miércoles, junio 13, 2007

Misterios de presidentes (vete tú a saber)

A mí y a mi amigo, al salir del insti, nos preguntaron una vez la hora, troncos. "Las dos y cuarto", contestamos inocentes. Los colegas nos esperaban en la esquina siguiente, que estaba más resguardada, por aquello de mantener la discreción, digo yo: "dadnos el peluco, rapidito". Y nos soplaron el reloj. Bueno, a mi amigo, que yo no recuerdo si es que no llevaba o que los choris tenían prisa. Así que nos robaron a plazos. Primero la hora y luego el reloj. San Blas, ciudad sin ley, era entonces mi barrio.

Al presidente Bush le han levantao el peluco en Albania. Pobre, con lo que cuestan. Pero los choris no le han pedido primero la hora, sino que ha sido más bien un acto de “autoservicio”. Entre abrazos y manoseos la muchedumbre actúa y se lleva ese preciado aparato que marca las horas de las intervenciones militares, que no es poco.




Ahora dicen que no, que Bush no perdió su reloj, que un guardaespaldas lo encontró y se lo devolvió a su mujer. Yo no digo que no, pero sabiendo lo que mienten los presidentes y cómo se las gastan algunos guardaespaldas de algunos presidentes me queda la duda de dónde lo encontró y del estado en que quedó el albanés en cuya muñeca pudiera haber aparecido el cacharro.

Yo es que ya no me creo nada que venga de un presidente. Si hasta seguro que la hora del reloj de Bush es falsa. Ojo, hablo en general, no me estoy refiriendo a los nuestros, aunque también a veces. Veo hoy la foto de portada de El País, en la que Putin visita a Alexandr Solzhenitsin, y, que quieres que te diga, no me surgen más que dudas, sobre todo conociendo al tipo de atrás. Putin sirvió en el KGB, la organización que represalió a Solzhenitsin, así que me pregunto si en plenas condiciones físicas el Nobel de Literatura hubiera recibido al presidente en su propia casa.

Yo, vista la foto no me queda otra que dejar volar la imaginación, y lo primero que me llama la atención es el aspecto del Nobel. La ausencia de movimiento en su figura inerte. Parece un muñeco de cera. “Pasa, pasa, Putin, me vas a disculpar que no me levante, pero es que lo que me hicisteis tú y tus colegas del KGB me lo impide”.

Y luego está Putin, ese sí que se mueve, y va director al grano, es decir, a que le hagan la foto, que la imagen seguro que vende. Pero si te fijas en su mirada también te surgen dudas, porque está perdida entre el "personaje de cera" y el pedazo de pastel que tiene a su lado, que luce una pinta estupenda. ¿Qué quiere Putin, desagraviar al viejo Nobel o ponerse morado a pastelitos? Y sobre todo, ¿qué querrá Solzhenitsin, que pase el presidente a compartir con él mesa y mantel o que se vaya de una puñetera vez y le deje morir tranquilo?

Vete tú a saber. Son los misterios de los presidentes.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo peor no es que le robaran el reloj, lo pero es cuando le vendió su alma al diablo...

De Putin no sé que decir, me parece que simplemente es un loco...

UTOPIA: Si hubiera un sistema fiable tipo "Minority Report", y un siste fiable tipo "La máquina del tiempo" habría que ir a buscarlos a todos y uno por uno e impedir por cualquier medio que llegaran al poder, porque simplemente en el poder son devastadores, mi imagino un mundo sin los 20 mayores dementes al poder de la historia, y creo que el mundo seria muy distinto. Y solo hablo de 20. Aunque vinieran otros detrás, algunos son el mismo diablo, y por tantao insustituibles, son los "cracks" de la maldad, y estos, no deberían de llegar nunca a gobernar ni un tiste pueblo.

En fin, fuera divagación, el mundo está hecho un asco, no entiendo como tardan tanto en organizar desde las alturas la Segunda Arca de Nóe psssss será que no hay nadie ahí arriba ¿no? ...

Sorry, tengo hambre y sueño. Uf!

Salud!

Mariano Zurdo dijo...

Es que el cargo de presidente lleva inherentes cargas psicológicas difíciles de soportar. Y da lo mismo que seas presidente de fútbol (si pongo la lista que todos recordamos seguro que te salta el antivirus) o presidente de tu comunidad de vecinos, que te da por hacer cosas muy raritas...

Desesperada dijo...

sinceramente, creo que para llegar a presidente debes pisar tantas cabezas que un día se te olvida porqué querías ser presidente.

wilde, deja de cambiar tu avatar que me vuelves loca. me gustaba más el de niño pequeño con pelota.

Isabel Burriel dijo...

Sigo sin entender porqué le abrazaban y le besaban. Están locos estos albaneses o que?

estilografic.blog dijo...

Oye, pues estoy de acuerdo con todo y con todos, hasta con lo del hambre y el sueño de wilde.

La ?: pues le abrazaban para eso, para quitarle el reloj.

Anónimo dijo...

Es para que vuestras mentes no caigan en la costumbre visual, jajajaja, la próxima será esa, cuando me aburra de las olas...