendón no se puede decir.

Vigue: ¡qué vecina más cansina!

Javier Menéndez Llamazares dijo...

Te veo feliz e ilusionado, Estili.
Ilusionado, sobre todo, porque pasen ya las fiestas. Pero tranquilo, que es cuestión de tiempo... para mí que las navidades tienen ya los días contados.