En enero de 2007 iniciaba con ilusión una nueva aventura que, como tantas otras, acabó deteniéndose principalmente por falta de tiempo. Por suerte, después de estar repitiéndome día a día que se trataba sólo de un paréntesis, he conseguido cerrarlo. El paréntesis, digo, que tampoco es tan difícil. A mi favor jugaba la motivación de ver qué ocurría día a día a mi alrededor. Si para mi resultaba sorprendente, ¿por qué no iba a serlo para lo demás?
Pues eso, que retomo otra vez mi otro blog con la ayuda de Alicia, la aprendiz de bloguera más joven que jamás conocí. Para quienes no lo conozcan, se trata de GUGU TATA, la magia del lenguaje infantil, un blog basado en observaciones, notas y recuerdos que voy almacenado sobre el desarrollo del lenguaje en mi hija pequeña. Procuro que sean anotaciones significativas y que a partir de ellas se puedan establecer conclusiones, pero también trato de huir de la excesiva especialización académica para hacer que resulte lo más divertido y atractivo posible.
Pues eso, que retomo otra vez mi otro blog con la ayuda de Alicia, la aprendiz de bloguera más joven que jamás conocí. Para quienes no lo conozcan, se trata de GUGU TATA, la magia del lenguaje infantil, un blog basado en observaciones, notas y recuerdos que voy almacenado sobre el desarrollo del lenguaje en mi hija pequeña. Procuro que sean anotaciones significativas y que a partir de ellas se puedan establecer conclusiones, pero también trato de huir de la excesiva especialización académica para hacer que resulte lo más divertido y atractivo posible.
Así que, como decia Porky, aquí volvemos "con más diversiones". Os dejo con nuestra última conversación, y para más información, visite nuestro blog.
- ¿Qué haces con la silla? (está haciendo que muerde una silla).
- Estoy comiendo.
- Pero si ya has cenado.
- Es que tengo hambre.
- Deja la silla, Alicia.
- Cállate, es que tengo hambre.
- ¿Que tienes hambre?
- Es que tengo hipo.
- ¿Qué?
- Es que tengo tos. Papá ven, ven un momento, que te quedes aquí. (coge una flauta).
- ¿Que estas haciendo con la flauta?
- Papi quiero cacorra .
- ¿Otra vez?
- Otra vez, no se me escapa.
- Estoy comiendo cacorra (como lo de la silla, es mentira, claro).
- ¿Has terminado?- Estoy cucando (tocando) la fuauta (flauta). Déjame.
- ¿El qué?
- La fuauta, toca tú.
- No. Es flauta.
- Fuauta, ¿como se llama esto?
- Flauta.
- Fuauta.
- Flauta de Bartolo.
- No, es de la tati (hermana).
8 comentarios:
Mi pregunta es: ¿cuándo se haga mayor y hable correctamente cerrarás el blog? ¿O irás a por la tercera/o para seguir deleitándonos con el lenguaje gugutata?
Déjame que lo piense, que me has dejado en blanco con la preguntita... Si diera dinero, el blog digo, iría a por el tercero/a, pero como me temo que no, abriré otro sobre..., no sé, el lenguaje sin dientes de su padre, se me ocurre, que ya irá teniendo una edad.
debo confesar que, a pesar de mis dificultades para entenderme con los menores, me he reído con esta entrada y echando un ojo a tu otro blog! divertido de verdad. me encanta el surrealismo de los críos!
Yo antes leía el otro blog, pero lo dejé porque no actualizabas. Como somos los fans de cabrones eh...
Me acabo de cabrear conmigo misma, por que hace siglos que vi que tenías otro blog, inclusso se lo comenté a boss,por que sabía de lo que iba y me apetecía leerlo, y mi puñetera cabeza me ha vuelto a fallar, pero de hoy no pasa.
Yo si sigo tu otro blog, de hecho me he aprendido de memoria al Grande y el Pequeño pato de goma ese que el la única entrada que he leído, pero como fue hace más de un mes, la he leído muchas veces, ah! también leí la primera, pero bueno, la primera entrada la he leído de todos los blogs que conozco, por esto de los por qués ...
Por cierto, Mariano debería comentar el último, porque siempre que leo sus sublimes comentarios, luego me despisto y comento otra cosa de tu entrada. Me despista el escritor zurdo este joer!!! ...
jajajaja
Yo también lo leía siempre antes pero le tenías abandonaíto. volveré a visitarlo!
Me recuerda tanto a mis propias hijas... no dejes ese blog... o como dice mariano, ve a por la tercera que yo ya he llegado tarde.
Besos
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