viernes, febrero 29, 2008

Problemas cotidianos

A ver si vamos a estar gastando tiempo y dinero con esto de las elecciones – se me ha venido a mí esta idea a la cabeza esta mañana de viernes - para poner sobre la mesa los temas que los políticos y responsables de campaña consideran que nos interesan y nos tienen en un sinvivir a todos los españoles, y luego va a resultar que no, que lo que en realidad nos quita el sueño a los votantes son más bien otro tipo de asuntillos como, no sé, la eliminatoria de la Copa del Rey, la elección de miss y mister España (qué nervios, qué nervios, este fin de semana ya), el estado anímico de Anita Obregón - compuesta y sin novio, la muchacha - o, pongamos por caso, la expulsión de Carmele del Supervivientes.

Hay temas realmente importantes que no se tratan en campaña, de eso doy fe. Qué me dices por ejemplo, de lo del metro. Es que es entrar en la boca del susodicho, también llamado suburbano, y ¡zas!, golpetazo de aire en la cabeza. A ver de qué te han servido los quince minutos que has perdido delante del espejo para colocarte el saleroso ricito ese que cae sobre la ceja izquierda. Que luego son, exactamente, los quince minutos - súmale alguno más que entre unas cosas y otras finalmente se añade por el camino debido a circunstancias varias – que llegas tarde a la oficina, perdidos digo para nada.

Yo creo que es un problema de corriente, porque si te fijas siempre queda enfrente la “salida pares”, si tu entras por la “salida impares”, claro, que si no es al revés. Y los dos agujeros, el uno enfrente del otro, tienen eso, que generan corriente, sí, va a ser eso. Que tú quieres hacer dos salidas, vale, pues haz dos salidas, pero digo yo que con ponerlas no una enfrente de la otra, sino la una al ladito de la otra, problema solucionado ¿no? Evitas la corriente.

Luego está lo de los zapatos. A mi es que me da mucha rabia salir a comprar zapatos. No me gusta ninguno. Pero claro, como tengo un andar peculiar e insistente, pues los destrozo todos en un santiamén. Y eso que me resisto. Yo me los compro siempre con un moderno sistema avisador. En cuantito notas el contacto de la piel con el frío del asfalto es que ya te está avisando. No falla. Pues es ir a la zapatería y siempre pasa igual, que no te decides, que no te decides... hasta que por fin, das con uno que más o menos te cuadra. “Sáqueme un 44 de este, señorita hágame el favor” Total, que tras los cinco interminables minutos de rigor, que no te los quita nadie, aparece la señorita cargada con dos cajas, siempre con dos cajas, que deposita a tus pies enérgicamente al tiempo que suelta lo de “pues 44 no nos queda, pero le saco un 43 y un 45, pruébeselos que yo creo que sí, que con un calcetín fino en el caso del primero y uno gordo en el caso del segundo...” Pues eso, que nunca queda de tu número.

Y todo ello por no hablar, claro, de la cajera a la que siempre le falla el código de los Sanjacobos y retrasa el ágil transcurrir de la cola que has elegido para pagar la compra en el supermercado; de la telefonista que tras tomarte todos los datos habidos y por haber para darte de alta en ni recuerdo ya qué servicio, del tiempo que llevo a la espera, te suelta que es imposible en estos momentos realizar la gestión debido a problemas técnicos que se le escapan, a la telefonista; del mecánico que cada vez que llevas el coche al taller porque te falla la luz de cruce te sale con que se hace imprescindible cambiar el embrague a la voz de ya antes de que éste a su vez se cargue el volante del motor, que menos mal que lo has llevado a tiempo, que lo tienes hecho una pena; o del primo lejano que siempre te aparece en casa cada vez que llenas la nevera y compras Voll-damm, sobre todo cuando compras Voll-damm.

Esos sí que son los verdaderos problemas cotidianos de nosotros, los sufridos ciudadanos. No me digáis que no.

14 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

Y la inseguridad ciudadana, hombrepordios: ¡robahigos, caracolicida, cambialibros!

Irreverens dijo...

A mí me preocupa mucho la suciedad que veo por todas partes y el poco civismo y la escasa educación que hay en general.
Ah, y que siempre me llamen mientras trabajo para venderme de todo. Eso me tiene frita.
Y que tenga que comprarme la ropa y los zapatos a la moda, aunque no me gusten, porque no hay otros. ¡Abajo la dictadura!

Iván dijo...

Os veo reivindicativos. A ver que puedo aportar yo... ¡Ya está! ¿Cuando vamos a tener un servicio de internet decente, del que te puedas fiar y que no te cobren como si te vendieran un pedazo de oro digital? ¿Cuando se va a coger bien la dichosa TDT que con tanto esfuerzo nos endiñan las cadenas? ¿Por qué no comercializan las alternativas del petróleo cuando un litro de diésel va ya a 1,15 €?
Y tantas cosas... Por no hablar de los problemas a la hora de escolarizar. Que dolor de cabeza...
¿Éste era el blog de las quejas desatendidas?

Belén dijo...

Y cuando vas con prisa y tienes a un señor que justo se dirige hacia donde te diriges tu y te hace un plaqueo que ya quisieran los del rugbi, derecha, izquierda.... esos si que j**** :)

Besicos

estilografic.blog dijo...

¡jopequedecosas!

Irreverens dijo...

Tú, que nos incitas.
:P

wen- dijo...

Yo estoy de acuerdo con lo del calzado y la ropa a la moda que dice Irre... es una dictadura total... Yo abogo por el look zarrapastroso, lo cual signofica, me pongo una cosa que me guste, aunque esté que se cae de los años que tiene. Jope, es que ya no se hace ropa normal y zapatos ni hablar, yo estoy ya abonada a las deportivas.
A mi, personalmente me jode mucho la gente que habla a gritos en lugares pequeños y conmunes ( buses, cafeterias, etc) eso es que me pone de los nervios.
Ah, y de la cantidad de anuncios y de mierda de programación que dan en las cadenas españolas ( públicas y privadas)
Y de la gente que cnducen como locos como si la carretera fuera suya
Y de la gente que maltrata o abandona animales.
De lo caro que está cualquier cosa( cine, teatro, conciertos)
De la gente que etiqueta a otra gente, de los estereotipos y las generalizaciones gratuitas y descerebradas.
Del precio de la vivienda...
Pffff, no iba a tener Zapatero trabajo conmigo..

estilografic.blog dijo...

Irre: incitando me hallo.

estilografic.blog dijo...

¡jopewenquedecosas!

Anónimo dijo...

Comooooooo!!!!
Karmele suelta!!!!
Pero no estaba bién en aquella isla, rodeada de agua, sin poder escapar???
Madreeee, ahora tenemos a Karmele, a la Obregón y a la niña de Rajoy sueltas...
Invasión marciana!!! A las montañas, a los refúgios!!!

Isabel Burriel dijo...

Estili, yo te doy la razón, que carajo. Yo creo que esos son los verdaderos problemas. A mi me preocupan mucho las manchas de los zapatos o de la ropa y como encima soy torpe pues doble preocupación, todo el día. Porque yo sí que encuentro zapatos aunque no me los compro porque luego a mi pie no le quedan nada bien. Eso es una preocupación.
Por favor, nuevo debate politico yaaaa.

Desesperada dijo...

a mí no me gusta la gente que para en doble fila colapsando todo el tráfico de mi caótica ciudad. pero me gustas tú, jejejejejeje

JOAKO dijo...

Pues yo propongo que a los que conducen coches de la marca AUDI por las carreteras españolas, cada vez que les casquen una multa tengan que pagar un 30% mas por el "algo habras hecho".
a ley de Murphi es asin queridísimo estili.

Jove Kovic dijo...

Pues no te voy a decir qué no. Además, hay algo que si te voy a decir, porque como he decírtelo, te lo voy a decir y no se hable. Te lo digo: Zurdo te acusa de caracolicida, ¿ qué tienes que decir al respecto?