- ¡Ay!, ¡que me da usted en toda la cabeza con la bolsita, hombre!
- ¡Leches!, ¡qué susto me ha dado! ¿Se puede saber qué hace usted ahí, dentro del contenedor amarillo?
- Trabajar, señor vecino, no hago otra cosa que trabajar.
- ¿Y se puede saber en qué está trabajando, que esto no pueden ser más que negocios sucios?
- Sucios sí que son, sí. Servidor trabaja en la basura, mi querido vecino.
- ¿En la basura? ¿Y en qué consiste su trabajo, exactamente?
- Servidor es inspector escudriñador. Mi sucia labor consiste nada más y nada menos que en escudriñar (mira que me cuesta decirlo, lo de “escudriñar”) entre la basura de las comunidades de vecinos para asegurarme de que cumplen ustedes con las normas de separación de residuos, ya sabe.
- O sea que la basura está escudriñada.
- Esto es, y el escudriñador que la escudriñe, buen escudriñador será. ¿Ha visto qué bien lo he dicho?
- ¡ Y quién le manda a usted, si se puede saber?
- Ana Botella lo hace, Concejala ella de Medio Ambiente del Ayuntamiento de los Madriles.
- Oiga, y en el contenedor naranja habrá entonces otro tipo, ¿no?
- Eso es. Un inspector escudriñador adjunto, en este caso.
- Y dígame, ¿qué sucedería en el hipotético caso de que en la bolsa de envases que acaba de golpear su cabeza – por cierto, que le he causado un buen chichón- hubiera algún tipo de residuo que, debido a su naturaleza orgánica por ejemplo, no se correspondiera con el contenido propio del contenedor amarillo?
- Pues sucedería que le caería a usted una multa de hasta 750 euracos.
- ¡Toma ya!, ¡y tal y como están las cosas, con la falta de liquidez y eso!
- Amigo, pues es tan fácil como cumplir escrupulosamente con las normas detalladas por nuestra querida Concejala, a la par que esposa de nuestro también querido ex presidente don José María Aznar, de los Aznares de toda la vida de Dios.
- Sí, ya, claro, pero ahora porque usted ha sabido quién soy yo debido a que, al golpearle fuertemente en la cabeza con la dichosa bolsa de basura, me ha pillado in fraganti o con las manos en la masa cometiendo la supuesta infracción. Pero, ¿y si no me hubiera visto usted? ¿Cómo sabría que la bolsa es mía y que he sido yo el supuesto infractor, eh?
- Muy fácil; escudriñando.
- ¿Escudriñando cómo?
- Escudriñando en la bolsa de la basura y buscando algún resto delatador en el que se aporte algún dato que nos conduzca hacia su misteriosa identidad, vecino.
- ¿Como por ejemplo?
- Pues como por ejemplo restos de cabellos de eso que se caen siempre al peinarse por la mañana, que ya sabe usted lo que sucede a su edad, que si son cada día más no debe dejar pasar el tiempo y debe acudir a un especialista, que la calvicie se puede, no tanto evitar, pero sí que retrasar…
- Se está yendo usted del tema, ¿eh?
- Cierto, discúlpeme, es que es un tema que me toca directamente, pues como verá precisamente ese dejarlo pasar y dejarlo pasar ha sido lo que me ha conducido a mi estado actual, gracias al cual puede usted distinguir a la perfección el dichoso chichón causado con la también dichosa bolsa de basura en mi reluciente y también dichosa calvorota.
- Sí; pero le advierto que dado su trabajo, todo el día metido entre la basura, casi es mejor así, se me antoja más higiénico.
- Bueno, pues a lo que íbamos, no me quiera llevar a su terreno. Que esos primeros cabellos caídos - síntoma de una incipiente alopecia - serán los que, una vez enviados a un laboratorio, permitan determinar la identidad de su dueño gracias a las correspondientes pruebas de ADN, y de todo ello concluir que se trata también del supuesto infractor. ¡Pillado!
- Oiga, pero todo eso saldrá bien caro, ¿no?
- Pues de ahí que las multas sean tan importantes, y además, si lo desea, por el módico precio de otros 750 euracos le realizamos un análisis detallado de cuál es su mal.
- ¿Mi mal?
- Sí, aprovechando ya que tenemos su cabello en el laboratorio, nuestros especialistas en salud capilar, todos ellos a las órdenes de nuestra querida Concejala, podrán determinar cuál es la verdadera causa de que a usted se le esté cayendo el pelo, amigo, - porque se le está cayendo, no nos vamos a engañar - e iniciar así un tratamiento adecuado y personalizado para cada caso.
- ¡Glups! Y el tratamiento ese, costará otro ojo de la cara, ¿verdad?
- Efectivamente, otros 750 euracos cada mes durante aproximadamente un año.
- ¿Un año?
- O el tiempo que haga falta, amigo, o el tiempo que haga falta. Dese cuenta que lo importante aquí es la conservación de su cabello y de su grácil y saludable imagen juvenil. ¿No querrá llegar a verse como yo?
- Sí, ande, usted se cree que yo soy tonto. Si ya decía yo que todo esto me olía a negocios sucios.
- ¿No me cree?
- No le creo en absoluto. Usted lo que quiere es engañarme y, valga la expresión, tomarme el pelo. A ver, ¿y qué sucede si, como en su caso, el vecino en cuestión ya es de por sí calvo y por lo tanto no hay pelos que identificar entre los restos de la basura?
- En ese caso habría que tener en cuenta la causa de su calvicie prematura; por ejemplo, si ésta se debe, como suele suceder, a un susto de muerte o situación desagradable vivida recientemente.
- ¿Y entonces?
- Entonces resulta ya bien fácil la identificación, amigo. No hay más que buscar entre los papeles de la basura el nombre completo y la dirección del vecino alopécico, que aparecerá detallada en la última factura de su cuenta naranja del ING Direct, el banco que hace fresh banking.
- ¡Leches!, ¡qué susto me ha dado! ¿Se puede saber qué hace usted ahí, dentro del contenedor amarillo?
- Trabajar, señor vecino, no hago otra cosa que trabajar.
- ¿Y se puede saber en qué está trabajando, que esto no pueden ser más que negocios sucios?
- Sucios sí que son, sí. Servidor trabaja en la basura, mi querido vecino.
- ¿En la basura? ¿Y en qué consiste su trabajo, exactamente?
- Servidor es inspector escudriñador. Mi sucia labor consiste nada más y nada menos que en escudriñar (mira que me cuesta decirlo, lo de “escudriñar”) entre la basura de las comunidades de vecinos para asegurarme de que cumplen ustedes con las normas de separación de residuos, ya sabe.
- O sea que la basura está escudriñada.
- Esto es, y el escudriñador que la escudriñe, buen escudriñador será. ¿Ha visto qué bien lo he dicho?
- ¡ Y quién le manda a usted, si se puede saber?
- Ana Botella lo hace, Concejala ella de Medio Ambiente del Ayuntamiento de los Madriles.
- Oiga, y en el contenedor naranja habrá entonces otro tipo, ¿no?
- Eso es. Un inspector escudriñador adjunto, en este caso.
- Y dígame, ¿qué sucedería en el hipotético caso de que en la bolsa de envases que acaba de golpear su cabeza – por cierto, que le he causado un buen chichón- hubiera algún tipo de residuo que, debido a su naturaleza orgánica por ejemplo, no se correspondiera con el contenido propio del contenedor amarillo?
- Pues sucedería que le caería a usted una multa de hasta 750 euracos.
- ¡Toma ya!, ¡y tal y como están las cosas, con la falta de liquidez y eso!
- Amigo, pues es tan fácil como cumplir escrupulosamente con las normas detalladas por nuestra querida Concejala, a la par que esposa de nuestro también querido ex presidente don José María Aznar, de los Aznares de toda la vida de Dios.
- Sí, ya, claro, pero ahora porque usted ha sabido quién soy yo debido a que, al golpearle fuertemente en la cabeza con la dichosa bolsa de basura, me ha pillado in fraganti o con las manos en la masa cometiendo la supuesta infracción. Pero, ¿y si no me hubiera visto usted? ¿Cómo sabría que la bolsa es mía y que he sido yo el supuesto infractor, eh?
- Muy fácil; escudriñando.
- ¿Escudriñando cómo?
- Escudriñando en la bolsa de la basura y buscando algún resto delatador en el que se aporte algún dato que nos conduzca hacia su misteriosa identidad, vecino.
- ¿Como por ejemplo?
- Pues como por ejemplo restos de cabellos de eso que se caen siempre al peinarse por la mañana, que ya sabe usted lo que sucede a su edad, que si son cada día más no debe dejar pasar el tiempo y debe acudir a un especialista, que la calvicie se puede, no tanto evitar, pero sí que retrasar…
- Se está yendo usted del tema, ¿eh?
- Cierto, discúlpeme, es que es un tema que me toca directamente, pues como verá precisamente ese dejarlo pasar y dejarlo pasar ha sido lo que me ha conducido a mi estado actual, gracias al cual puede usted distinguir a la perfección el dichoso chichón causado con la también dichosa bolsa de basura en mi reluciente y también dichosa calvorota.
- Sí; pero le advierto que dado su trabajo, todo el día metido entre la basura, casi es mejor así, se me antoja más higiénico.
- Bueno, pues a lo que íbamos, no me quiera llevar a su terreno. Que esos primeros cabellos caídos - síntoma de una incipiente alopecia - serán los que, una vez enviados a un laboratorio, permitan determinar la identidad de su dueño gracias a las correspondientes pruebas de ADN, y de todo ello concluir que se trata también del supuesto infractor. ¡Pillado!
- Oiga, pero todo eso saldrá bien caro, ¿no?
- Pues de ahí que las multas sean tan importantes, y además, si lo desea, por el módico precio de otros 750 euracos le realizamos un análisis detallado de cuál es su mal.
- ¿Mi mal?
- Sí, aprovechando ya que tenemos su cabello en el laboratorio, nuestros especialistas en salud capilar, todos ellos a las órdenes de nuestra querida Concejala, podrán determinar cuál es la verdadera causa de que a usted se le esté cayendo el pelo, amigo, - porque se le está cayendo, no nos vamos a engañar - e iniciar así un tratamiento adecuado y personalizado para cada caso.
- ¡Glups! Y el tratamiento ese, costará otro ojo de la cara, ¿verdad?
- Efectivamente, otros 750 euracos cada mes durante aproximadamente un año.
- ¿Un año?
- O el tiempo que haga falta, amigo, o el tiempo que haga falta. Dese cuenta que lo importante aquí es la conservación de su cabello y de su grácil y saludable imagen juvenil. ¿No querrá llegar a verse como yo?
- Sí, ande, usted se cree que yo soy tonto. Si ya decía yo que todo esto me olía a negocios sucios.
- ¿No me cree?
- No le creo en absoluto. Usted lo que quiere es engañarme y, valga la expresión, tomarme el pelo. A ver, ¿y qué sucede si, como en su caso, el vecino en cuestión ya es de por sí calvo y por lo tanto no hay pelos que identificar entre los restos de la basura?
- En ese caso habría que tener en cuenta la causa de su calvicie prematura; por ejemplo, si ésta se debe, como suele suceder, a un susto de muerte o situación desagradable vivida recientemente.
- ¿Y entonces?
- Entonces resulta ya bien fácil la identificación, amigo. No hay más que buscar entre los papeles de la basura el nombre completo y la dirección del vecino alopécico, que aparecerá detallada en la última factura de su cuenta naranja del ING Direct, el banco que hace fresh banking.
12 comentarios:
¡Hay que joderse!
¿Por qué siempre las medidas contra la contaminación, el ahorro de agua, etc pasan por el particular? el ahorro de agua parece que solo lo podemos realizar los ciudadanos, ¿y la agricultura? pero no son ellos los que más agua gastan,¿y las industrias? es que no generan basuras. Nunca nadie nos habla de lo que se hace para evitar que contaminen las grandes corporaciones, por ejemplo en el empaquetado, ahora cualquier galleta lleva tres empaquetados sucesivos, porque así se venden mejor, y a nadie se le ocurre decirles, las galletas solo en cartón y a lo sumo un paquete plástico por X unidades, etc, esto reduciria mucho más el contenedor amarillo que cualquier multa a los consumidores, pero claro, el consumidor es un "pringao" que se lo come todo, y metete tu con grandes corporaciones o con la industria o con la agricultura, hay que cojer al toro por los cuernos, pero por los nuestros.
Estoy con Joako. Siempre que quiero pesar fruta o verdura sin bolsa, me obligan a utilizar bolsa incluso para un único pepino...
;(
Ah, y que alguien le mande un escudriñador de estos a la concejala... que no tiene mucha cara de ponerse a separar según qué cosas.
Lo del ING, tela. Mis cuatro duritos los tengo precisamente ahí...
;(
Glups
Bueno, pero un ciudadano escudriñador por contenedor.. se acaba el paro no?
Yo tb estoy con Joako e Irre, es una cosa que me pone enferma... siempre nos cargan a nosotros con la responsabilidad de todo...Lo que no quiere decir que, como parte del problema no colaboremos, pero coño.... que es que parece que a los que más contaminan y residuos generan no se les exige ni demanda nada !!
Grrrrrrr
Irre, yo tb los tengo en ING y la verdad es que estoy bastante tranquila de momento..
Amén, Joako, amén. Al final sólo se piden sacrificios siempre a los mismos, cuando hay otros que podrían hacer mucho más.
Irre: a la concejala que la escudriñen, sí, a ver qué encuentran.
Géminis: buena solución, sí señora. Lo único que, por comodidad, no estaría de más hacer los contenedores un pelín más grandes.
Wen: yo también tengo algo en el ING, aunque ya no mucho, que después de comprarme el coche se me quedó la cuenta casi a cero patatero.
jajaja te vas a enterar cuando un funcionario vigile tus desechos, jajajajaja
Totalmente futurista eh!!! Antes de que la separación de basuras llegué a ser un problema a escudriñar (je je) habría que concienciar al personal en el arte del reciclaje, aunque fuera mal separado ...
saludines!
Yo, en plan serio, como que me quedo con Joako, anda que seré de todo menos tonta, y yo me arrimo al mas listo :)
Y por otro lado... lo del escubriñador de la basura esfuncionario? por apuntarme a las opos...
Besicos
En mi casa echan muebles enteros al contenedor, a ver cual es el escudriñador que tiene webs a colarse dentro a escudriñar. Por cierto: que verbo tan poético. Y tan poco usado, por cierto también.
¿ING no hacía "fresh quiebring"?
Tenía yo pendiente una entradita sobre esto y sobre el impuesto por la recogida de la basura, pero entre que no tengo tiempo y que pensé que Estilografic escribiría sobre ello y con ese toque humorístico que tanto araña en la realidad... Lo mismo le dedico unos ripios gallardonianos a la botella...
En mi portal vamos a pagar multas a mansalva, porque hay varios vecinos que no reciclan ni a tiros. A ver qué tal a botellazos...
Por cierto, por cierto... aprovecho esta opportunidad y esta incomparable plataforma para exigir... que hagan más grandes los agujeros de los contenedores de plásticos !! hombrecoño!! que son enanos joder, y no cabe la bolsa, tienes que ir sacando !! eso dónde se ha visto??? O que pongan por el otro lado con puerta de subir, como los de orgánica joder !!
O no????
Astra: el cuarto de contenedores va a parecer el barrio de Don Gato, con tanta gente dentro de los cubos de basura.
Wilde: con lo que van a recaudar de multas ya da para cursos subvencionados, creo yo.
Belén: te aviso en cuantito salga la convocatoria, así que vete cortando el pelo, que resulta más higiénico.
Iván: pues como te caiga en la cabeza una estantería de esas del IKEA que nunca acaban de montarse...
Mariano zurdo: espero con ansiedad tus ripios.
Wen: muy bien aprovechada, la plataforma. ¡Claro que sí!
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