Buaaaaaaaaah, buaaaaaaaaah
- Pero bueno, quiosquero, qué escándalo tiene hoy aquí, ¿qué es lo que pasa?
- Desesperado estoy con la llantina, señor cliente mío, lleva así dos horas, desde que vio la luz, la criatura, y es que no hay forma de que pare de llorar.
- ¿Y cómo es?, ¿cómo es?
- Compruébelo usted mismo, tome.
Buaaaaaaaaah, buaaaaaaaaah.
- Uy, qué mono, a ver si yo lo callo, a ver si yo lo callo, déjeme... Ajooooo, cuchi cuchi..., nada, que no hay forma. ¿Y cómo dice que se llama?
- Público, el nuevo periódico que sale hoy a la calle. Lléveselo de una vez, hombre, que me tiene la cabeza pa´reventar. Ah, y son 0,50 euros.
Pues sí, el esperado Público, el nuevo periódico de tirada nacional editado por Mediapro, ya está en la calle. Así, entre tanto llanto y pañales, resulta todavía difícil de definir, pero a simple vista sí que se le encuentra ya cierto parecido, tanto en el diseño como en la distribución de los contenidos, con El Periódico de Cataluña.
Otra característica que, ésta sí, lo diferencia del resto de los periódicos de tirada nacional, es la ausencia de editorial, que no de opinión. Sus articulistas son muchos, conocidos y variados.
A ver que le miro por detrás, al bebé, que parece que tiene caquita.... ¡Anda!, si tiene doble portada, una por delante y otra por detrás. La portada trasera queda para los deportes y la delantera para asuntos más “serios y trascendentes”. No está mal la idea.
Parece que se apuesta por un lector joven, preocupado por temas sociales: igualdad, integración, trabajo digno, vivienda, educación, medioambiente, solidaridad y laicidad son ocho preocupaciones que se citan en la presentación de este primer número.
No estaría nada mal que ello fuera así, que el peso recayera sobre estos pilares sociales y Público se mantuviera al margen de los politiqueos que se cuecen en el día a día de otros diarios ya establecidos. Difícil lo va a tener, desde luego, porque nace en un momento de gran trascendencia política, con la cercanía de las elecciones y la batalla que se supone arreciará en los próximos meses entre PSOE y PP.
Si a ello se le añade que el periódico, o más bien Mediapro, es parte implicada en la llamada guerra del fútbol, en la que otro medio que va a ser competencia directa de Público (El País) parece decidido a echarle un duro pulso al Gobierno, el pobre bebé va a tener que soportar tensiones que no sé yo si con su edad....
Por ahí me voy a atrever yo a ponerle un “pero” a la criatura - muy personal, eso sí - y es el afán de algunos de sus responsables por definirlo como “progresista y de izquierdas” desde antes de su nacimiento, que no digo yo que esté mal serlo, pero resulta que son términos que aunque pretendan definir una posición ideológica, con lo que se identifican realmente es con una apuesta política y casi hasta con unas siglas determinadas.
A mi es que los periódicos, como los centrales en el fútbol, me gusta que tengan buena cintura y que sepan adaptarse a la circunstancias del juego, y si se trata de repartir hostias, que se repartan, pero a todo aquel que se las merezca, y no sólo a una parte. Para otro cosa es que ya están los periódicos que ya tenemos, qué quieres que te diga.
Eso sí, por lo que sé de algunas de las personas que están al frente del proyecto, con los que he tenido ocasión de trabajar, capacidad para hacer un gran periódico no le va a faltar al bebé.
Felicidades y mucha suerte, compañeros de Público. Y cambiadle de una vez el pañal a la criatura, hombre, que deje ya de llorar.
- Pero bueno, quiosquero, qué escándalo tiene hoy aquí, ¿qué es lo que pasa?
- Desesperado estoy con la llantina, señor cliente mío, lleva así dos horas, desde que vio la luz, la criatura, y es que no hay forma de que pare de llorar.
- ¿Y cómo es?, ¿cómo es?
- Compruébelo usted mismo, tome.
Buaaaaaaaaah, buaaaaaaaaah.
- Uy, qué mono, a ver si yo lo callo, a ver si yo lo callo, déjeme... Ajooooo, cuchi cuchi..., nada, que no hay forma. ¿Y cómo dice que se llama?
- Público, el nuevo periódico que sale hoy a la calle. Lléveselo de una vez, hombre, que me tiene la cabeza pa´reventar. Ah, y son 0,50 euros.
Pues sí, el esperado Público, el nuevo periódico de tirada nacional editado por Mediapro, ya está en la calle. Así, entre tanto llanto y pañales, resulta todavía difícil de definir, pero a simple vista sí que se le encuentra ya cierto parecido, tanto en el diseño como en la distribución de los contenidos, con El Periódico de Cataluña.
Otra característica que, ésta sí, lo diferencia del resto de los periódicos de tirada nacional, es la ausencia de editorial, que no de opinión. Sus articulistas son muchos, conocidos y variados.
A ver que le miro por detrás, al bebé, que parece que tiene caquita.... ¡Anda!, si tiene doble portada, una por delante y otra por detrás. La portada trasera queda para los deportes y la delantera para asuntos más “serios y trascendentes”. No está mal la idea.
Parece que se apuesta por un lector joven, preocupado por temas sociales: igualdad, integración, trabajo digno, vivienda, educación, medioambiente, solidaridad y laicidad son ocho preocupaciones que se citan en la presentación de este primer número.
No estaría nada mal que ello fuera así, que el peso recayera sobre estos pilares sociales y Público se mantuviera al margen de los politiqueos que se cuecen en el día a día de otros diarios ya establecidos. Difícil lo va a tener, desde luego, porque nace en un momento de gran trascendencia política, con la cercanía de las elecciones y la batalla que se supone arreciará en los próximos meses entre PSOE y PP.
Si a ello se le añade que el periódico, o más bien Mediapro, es parte implicada en la llamada guerra del fútbol, en la que otro medio que va a ser competencia directa de Público (El País) parece decidido a echarle un duro pulso al Gobierno, el pobre bebé va a tener que soportar tensiones que no sé yo si con su edad....
Por ahí me voy a atrever yo a ponerle un “pero” a la criatura - muy personal, eso sí - y es el afán de algunos de sus responsables por definirlo como “progresista y de izquierdas” desde antes de su nacimiento, que no digo yo que esté mal serlo, pero resulta que son términos que aunque pretendan definir una posición ideológica, con lo que se identifican realmente es con una apuesta política y casi hasta con unas siglas determinadas.
A mi es que los periódicos, como los centrales en el fútbol, me gusta que tengan buena cintura y que sepan adaptarse a la circunstancias del juego, y si se trata de repartir hostias, que se repartan, pero a todo aquel que se las merezca, y no sólo a una parte. Para otro cosa es que ya están los periódicos que ya tenemos, qué quieres que te diga.
Eso sí, por lo que sé de algunas de las personas que están al frente del proyecto, con los que he tenido ocasión de trabajar, capacidad para hacer un gran periódico no le va a faltar al bebé.
Felicidades y mucha suerte, compañeros de Público. Y cambiadle de una vez el pañal a la criatura, hombre, que deje ya de llorar.
9 comentarios:
Pues habrá que echarle una ojeada al Público. A ver.
Ya sólo el simple hecho del nacimiento de un nuevo periódico considero que es una magnífica noticia (entiéndase que hablo de prensa seria, que acumular amarillismo nunca dio resultado en España y se caen por su propio peso).
Lo que es cierto es que nace en medio de la batalla. Ya hay discrepancias hasta en eso. Unos les sitúan en el frente contra El País y frente a El Mundo-ABC-La Razón, y muchos más, enfrentado directamente a El País y restando fuerza al fragor de la batalla.
Mala manera de nacer, desde luego, porque intentan ponerle el nombre al niño y elegir su profesión antes de que le salgan los dientes...
De todos modos todavía no lo he leído, así que sólo me queda felicitar y cruzar los dedos...
Pues el nombre no sé si es muy acertado. A ver cómo suena:
Público, yo te bautizo en el nombre de la prensa... no, no, no queda nada bien.
En fin que ni de derechas, ni de izquierdas, ni de centro, quiero un periódico que se limite a informar y no a ser el mensajero de nadie. Peeero, qué le vamos a hacer. A ver si tienen suerte.
Una buena noticia, sí señor, veremos a quien le toca el pan que todo bebé trae bajo el brazo.
Esperemos que, en efecto, sea algo distinto a lo que ya hay.
Esto... Yo después de muchas vueltas he conseguido el periódico (en provincias, como siempre, parece que no leemos) y me preguntaría, sobre su "línea editorial", que dicen no leer:
1. ¿Qué quiere decir "ser progresista y de izquierdas?
2. ¿Es lo mismo ser de izquierdas que ser pro-PSOE?
Dos buenas preguntas, Javier. Yo creo que ser progresista y de izquierdas no tiene que ser necesariamente equivalente a ser del PSOE, pero me temo que casi todo el mundo hace esa identificación.
Y opino que lo ideal sería que se intentaran alejar al máximo de esa posible relación, o de cualquier otra que tuviera que ver con la política, y no con el ejercicio del periodismo.
El tiempo lo dirá.
Totalmente de acuerdo con Javier y Estili.
Es más, a mí me gustaría que lo de izquierdas y derechas desapareciera de nuestro vocabulario. Son denominaciones que llevan implícitas demasiadas connotaciones que a día de hoy deberían estar superadas.
Y si no lo están, deberían ser relegadas al pasado para poder renovar el aire de nuestra vida política. Lo sé, se me ha ido la pinza. Perdona, Estili, por ponerme así. No lo haré más.
te puedes creer que aún no lo he visto? qué desastre soy!
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