jueves, junio 07, 2007

La piscina

Se acerca el calorcito, y mi comunidad de vecinos anda revolucionada porque de aquí a nada abrimos la piscina. Es que lo de la piscina en mi comunidad es la leche, hasta el punto de que últimamente el único tema de conversación entre vecinos es ese: el recinto destinado al baño, a la natación o a otros ejercicios, juegos y deportes acuáticos comúnmente conocido como “piscina”.

Yo ayer mismo estaba sentado tranquilamente en el banco de mi parcela y en un momento dado se me despista la niña, así que pregunto a los queridos vecinos que compartían conmigo solaz y placentero descanso si alguien la ha visto. La respuesta fue unánime y no se hizo esperar:
- ¿Qué?, ¿qué?, ¿qué has dicho de la piscina? -, me sueltan a coro.
Y yo: "Cristina, he dicho Cris-ti-na, a mi hija me refiero, que si alguien la ha visto." ¡Qué obsesión con la piscina!

Y bueno, no te lo vas a creer, pero la gente se ha apuntado a gimnasios, se castiga con dietas de lo más estrictas, broncea su cuerpo serrano a base de rayos UVA para no hacer el ridículo el primer día de baño, se entrega a la depilación láser como si le fuera la vida en ello... un sinvivir esperando el día de apertura, vamos.

Sin ir más lejos, la mercería de al lado de casa se ha puesto las botas a vender trajes de baño para él y para ella, que digo yo que luego no sé que va a pasar, porque la verdad es que mucha variedad no es que tenga, así que nos veo a todos los hombres luciendo idéntico bañador y a las mujeres todas con el bikini como de equipo de natación sincronizada, que no cambian ni los colores. No va a haber quién nos distinga: todos depilados, todos bronceados, todos esculturales, todos con el mismo bañador... Bueno, al calvo del portal B sí, a ese se le diferencia enseguida.

La historia viene de largo. El problema es que cuando se construyeron nuestros pisos la parcela no tenía piscina y ha habido que hacerla después, con la consiguiente dificultad de poner a la mayor parte de los vecinos de acuerdo y de que los que no lo estaban consintieran que los que sí paseemos lo michelines impunemente por el patio. El que los tenga, claro, que hay de todo.

El asunto ha costado sangre, sudor y lágrimas, hasta que después de pasar por numerosos enfrentamientos, odios, peleas e incluso juicios al final el año pasado conseguimos construir la ansiada piscina. Hubo que hacer virguerías para resolver el asunto y recurrir a la solución más rápida: el que paga se baña, el que no, a secano. O sea, que hemos construido la piscina sólo entre los vecinos que estábamos dispuestos pagar, y los que no, pues lo siento, pero no se pueden ni mojar los pies.

Para regular la situación ahora además de la Comunidad de Vecinos existe la llamada Comunidad de Vecinos Usuarios de la Piscina (CVUP) - tela marinera, el nombrecito -, que como ya habrán imaginado los lectores más despiertos la formamos sólo los vecinos que tenemos derecho a bañarnos. Digo yo que al paso que vamos al menor descuido seguimos haciendo comunidades, y dentro de poco vamos a tener la Comunidad de Vecinos Usuarios de la Piscina con Tanga (CVUPT), la Comunidad de Vecinos Usuarios de la Piscina con Gorrito de Baño (CVUPGB), la Comunidad de Vecinos Usuarios de la Piscina con Manguitos (CVUPM)..., como si lo viera.

La historia ha tenido su final feliz, pero claro, quedan resquemores e inevitables malos rollos entre los vecinos después de tanto enfrentamiento. Hay vecinos, los que han sido ultradefensores de que en la comunidad no hubiera piscina - “el comando” les llamamos - que si tú perteneces, como es mi caso, a la CVUP como que te miran mal, que además no sé cómo saben que eres “piscinero” - así creo que nos llaman ellos a nosotros – que yo al menos no voy en chanclas y con el flotador en el ascensor, pero bueno.

Supongo que tantas historias y dificultades han contribuido a que el asunto de la piscina se haya convertido en una verdadera obsesión. Sin ir más lejos, ahora, mientras escribo y ante la expectación de todos los vecinos que se asoman a las ventanas con la ansiedad de la madre que espera el regreso de su hijo después de la larga ausencia, los técnicos de mantenimiento se disponen a retirar la lona que ha protegido el agua de las inclemencias atmosférica durante el largo y crudo invierno.

Están en ello, están en ello, y... ¡maldición!, ¡esto va a ser cosa del “comando”!... ¡Nos han tapado el agujero!

8 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

Necesito una aclaración pero ya: ¿tu eres de la CVUPTC o de la CVUPTCH? O sea, ¿de la Comunidad de vecinos usuarios de la piscina con tripa cervecera o de la Comunidad de vecinos usuarios de la piscina con tableta de chocolate?
Me tienes en un sinvivir...

estilografic.blog dijo...

Soy de los de la CVUPOP, es decir, Comunidad de Vecinos Usuarios de la Piscina Osito de Peluche, que me va haciendo falta lo de la depilación láser.

Anónimo dijo...

Todos para el mar y asunto arreglao!!!!

Joer, menos mal que en mi edificio no hay piscina, y no por que no me gusten que seria cojonudo, pero solo pensar en estar en la misma rodeado de todos ellos, me deja petrificado ays!!! que grima!!!

Salud!

Desesperada dijo...

ja ja ja ja ja estili, a veces no sé si tus historias son reales o te las inventas para hacerme reír, pero tienes una cualidad innata, en cualquier caso, para afilar la ironía y arrancarme una sonrisa hables de lo que hables. me intriga una cosa, el comando, ¿por qué no quería piscina?

Peorparaelsol dijo...

Estilografic, un día más me pongo a tus pies? nunca has pensado an hacerte humorista? en serio, tendrías futuro XD me muero con lo de la piscina osito de peluche

estilografic.blog dijo...

Deses: yo supongo, que tampoco lo sé muy bien, que los del comando es que quieren tranquilidad en la parcela, y piensan que la piscina sólo les va a traer problemas. Como en todas las comunidades de vecinos, aqui hay de todo y los hay que lo que les gustaría es vivir en un chalé y que nadie le smolestara pero, claro, no tienen tanto nivel, y tienen que vivir muy a su pesar en comunidad, compartiendo portal y parcela con los pesados de los "piscineros".

Lo que deberíamos hacer es aprender a vivir en comunidad y a respetarnos los unos a los otros, que también reconozco que hay "piscineros" que se pasan tres pueblos y se piensan que vale todo.

En cuanto a lo de verdad o mentira, pues como decía aquel, todo depende del cristal con que se mira.

Anónimo dijo...

Y yo que creí que lo de "Aquí no hay quien viva" era surrealista, jajajaja.
Oye, tú no serás guionista de la serie??

Isabel Burriel dijo...

que fuerte, una piscina de comunidad donde unos vecinos pagan y otros no. Anda que debes tener unas reuniones de vecinos de lo más interesantes.