Comedia en tres actos
Original de Estilografic Punto Blog
ACTO PRIMERO
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ACTO PRIMERO
Despachito modesto en la cuarta planta de un edificio del madrileño distrito de Chamberí. Don Mariano Carajoy acumula papeles y más papeles en actitud nerviosa. A la derecha, según mira el espectador, una puerta cerrada, pero no con llave. Sobre la mesita - ya digo, llena de papeles - un modesto marco portando un retrato de El Tipo del Bigote (al que avanzado el acto conoceremos) caído boca abajo sobre la mesa. Aunque no se le vea, es importante que el retrato sea de El Tipo del Bigote y no, por ejemplo, de Chikilicuatre, porque más tarde sí que se le verá. En el preciso momento de abrirse el telón alguien llama a la puerta.
Toc, toc (desde el otro lado del despacho, alguien empuja la puerta. Se trata de Estebita, un señor de Valencia. Para que el espectador sepa que, en efecto, es un señor de Valencia, el tal Estebita –animoso y bien parecido – llega cargado con una paella para unas... veinte personas con, más o menos, los siguientes ingredientes: un litro de aceite, sal, un pollo troceadito con sus muslitos y sus alitas y todo, una cebolla, dos dientes de ajo, pimiento rojo y pimiento verde, calamares (unos 400 grs), dos kilos de arroz SOS, azafrán (una cajita), un kilo de mejillones, un kilo de gambas arroceras, 16 cigalitas o, en su defecto, 16 gambones, una lata de guisantes, judías verdes y garrofó, ñoras y limones).
Estebita: ¿Da usted su permiso, mi querido y admirado Don Mariano?
Don Mariano Carajoy (triste y ojeroso): Pasa, pasa, Estebita, no te quedes ahí parado y distante cual si fueras miembro destacado de candidatura alternativa. Siéntate.
Estebita (se sienta dejando la paella encima de la mesa): Don Mariano, le encuentro a usted triste y ojeroso, como muy bien ha hecho notar ya el autor de esta comedieta en las acotaciones escritas en letra cursiva. No se imagina usted la poca gracia que me hace verlo así. Alégreme ya esa cara, hombre, mire qué pedazo de paella le traigo.
DMC: La pena son los guisantes, que no me gustan.
Estebita: Pues yo se los quito, faltaría más (se pone a quitar los guisantes uno a uno, con paciencia) Séame usted positivo, don Mariano, séame usted positivo.
DMC: lo intento Estebita, créeme que lo intento, pero es que esta crisis me trae de cabeza. ¡Veo guisantes por todos lados!
Estebita: Lo que sucede, Don Mariano, es que estamos en un proceso de metamorfosis.
DMC: ¿Con escarabajo, como la de Kafka?
Estebita: No, no, como la de los gusanitos de seda. Ya estamos en su segunda fase, en plena trasformación.
DMC: ¿Y en que nos estamos transformando si se puede saber?
Estebita: Pues de momento, don Mariano, en capullos.
DMC: (más apesadumbrado si cabe): Jo.
Estebita: Pero no se alarme que vendrán tiempos mejores. Acabaremos revoloteando de flor en flor, cual bellas y delicadas mariposas, ya lo verá.
DMC: Pues no sé qué será peor.
Estebita: Mire, vamos a hacer un ejercicio. Concentrémonos en nuestros problemas y verá cómo así encontramos la solución.
DMC: Pues nada, concentrémonos.
(Los dos cierran los ojos como abstraídos por el aroma de la paella al tiempo que hacen un suave ruidito con la boca juntando sus labios, cada uno los suyos, no la liemos, así como mmmmmm... Al ratito, llaman a la puerta)
Toc, toc (desde el otro lado del despacho vuelven a empujar la puerta. Se trata esta vez de un tipo gordo disfrazado de extrañísima y ridícula manera)
DMC: (sorprendido) ¿Quién es usted?
El Tipo Gordo: Hola Mariano, soy la columna de tu garaje. Sí, ésa que tú y yo sabemos, jeje.
Estebita (algo enfadado): Pero Don Mariano, ¿en qué problema se ha concentrado usted?
DMC: Verás Estebita, es que esta mañana me hice un rasguño en el coche, al salir del garaje de casa...
Estebita: Hágame el favor de volver a cerrar los ojos y concéntrese en los problemas, pero en los del partido, a ver si me entiende.
(El Tipo Gordo se va y al salir tropieza adrede con el marco de la puerta, haciendo a continuación un gesto pícaro, arqueando las cejas, de cara al espectador. Don Mariano y Estebita vuelven a concentrarse repitiendo el gesto con ojos y labios, mmmmm... Llaman de nuevo a la puerta)
Toc,toc.
DMC: ¡Ostras, Jose Mari!
Estebita: ¿Cómo la sabe, Don Mariano?
DMC: Porque que yo sepa mi puerta no tiene felpudo, así que eso que asoma por debajo no puede ser otra cosa que el mostacho del susodicho (coloca bien el retrato de manera que, ahora sí, el espectador pueda verlo) ¡Pasa, pasa, Jose Mari! Está abierto (los dos, Estebita y Don Mariano, se ponen en pie).
El Tipo del Bigote (ignorando a Estebita): ¿Cómo estás, Marianito de mi vida y de mi corazón?
DMC: Concentrado estoy, concentrado en nuestros problemas.
El Tipo del Bigote: Pues recuerda lo que te digo: a los mejores, elige sólo a los mejores. Ah, y nada de complejos (se marcha por donde ha venido como si de una aparición se tratara).
Estebita (volviendo a tapar el retrato): Vamos a ver, Don Mariano, cambiemos de técnica. Concentrémonos en las posibles soluciones, no en los problemas, a ver si así nos llega la inspiración divina (repiten el consabido gesto). En las soluciones, no en los problemas, en las soluciones, no en los problemas, en las soluciones, no en los problemas...
Toc, toc (otra vez la dichosa puerta)
DMC: Adelante.
La Hermana Sor Aya (con hábito y crucifijo): ¡Ave María Purísima!
DMC y Estebita: ¡Sin pecado concebida! Pasa, pasa, Hermana, y toma asiento.
La Hermana Sor Aya (misteriosa): Este mensaje divino os vengo a dejar: “Para tal desaguisado/servidora un apaño ha encontrado/la solución al desvarío/rima con el macho cabrío” (hace ademán de largarse como si tal cosa).
DMC: ¡Espera Hermana Sor Aya!, que de lo que dices no entendí nada.
La Hermana Sor Aya: No olvides que por mis votos/yo no digo palabrotos (se va).
DMC (desconcertado): ¿Tú has entendido algo, Estebita?
Estebita: Me temo que estoy como usted, Don Mariano, así que si me lo permite, me retiro a pensar en tal mensaje divino, a ver si logro descifrarlo. Adiós (se levanta y sale).
(Don Mariano se queda solo en el despacho y vuelve a cerrar los ojos y a hacer el ruidito con los labios, mmmmmmm.., agachando la cabeza en dirección a la paella, que sigue sobre la mesa. Así permanece un ratito hasta que resulta evidente, por los ronquidos, que se ha quedado dormido. Descansa su cabeza sobre la paella y continúa roncando plácidamente hasta que cae el
TELÓN
(continuará)
12 comentarios:
¡Una paella traida por un valenciano sin judias "garrafó"!
no es creible eso, lo demás lo has clavao, que lo vi por la ventana mas alta de la Audiencia Nacional.
Por cierto, no te has dado cuenta de que los "duros" estan actuando como los abusones en el colegio, sin medida, uno piensa, no pueden ganar porque son pocos y nosotros muchos, hasta que empiezan a repartir manporros ante el estupor del patio...
¡VayaporDios, Joako, olvidáronseme las judias! Con lectores así da gusto, estás en todo. Gracias por el aviso.
Por cierto, me queda una duda: ¿es garrafó o garrofó? En cualquier caso las añado y espero nuevas matizaciones. Eso sí, no me quitéis el marisquito, que es que a mi me gusta.
Lo que tendrían que hacer sin duda es hacer un casting nuevo, vamos, cambiar los protas de pe a pa...
Besicos
Lo tienes tirao para que te lo representen. En cualquier pueblo con ayuntamiento socialista y Casa de la Cultura o Teatro público.
A medias, eh.
Belén: será de pe a pe, esto es de PP.
Náufrago: ¿en el barrio de Salamanca tú crees que no? Tendré que darle un giro a la historia en los próximos actos, entonces.
¡¡Cómo me gusta, cómo me gusta!!
:D
Oye, ya puestos, podrías habernos dado la receta para 4 o 6, que me pilla más a mano...
¡Qué bien nos lo vamos a pasar!
Feliz fin de semana
Irre: divide entre tres y te sale, más o menos.
Buen fin de semana también, apañá.
Me dice el Valenciano de mi pare que se dice "garrofó".
Lo de "apañá" lo has soltao con retintín, ¿verdad, jodío?
:P
pues me mola la idea del casting, ¿qué os parecería, Operación PP? y los candidatos mostrando sus habilidades con Risto desgranando sus miserias....
Pues yo rompo una lanza en favor de Mariano por primera vez en mi vida. Esta claro que el tipo se ha dado cuenta de la basura con la que compartía partido y se los ha cepillado. Supongo que su intención era llevar al partido hacia el centro tras sus dos "fracasos", que no lo son tanto. Francamente, lo menos criticable a día de hoy de los del PP es el tal Mariano.
Evidentemente tiene las horas contadas, la mayoria extremista popular no le va a dejar, cae de cajón.
Pero bueno, a pesar de su nefasta historia política, solo por el hecho de librarse de ciertos pájaros, a mi ya me parece algo.
Salud y República!
Gracias Joako, y gracias al pare de mi parte.
Irre: que no, que es que eres muy apañá. Oye, lo de “jodío” lo has soltao con retintín, ¿verdad?
Astra: De Risto podría hacer Jiménez Losantos, se me ocurre.
Wilde: estoy muy de acuerdo contigo en que Mariano es de lo menos criticable.
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