Según el balance del pulsómetro que el Instituto Opina ha elaborado para la cadena Ser después de los tres primeros años de legislatura, los ciudadanos dan un aprobado raspadillo a Zapatero. Raspadillo pero perdiendo nota con respecto al año pasado, es decir, con tendencia al suspenso. A Rajoy le pasa algo parecido, pero el líder popular venía ya con el raspadillo de la evaluación pasada y entra directamente en la categoría de suspenso.
Entre raspados de unos y suspensos de otros, el patio del colegio anda más que revuelto, como lo demuestra el hecho de que los ciudadanos estiman, se entiende que estimamos - aunque a mi nunca me han pedido opinión para una encuesta (ni falta que hace) -, que la situación política sufre un gran deterioro (dice la citada encuesta).
Evidentemente, la responsabilidad habrá que pedírsela primero al Gobierno, que – salvo en situaciones excepcionales – va a ser siempre el máximo responsable de lo que aquí ocurra. El alumno Zapatero parecía tener un proyecto claro e hizo por él una apuesta firme, pero probablemente su mayor error ha sido olvidar que el proyecto no le incumbe sólo a él, sino a toda la clase, incluido el alumno suspenso. Y si hay algo que se le ha dado rematadamente mal ha sido precisamente gestionar las relaciones con sus compañeros de pupitre.
El alumno Rajoy, por su parte, ha caído en el abuso de la utilización de “argumentos trampa” del tipo de los de “que viene el lobo”, acusando al "raspadillo" de estar negociando con asuntos con los que – y aunque esté suspenso él lo sabe - no puede negociar, sencillamente porque no se lo permite el sistema, y manteniendo un discurso premeditadamente ambiguo e indefinido en temas como el del 11-M, dejando correr teorías que sabe que le benefician sobremanera. La última fue la de ayer en Antena 3: “no sé si ETA atentó o no”.
Pues nada, los dos a hincar los codos, que queda poco para fin de curso y esto hay que sacarlo adelante.
Estilografic.art
Entre raspados de unos y suspensos de otros, el patio del colegio anda más que revuelto, como lo demuestra el hecho de que los ciudadanos estiman, se entiende que estimamos - aunque a mi nunca me han pedido opinión para una encuesta (ni falta que hace) -, que la situación política sufre un gran deterioro (dice la citada encuesta).
Evidentemente, la responsabilidad habrá que pedírsela primero al Gobierno, que – salvo en situaciones excepcionales – va a ser siempre el máximo responsable de lo que aquí ocurra. El alumno Zapatero parecía tener un proyecto claro e hizo por él una apuesta firme, pero probablemente su mayor error ha sido olvidar que el proyecto no le incumbe sólo a él, sino a toda la clase, incluido el alumno suspenso. Y si hay algo que se le ha dado rematadamente mal ha sido precisamente gestionar las relaciones con sus compañeros de pupitre.
El alumno Rajoy, por su parte, ha caído en el abuso de la utilización de “argumentos trampa” del tipo de los de “que viene el lobo”, acusando al "raspadillo" de estar negociando con asuntos con los que – y aunque esté suspenso él lo sabe - no puede negociar, sencillamente porque no se lo permite el sistema, y manteniendo un discurso premeditadamente ambiguo e indefinido en temas como el del 11-M, dejando correr teorías que sabe que le benefician sobremanera. La última fue la de ayer en Antena 3: “no sé si ETA atentó o no”.
Pues nada, los dos a hincar los codos, que queda poco para fin de curso y esto hay que sacarlo adelante.
Estilografic.art
4 comentarios:
Qué bueno. No sé, yo pienso un poco que cuando te toca un compañero de clase retorcido es muy complicado intentar jugar con él al escondite, a veces sólo puedes jugar al rescate, y tú eres siempre el que la liga. Está claro que el alumno con cara de buen talante no ha sabido gestionar al pelota vendido de la clase, tienes razón, ¿pero cómo se hace eso? ¿No tienes la sensación de que si ha Marianín le das un sugus, te quita la bolsa, llama a tu madre, dice que te los has comido todos de golpe, que no has dado ninguno, que incluso has robado los de los demás para comértelos tú...? En fin, que muy buena tu metáfora. Besos
Desdes luego si que les toca ponerse las pilas a los dos...
Eloísa: muy bueno lo de Marianín y los sugus. Creo que al otro le llaman el "zapatillas". Y sí, la verdad es que es complicado jugar con niños como Marianín.
Yo sigo en mis trece: cualquier radicalismo, ya sea de izquierdas o derechas es un error, y pienso que en este momento España vive sumida en las posturas opuestas más radicales desde que tengo uso de razón. (A aclarar: tengo 27 años). Por mi parte (y a mí nadie me ha preguntado tampoco qué opino para incluirme en una de esas estadísticas) la situación política actual merece un voto en blanco que yo pienso emitir.
Ni es buena la política para ricos, ni al política para pobres, ni la política para las minorías, ni la destinada a la mayoría.... mucho talante, mucho talante, pero la palabra "consenso" desapareció del vocabulario, mente y voluntad de los políticos hace ya mucho tiempo....
Incluso Felipe González, en una reciente charla que dio (moderada sorprendentemente por Garzón, imagínense el pastel) admitió no reconocer su partido político. Chorizos antes, chorizos después (da igual el color), la derecha miente, la izquierda manipula... tú lo has dicho: revuelto el patio, suspensos los alumnos, suspensos los profesores, incluso suspensos nosotros, que lejos de levantarnos y hacer algo por cambiar el plan, o nos enfrentamos, o ni nos molestamos en definirnos (Hablemos del porcentaje de participación en los cansinos y tan famosos estatutos de Cataluña y Andaluz). ¿Qué es la realidad nacional?
En fin. Por más que lo intento esto es sólo un desahogo. Mañana leeré los periódicos, escucharé la radio y pondré el televisor y volverán a decirme lo mismo.
Garbiñe
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