- Buenos días, presidente, ¿Cómo está usted?
- Buenos días, señor aspirante a presidente. Yo, regular, ¿y usted?
- Psche, mejor estaría si me hallara en su pellejo presidencial, no sé si me entiende.
- Pues no, no le entiendo. Si usted y yo nos entendiéremos, otro gallo nos cantara.
- Y mejor nos luciría el pelo, sí señor. Pero, ¿me va a hacer pasar, o vamos a estar toda la santa mañana aquí, en la puerta de La Moncloa, tirando del refranero popular?
- No, no, pase, pase, ¿quiere usted un cafelillo, don Mariano?
- Bueno, si se empeña... Con alguna que otra pasta, por favor.
- ¿Ha dicho pasta? ¿Sabe usted dónde está la pasta?
- Si lo supiera, amigo mío, yo estaría ofreciéndole a usted el cafelillo y usted sería quien suplicara o suplicase que lo acompañara con algún que otro delicioso manjar sólido y dulce.
- Pues déjese de pastas, que no está el horno para bollos, por continuar con la dulce y almibarada alegoría gastronómica que nos ocupa así como con la graciosa utilización popular de nuestros ricos y abundantes refranes.
- Es que a estas horas, presidente, no sé a usted, pero a mí me suenan las tripitas.
- Pues haber venido desayunado de casa, hombre. Haga el favor de ingerir la humeante infusión rapidito y a palo seco y vayamos al grano.
- ¿Qué grano?
- Me refiero a que nos sentemos, procediendo a oprimir con el peso de nuestros respectivos cuerpos el dichoso furúnculo que, al menos en mi caso, adorna desde hace días la región anal de mi anatomía presidencial y al que los sesudos expertos vienen refiriéndose con la denominación de “crisis”. A ese grano me refiero.
- Ah.
- Eso digo yo, ahhhhh, que no sabe usted qué dolor se me produce, al sentarme. ¿Pero no venía usted a darme su apoyo?
- En efecto, vengo a apoyar los famosos decretosleyes de su Gobierno, con la única y sana intención de contribuir, desde la responsabilidad que me otorga mi condición de flamante líder de la oposición, a acabar de una vez por todas con el clima de inseguridad y desconfianza que se ha instalado en nuestra sociedad debido a la pésima situación que viene atravesando el sistema financiero.
- ¿Y qué le sucede, al susodicho sistema?
- ¡No me diga que no está usted al corriente, señor presidente del Gobierno de la nación!
- Pues la verdad es que no; bastante liado ando con el dichoso furúnculo como para preocuparme de decretosleyes y otras sandeces... Yo pensé que venía usted a darme su apoyo para poder sentarme sin que se produjera en mi persona esta terrible sensación de dolor trasero o anal. Explíqueme lo de los decretosleyes, ande por favor.
- ¡Pero si los han preparado ustedes!
- ¿Nosotros? ¡Ah!, ¿se refiere a los 50.000 millones de euros para comprar activos y a los 100.000 millones para avales a las entidades financieras?
- Exactamente.
- Qué quiere que le diga, a mi eso sí que me parece un verdadero coñazo. Por encima del desfile si cabe.
- Pero...
- Ande ande, déjese de decretosleyes y alcánceme el Fucidine, que yo hoy no me puedo levantar.
- ¿Qué pasa, que el fin de semana le dejó fatal?
- No hombre, no. Es por el grano.¿Me pasa el Fucidine o qué?
- Tome, tome.
- ¿Cómo que tome? Sepa, señor opositor, que la citada pomada se aplica suavemente sobre la zona afectada, no se toma o ingiere.
- ¿.....?
- Vega, venga, que son tres veces al día y me toca la segunda. ¿No venía usted a apoyarme?
- Si, pero esto...
- Mire, usted me aplica el ungüento y nosotros, los socialistas, hacemos la vista gorda en el Constitucional en lo que respecta a sus candidatos para la renovación. Aceptados quedan desde ahora mismo.
- Estaaá bieeeen. Lo haré. Despójese entonces de su pantalón presidencial y colóquese, como vulgarmente se dice, con el culo en pompa. También presidencial, el culo.
- Bien, pues mientras procede usted a aplicarme suavemente el Fucidine, así, así, así..., le voy a confesar una cosa, amigo Mariano: definitivamente, esto está a puntito de reventar.
- No me asuste, presidente, ¿el qué?, ¿el sistema financiero?
- No, no, el dichoso furúnculo.
- Ah.
- Aaaaaaaah
- Buenos días, señor aspirante a presidente. Yo, regular, ¿y usted?
- Psche, mejor estaría si me hallara en su pellejo presidencial, no sé si me entiende.
- Pues no, no le entiendo. Si usted y yo nos entendiéremos, otro gallo nos cantara.
- Y mejor nos luciría el pelo, sí señor. Pero, ¿me va a hacer pasar, o vamos a estar toda la santa mañana aquí, en la puerta de La Moncloa, tirando del refranero popular?
- No, no, pase, pase, ¿quiere usted un cafelillo, don Mariano?
- Bueno, si se empeña... Con alguna que otra pasta, por favor.
- ¿Ha dicho pasta? ¿Sabe usted dónde está la pasta?
- Si lo supiera, amigo mío, yo estaría ofreciéndole a usted el cafelillo y usted sería quien suplicara o suplicase que lo acompañara con algún que otro delicioso manjar sólido y dulce.
- Pues déjese de pastas, que no está el horno para bollos, por continuar con la dulce y almibarada alegoría gastronómica que nos ocupa así como con la graciosa utilización popular de nuestros ricos y abundantes refranes.
- Es que a estas horas, presidente, no sé a usted, pero a mí me suenan las tripitas.
- Pues haber venido desayunado de casa, hombre. Haga el favor de ingerir la humeante infusión rapidito y a palo seco y vayamos al grano.
- ¿Qué grano?
- Me refiero a que nos sentemos, procediendo a oprimir con el peso de nuestros respectivos cuerpos el dichoso furúnculo que, al menos en mi caso, adorna desde hace días la región anal de mi anatomía presidencial y al que los sesudos expertos vienen refiriéndose con la denominación de “crisis”. A ese grano me refiero.
- Ah.
- Eso digo yo, ahhhhh, que no sabe usted qué dolor se me produce, al sentarme. ¿Pero no venía usted a darme su apoyo?
- En efecto, vengo a apoyar los famosos decretosleyes de su Gobierno, con la única y sana intención de contribuir, desde la responsabilidad que me otorga mi condición de flamante líder de la oposición, a acabar de una vez por todas con el clima de inseguridad y desconfianza que se ha instalado en nuestra sociedad debido a la pésima situación que viene atravesando el sistema financiero.
- ¿Y qué le sucede, al susodicho sistema?
- ¡No me diga que no está usted al corriente, señor presidente del Gobierno de la nación!
- Pues la verdad es que no; bastante liado ando con el dichoso furúnculo como para preocuparme de decretosleyes y otras sandeces... Yo pensé que venía usted a darme su apoyo para poder sentarme sin que se produjera en mi persona esta terrible sensación de dolor trasero o anal. Explíqueme lo de los decretosleyes, ande por favor.
- ¡Pero si los han preparado ustedes!
- ¿Nosotros? ¡Ah!, ¿se refiere a los 50.000 millones de euros para comprar activos y a los 100.000 millones para avales a las entidades financieras?
- Exactamente.
- Qué quiere que le diga, a mi eso sí que me parece un verdadero coñazo. Por encima del desfile si cabe.
- Pero...
- Ande ande, déjese de decretosleyes y alcánceme el Fucidine, que yo hoy no me puedo levantar.
- ¿Qué pasa, que el fin de semana le dejó fatal?
- No hombre, no. Es por el grano.¿Me pasa el Fucidine o qué?
- Tome, tome.
- ¿Cómo que tome? Sepa, señor opositor, que la citada pomada se aplica suavemente sobre la zona afectada, no se toma o ingiere.
- ¿.....?
- Vega, venga, que son tres veces al día y me toca la segunda. ¿No venía usted a apoyarme?
- Si, pero esto...
- Mire, usted me aplica el ungüento y nosotros, los socialistas, hacemos la vista gorda en el Constitucional en lo que respecta a sus candidatos para la renovación. Aceptados quedan desde ahora mismo.
- Estaaá bieeeen. Lo haré. Despójese entonces de su pantalón presidencial y colóquese, como vulgarmente se dice, con el culo en pompa. También presidencial, el culo.
- Bien, pues mientras procede usted a aplicarme suavemente el Fucidine, así, así, así..., le voy a confesar una cosa, amigo Mariano: definitivamente, esto está a puntito de reventar.
- No me asuste, presidente, ¿el qué?, ¿el sistema financiero?
- No, no, el dichoso furúnculo.
- Ah.
- Aaaaaaaah
13 comentarios:
¿Pero al final asistió al coñazo ese de desfile? Je je ...
salud!
estos son los que se fueron de misa con irre no?
Pero ¿qué dice esta chiquilla?
:O
Que se fueron conmigo de misa???
¿Quién?
Anda que lo del Tc... tiene tela marinera. Y yo me pregunto, mientras marean la perdiz, ¿trabajan en algo?
grrrrr...
Y yo a ZP le daría una patada en el culo.
sí, mujer, los que iniciaron el curso con una misa no eran estos? (los de la noticia, no los presidentes..)
Ay por dios XDDDDDDD qué imagen mental más terrible me ha quedado de la situación que has descrito , qué asquito jejejeje.
Ah, vale, sí, Geminitas, sí.
Son ellos.
:)
Y es que estos señores están que se salen, jajaja!
Wilde: y además firmes, asistió firmes.
Géminis: miras que eres lianta. A saber qué va a decir Irre. Esos eran los del poder judicial en general, valga el pareado.
Irre: ya sabia yo lo que ibas a decir. Y en cuanto a la patada, aprovecha que te lo he dejado en posición.
Géminis: ¿lo ves?
wen: ¿asquito? Es de lo más aseadito que han hecho últimamente, estos dos.
Irre: se salen, ya lo creo que se salen.
Soy eliezer lopez, del blog http://eliezerlopez.blogspot.com/. Yo tambien participo en el concurso de 20Noticias, que tal si me votas y... ya hablamos ;-). Buscame en el buscador de blog de 20Noticias, el nombre del blog es "Eliezer López". Si quieres contactar conmigo, solo tienes que dejar un comentario en mi blog.
Pues anda que no sabe el amigo Rajoy... eso de tomar cafés con el presi no es un coñazo eh??????
Besicos
Yo desde luego que paso de ser presidente, lo tengo decidido. Si encima de que te salgan ese tipo de furúnculos tienes que soportar a Rajoy y jugar con él a "yo te doy cremita, tú me das cremita". Quita, quita..., ¡es que ni presidente de la comunidad de vecinos!
Besitos/azos.
Que por cierto, que te acabo de votar, pero no por ser Mariano ni por peloteo estilográfico, sino porque sinceramente me encanta tu blog y tu manera de enfocar la actualidad/vida, que lo sepas.
Besitos/azos.
Bienvenida, eliezer. Todavia no me he sumado al concurso activamente, pero te visitaré.
Belén: el café será un coñazo, pero la pasta sí que merece la pena.
Mariano zurdo: ¿ni presidente del aleti tampoco? Oye, todavía no me he puesto a votar, que lo del concurso me da bastante pereza, pero esta misma tarde me pongo y tienes también mi voto, no por ser Mariano ni por peloteo zurdo, sino porque sinceramente me encanta tu blog y tu manera de enfocar la literatura/vida, que lo sepas.
¡Dónde narices habré leído yo antes algo parecido!
¡Menudo coñazo! ¡Upsss! si estaba el blog abierto.
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